La noche duerme a oscuras, la noche duerme llena de cansancio que se esfuma entre ronquidos. La noche duerme en una habitación sin colores. La noche quiere ser libre y dormir tranquila. Mientras la noche duerme entre paredes oscuras, la mente sueña a jugar despierta. Esta noche de aquí tiene la habitación con la luz encendida y no puede dormirse, pero llegará el momento en que los sueños vencerán y las luces se apagarán.
La noche está durmiendo en el bosque mientras los zorros y los búhos habitan sin cesar.
Bajo el almendro
tu amor y el mío fundiendo
la luz del sol…
la tarde está ardiendo.
Es una especie de enredadera
tu cuerpo con el mío latiendo
y la luz…
la luz del tiempo
nos resume
en un solo cuerpo.
En el tiempo bueno, en el tiempo malo, en el tiempo bueno…
amo todos los atardeceres rojos.
En el tiempo bueno, en el tiempo malo, en el tiempo bueno…
amo la profunda luz de tus ojos.
Marcha el barco lento… despacio… lento…
mi alma flota en el blanco lecho
de las nostalgias.
Se marcha el barco lento… despacio… lento…
como un pasar de puntillas por las olas
en esta alba llena de ganas…
Y tú te vas
por entre los mares del viento.
Te vas
y las alondras…
!ay las alondras!…
las alondras te acompañan.
Mirando por todos
Arreglando vuestros problemas
Escuchándoos cuando lo necesitas
Estando ahí sin pedir nada acambio
Y con que me pagáis?
No me ayudáis a ayudaros
No os queréis curar
No razonáis vuestros desprecios
Hacéis daño a los demás
Yo os doy todo mi cariño
Lentamente en el seno de la noche
por ti, mis voces surgían
como luna batiente
que competir quisiera con las estrellas
por refulgir como el sol en tu mente
¡Ay…. qué no diera por verte
entre la espuma de las olas,
que este mar trae con rumores
envuelto en salitre y esporas.
En la alameda cae la tarde
presa de nubes negras,
sinfonía de sonidos
surgen de entre las piedras
Y una invasión de diminutos seres
se advierte sobre la hierba.
¡Ay!…Mar
Si pudiera ……
atraparte en una vasija de oro,
Robarte el aroma a salitre y libertad.
Grabaría los cantos de sirenas,
El rumor de las olas,
Pintaría la palidez de la Luna reflejada en ti
conseguiría que mil estrellas surgieran de la nada
alumbrando la noche guiando a los errantes marinos
Te presiento inmóvil
asfixiada por tu amo
!ese ladino reclamo
de banalidad entera
que a tu vida va y la encierra
como si fuera él gamo
y tú la corza sincera
que se cree que él es mago!.
El humo de tu verdad
se compra con cien ducados
que son dineros marcados
por culpa de cierta edad.
Que las mentiras piadosas
suelen ser frases ruidosas
como un zumbido de letras;
más son mucho más curiosas
la verdad de los poetas
que tienen siempre por metas
el alto precio de la vida.
Y aquella niña.
Aquella adolescente.
Aquella mujer que tantas veces soñó con el sur
por fín lo vió en tus ojos,
lo conoció en tus palabras,
lo saboreó en tu corazón.
Aprendió a amarlo más que nunca
en tus canciones de voz quebrada,
en tu piel morena,
en tu acento andalúz.
Recorrió las estrechas callejuelas
de cal de tu alma blanca.
Olió el aroma de azahar y jazmín en tu piel.
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