Pupila verde agua que cuando ríes
El mar en ella se retrata.
Pupila verde agua, que al llorar
Mi felicidad se quebranta.
Pupila verde agua,
Que evoca al cielo y al mar.
Eres el murmullo de la noche.
Eres el murmullo de la aurora.
Eres el murmullo del rió.
Eres el murmullo del viento.
Eres la negra sombra que asoma.
Eres el grito de la noche, cuando sin ti me veo sola.
Eres el reflejo de la luna.
Eres el sol que entre los montes te asomas.
Eres el recuerdo de mi mente.
Eres mi mayor tortura.
Llaman a la puerta, Ringg….el tenebroso pasillo de la casa vieja tenia forma de ele y era oscuro y largísimo, cuando por fin estoy junto a la puerta de entrada y asomo mi ojo por la mirilla, lo veo, ahí estaba, el cobrador del agua, traía como siempre su traje gris y su carpeta negra bajo el brazo, será inoportuno este hombre, con la prisa que tengo, abro la puerta con presteza.
– Pase, pase Vd. Sígame
– El Sr. De gris con su carpeta intenta sonreír y extrañado me dice:
– Perdone Sra. Yo…venia…..
– Si, si ya se a que viene, respondo con prisa,- por favor sígame, por aquí….
Ha llegado el Invierno, canta con voz transida
la fría agua que lava mi sueño,cada día.
El Invierno ha llegado con su cortejo helado,
de nieves y aguaceros de cielos desolados.
La lluvia caerá con su cortejo frío
cubrriendo casas, campos, árboles, sembradíos,
yo guardaré el calor del verano vivido,
de las noches de amor, bajo el cielo encendido.
Estás lejos de mí,
de mi risa, de mi pena,
de mi sombra…
Acércame tu ausencia,
tu ausenca larga
como la inmensa costa,
como la cima
de la montaña blanca
como mi largo país
con su angostura.
Si sigues ausente,
te daré también mi ausencia
y nunca volverás a verme.
Por eso te digo de nuevo
con mi voz rota,
acércame tu ausencia,
acércame…tu ausencia…
Me tallaste en madera,
la más fina de ellas
y labraste en mí
sensaciones eternas.
Usaste mano suave
al limar asperezas
que afearan la imagen
que tú soñaste bella.
Artífice del tiempo
trabajaste con celo,
incansable en tu obra,
tus manos fueron cielo.
Al llenar nuestro espacio
lo poblaste de anhelos
con la pasión más pura
fuimos dos en un cuerpo
Hoy me he sorprendido varias veces,
con la mirada perdida pensando en nada,
o puede que pensando en todo sin llegar a nada.
Nada existe, salvo este desencuentro íntimo,
ritmo acelerado y mente dispersa.
A solas con estas cuatro paredes,
llenas de secretos y silencios,
con una fuerza que parece me vigila,
me obliga a estar aquí.
Ella es la que me retiene aquí,
Treinta días después del comienzo de mi comienzo.
Y con todos mis desperfectos, sigo buscando
la aguja en el pajar de mi memoria.
Tus curvas susurran sonrisas prohibidas
Tu boca se me abre, tomate maduro
Tu aliento musita pasiones servidas
Sandía circundada te toco, qué duro
Caricias de fresas con nata, qué suaves
Ábreme la puerta, aquí están las llaves
Quiero que mi patio se llene de flores
Dame tu perfume, me encharca de olores
Con cuerdas de seda fabricas un nudo
Tus labios recorren mi torso desnudo
Tu lengua me escarba, disfruta conmigo
Clávame tu daga, que tiemble mi ombligo
¡Cuántas palabras, a lo largo del tiempo,
os sirvieron para presentar los nombres,
el conocimiento de los números, los colores,
el atarse bien los botones de las batas!
Los pétalos de las flores!
¡Cuántos silencios interiores;
porque este oficio es de aguantar
y de aguantarse,
os hicieron explicar, una y mil veces,
el giro de las letras, la escritura coherente,
la lectura ausente,
llegar a ser conocimiento y persona.
¡Cuántos rostros se fijaron en los vuestros
y os recordaron al pasar la calle,
en cualquier encuentro inesperado.
Porque este es oficio que se hace
Entre miradas perdidas y memorizando ausencias.
Sigue el gorrión en busca de su nido
Ajeno a la verdad
Sigue la nube en pos de un cielo
Eterno, sin saber su autentico
Camino
Sigue y seguirá el sino riéndose
De todos
Por palabra obra o sentimiento ajeno
Sin apreciar ni siquiera de muy lejos
De todos el verdadero
Destino
A los desheredados que somos todos
Os digo y aseguro que hay esperanza
Y ella se encuentra en cada
Uno de nosotros
Busco, en los bolsillos de mis sentimientos
la mirada tuya que guardé con celo,
y al no encontrarla, me envolvió la noche,
cubriendo mis ojos llenos de recuerdos.
Busqué en las cornisas de las casas viejas,
allí, donde anidan golondrinas breves,
sólo un nido helado tocaron mis manos,
borrando el recuerdo de horas alegres.
Y llegaron los hombres sabios y suspiraron
Y llegaron los que leen y resoplaron
Analfabetos sois, yo pido perdón
Mensajes privados hay
Para toda corrección
Lo intencionado queda, no hay solución
A dulce corazón herido no cura el perdón
Y los analfabetos eran los hombres sabios
y la humildad y la valia se reconocerian
Y Los que critican vecinas de corrala
Con un mal día
Llorarán los inviernos de mi ocaso
recorriendo caminos del recuerdo,
ondearán brisas leves los remansos
al bajar por hieráticos senderos.
Me acompañan las noches invernales
cadencioso el eco de los vientos
y las sombras nocturnas son amables
reflejando la nieve en mis cabellos.
Dormiré al pensar en el pasado
sacudiendo así viejos recuerdos
y mi cuerpo al flotar en claros vados
con su espuma calmará mis miedos