Aquella mañana, no se trataba de una mañana normal, todas las pequeñas cosas cotidianas eran distintas, no se oía, ni el susurro de las hojas, ni el canto del gallo, ni siquiera se apreciaba el silbido del viento, los gorgoritos de las avecillas, el silencio resultaba estremecedor y la luz, la luz no parecía de este mundo, según clareaba el día se iba haciendo mas increíble esa luz esa tétrica luz, gris como de plomo, no no eran alucinaciones mías el aire era mas pesado que de costumbre y su color y peso recordaban al plomo a un plomo que te impide respirar, ni mucho menos caminar,, las zapatillas parecían pesar una tonelada y cada paso se hacia cada vez mas y maS costoso, las personas se dejaban arrastrar perezosamente, algol terrible iba a suceder y esto aunque no se dialogara estaba en la mente de todos los viandantes, es miedo se respiraba y la maldad se olía,
Archivo por meses: octubre 2007
Enséñame
Enséñame a reir otra vez, con toda el alma, tú que aún no has conocido las amarguras. Tú, a quien no se le hiela a veces la sonrisa en los labios porque algo gracioso que acaba de escuchar le trae algún recuerdo ingrato. Tú, que puedes dejar salir la alegría que bulle en tu interior sin que nada te lo impida.Tú, que eres el más pequeño y por lo tanto el más sabio.
Enséñame a llorar otra vez, con total espontaneidad, sin tener que aguantar las lágrimas que sabes que no puedes dejar escapar. Tú, que lloras sólo porque te has caído y te has lastimado. Tú, que desde tu inocencia sabes separar lo importante de lo que no lo es, y quedarte con ello. Tú, que sabes que si lloras alguien te abrazará, te besará y te acunará.
W.H. Auden
Poema “Parad todos los relojes” de Auden, aparecido en la película “Cuatro bodas y un funeral”.
“Parad todos los relojes y desconectad el teléfono,
dadle un jugoso hueso al perro para que no ladre,
haced callar los pianos, y con tambores enfundados,
sacad el ataúd, que vengan las plañideras.
Que los aviones giren en lo alto, gimiendo y
garabateando en el cielo el mensaje Él Ha Muerto,
poned lazos de crespón en el cuello de las palomas callejeras,
que los agentes de tráfico lleven guantes negros de algodón.
Barbariana I
Mi contexto es un cesto de manzanas.
Soy así, y es injusto ver modelos
que todas lleven el pelo como un querubín:
rubitas y delgaditas.
Me dan ganas de comer pipas,
aunque me engorde la tripa
y luego tenga flatulencias.
Esos aires de inocencias
que nacen de la raiz de la existencia.
A lo mejor haciendo poesía en japonés
me vuelvo del revés
y el aire va pärriba.
seguro que dios lo agradece,
a su edad todo estímulo da vida.
INFANCIA de éter y oro
Lapiceros, tizas y gomas de nata…
El olor a plástico de Pancho Villa y Jerónimo…
La madera de los fuertes con soldaditos de plomo, aros y canicas…
Ansia por aquel gatito, pez, pájaro, perrito, tortuga…
Tebeos cambiados el fin de semana
en el quiosco de la esquina del barrio…
recuerdos felices de infancias desgraciadas, qué enigma encierra que habiéndola vivido, la olvidamos y lo único que persiste es la nostalgia
de no conseguir fusionar el hoy con el ayer.
Perdiendo la infancia y rindiéndonos al desespero del tiempo…
NANA NANA AL NIÑO
Tictac… tictac… tictac…
HOY: Pasado, Presente, Futuro
MRADA PERDIDA, PISADAS OCULTAS
mirada perdida
pisadas ocultas
caderas medidas
perdieron su paso
tambien su soltura
la miran y no la ven
solo importan apariencias
que tristeza arraiga mi alma
cuando reconozco
que yo tambien formo parte
de todos esos rostros sin ojos
que bonito es engañarse
y desgarradora la verdad
mirando en la otra dirección
siento lastima de mi misma
por no ser capaz de reconocerme
Un grito como el de la luz del sol
La vida fue distinta
Las calles mojadas de la gran ciudad a media tarde con espacio para los puestos de golosinas baratas y cigarros sueltos para fumadores tímidos, parecían pequeños refugios contra la delicada lluvia, las filas interminables de automóviles furiosos, sometidos por un alto imponente atormentado por que a cada segundo se acortaba su existencia, llegamos a la otra orilla cuando el rojo comenzaba a agonizar.
Ella caminaba casi tan deprisa como yo. Nos dirigíamos a un lugar que carecía de encanto y limpieza pero que a cambio poseía una rara belleza acompañada de un toque divino, acorralados en los arboles o derramados en el pasto las parejas saciaban sus distancias en momentos de un efímero amor, a lo largo del camino las palabras fueron escazas por seguridad o para después (no me atreví a preguntar), la lluvia se iba desvaneciendo dejando impregnado un olor a tierra mojada,
Ayer
Otoño
Cogiendo fruta tocada
Mi barrio se asoma a la inquietud de cada día. Cuesta vivir y cuesta saber por qué cada noche la luna es distinta. Una frutera maravillosa, vive en mi barrio. La miras a los ojos y tiene ese gesto que ponen los melocotones cuando estan maduros y huelen y todo. La llamamos Sandi, porque es redondita y está llena de lunares, que son comos la pipas de la sandía. Sandi saca sus bolsas, cada noche llenas de fruta tocada. Y allá van las manos sedientas del fruto prohibido a llenar las bolsas de humildad. ¡Cuánto prestigio para esta frutera! en mi barrio la fruta es cara, y hay hambre, como todos los barrios que los alcaldes no pisanmas que un día. A esa fruta la llaman “pa compota”, tocaíta toa…pero, pa compota. Consumir la vida. Ser valientes para reconocer que una mano alcanza lo que el bolsillo no tiene. Vivir en mi barrio tiene olor a silencio, pero del bueno, del que hace ruido hasta por las noches.
Retazos de nada…
Las arañas asoman por las heridas, mientras tú arañas, en un último suspiro, la puerta entreabierta buscando la salvación de tu alma.
Demolemos el universo con documentos, que imprimimos en nuestros bancos…
¿De cuantas fracciones de segundo se compone una vida…?
A lo largo de la historia, la existencia se nos representa de múltiples formas y si indagamos un poco en la herida de los tiempos, veremos que casi siempre ha sido tediosa, miserable y corrupta…eternamente han existido ricos y pobres, afortunados y desgraciados, enfermedades y curas, arribas y abajos, negros y blancos, rojos y azules, claros y oscuros, más y menos, risas y llantos, bienes y males…hoy pienso y puedo pensar lo mismo que pensaba en mi adolescencia. Contradictorio sí, pero todavía llevo en mi equipaje de camino, mi juventud, junto a mi infancia y presencias de antesdeayeres…
En ladrillo
Baldosiana V
Haiku
Niño
Niño, ellos no han podido conocerte.
Ni ella, que sin que se notara hubiera puesto extremada atención en todas tus palabras y tus gestos, que hubiera corregido suave pero con insistencia lo que le hubiera parecido inadecuado. Que hubiera observado cómo y cuánto comías, para animarte a hacerlo bien, que te hubiera enseñado a utilizar correctamente los cubiertos, que hubiera corregido tu postura en la mesa. Que hubiera estado siempre pendiente de ti, sin que tú lo sintieras, como lo hizo con todos nosotros.
De cómo el reparto equitativo es discutible…
Infancia
Cercana esfera intima del cariño
Soy la debilidad de tu naturaleza, la fortaleza de tus sentidos;
el cristal de tu realidad, filtro de luz que empequeñece lo vivido;
máscara y defensa del interior, un muro que te separa del abismo.
Soy puerta al mundo de las tinieblas donde la sutileza es maestra.
Si me abrazas te abstraes en delicado ambiente de aromas;
vienes a mi y te empujas hacia el tacto de las formas;
cuando me acercas hacia ti saboreas el sonido del soma
entre mil caricias y besos; sumiendote en tu plácido sueño.
TIEMPO
Baldosiana IV
Adelante corazón… !adelante!.
Hoy es toda una noche improvisada e imprevista donde la avanzada sensación de la tormenta de los pensamientos nos ayuda a sentir. Tocamos todos nosotros las puertas del alma humana para henchirnos dentro de un grito monocorde. !Hola!
!Bienvenida a la luz de la fontana nocturnal, tú, ligera luna de las ensoñaciones!. Es el valor del momento de nuestra bohemia azul (siempre tan llena de estrellas), el que nos sumerge en el camino y nos hace contemplarnos como compañeros y compañeras de este viaje ancestral en que hoy, hoy mismo y en la madrugada del mañana, se nos conforma el punto “cero” de las letras infinitas. Mañana, en la próxima noche-luna de mañana, os hablaré, compañeros y compañeras del alma bohemia de la voremia azul, de este punto “cero” que tan dentro siento en mí. Solo quiero deciros esta noche-estrella que la máxima expresividad de toda esta odisea es el corazón. Adelante corazón… !adelante!.
Melodía de un viejo piano.
Moribundo, moribundo dormido sobre las teclas de un viejo piano. El sabe que fui niña, sabe que le amo, que le escucho aun cuando nadie le acaricia con sus largos dedos.
Si…aquella niña le escucha, vibra con el silencio cómplice de su capricho innato al sonar.
Moribundo, moribundo tiempo acostado sobre sábanas blancas que cada noche me ve crecer.
Tiempo de música, de sentir, de latir, tiempo para volver a ser y dejar por un momento al hoy frío y real de la insensata razón que cree saber más que el ayer y más que la inocencia…malvado el hoy.
Baldosiana III
Si quieres herirme
Si quieres herirme de verdad, tienes que aprender a ser más certero: no basta con recurrir a tópicos, inventar frases que nunca he pronunciado, atribuirme descalificaciones que nunca he hecho.
Si quieres herirme, deja salir el niño que hay en tí y busca con cuidado, para asestar el golpe, el arma entre todas aquellas que sin duda guardas desde la infancia.
Si quieres herirme, olvídate de que me crees de la dureza del acero, olvídate de mis tribulaciones pasadas, de las condiciones adversas desde las que supimos construir la paz y la armonía, algo muy parecido a la felicidad.
El Profeta de mi barrio
Le llaman Turico. Buena gente y con un ojo menos, pero buena gente. Después de las ocho, cuando sale del bar, se sube a un banco y habla de la mierda que sale de los bancos. Señala con sus dedos gruesos los grandes escaparates consumidos de consumuso y dice que el mundo no se acabrá nunca. El Profeta de mi barrio sabe lo justo, bebe demasiado y esconde su vida detrás de una chaqueta obsequio de Cáritas. La gente le conoce y se ríe. Turico se cree cuandto dice y juega ser un Profeta de barrio como los de siempre.
Amor tiendeme tus alas
Amor tiéndeme tus alas
Cobíjame con su manto
Dame tu calor mundano
Y no me dejes pensar
Solo dame tu calor
Haz que me sienta
Quimera
Indio libre en la pradera
Hindú componiendo seda
Africana acarreadora
Indígena con su dardo
Leopardo con su sigilo
Madre se halla defensora
Tigresa con sus cachorros
Pero sobre todo dame
Ese amor tan necesario
De tus alas protectoras