Una idea jamás es una duda.
Archivo por meses: mayo 2010
Cuando se derrumba el amor (Violencia de Género): Capítulo 1.
Cuando levantamos torres sobre bases débiles, en infinidad de veces el amor se quiebra en el rebullir del acoso simplemente sexual solamente. Es cuando uno de los dos (o él o ella) utilizan las picardías, las mentiras y los planes artificiales para engañar mientras se comparte la vida con la otra parte de la pareja. Esa clase de amor sólo se encauza hacia un túnel de naturaleza oscura; cuando el amor verdadero debe ser sencillo, con luz y con la verdad siempre por delante. Si tanto él como ella utiliza la mentira para iniciar el noviazgo estamos edificando una torre de base muy débil. Imperceptiblemente, al principio son sólo banalidades que, con el paso de los años, acumulan serias y graves situaciones. Es un amor basado solamente en apariencias llenas de diversión únicamente para un momento de placer nada más. El amor verdadero es otra cosa.
De Paleólogos, Antigua Grecia y Tirante el Blanco
La Dinastía de los Paleólogos, nacida en 1258 y que duró hasta 1502 gobernó el Imperio Bizantino desde que se reconquistó Constantinopla en 1261. La familia bizantina de los Paleólogos, por lo tanto, reinó en el Imperio Bizantinio desde 1258 hasta 1453 y, después, en el despotado de Mirtra (desde 1383 hasta 1460), sabiendo que Mirtra era una localidad de Grecia (en el Peloponeso), antigua capital del despotado (territorio del Imperio Bizantino gobernado por un príncipe que gozaba de gran independencia respecto al poder central) del mismo nombre.
!Otro gol de bandera! (o !Nunca vi un gol igual!).
Hablo de fútbol sala y no me refiero al gol marcado desde el círculo central (que también fue inolvidable) sino a aquel golazo (completamente legal a pesar de que lo invalidó un árbitro más cegato que Rompetechos) de fútbol sala repito, en el que me llegó un balón por el aire, cuando yo había subido al ataque, y estando yo completamente fuera del área, vi como salía el portero a la desesperada con los puños por delante pero, hábilmente, logré saltar, tocar levemente el balón con la cabeza y hacer una vaselina aérea que superó lentamente a los puños del portero, y cayó como, como una “hoja de otoño” dentro de la portería. !Golazo!. Cuando salté estaba completamente fuera del área, señor árbitro, y solamente pasó que al pisar de nuevo el suelo mis piernas pisaron el área… pero gol fue gol…
Nocturno de la ciudad (nueva versión aumentada y corregida)
!Menuda está la Tercera! (El Chivatazo).
!Hola!. ¿Cómo estáis por Santa Fe?. Bastante regular, bastante regular nada más. !No es la mejor que he visto yo!. Pues si, bastante regular, sólo, sólo en el -13 ¿y así es posible subir o bajar?. !Así es posible bajar y no subir!. Quienes bajan seguro seguro seguro son las de Salvatierra. !No se salvan ni aunque la Tierra de un vuelco de 180 grados alrededor de su eje!. Que no se enfaden las de Salvatierra pero es la verdad. Fíjense bien: -58, o sea que el día de hoy es negativo de verdad. !Que se lo pregunten a las “olesanas”, que están en -45!. ¿Y qué decir de las del Cuarto Distrito?. ¿Las del Cuarto Distrito de Nueva York?. !Esas están en -68 que quiere decir que están en las últimas!. Para que se enteren las neoyorquinas que nosotros, sin embargo, estamos en +83. !Toma castaña y que vivan las conquistadoras de Badajoz!.
Jóse Campana.
Calle de los Caballeros. Todos van en procesión humana hacia el campo, pasando por la barriada del garaje donde se cuelgan las camisetas bajo el sol. Algunos se quedan colgados de varias copas de vino de más. Es domingo. Es la fiesta de este domingo mientras atrás dejamos al Perra Gorda engordando cada vez más. La perra ladra. El perrro la persigue. Los gitanos se acercan al borde de las sogas en donde los de las primeras filas se columpian haciendo funambulismo entre jugada y jugada. Se juega la copa de coñac. Pero hay que sacar la carta exacta, la carta justa, no la sota de bastos ni tampoco el as de oros. La carta exacta, la carta justa, es el Rey de Copas. Sí. Los de las primeras filas se balancean en la soga mientras se aglomeran los demás. Los más bajitos tienen que subirse a las cajas vacía de cervezas.
Con la guapísima Jordá (Entrevista)
La guapísima Carmen Jordá, de tan sólo 22 añitos de edad, y que está más buena que el arroz con leche que he desayunado gracias a mi guapísisma esposa que no la cambio por ninguna otra, ha iniciado una nueva aventura en su vida. Se ha encaprichado con los trampolines para demostrar que vale más que para estar en la cocina solamente. !Así que ya me véis otra vez envuelto en una de mis famosas y desastrosas entrevistas!. !Esto es lo que ha quedado!.
P.- ¿Cómo estás?.
R.- Muy buena para muchos años, ya que estoy en el top ten de Florida.
p.- ¿No te estarás refiriendo a Florinda Chico, verdad?.
R.- Jajaja… no… no he dicho Florinda sino Florida.
Y las alondras te acompañan (nueva versión)
Marcha el barco lento… despacio… lento…
mi alma flota en el blanco lecho
de las nostalgias.
Se marcha el barco lento… despacio… lento…
como un pasar de puntillas por las olas
en esta alba llena de ganas…
Y tú te vas
por entre los mares del viento.
Te vas
y las alondras…
!ay las alondras!…
las alondras te acompañan.
Catalejo Mundial (Futsal)
Los de Cachán (que con su “trote cochinero” está lejísimos de ser Fermín Cacho, el atleta español que ganó medalla de oro en los 1.500 metros lisos en los Juegos Olímpicos de Barcelona, en 1992, y fue subcampeón en los Juegos Olímpicos de Atlanta, en 1996, más medalla de plata en los mundiales de 1993 y 1997 más campeón de Europa en 1884), están hartos de fracasar siempre ante los de Diesel. Esta vez vienen a por todas, con todas sus estrellas titulares (incluído el bajísimo Cazorla (“Cazorlita” le llaman por su pequeñez tanto dentro como fuera de los terrenos de juego), porque siempre quedan por detrás en la Clasificación General Final de Fútbol Sala Hispano Americano.
Libro (pensamiento)
Muchas veces caemos, pero… (corregido y aumentado)
Como escribió el poeta argentino:
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas.
No han de ser tus caídas tan violentas
ni por ley han de ser tantas.
Amigos y amigas o simplemente compañeros y compañeras nada más: Caemos… caemos muchas veces… en ocasiones con un tremendo ruido de polvo y de aullidos. Pero nos levantamos y nos volvemos a levantar y, muchas veces incomprendidos, tomamos el equipaje y pensamos como el poeta español:
Lo violeta de tu sueño (edición actualizada)
Lo violeta de tu sueño es hoy un color y no un dolor que, escondido en la bahía, da rienda suelta por la espita del llanto. Lloras. Cae la tarde. La barca se ha ido sin ti. Me acerco a la orilla a invitarte a pasear por los sueños. Hay pájaros amarillos que sobrevuelan los álamos y nos acompañan. Ahora duermes en la humilde cabaña de nuestra bahía. Yo, mientras tanto, me voy al puerto. A solucionar tu sueño. Regreso a casa. Sueñas. Mañana el violeta de tu sueño será de color azul porque, al fin, vas a conocer los misterios del mar. Te doy un beso en la frente y la luna despide un reflejo de majestuosa presencia. Sonríes. La lluvia ha dejado de llorar. El viento fresco mueve las ondas de tu cabello y el mar se ha vuelto blanco, tan blanco como tu corazón por dentro, tan blanco que ppuedo escribir sobre él mil veces la palabra AMOR… y yo me vuelvo a la bahía para, por el camino, arrancar unas cuantas amapolas y unos cuantos trigos verdes para hacer un ramo de flores con las violetas que hay junto a la cabaña. Lo violeta de tu sueño es hoy una realidad dorada. Y yo, mientras tanto, me voy al puerto a seguir inventando sueños y escribir la palabra AMOR sobre la blanca superficie del mar.
Tres o Cuatro.- Segundo: “Cinco días”.
Cinco dias son un momento
de inolvidable presencia
en esta primavera blanca
que se me aleja
por las calles nocturnas
de la luna añeja.
Cinco días cercanos
que brillan sobre las rejas
de los hombres condenados
que, con sus quejas,
son lamentos humanos
de acciones viejas.
Cinco días humanos
para mil tejas
en viviendas vivas
de color bermejas.
Cuiando se derrumba el amor (Violencia de Género): Prólogo.
Pensamos que el complemento ideal que nos puede transformar la vida es ese convivir dentro de esa clase de amor que se desarrolla a través de la imposición autoritaria de nuestros gestos dictatoriales, nuestras palabras ofensivas y nuestras acciones violentas: los caprichos que necesitan algunos que los complacen a través de la otra persona que forma la pareja que pensamos que es la ideal. Al elaborar ese pensamiento es cuando comienza a derrumbarse el amor.
Este breve análisis, que se compone de un pequeño prólogo y seis pequeños capítulos, sobre el derrumbe del amor y sus graves consecuencias (la Violencia de Género) nace a través de una complicada serie de situaciones observadas desde mi atalaya psicológica en múltiples ocasiones que he visto en parejas heterosexuales en las que uno de los dos componentes (en la mayoría de los casos él y en algunas ocasiones ella) desean erigirse en protagonistas principales del matrimonio;
No tengo mucho tiempo
Deseos de mi mente
Una desicion importante
Tres o Cuatro.- Primero: “La senda de los olvidos”
Cartas Peligrosas.
A veces llegaban ciertas Cartas Peligrosas que, leídas por mi madre, la hacían ruborizar desde la cabeza a los pies. Cartas Peligrosas que yo leía una sola vez (jamás las repasaba nunca) y las abandonaba en el rincón más lejano de mi memoria. Cartas Peligrosas que mi madre se encargaba de tirar a la basura porque sólo eran basuras sus palabras sin sentido alguno más que la desesperación de la impotencia. A veces llegaban Cartas Peligrosas que nunca jamás volvía a recordar esperando la llegada de la que entraría en el fondo de mi corazón.
El cuerpo y “yo”
Nuestro cuerpo es un espacio propio y con él somos una parte del espacio que nos rodea. Decía el filósofo Bollnow en uno de sus escritos que “siempre estamos en un “aquí” en relación con un “ahí” y un “allá” dentro del espacio”. Y yo pienso que la ocupación corporal de ese espacio nuestro, de ese “aquí estoy”, trae consigo unos aspectos que vale la pena analizarlos.
En primer lugar, todo ente humano debe tener conciencia de su “aquí” si está sano de salud mental; debe saber, en ese caso, cómo ocupa ese espacio y para qué está en él. En segundo lugar, la esencia de mi “yo” sólo es justificable en el espacio que conozco y a través de mi cuerpo (que es el que está introducido en este mundo). Nuestro “yo” no tiene sentido si no es por el cuerpo que es el que ocupa un lugar en el espacio.
Ahora le toca a Serrat (Entrevista)
Una de la tarde de un día tórrido y abrasador…
Diesel.- ¿Es verdad que sabes silbar o eres como los ateos levantinos?.
Serrat.- Yo soy como las palmeras de Elche…
Diesel.- Espera, espera, no te aceleres tanto cantautor… no te aceleres tanto que hace mucho calor y te puede entrar el asma… espera a que termine de preguntarte. ¿Somos hijos de la luz y de la sombra al mismo tiempo o eso es una de tus famosas pregrulladas en forma de contradicción o como quiera que lo llaméis los extraordinarios cantautores de masas?.
Serrat.- Es una de mis perogrulladas, si señor, y además una contradicción porque o nacemos pronto o nacemos tarde.
Palabras
Sentires
Oh sentires del alma
que nubláis mi existencia,
ávidos de amor y deseo
sois dueños de mi conciencia.
Tomo un rumbo sin horizontes,
a bordo de la nave de la Libertad.
Me guían la esperanza
y las ganas de vivencias.
Busco la ruta de la vida,
aquella en la que tengan cabida
todos los humanos sin distinción
de razas, credos y conciencias.
Palabra (pensamiento)
Las Otras Misas
El padre Ricardo estaba finalizando el oficio religioso del Domingo. A la pequeña iglesia del pueblo habían llegado unos cuantos lugareños.
Quedó en silencio, mirando a las personas congregadas, en absoluto silencio, su mirada parecía un calmante en la atmósfera. Todo su cuerpo se había transformado en una especie de estatua. Su visión se paseaba lentamente sobre los feligreses allí presentes, contemplando sus rostros.
Los minutos pasaban, algunos asistente empezaron a cambiar débilmente de postura sobre sus asientos, empezó a surgir un juego basado en mirarse las caras, había personas que susurraban algo a quien estaba sentado al lado, poniendo cara de extrañeza.