Y siento un ansia infinta de quererte más, de sentirte aún más adentro… hasta que el funámbulo viraje de todo este sistema motriz de girándulas y torbellinos se quede convertido en un preámbulo de caliente majestad: “… Su majestad el rey no sabia hallar el verdadero principio del mal de la princesa y mandó venir a un rajá de madréporas que embelleció el mundo de ella con péndulos dorados y plateadas sinuosidades en forma de collares y sortilegios de marfil. Le ofreció diamantinos objetos para enriquecer su hermosura y una vida llena de placeres ardientes. Pero la princesa conocía ya demasiado bien que toda aquella parafernalesca multitud de materia y de gozo era solamente vanidad de vanidades y rechazó rotundamente aquellos viajes con retornos por los andamiajes de la rutilante y mayestática solemnidad. El rajá quedó colgado de su propia congoja…”.
Archivo por días: 17 marzo, 2005
Suspiraba el surtidor
Aquí los suspiros van a dar a la mar que es el morir; y los aleteso del ave paradisíaco se sumergen en un profundo abismo de náyades silenciosas que acompañan las íltimas lágrimas del atardecer. Todo es tumulto de caracolas lanzando mensjaes a la etereidad: “… cuando el pastor marchó tan lejos que sus huellas en el prado quedaron vencidas por el sollozo, quedó en el pensamiento de ella una sensación de abismo insondable. Ansiaba encontrar el verdadero porqué de sus misterioso antojos y la realidad de todo aquello que se reflejaba en las ramas de los árboles del parterre…”
Ahora
Mis poesias
VIDA
perro bueno, perro malo
Éranse una vez dos perros: perro bueno y perro malo. Perro bueno era bueno pero perro malo no era bueno, sin embargo la gente sentía más simpatía por perro malo. Si perro malo hacía algo bueno sus dueños enseguida le regalaban caricias. Por el contrario si perro bueno hacía alguna vez algo malo, era severamente castigado.
Perro bueno, como era bueno, siguió siendo bueno y murió creyendo que algún día alguien se daría cuenta.
¿Qué deseas hacer con tu vida?
Una website en Internet, www.43things.com, recoge y sugiere posibles objetivos vitales para los seres humanos. Permite crear con facilidad un registro personal, que recogerá nuestras aspiraciones, quedando expuestas para poder ser compartidas por otros lectores. Resulta vivificante el ejercicio de tratar de disponer con franqueza y rapidez nuestros afanes individuales… Cuando la imaginación se nos agote, porque hasta para soñar mostramos poca ambición, podremos recurrir a copiar los anhelos de otros, que muchas veces han sido más clarividentes que nosotros.
Nadie
Palabras de amor, palabras
Artificios giratorios que se ponen al servicio de los ramilletes de sentires emboscados en los pensamientos de cristal. Palabras de amor, palabras que ruedan en los chorros de los verbos donde beben las sedientas pasiones en medio del esbelto zorzal que con su canto melodioso acompaña el zigzaguear de las anáforas repetitivas donde el corazón vuelca su conjunto infinito de enunciados orales; corpus del corinto que crece en las regiones orientales del jardín: “… Y el pastor habló a la princesa de ninfas de las aguas, dríades de los bosques, hadas de los aires… pero ella sabía ya demasiado de los mundos incorpóreos y sutiles y sólo ansiaba encontrar la materia lúcida y transparente del bohemio soñador de los mameys; alguien que la ofreciese un tributo a la placentera ensoñación de los trinares y la elevase a la tricúspide corazonal de su perdida sonrisa…”.