No es que sea un joven que sesea (o sea que pronuncie o escriba la “c” y la “z” como “s”) sino que me refiero a un suceso acontecido el pasado viernes. No me refiero a los pozo (yo no seseo y escribo poso por pozo) porque tenga miedo a caer dentor de alguno de ellos de lo puro despistado que soy. Me refiero al café. A los posos de café para ser más exactos. Ocurrió este viernes pasado. Es? que nos parece muy interesante para ver y hacer comentario. Ese programa que dirige el presentador Carlos Sobera que es un tipo que me cae muy bien porque me parece serio y a la vez chistoso; un bilbaíno de bien que además es seguidor del Atlético de Bilbao. Yo soy de Cuenca (del Norte de Cuenca y más exactamente del pueblo de Pliego) aunque ahora vivo en una ciudad grande (por lo de las migraciones del siglo XXI). El caso es que tenemos un invitado a la cena…
Cuántos momentos de duelo pasamos en nuestra vida…, y qué difícil acompañar en el duelo, qué difícil reconocer nuestros diferentes duelos… Yo no encontré mejor manera de estar con mi amigo en su momento de duelos, cuando las miradas y las conversaciones de piel no eran posibles, la distancia impedía los abrazos del cuerpo, los del alma no…
Desde el rincón donde mis letras se sienten…
Hoy te escribo desde lejos, pero pensándote cerca, hoy espero que mis letras lleguen donde yo no puedo hacerlo, escribo sobre tus ojos sin otro motivo que acercarme a un dolor que es sólo tuyo, y también de ti.
Febrero sin ti se aleja calladas las piedras. Me duele este morir siempre llorando por todo lo acabado, madrugándome de extrañas olas en mi corazón. Yo quisiera ser no amor perdido sino próximo reencuentro, sentimiento enclavado en tu pecho. !Ser siempre un querer decirte lo que siento!. Pero tengo miedo de que sólo estés viva dentro de mi mente.
Guárdate la poesía para un decir distinto, porque ahora sólo soy tortura de perderte, de entrañarte y extrañarte en los huesos del alma. Tengo miedo de haber sido solamente un pedazo de cartón sin memoria o un perro sin promesas para ti. Y este ausente amor me duele tanto que soy ave sin nido. !Qué vida ésta donde debo despertar para no verte!.
No quiero seguir ,
No quiero ser los hilos que te aten
Ni se crucen en tu camino.
No quiero ser sutil, ni frió ,ni trivial.
Pero ¿porque sigues habitando en mi?
¿ Porque tu rudeza, soberbia y terquedad se ha clavado en mi ?
Reinando sobre mi , un infortunio de tristeza y soledad.
Al oírte, verte y sentirte
Al saber quien eres.
Y saber que aunque te encuentras y habitas junto a mí
Tu estas allí y yo aquí.
Todo esto era más emotivo cuando existían las lloronas, institución antigua que tanto realce daba a un funeral. Ahora, apenas la viuda gime un poco, sentada frente al cajón a un par de pasos de mí. Cada tanto, su hija, sin demasiadas muestras de dolor, la acompaña hasta el baño, y vuelven con el rostro colorido, repasado de polvos cosméticos. Hace un rato llegaron unos parientes del difunto. La viuda recibió el pésame con cara compungida, “Dios lo tenga en su santo reino”, y pronto la conversación sobre lo cotidiano, acerca de la herencia, siempre escasa, distendió el ambiente.
En tus pupilas, antes aún de conocerte, el mundo era plano, algo así como una colección de recuerdos hundidos en la redondez de tus labios… pero el olor de tu piel me hizo vivir como predicción de venas nuevas. Y ya me he convertido, después de ti, en enfermedad que más abajo de tu cuerpo escribe poesía. Porque me duele tanto no ser santo que , sin decirte dónde, te guardo en todo eso…
En tu creer de promesas y en la excusas conmigo mismo soy tiempo eterno. De lunes a viernes soy un hombe impedido de ti para obtener el olvido… pero basta que me nombres como a las flores para ser tu sueño y tu piel, para olvidarme por un momento del amor y ser sólo un atardecer efímero…
hoy, solo miro el panorama que aborda la vida de 44. millones de colombianos, de solo pensar que los representantes de sus intereses son arrestados en los centros comerciales mas prestigiosos de bogota….
como es posible que podamos seguir asi, dejandonos intimidar de los mismos y las mismas todo el tiempo, me pregunto ¿como es posible que seamos tan idiotas?, y eso que nos creemos superiores a otros estados, por hacer negocios en dolares…
pues ahí dejo mi pensamiento…
Aveces se me acaba la inspiracion
mi corazon confundido esta al no poder hablar
problemas tengo pero seguro que no puedo contar
No se si te quuiero o en realidad te amo
quisiera convercerme de que te amo
y sobre todo tener las fuerzas para demostrarlo
te podria esperar mil años, pero tu actos aveces me dicen que no vale la pena seguir luchando para que el amor no se acabe
pero muhas otras veces me dicen que me amas y me amaras por siempre
Antes de pasar a otros aspectos relativos a la obra y el pensamiento de Abenarabi es importante, si se trata de hacer una tesis sobre este sabio, tener en cuenta dos o tres cuestiones que influyeron poderosamente en la vida de Abenarabi como persona. Ya sabemos que pertenecía a una familia de la alta nobleza del Reino de Taifa de Murcia por lo que al instalarse en Sevilla (acogido por la dinastía almohade de aquel Reino) pasó una juventud palaciega totalmente rodeado de placeres mundanos y que también tuvo tiempo suficiente para dedicarse a las letras (poesía particularmente) mientras su actividad favorita era estar continuamente de cacerías.
Resulta que iba yo paseando (solterito y sin compromiso alguno de momento) por un parque de una ciudad de cuyo nombre no puedo acordarme (pero que no era de La Mancha para no plagiar a Cervantes) con unos amigos míos (ella y él) que formaban una parejita de recién casados muy felices y contentos cuando, de repente, saliendo como un escopetazo de detrás de unas matas de gencianas, nos asaltó una adivina de raza caló. Me llamo Genciana, guapo, y soy vidente. Lo acierto todo. Deja que lea las líneas de tus manos para predecirte el futuro.