Sálvame

Sálvame de la injuria de besos prometidos, sálvame de una vida sin pecados y de una muerte sin descanso. Mírame y dime si no ves el seco canto de un niño maltratado en cada noche de parto. Ni creo ni dejo creer, pierdo cada día el sol en una carrera en solitario y envejezco soñando. Ceno, como y desayuno aguijones que se me clavan por dentro, y no sufro.

Sálvame.

De creer que las estrellan se apagaron cuando dejé de mirarlas, sálvame. Hazme enviudar de la muerte, divórciame de la vida y cásame con el niño que era. Quiéreme, pero de lejos. Báñame en sudores calientes, para beber de una lengua insaciable de cuerpo y palabras silenciadas. Búscame, porque yo, no te voy a encontrar…

2 comentarios sobre “Sálvame”

  1. Más que reflexión, es poesía.
    Me gustan las imágenes que has utilizado, son muy bellas, aunque, si quieres que hable con sinceridad, a veces, no entiendo la conexión entre ellas. Por ejemplo:
    “Ni creo ni dejo creer, pierdo cada día el sol en una carrera en solitario y envejezco soñando”. Entiendo el binomio “perder el sol/envejecer”, pero ¿”creer”, como encaja? O si dices que te “salve” y te “busque”, ¿porque le pides “Quiéreme, pero de lejos”?
    Espero que no te ofenda una mirada crítica. Es muy buen texto.

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