De pensamiento infantil,
corazon de azucar,
chocolate
y aroma a picante.
Una Alicia en busca de su
pais de las maravillas,
y una Cenicienta en busca
de su zapato.
La Bella durmiente en
sus sueños con sabor
a vainilla.
Un sueño a cuento
yo soy,
el angel caido a la tierra,
el demonio que subir al cielo quiere.
Hola, compañera. Te puedo hacer recordar que Blancanieves son dos: Blanca y Nieves. Y se compaginan entre sí tanto que son la doble personalidad de un mismo personaje femenino. Hace falta saber qué opinan los enanos…
Alicia ahora calza zapatillas porque jamás quiere ser como Pippi Calzaslargas. En otras palabras, que Alicia es más feliz con sus propias aventuras. Cenicienta ya no necesita buscar más su zapato porque se puede caminar descalzos por sobre la hierba de los bosques. Y la Bella Durmiente ha despertado para darse cuenta de que el príncipe salvador es alguien más importante que un káiser vestido de guerrero militar. No es nada contra los militares sino que a la Bella Durmiente le gustan las manzanas. En fin, entrando en materia: un corazón de azúcar es más dulce que un corazón de sal y un sueño con sabor a vainilla es más rico que un sueño en el vacío de la Nada. Es que soy como soy, Electrofedja, pero tu poema me ha encantado y ya sabes que cuando uno se queda encantado es feliz.
Yo no soy enana de altura pero si de corazón así que si me lo permites yo quiero ser todo eso y más…¿quien sabe dónde termina la imaginación?
Un beso