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Poesía

Con aires de Inmortalidad

La inmortalidad, navega por un torrente de inspiración.

Pienso… luego insisto. Sueño… luego soy.

Soy…
quien se desprendió del crepúsculo,
aquella nada negra, que antes fue nube y resplandor,
ebrio de lunas nuevas. Nómada.
Eterno peregrino, con la muerte por destino.

Me reconoceréis…
llevo la cicatriz del tiempo en la mirada,
mirada que contempló las vastas extensiones de aquel Dios;
Tan eterno como yo.

Contigo

Contigo pasa el tiempo y, a veces,
clara la lluvia de todo lo vivido,
me esperas, ajena o tuya,
mirando paradojas en medio del secreto.
¿Me amas como junto al río? dices
y todo cambia en mis mundos diferentes.

Al verte
ya en la sombra excluyo
el ayer vivido y el presente
y hago tiempo para todo tuyo.

Silencios entre silencios

Desde la luz, la más tímida; luz de la tarde
que se refleja, sin querer, sobre
el estanque.
Regresa sobre sus pasos el leve murmullo
de una fuente.
Y la risa suave del fruto rojo del otoño
llama a la calma.
Silencios de árboles poéticos,
caducos en su timidez vegetal,
adornados de mil brazos como ramas,
son los héroes de la batalla de las estaciones.
Silencios entre silencios, es la medida…
Piedras sobre el camino y el paso lento
de quien camina.

A Ti

…en el instante en el que no estas te escribo con amor, con amor a ti,
por que ya no puedo mas esto que me deshace el corazon, lo suelto y me dejo llevar por lo que me inspira de ti…

Por un montón de rosas.

Aseo cada centímetro de tu piel
con la espuma de algodón
que cae suave como plumas
sobre mis manos.

Aseo a la gloria de tus besos
con el manantial de este querer
dócil y sincero de mis labios.

Y miro atentamente a nuestros
cabellos enredados, bajo la suerte
de un vivo y afortunado amor.

Déjate Querer

Déjate querer como yo quiero quererte
Con nostalgia, con horas robadas, con exageración
No preguntes, te amaré tal como eres
Sin compromisos, ligerito el corazón, con amor cambiante

Déjate querer como yo quiero quererte
Siempre idealizando, con auras de misterio, con desesperación
No te preocupes, te adoraré tal como eres
Ser apasionante, alma encantadora, mi delirio inalcanzable

Mi bien amada. Amada mía.

Amor como éste, jamás he sentido,
como a ti, con el alma a nadie quise,
todas mis pasiones las deshice,
para vivir junto a ti suspendido.

Solo tú, mi bien amada. Amada mía
adornas mi senda aridecida,
y la luz de tu alma encendida
Ilumina mis noches, las convierte en días.

Golondrina dormida.

¿Cual golondrina dormida
son tus ojos en este amanecer
sin rumbo del que emergen mil amores?

¿Cual risa es la clave,
de esta sutil proeza
de tus inequívocos encantos?

¿Donde nacen los dátiles de
esos labios robados al más fecundo
de los dioses?

Ángel

Ángel de la muerte por él veniste
Ahora yace frío en su última morada
Y ya nadie contará nuestro secreto
En el reino del silencio y la mortaja

La luz de la tarde, el último día
Ilumina el féretro mientras desciende
A ese hueco que absorberá sus restos
Jamás volverá el sol a iluminarle

Mi ángel anónimo

Sentado, en la penumbra de una alcoba triste,
bebiéndome el universo, fumándome el poco tiempo que me queda,
en compañía de un televisor inútil, un libro muerto de pena,
y tu imagen, grabada en mi retina con adherencia eterna,
me invaden recuerdos de aquella loca pasión,
que desató en mi, una tormenta de emociones sin sentido,
por aquel amor prohibido.

Hoy, desde que no estás,
como un atlas cargo con un mundo (mi soledad)
si te caven dudas, ven, contempla, disfruta,
como me abandona la vida, se extingue, lenta caprichosa,
como la llama de una vela, azotada con tiranía por una brisa rapaz. Sigue Leyendo...

Déjame

Déjame un beso,
un beso inmenso, como de la talla del universo
déjame un beso travieso, para aumentar el suspenso
para quererte, para soñarte y arder por dentro,
déjame un beso, para llenar el hueco que dejas hasta tu regreso.

Déjame una caricia,
una caricia, con un poquito de malicia
una caricia que siempre es una delicia,
tierna, sabrosa, dulce, peligrosa,
déjame una caricia, para llenar ese espacio que dejas hasta tu regreso.

Infidelidad

Excitados por nuestras formas,
haciéndonos el amor, todo parecía perfecto,
hasta que de pronto algo ocurrió,
me invadió una extraña sensación, una premonición,
flechas salvajes, cayendo sobre mi corazón.

Un sorbo de distracción, me ayudó de descifrarlo,
en la ambigüedad de tu mirada,
en tu sonrisa acabada, en tu fogosidad apagada.

Crecer

Aprender a crecer, tiene por condición
disfrutar de la ambición,
mientras que la candidez y la sana diversión,
quedan guardadas en el pensamiento
a merced de la memoria y sus advenimientos.

Aprender a crecer, es ganar, es perder,
optar por lo practico, olvidar lo fantástico,
odiar, amar, traicionar o proteger
sin mayores motivaciones que la conveniencia y el poder.

Mente en blanco.

Dejas la mente en blanco
para verme blanca como
el azúcar de tu ensoñada
poesía buscándome más
allá de lo perdido.

Y me vistes como a la reina
de tu conquista adornada con
flores de tu jardín, para sentirme
mas tuya que ayer, para sentir
que vuelves a ser amado.

En paralelo I

FORMAS DE VER LAS COSAS

La ciudad cambia de opción; se torna en grata recompensa,
en la buena dispersión, Madrid se abre a nuevas experiencias;
cura la adicción con cerveza, enganchándonos a la evasión.
Cortejos, gran fiesta, cero problemas, comienza la diversión.

El código de conducta es claro. No digas ni hagas nada raro;
no aportes tu visión, el estado de opinión ha de ser respetado;
darás besos a todos y todas, es unión, el buen rollo reflejado;
y por encima de todo, haga lo que haga el grupo será por algo.

Está el dia como tú…

Está el dia como tú
abriéndose el paso entre los rayos
del sol y los pétalos de flores.
Entre la umbría del silencio
estás en este paraje otoñal
vestida de historia humanizada
y el cielo abierto, ya sin nubes,
llena tu frente de soliloquios
pensados entre la hojarasca.

De amor y dolor

Mi amor, cuando te espero y apareces
Mi dolor, es que estás y te desvaneces

Mi amor, sol naciente que no conoce atardeceres
Mi dolor, luna escondida entre nubes cuando amanece

Mi amor, la cadencia plena de tus pensamientos
Mi dolor, tocar el filo acerado de esos versos

Mi amor, sin temor despegar los pies del suelo
Mi dolor, Icaro al sol de plumas líquidas al viento

Te quiero, me quiero

Te quiero, me quiero,
lo que enuncia esta verdad,
es el más firme asidero
de nuestra complicidad.
En la morada perfecta
en que habitamos los dos,
nunca ha sido descubierta
la huella del desamor.

Tú mi cariño mereces,
tú me animas y me mimas.
Y son ya tantas las veces
que nuestra emoción sublimas
que en ello más me pareces,
bajando a las grandes simas,
no bajar, porque enalteces
subiendo a las altas cimas.

Nuestra compartida dualidad
es un refugio de complicidad.

APRENDER A CRECER

Aprender a crecer, tiene por condición
disfrutar de la ambición,
mientras que la candidez y la sana diversión,
quedan guardadas en el pensamiento
a merced de rebuscados momentos.

Aprender a crecer, es ganar, es perder,
optar por lo practico, olvidar lo fantástico,
odiar, amar, proteger o traicionar,
sin mayores motivaciones que conveniencia y poder.

Después de muerto

Después de muerto,
qué serán de mis pensamientos, mis sentimientos, mis remordimientos,
quién se hará responsable por la continuidad de mis sueños y proyectos,
cuál de mis amigos, levantará su copa y brindará en mi memoria,
“A su salud y que Dios lo tenga en su gloria”.

Después de muerto,
Llevarán flores a mi huerto, una lapida gris y un mensaje modesto,
los amigos enemistados, olvidaran sus diferencias como señal de respeto,
quienes me han querido, llorarán mi ausencia, extrañaran mi presencia,
y lamentaran no haber compartido un poco más de mi existencia. Sigue Leyendo...