Por dos

“Él tiene eso del fuego, de los suspiros, del calor que quema, que calcina. Puede ser todo y tenerlo todo, puede darte todo. Tiene un pasado incierto, que en realidad tampoco importa demasiado. Él es el presente, el momento y nada más. Pero eso lo puede todo. Tan sólo ese momento va más allá de los límites del tiempo, corrompe días, corrompe horas y años, lo da vuelta todo, eso es lo que vale. Irrumpe, enloquece, desenfrena. Te lleva atónita con él.
Logra que desvanezcas en suspiros, con palabras, con sonidos, con arena, con todo. También promete, pero eso no es necesario y tampoco importa demasiado. Es la magia de lo momentáneo. La intensidad de lo fugaz. Y viviendo me doy cuenta que es así, y pensando me doy cuenta que no puedo pensarlo, sólo tengo que vivirlo. Y viviendo -me atrevo a decir- conozco y descubro, también sueño y amo por momentos, y me cercioro que solo puedo amar en los sueños, porque en los momentos que amamos, nos parece, somos dueños de nuestra propia fantasía. Sólo se necesita eso. Así lo descubrí, así lo descubrimos y nos reímos y nos quisimos y nos besamos y lo guardamos para siempre. Sigue Leyendo...

Llegué…

Llegué. entré. todo estaba inundado por una blanca oscuridad. Esa puerta blindada de la que tanto había escuchado permanecía abierta para mi. se sentía una monótona gotera por algún lugar. estaba inmensamente inundado por un caótico vaho frío, muy frío que viajaba por el aire como flechas quemantes interrumpiendo al tiempo. las ventanas permanecían cerradas, mudas, culpables como ocultando un terrible secreto. todo se hallaba en soledad…mis huellas quedaban marcadas con cada pisada de mi cuerpo exhausto, infortunado, sin abrigo. era todo claramente oscuro, lleno de una luz interior que flotaba solo en mi. seguí caminando y sentí un profundo aroma a muerte, que en estos tiempos abundaban por alli. Sigue Leyendo...

Colisión

Caminaron largo rato moderando los pasos, y las conciencias. Se mantenían ajenos, pero expectantes. Cada uno representaba un mundo fortuito de aspiraciones y esperanzas. Era época de cambios, de ruptura. Querían hablarse pero no encontraban el camino para convergir, o no encontraron el idioma. Mascullaron sílabas. Perdieron risas, perdieron caras y ayudaron a despuntar motivaciones. Los pasos parsimoniosos, tan lentos y opacos parecían retroceder en vez de avanzar. La serenidad del amanecer se confundía entre las sendas. El cielo rosado resucitó memorias que antes, embaucaron corazones, destiñeron ilusiones. Tan sólo la quimera de los sentidos dejó fluir dientes con sonrisas, manos que prometían caricias, ingenua. Recuerdos. Versos y frases que en algún pasado remoto significaron mas que eso. Pero ya había cambiado, por momentos, así lo sentía. Cuando por fin llegaron al límite se preguntaron si era verdad. Lo era. Las finuras del placer pasan por la mente… Sigue Leyendo...

Modernas Cruzadas

Las Cruzadas no sólo fueron un fenómeno medieval. Estamos ante las nuevas cruzadas, ante los intentos de acumular números y cifras para confirmar una hipótesis: el poder de la Iglesa Católica, sigue siendo una poderosa constante. No pienso en negativo. El sentimiento de respeto por quienes acudan a Colonia es absolutamente total. Visto desde fuera, desde esta abligada visión global, se mezclan muchas contradicciones y se espera que las respuestas de los “viajeros” sea del todo satisfactoria.
Siempre he vislumbrado un cierto fogonazo de “histeria visionaria” en la juventud. Creo que no es nada peligroso, pero cuando se trata de pastorcitos de Portugal o de Indiecitos mexicanos o de…entonces me lo pienso dos veces. Es indudable que en Colonia se espera un milagro. Desconozco la naturaleza del tal hecho, pero intuyo que en el fluctuar del presente Papa de Roma, el acercamiento a la juventud es garantia de cerrar filas, de dar salida a la nueva Cruzada contra el Maligno y retroceder en las “neurosis” hasta convertir la infinita grandeza de lo creado en un manualito en el que hay que colocar una cruz al finalizar el día en cada acción en contra de la Causa. Sigue Leyendo...

Mirando al horizonte

Porque todo dolor se diluye en tu presencia,
y en esa ausencia…tu calor dibuja un horizonte
donde la tierra acaba y el universo empieza.
No somos, sino dos presencias que se aunan,
dos miradas que implican en la claridad del viento.
Mirando al horizonte
perdemos la constancia del tiempo rutinario,
de la importancia de ser, obligadamente como quieren.
Mirando al horizonte,
somos silencio y calor y brisa dibujando nubes,
corazones enamorados.

Amor y sexo un solo sentido

Con suave tacto te toco, me tocas,
y en medio de un concierto de latidos
tu cuerpo se enerva, se disloca
y se vuelve en esta hora, hora loca,
pasión de dos cuerpos reunidos.
En tu boca se cierra el círculo de mi boca
y en mi pecho siento calor desconocido;
ahora mi sangre en tu sangre entronca
su líquido ardiente como lava en roca
y como fuego en tu pecho hendido.
Amor y sexo en un solo sentido.

Diesel

¡cuan querido eres amigo mío!
estas paginas estan colmadas de tu riqueza literaria…
y no menos de tu astucia y simpleza personal…

brindemos hoy por tí,
ya que dia a dia nos quejamos de que no hay nada por que brindar…
brindemos por las ganas de escribir, de crecer
de sentir, de expresar…
que nos transmites día a día
como un impulso fluorescente que nos impulsa gratamente!!

gracias, por dejar crecer en tí
a una persona como tú… Sigue Leyendo...

Invitación (28)

– !Peter, ya sé dónde podeos encontrar a Bianca… si es que la corazonada no me falla!.
– ¿Estás loco?. Esta ciudad es enorme…
– Vamos al Salón Tesauro.
– ¿Qué es eso?.
– Un local en la Moon Street.
– Zona peligrosísima, Paul. No sé si debamos ir…
– !Allí está Bianca!. !Estoy seguro!.

Invitación (28)

– !Peter, ya sé dónde podeos encontrar a Bianca… si es que la corazonada no me falla!.
– ¿Estás loco?. Esta ciudad es enorme…
– Vamos al Salón Tesauro.
– ¿Qué es eso?.
– Un local en la Moon Street.
– Zona peligrosísima, Paul. No sé si debamos ir…
– !Allí está Bianca!. !Estoy seguro!.

UNA TARDE CON COROT

Una tarde calurosa de verano en Madrid. Al entrar en el museo Thyssen Bornemisza, el alboroto callejero queda atrás, envuelto en el aire denso y cargado de luz, incapaz de atravesar los recios muros del edificio. Me envuelve una atmósfera de calma que invita al recogimiento y a la contemplación, mientras atravieso el amplio corredor que conduce a la sala de exposiciones temporales , dedicada en esta ocasión a la primera muestra restrospectiva de Jean Baptiste Camille Corot que se exhibe en Madrid.