El día que me cambié de mundo, era una mañana silenciosa, amarilla…el cielo nublado de plata y perlas tintadas…agua de mar, agua de río, agua del grifo, que salpicaba en las tejas de pizarra, de las casas por las que iba cruzándose mi camino. Abertura incierta y curva sin un final glorioso, solo la ida…recuerda que pasé por aquí.
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Historia de otro camino
Hace muchos siglos que este viaje fue engendrado. Concebido por una desazón interior que mi memoria había procurado retener como uno más de esos filamentos venéreos que guardamos inanimados en la zona de la tripa del subconsciente. En aquel momento lo presentía demasiado fantasioso, pero, )sabes?… no duelen los imposibles cuando los llevas a término y las ciudades con sus muros infranqueables, sus asustadas paredes olvidadas de metralla, los niños derritiéndose sobre el ardiente asfalto de calles barnizadas de alquitrán y jardines inyectados de hipodérmicos venenos… aún soplan cuatro gotas de viento del aguacero de anoche… Te digo que es delirante comprobar que la nada te afecta. Para qué esperar más medias horas, sin llaves, en el descansillo del portal ausente, mientras otra lágrima entrelazada salpica los adentros, cristalizándose misteriosamente… aislamiento.
El Misántropo
Flaco y harapiento, tras las guerras del alma, el anciano sin nombre, apenas consigue avanzar sobre sus piernas, se auxilia con un bastón de avellano, que le concede una apariencia bíblica. Hace mucho tiempo que se halla en soledad, la sociedad le lastimó y él se ausentó para refugiarse del dolor. Jamás se acopló, ni tuvo hijos…se aventuraría a testificar que no germinó de mujer terrenal.
Los escasos conocidos que hizo en vida, se dilapidaron por el errar de sus pasos…sí, porque el anciano desde una inmensa colina, miró el mundo y sus continentes, y jamás encontró paisaje que le compensara,…nadie le dio suficiente confianza y todos se comportaron como fieras…raza animal, ambiciosa y lucrada en sí misma…
Joe Volado
Emisoras de radio, estamos trasmitiendo…cadenas de televisión sincronizamos el miedo en riguroso directo. El caos desvaría…hoy no hay colegio, la situación es desesperada…las adolescencias observan apoyadas en el muro.
Veinte litros de agua bendita por metro cuadrado, tomad y bebed…
A veces huir es el lugar de donde vienes. Joe Volado alunizó en un pretérito indefinido, llegó sin tripulación, sin nave…sin credenciales…desconociendo la ruta, la velocidad y el tiempo transcurridos. Transita solo la física…la duda atraviesa sus pensamientos, ¿no hay tierra en este planeta?. Un hombre acaba de germinar en la llanura del desconcierto, no sabe donde buscar raíces y la adicción al alcohol le está ahogando en el quebrado cenagal del ausentismo. Eclipsado de los archivos, desapercibido por las arterias de ida y retorno ¿qué infiernos llora?.
Catarsis (1996-2003)
Sépase que en una época de cómoda queja y silenciosa arbitrariedad con el entendimiento, es un lujo de crítica el nacer cuando las masas populares y no el individuo íntegro e intimista, con un pensamiento lúcido en activo, han rechazado las rebeliones, claudicado de sus derechos, arrodillados ante el Dios de la materia y la propiedad. Sentados en la barra del prostíbulo, cobijando entre las piernas la mamada de un mundo ya jodido.
Dada la condición, consecuencia y circunstancia, Catarsis brota en tierra yerma, lo que da, si cabe, un mayor compromiso social. Sin pretender salvar almas, sí que es un reto noble y digno de arrebato para fusionar, difundir y fomentar la cultura en su máxima expresión artística. La creación nació antes de que llegara el hombre. El tarro de cristal que contenía los elementos básicos, quebró, desperdigándose, formando la naturaleza,
En el ruedo de las tempestades (algo más concluso para Only)
Miro por la ventana y observo el reloj del tiempo, manoseando, a esos seres diminutos que circulan sin ser ellos mismos, in encontrados, descarriados, cruzando calles que no llevan a ninguna parte…ansiosos por dar una razón, un juicio a su subsistencia in albis.
Paseo mi retiro por las arterias de una metrópoli preñada de soledades… con el anhelo espiritual no satisfecho, me siento en el banco de los interrogantes.
Comienzo un nuevo año. ¿Turno de reflexión, cambios, metas…?
Salgo del sepelio…esta noche he velado al mundo, percibo lo poco que conozco socialmente, la postrera temporada y me autodesengaño. ¿Dónde fue la felicidad prometida?
Fuera del interno exterior del adentro
¡Eh, tú! ¿Qué tal va por la ciudad?
Tirando largo el hilo del cometa y caminando
Sobre los mismos pasos del poeta.
Entierra ya hoy, en arenas penetrantes, tu maldad…
Deja de perseguir las corrientes pasajeras, escapa,
Huye por las interminables escaleras hacia las alturas.
Por los huecos más recónditos de cerraduras abiertas.
En las puertas de llaves con ojos de misterio, atrás queda
La celda, fuera del adentro. Caen gotas, escuchas las
Primeras voces del miedo, te refugias en tus viejas botas.
Vives como en jaula de oro, no existe mapa del tesoro.
En el ruedo de las tempestades
Miro por la ventana y observo el reloj del tiempo, manoseando, a esos seres diminutos que circulan sin ser ellos mismos, in encontrados, descarriados, cruzando calles que no llevan a ninguna parte…ansiosos por dar una razón, un juicio a su subsistencia in albis.
Paseo mi retiro por las arterias de una metrópoli preñada de soledades… con el anhelo espiritual no satisfecho, me siento en el banco de los interrogantes.
Comienzo un nuevo año. ¿Turno de reflexión, cambios, metas…?
Salgo del sepelio, me percato de lo poco que conozco la postrera temporada.
Aquí me tenéis, con unos grados febriles, intentando sobrellevar la tos que se desata cada vez que respiro.
Humo del asfalto
Callejones sin escapatoria, ríos y mares contaminados, sentidos que acechan la noche…hienas y buitres carroñeros husmeando la sangre derramada…las alteraciones genéticas, orgánicas, y radioactivas se propagaron por el sistema …durante períodos – no conocemos calendarios, solo referencias por libros y objetos resucitados de aquella cosecha- todo fue cambiando de manera progresiva, hoy no existen estados, gobiernos…la jerarquía es la anarquía, cada cual enjuicia sus criterios y como perros hambrientos buscamos alimento entre las ruinas de fábricas y mega mercados, inmunes al monóxido de carbono a los rayos infrarrojos, ultravioleta, al deshielo y calentamiento del planeta. Nos protegemos con telas y metales y utilizamos armas que creamos con nuestras propias manos…
Subsuelo
Una noche más, en la que el sueño no duerme y las sombras felinas se posan sobre las vulnerables paredes blancas del pensamiento.
Laberinto de calles que caen rodando, resbaladizas, hacia las orillas echadas a la mar del perfil, marcado por escenas no acontecidas, inexistentes todavía, latentes más allá del futuro.
Resuena el eco interior, cavidades cenicientas, en otro tiempo atrapadas entre llamas que no cesaban de arder, avivadas por el fulgor de una hoguera existencial. La madera de la sinrazón como el fogonazo de pólvora disparado, huía hacia los adentros más arrinconados, donde no podía llegar más que la ceguera de la incertidumbre.
Fría Ceguera
Tormentosa vida maquillada, no dejas ver tu belleza interior.
Despierta de la realidad y crea el sueño del alma abandonada,
Como el ave Fénix, renaciendo en un crepúsculo de papel perfumado.
Sé tú de nuevo, estira la piel del deseo, quita el carbón de tus parpados…que el ser humano ha olvidado la melodía del piano,
y ha transformado su corazón, por un cheque en mano.
Se lanza al abismo del materialismo, danza con el conformismo.
Besa la pulpa de unos labios frívolos, sedientos de anillos, de metales banales.
Raza ambiciosa, confusa, la codicia te condena al error.
Existencia, da un giro en el camino. Mujer querida, tu vientre fecundo necesita
La sedosa caricia de un fuego encendido.
INFANCIA de éter y oro
Lapiceros, tizas y gomas de nata…
El olor a plástico de Pancho Villa y Jerónimo…
La madera de los fuertes con soldaditos de plomo, aros y canicas…
Ansia por aquel gatito, pez, pájaro, perrito, tortuga…
Tebeos cambiados el fin de semana
en el quiosco de la esquina del barrio…
recuerdos felices de infancias desgraciadas, qué enigma encierra que habiéndola vivido, la olvidamos y lo único que persiste es la nostalgia
de no conseguir fusionar el hoy con el ayer.
Perdiendo la infancia y rindiéndonos al desespero del tiempo…
Retazos de nada…
Las arañas asoman por las heridas, mientras tú arañas, en un último suspiro, la puerta entreabierta buscando la salvación de tu alma.
Demolemos el universo con documentos, que imprimimos en nuestros bancos…
¿De cuantas fracciones de segundo se compone una vida…?
A lo largo de la historia, la existencia se nos representa de múltiples formas y si indagamos un poco en la herida de los tiempos, veremos que casi siempre ha sido tediosa, miserable y corrupta…eternamente han existido ricos y pobres, afortunados y desgraciados, enfermedades y curas, arribas y abajos, negros y blancos, rojos y azules, claros y oscuros, más y menos, risas y llantos, bienes y males…hoy pienso y puedo pensar lo mismo que pensaba en mi adolescencia. Contradictorio sí, pero todavía llevo en mi equipaje de camino, mi juventud, junto a mi infancia y presencias de antesdeayeres…
El Reflejo de los sueños en lunas rotas(Perdido en la eterna oportunidad)
EL REFLEJODE LOS SUEÑOS EN LUNAS ROTAS
(PERDIDO EN LA ETERNA OPORTUNIDAD)
POR:
JOAQUIM BERTRAN CANUT.
N O V E L A
“Soy mañana y oscuro es mi sol, sólo
el tiempo conoce la corta eternidad.
El camino va más allá de aquí y si tu
piel no acaricia mi yo, volveré vulnerable
a mi guarida y sin herida, grabaré
una vida concebida en el desierto de
levedad. Prenderé fuego al desván de las
cenizas de los ayeres y probaré que no existí”.
Aureola
Corazón
Al otro lado
El Sueño de Miquel
En el dormitorio sólo una suave bombilla roja colgaba en la oscuridad, mientras
Las fantasías recorrían los laberintos, traspasaban las paredes y se filtraban por las puertas de otros mundos.
Miquel corría con la pelota en los pies junto a Josemari, su mejor amigo del barrio.
Javier, de guardameta, trepaba y se columpiaba en la blanca portería sin red.
La dulce, pero ahora angustiada voz de su madre, llamándole. Recuerda esa
Explosión segundos después, ese estruendo que le dejó unos instantes sordo y
La visión aterradora de la pobre mujer, enterrada bajo los escombros de su
Propia existencia. Aquello pasó cinco años atrás.
Cenizas a las cenizas
Aquella noche dormí mal,
alguna pesadilla que no recordaba,
Había intranquilizado mi sueño.
Asqueado del cuartucho que era mi hogar,
Cuatro paredes y un colchón en el frío suelo,
Me apresuré a salir.
Caminé por las calles de una ciudad desconocida.
Paseé mi cuerpo por un hermoso parque frondoso
De árboles y jardines blandos con un lago de cisnes
Entrañable en el corazón.
Raíz Desconocida
Miraste la luz y viste algo muy profundo,
un punto oscuro al que no podías llegar.
Los enigmas daban giros por el laberinto de tu mundo,
se disparaban las preguntas y parecía que el espacio iba a dar al mar.
Manchaste tus ojos de pensamientos camuflados,
marcaste el tiempo sin hallar la meta.
Has advertido gritos y espanto, todos están afectados
y con el desequilibrio de no tocar suelo lanzas la cometa.
El hilo en el vacío, aire comprimido bajo una losa,
tierra donde has sembrado el insomnio de la noche.
Cada segundo un disparo
¡Eh, tú!, ¿eres una mente resignada y sumisa? Qué te cambió.
¿Es que ya no te afectan los laberintos ni la prisión en que vives?
Tenías sueños y el puño en alto, ¿quién te despertó, quién compró tu libertad?
Cuando andas por las calles…¿no te aflige la miseria, has perdido el orgullo, no te sube la sangre, ésa que llamabas cólera roja al ver al político hablar de futuros como anunciando detergentes?
Con tu cinismo luchabas contra el fascismo, el fanatismo y la hipnosis que ejercía el poder, ¿qué tortura te aplicaron para que dejases de acechar al enemigo?
Veo que ya no gritas ¡Basta! a las mil injusticias que pasan por nuestro lado, a las mil que imaginas y a otras mil que nos esconden.
La gran profunda soledad
Cuando buscas encontrar calma, cuando sufres las inclemencias del tiempo, cuando los vientos no te son favorables, acudes a susurrar tus deseos al cielo. Pides fuerza y valor, pides ayuda y comprensión…quieres saber, quieres poder, necesitas seguir aquí, al amparo de las estrellas. En las noches más dolientes anhelas consuelo y la luna refleja tu lágrima solitaria. Ansías sentimiento y justicia…para tu piel caricia, sueñas que alguien comprenda tus interiores, esa inmensa soledad que planea como el ave, dormida y complacida con las alas extendidas.
OH, magno vacío, escucha su aullar cual lobo lastimado. Deja que el errante encuentre su rastro, que este no quede borrado por las dunas de un desierto pasado, que las arenas frías del día no entierren amores ardientes, que un corazón comparta esa existencia sutil de la desesperación.
El Poema del abuelo
Un anciano de color, sentado alrededor de su propio fuego,
mirando las últimas brasas que callaban.
Quedamente escuchaba una música de queja.
Descubrió una imagen y un silencio, tomó alimento en solitario.
Sellado el día, firmó una oscura y fría noche.
¿A qué vienes estrella, desafiando al nublado cielo?
Pensó larga y serenamente en el camino y en el barro,
en el valor de la lucha, en las pocas fuerzas que le quedaban,
en la poesía del abuelo, en las lluvias,
las cosechas…en el amo blanco.
El chico del piso de arriba
Me lo encontré por la mañana en el rellano de la escalera de casa,
Oí sus pasos mientras cerraba la puerta con llave. Alguien, a mi
Espalda, me saludó. Yo, como señal de cortesía, le devolví el
“buenos días” sin prestar demasiada atención, hasta que me giré y
Lo vi, miré aquello y me impresionó. Sin embargo, pude disimular
Mi repugnancia: su cuerpo no medía más de medio metro, me recordó
A los seres diminutos y monstruosos de las películas de terror.
Su cara estaba completamente desfigurada, no sabría decir si lo tenía
Todo en su sitio o si le faltaba algo. Tenía la cabeza rapada por partes,
Como si se arrancara el pelo a mechones. Por suerte tuve fuerzas para
Contener el asco que me dio, pero estoy seguro de que él se enteró de
Todo lo que en esos momentos me pasaba por la mente y por el estomago.
Pensamiento utópico
No llueve,
los grados suben pesarosos
por escaleras babosas
y derriten la piel
De cualquier día
en un replanteamiento existencial de modelo de conducta…
casi siempre incumplido…no se puede vivir de ideales ¿verdad?
Jugamos con asia, america, europa, africa y oceanía, todo sin acentos y con minúsculas
Dos historias entrelazadas
Lapiceros, tizas y gomas de nata… Plantaciones de cacao, caña de azúcar y oro verde (banana)… el olor a plástico de Pancho Villa y Jerónimo…tránsito por las calles estrechitas de adoquines infectos, blenorrágicos…la madera de los fuertes con soldaditos de plomo, aros y canicas…en la plaza del pescao, Zanba el demonio juega al kou kou djèdjè…ansia por aquel gatito, pez, pájaro, perrito, tortuga… letras quemadas leídas en papel limón con estupefacción…tebeos cambiados el fin de semana en el quiosco de la esquina del barrio…los almacenes con tejados de aguilón de curaçao…recuerdos felices de infancias desgraciadas…
La leyenda del suicida (entre sombras de lo real)
A Sócrates Expósito, la vida nunca le había dado un abrazo. Nacido de la
Tormenta, ésta sería su noche, su frente, su perfil…su acompañante.
La triste composición de una partitura inacabada.
Siendo apenas un niño, una hemorragia de lágrimas le creó una herida que
Sería eterna, ya por entonces empezó a odiar las cenizas de aquel maltrecho
Mundo a punto de hundirse.
Pasaron algunos años, cansado de recibir tantas puñaladas, decidió una luminosa
Mañana, poner fin a su atormentada existencia. Con una cuerda escondida bajo
El abrigo, marchó de casa, orgulloso, masticando la sonrisa del predestinado.
Durante varios meses lo había estado planeando con detalle y precisión.
Noche herida
Fuera de la guarida la noche está herida.
Sangrando en recuerdos, mojado en el
Remordimiento del pasado, bajo los escalones
Del olvido, de la taberna “Trago amargo”.
Ya escucho la música de Jazz y el entrañable
Olor a madera vieja carcomida del whisky y
Las vigas del techo. El ambiente está cargado
De humo. Ilumina la oscura estancia, el aspirar
De los cigarrillos y unos focos sobre la tarima
Donde músicos negros versionan temas de Charly
Parker, Miles Davis y alguna pieza de Soul de Otis
Redding y Aretha Franklin.
El Reflejo de los sueños en lunas rotas (II parte) -Novela-
Brillaba el suelo mojado y de los adoquines renqueaba una nebulosa que lo envolvía todo, creando una atmósfera surrealista que le recordaba el ambiente de las películas de Ridley Scott, en especial Blade Runner. Un futuro de lluvia ácida, superpoblación y alquileres en el espacio, con automóviles surcando la estratosfera. Sin bien ni mal… Alegato de replicantes con necesidades terrenales, buscando el milagro de la vida que sus propios creadores les privaban. La lluvia es una huida de la polvorienta secta existencial. Da sensación de libertad, de caminos sin rayas de horizonte, con puertas abiertas a lejanas tierras donde nadie es conocido.
El Reflejo de los sueños en lunas rotas (III y última parte)
. Pronto pusieron tierra por medio y terminó aquel toma y daca. Todo hacía sugerir que estaban salvados… o no, pregunto…
¿Te duele mucho? Has sabido comportarte con valentía. Ánimo, te llevaré a una cabaña despoblada y tranquila donde nadie nos encontrará y podré curarte esas heridas.
Todavía no sé porqué nos perseguían… ¿qué hacía en aquella camilla?, ¿quién eres tú que apareces y desapareces?, ¿quienes eran los presuntos médicos y esta banda de… zumbaos motorizados…?