Hay una historia acerca de un viejo sabio en la China que tenía un caballo y un hijo. Todos sus vecinos le tenían lástima y siempre le decían: “Qué triste que todo lo que tienes es un hijo y un caballo”. El viejo sabio siempre respondía con las siguientes palabras: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?” Un día, el caballo se escapó. Todos los vecinos se le acercaron con mucha compasión, diciendo: “¡Es terrible, tu único caballo se escapó y ahora solamente tienes a tu hijo. Es terrible!”. Como siempre, el viejo encogió sus hombros y dijo: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”. Pasó una semana y el caballo regresó, y con él venían doce hermosos caballos salvajes. Los vecinos estaban muy emocionados y corrieron hacia el viejo proclamando su buena fortuna: “Es tan maravilloso, ahora tienes muchas posesiones”.
El viejo sabio respondió una vez más encogiendo sus hombros con las acostumbradas palabras: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”. El viejo sabio le dijo a su hijo que comenzara a entrenar a los caballos salvajes para que pudieran serles útiles. Un día, el hijo estaba montando un caballo particularmente salvaje, se cayó y se rompió ambas piernas. Cuando los vecinos supieron, llenos de lástima le decían: “Qué cosa tan horrible lo que le pasó a tu único hijo”. El viejo sabio nuevamente se encogió de hombros y dijo: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”. Poco tiempo después, llegaron unos jinetes desde una villa cercana buscando a todos los hombres físicamente capaces para ir a la guerra y para ayudarles a proteger su villa de las bandas de ladrones que merodeaban por allí. Así fue como todos los jóvenes de las villas cercanas fueron a ayudar a la guerra excepto el hijo del viejo sabio, quien tuvo que quedarse en casa porque sus dos piernas rotas aun no habían sanado. Todos los jóvenes que fueron a la guerra murieron pero el hijo del viejo sabio vivió muchos años. Entonces, cuando parezca que tu mundo se está derrumbando a tu alrededor y no puedes encontrarle ningún sentido a lo que te está pasando, siempre recuerda que no conoces la película completa y recuerda también las palabras del viejo sabio: “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”.
2 comentarios sobre “¿Qué es bueno, qué es malo, quién sabe?”
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Así es Edu. El tiempo es quien dejara el contexto aparecer y nos dará los hechos completos. Hablar con la información limitada o sin conocimiento, será solo un punto de vista limitado. Gracias por compartirla… saludos.
Hola Edu. Que bueno verte otra vez por aquí. Eso es bueno. Que malo es sentir la envidia de otros. Eso es malo. Quien sabe lo que hay a la vuelta de la esquina. Sólo dando la vuelta a ella lo sabemos. Un abrazo cordial.