Oficio de Tinieblas.

Sea en el silencio, donde nada se escucha,
donde nadie vacila, donde toda inquietud
pierde la vida, donde, a luz de la vela, clame a ti,
esencia de mis dias.
Noche oscura del alma, cerrada conciencia en el vacio,
¡díme por qué, sin palabras he de hallar
lo inexplicado de un verso!.
Sobre la inquieta hora nada digo,
nada pasa, ni acontece despertar alguno.
Me observo en la profundidad irrespirable,
ladeando el cuerpo en un vaivén msiterioso.
No debe haber pensamientos.
El certero cuchillo del respirar tranquilo
los cercena, como afilado puñal,
como la luna mora con sus ángulos cortantes.
Las palmas de las manos soportan la precisa contención,
el acto mismo. Sigue Leyendo...

Dulce Dolor

Hoy,
te he tocado el corazón a través de la espalda.
Retumbaba en mis manos tu constante latido
que, una y otra vez, repetía mi nombre.
Y aunque tú no me vieras,
aunque no pudieras adivinarme con los ojos,
mi otra mano, la derecha,
estaba arrancando el mismo trozo de ventrículo
para poder intercambiárnoslo
cuando ambos pudiéramos dejar de llorar.

Dulce mariposa.

Y desde que tú estás el bosque está encantado, lo dicen las gentes del lugar.
Dicen que el aire que se respira huele a hierba buena y madre selva. Que siempre un rayo de sol penetra dificultósamente en el follaje y da luz y calor a ese pequeño trocito.
Dicen que a veces una pequeña nube descarga agua fresca en él.
Dicen tantas cosas bonitas desde que tu estás.
Como siempre, tú, traviesa niña jugando al escondite.
Aún ahora que no eres forma, te transformas.
Remanso de paz donde hubo tanta guerra.

Lenta lluvia de tristeza

Llovía,

lentas muy lentas las gotas de tiempo que recorrían la triste ciudad.
Oscuros peldaños separaban las memorias de quienes sobrevivían,
Llueve lento -alguien dijo- y los pájaros negros se sorprendieron de la discordia del día anterior, aquella disputa por migajas bajo el sol, hoy parecía un festín.
Solo algunas muertes esparcidas, un gusto amargo en la boca, en la garganta, en el cuerpo.
Llovían desilusiones, pérdidas, vidas arruinadas, conquistas y conquistados.

Llovía el mundo entero una lluvia negruzca y pegajosa,
dueña de mil males.
Y dos o tres transeúntes caminaban despacio con galera y bastón.
-Visitemos a los poetas!- gritó alguien que miraba siempre para atrás…
y el mundo entero visitó a los poetas, gran tertulia pincelada de introspecciones expuestas, esa tarde la ciudad estuvo de fiesta. Sigue Leyendo...

Soy.

Soy la inquietud
y tu quien me sostiene.
Soy la respuesta
de tantas y tantas preguntas.
Soy el sonido
que rompe el silencio.
Soy el agua que calma la sed,
el consuelo del amor.
Soy la siembra de tu cosecha.
Soy tierra contra fuego.
Soy rosa sin espinas,
el hielo derretido y el frío
conservador.

Veredicto.

Con me castigues con demoras
si ves que no has de llegar.
dame en mano la llave
para poderme retirar.

No cometas el error del retirado
bajo la estrella del emprendedor
ni mal gastes saliva hablando
en un sin fondo de la conversación.

Gracias

Hola chic@s de Vorem,

Hace unos días que no entro y no pude seguir resistiendo la tentación. Gracias por los mensajes enviados :).

A veces las palabras mas duras son las que más te ayudan y considero que con ellas aprendí.

Me encantaría ser como aquellos grandes poetas que trás muchos años continuan vivos en mi memoria

Las Calles de Mi Memoria…

Paseaba solitaria por las calles que albergaba dentro de mi memoria. Crucé por las callejuelas donde habitaban la mayoría de los recuerdos, y evité pasearme donde vivían los recuerdos olvidados. Seguí con mi andanza por mis adentros, y divisé al final del todo, un rincón completamente deshabitado, un lugar vacío y moribundo…por un momento creí haberme perdido en mi misma, todas las calles por las que antes había pasado, tenían su correspondiente placa donde estaba grabado su nombre, está, no la tenía. Cual sería su nombre, porqué no había una placa como en las demás calles, me dije caminando hacia la calle de la Respuesta pero sin encontrar respuesta alguna. Entonces me llevaron por los atajos de las dudas, intentado dar con la salida de alguna razón que me guiara al menos hasta la calle del Entendimiento, pero tampoco hallé salida a tal razón, porque esa calle estaba cortada al paso. Sigue Leyendo...