ssshhh… hola, vorem

. Hoy no estoy abatido como lo he estado durante casi dos años.
Hace dos años decidí atreverme a ser yo mismo,
a luchar por lo que quería y
abandonar lo que me ataba
a ser
lo que me tocaba ser

. Salté al vacío para buscar la verdad
La verdad que hay dentro de mí.

Hoy estoy cabreado… muuuuy cabreado!

Mi primo

Hoy he estado recordando la primera vez que te visitamos en Ibiza, cuando éramos todos tan jóvenes y la vida nos sonreía. Tú eras, de los dos mellizos, el más activo, el más risueño, el más atrayente por presencia y por carácter, el más cariñoso.

Tercero sin ascensor

Era mediodía, dentro de una semana normal, como otra cualquiera, aunque el día era ya de por si excepcional, todo hasta entonces me obligaba a volver a abandonar a sentirme otra vez como hace un par de años, inútil por completo. Tú sólo eras un nombre, una dirección y un teléfono más, en una nota del pelirrojo jefe de ventas. Éste las repartía al comercial de turno que realizaba las correspondientes visitas. Todo apuntaba a que nos quedaríamos otra hora más entrando y saliendo del coche que seguía parado en aquella calle que era completamente desconocida para mí. Entonces antes de comer nos acercamos a tu casa, mi primer día en el trabajo, mi primera visita, y allí estabas tú, te vi y ya no puedo olvidar esa mirada, ahora eres una dirección a la que no me atrevo a ir, un buzón en el que mi valor me impide echar una nota. Sigue Leyendo...

Fiebre mojada

Mirando hacia el frente, como en un escenario,
dirigía sus ojos entre paredes vacías,
apuntando a la luz escarlata del fondo.
Se mecía la sombra de su vida en tinieblas,
espejo del hermoso canto de cisne,
raíces fundidas en aguas espesas,
puñado de piedras sobre sus pies.
Viajaba junto al movimiento del péndulo,
desde aquí hacia allá; su piel, un milagro,
desmayada en la solicitud de sus entrañas,
calcinada por la sangre que mancha la
conciencia de la noche;

Olvido

Tiene mi mano un amigo
Que olvido llamo
Y no me tiende la mano
Pues no es mi amigo
Tiene que volver olvido
O será mejor se esconda
En la espesura del bosque
Y juegue con las ardillas
Al escondite del miedo

Siete

Siete gatos, tenía una anciana
Con siete nombres de siete letras
Sus cuerpos sumaban siete colores
María de los remedios es la séptima
Entre sus siete hermanos y tiene
77 años,
todos viven con sus siete mujeres
En siete pueblos de siete concejos