Ya no pienso en ti.
Ya fuiste.
Ya no te busco.
Ya no te encuentro.
Ya fuiste.
Ya no miro en los ojos
errantes
tus ojos en mis ojos.
Ya fuiste.
Ya eras.
Ya has sido.
Ya fuiste.
Archivo por meses: abril 2007
Ya fuiste
Abrid las puertas a los mejores
El mar
Noche
Esta noche los fantasmas
se han dado cita
en mi habitación.
Sus zarpas,
me buscan.
Tengo miedo.
El aire
se congela.
Tengo frío.
Sólo por ésta noche
quédate conmigo.
Acurrúcame en tus brazos
y dame un poquito calor.
Tápame hasta las orejas
y cuéntame un cuento.
Sólo por esta noche
quédate a mi lado.
Un abrazo. Alaia
EL Paraíso Perdido…la callada ausencia.
Una palabra viene a reclamar mi espacio interior: pérdida. Es cierto que perdímos un Paraíso. Aún seguimos en esa larga búsqueda, donde cremos verlo reflejado en escaparates, en los ojos de las gentes, en las formas curiosas que llaman la atención. Deseamos un mundo inexpresable donde todo sea diferente a la Realidad. Este Paraíso no puede asociarse con situaciones vividas, sino con la ausencia, la callada ausencia del relato vital. Hemos aprendido a valorar la pérdida, porque confiamos en un tiempo sanador. Nos hemos sorprendido, en muchas ocsiones, con el inevitable final de un bocadillo…¿No es cierto? Hemos deseado que no acabara, que fuera eterno, que continuara ahí. Tememos persibir la sensación de una ausencia fantasmal. Ecos del Paraíso Perdido…porque allá sonaban ecos de canciones y murmullos de soledades. Allá éramos completos, sin temor a la eternidad, sin miedo al infinito. La callada ausencia provoca que se mueva el Alma, que se muestra viva, que surja del eterno obstáculo en que envolvemos la Rosa. Un ligero temblor nos acompaña con cada palabra….La callada Ausencia, de un Paraíso Perdido…Hemos logrado ser humanos sin darnos cuenta. ¿Qué más nos queda por descubrir? La Rosa…quizá el Jardín donde reposa…o, tal vez, correr el velo que cubre la Memoria Primordial, donde todo fue al igual que será.