Madrugada de viernes

Madrugada de viernes, cuatro y media de la mañana. Hemos llegado de una cena y no tengo ganas de dormir. Desde mi terraza observo el ajetreo de coches que salen de los aparcamientos de las casas y los que llegan y se van de los aparcados en la calle. La temperatura es absolutamente benigna.

La nostalgia me hace pensar que, al igual que veo desde mi observatorio a toda esa gente, debería poderles ver a ellos, si es cierto lo que afirman algunos de haber visto a sus seres queridos después de que desaparecieran de este mundo. Enfoco la mirada hacia la acera de la iglesia, quizá los vea venir desde el parque, subiendo el pequeño desnivel sin prisas, igual que subían desde San Bernardo a Callao en sus paseos de después del almuerzo. Sigue Leyendo...

Ví que el árbol existía…

Ví que el árbol existía
dejando huella contada en la historia
del cauce blanco de su sed.
Arriba, en el espacio de la incógnita rama,
un pájaro iniciaba su fulgor
y lo explícito de todas las causas
sobrevolaba aéreo el escenario
imponiendo su verde mensaje.

La sombra del árbol se alargó
haciendo maravillosa su libertad.
A los pies del abeto de la tarde
suavemente se extendió lo íntimo
de la nube en el cielo reflejada
y el rumor de todos los sueños
trajo miles de palabras a la vida
en este espacio de sitio enarbolado.

Y miró desde sus espaldas

— La Coherencia Infundada —
Continuamente me pongo a prueba y para ello he de desmontarme como una clásica máquina que ya no funciona y aparece alguien para abrirle las entrañas y ver como es por dentro; solo se ven los mecanismos pero no la forma. Quieren comprensión, pero ni yo sé como soy, no sé conocerme.

— El Psicoanalista –
Bien, continúe.

— La Coherencia Infundada —
Cuando llego a algún lugar me piden explicaciones y yo hablo y hablo sin parar. No pueden negarme, entonces es cuando deciden que no tengo ni principios, ni razón. Sigue Leyendo...

Las revelaciones en Vorem: por una toma de conciencia

Soy de esas personas que perdieron muchas esperanzas entre autobús y autobús. Incluso he llegado a ser un “ser desesperado”. ütimamente comienzan a aflorar pensamientos, reflexiones, ideas…que tienen algo de “revelador”. Si tanto hicapié se hizo en asistir al espectáculo de un cambio a la Era Acuariana….nos quedamos cogaldos de la banda ancha o estrecha de Internet. Tengo la sensación de que entre nuestras manos se mueve un “sueño posible”, y retomo la idea de Martin Luther King, y retomo la idea de un cambio necesario por todos y para todos. Voren tiene momentos reveladores. Estamos depositando las semillas en una tierra privilegiada, que es esta página. No quisiera provocar un tsunami de encuentros,q uedadas, de enarbolar banderas, porque insisto en que que sigo un poco “en esa línea de los pesimistas existenciales”. Diesel escribía un texto sobrel Positivismo Vorémico. Apoyaría una ampliación y un texto que nos comprometiera. No vamos a jugar a encontrar las nueve revelaciones de un juego numinoso, sino ” sentirnos fortunados porque desde la libertad de lo que podemos expresar influímos en un mundo que cecena cabezas, reafirmarnos en este sentir la palabra como un don y un derecho y avanzar, en ese comentario de Edu, sobre crear Conciencia. Desenchufar un simple cab le nos dejaría a todos en el silencio total. Mientras tanto, apostaría por comentar más a las compañeras y compañros, buscaría esos elementos reveladores y los mostrarias e insistiría en que Vorem…tiene un algo revolucionario, que conecta con las sensibilidades de lo humano y puede ser un deseado efecto mariposa. Un saludo a todos. Sigue Leyendo...

Palabras.

(Lees versos con dulzura
sientes algo en tu interior.
Dirás al leer: ¡qué sencillez,
cuanto color!,
!Qué bien describe al amor!)

Un loco, aburrido, escribe,
plasma todo lo que siente.
Escribe palabras desde el corazón,
por eso nadie le entiende.