Sorry…
Is all that you can’t say.
Years gone by and still
Words don’t come easily.
Like sorry, like sorry…
Forgive me…
Is all that you can’t say
Years gone by and still
Words don’t come easily.
Like forgive, me forgive me…
No acierta el universo a dar medida de su asombro,
y la vanidad de los hombres es su ilimitado afán.
Aprendamos de la hoja, de su tiempo medido,
del sonoro momento en que desciende
y ahora es suelo.
En ese levedad persiste la nostalgia y el silencio,
las ventanas cerradas, los balcones quietos
y la luz penumbral.
Hay vidas que se unen en sonoridad constante
y el equilibrio se ejecuta desde el vértigo.
¡Nos duele vivir en la clara consciencia del tiempo medido!
Tanto tiempo disparando al pianista que, al final, el piano se ha quedado sin intérprete. Tanto hablar de la historia de España que, al final, la historia de España se está reduciendo a unos pocos años del Siglo XX. Entre todos han ayudado a engrandecer el bache del desconocimiento y la falta del reconocimiento de los genios. El piano está ahora desafinado y nadie osa ya tocarlo ni tan siquiera acercarse a él. Ni Zapatero ni Rajoy saben tocar el piano con excelencia. !Qué vuelva de nuevo el pianista sea como sea que se llame!. Pedro, Juan o Roberto. Da lo mismo. Porque la frustración, ahora, es intimista. Quizás el tiempo haga recordar pero ahora el otoño nos está haciendo olvidar nuestra propia y singular milenaria historia. El otoño nos trae ahora una nota de sol mayor (hace sol estos días en España) pero muchos queremos volver a escuchar las verdaderas notas del piano histório y no histérico. Quizás haya que ir en persecución de Pedro, Juan o Roberto que, tan cansados de que disparasen siempre contra el pianista, han tomado sus mochilas y ahora tocan el violín en sus olvidados pueblos comarcales. Al final, como siempre, no hay multas para los jefes…
La vida es inconsistente; liquida. Siempre estamos flotando en medio de un mar de incertidumbre, oscilando, temiendo qué se encuentre bajo nuestros pies. La corriente nos lleva de un lado a otro, de aquí a allá, y aunque luchemos contra ella, son pocas las veces que alguien la logra vencer. El curso del río esta predeterminado, y no es fácil cambiarlo. De tanto en tanto nos topamos con alguna tormenta, alguna mas devastadora que otra, y es entonces cuando la experiencia de cada cual determina su destino. Algunos saben nadar, mantenerse a flote a pesar de la tempestad, mientras que otros se hunden sin siquiera intentarlo. Algunos se sumergen, envolviendose en la soledad que habita en el fondo del mar. Otros solo flotan por la vida, jamás interesándose en profundidad. A veces sentimos la seguridad del suelo, pero tarde o temprano una ola nos derriba y tenemos que patalear para volver a la superficie y estar de pie una vez más. La inmensidad del cosmos, los mares, se interrelacionan con nuestra propia existencia, y son la fuente reveladora de todos los secretos del universo que anhelamos conocer.
Antes no había escuchado de los hilos de plata, esos que ahora le unen con sus amistades del Sur. El hilo de plata o cordón de plata, a decir de Lobsang Rampa y otros eruditos, es un filamento de energía que une el cuerpo con el alma, mantiene unidos a los distintos cuerpos existenciales… Hay que cuidarse que en un vuelo astral no se corte ese cordón, o nuestro cuerpo físico morirá y para nuestra alma será imposible regresar a el.
Ha sido muy amable al conectar un hilo de plata conmigo, pero es un concepto que no siento mío. No creo en hilos de plata entre nosotros, mi corazón es inalámbrico, es capaz de encontrarle en donde quiera que esté. Y hasta aquí en el lejano Norte y a pesar de la distancia me llegan las ondas que irradia su propio corazón.
Sentado, en la penumbra de una alcoba triste,
bebiéndome el universo, fumándome el poco tiempo que me queda,
en compañía de un televisor inútil, un libro muerto de pena,
y tu imagen, grabada en mi retina con adherencia eterna,
me invaden recuerdos de aquella loca pasión,
que desató en mi, una tormenta de emociones sin sentido,
por aquel amor prohibido.
Hoy, desde que no estás,
como un atlas cargo con un mundo (mi soledad)
si te caven dudas, ven, contempla, disfruta,
como me abandona la vida, se extingue, lenta caprichosa,
como la llama de una vela, azotada con tiranía por una brisa rapaz.
Miles de personas se desplazan hacia el Cementerio en este 1 de noviembre fecha del día de Todos los Santos. Por el barrio desfilan con sus miles de ramos de flores para conmemorar a sus muertos. De manera especial habrá, dicen, misa por el sacerdote Salvador Fernández Ciller, asesinado hace unos meses. Es tradición que por estas fechas el cementerio se encuentre totalmente limpio y muy bien cuidado para tranquilidad del reposo de los inquilinos que, paradoja, no pueden contemplar con sus sentidos (pues ya no están aquí) tanta limpieza y buen cuidado. Es también ritual (el muerto al hoyo y el vivo al bollo dice el refrán popular) la gastronomía típica de la fecha: las gachas de arrope. Harina y leche. Granos de anís. Calabazate. Y arrope. Mucho arrope. Y, sobre todo, los postres de los huesos de santo y los buñuelos de viento o buñuelos rellenos de crema. Hay tiempo para acompañar a los muertos comiendo palomitas, tostones o castañas asadas junto con dátiles y pan de higo. Y de beber mosto de uva. Mañana ya se pronostica que los jóvenes irán a Cartagena al Festival de Jazz de Santiago Oserón y Original Jazz Taller. Ya lo avisan: los purisrtas del jazz abstenerse porque habrá mezcla con la música popular rockera de Radio Futura y Juan Perro. Charla de pescado. Veneno en la piel. A cara o cruz. Hoy el Cementerio está lleno de gente. Mañana será de nuevo una soledad.
Aun en estos días perdidos, sigo tratando de encontrarte en el paso de los minutos y de las horas, y casi por accidente me tropiezo contigo, intercambiamos saludos y descubro que es como estar fuera de sintonía, las palabras no se entienden, las frases se malinterpretan, no expreso lo que quiero decir, desconozco el lenguaje en que hablas… y de pronto te vas, y las frases, cortadas, se quedan haciendo eco en mi memoria, entonces… se abren mis ojos y todo lo expresado parece cobrar sentido, y quiero alcanzarte y decirte todo lo que debí decir y hacer todo lo que quise hacer cuando estabas conmigo, pero te has ido y solo queda el viento para escuchar mi lamento. Así pasan estos días, ¿sabes?… y no pierdo la esperanza en que de pronto se haga la luz y nos entendamos, así, sin mas, conexión de mentes, momentos ideales, las líneas paralelas que son nuestras vidas, desafíen la lógica de la rutina y se crucen. Espero, con paciencia y ansia a la vez, ese instante…
Paco comenzó ganando pero El Capitán dio la vuelta al “pito doble” y la partida quedó en sus manos. En la calle, fuera del Bar Paquito, dieron la vuelta a la esquina un par de muchachos con la feliz sonrisa de la realización social de haberse gastado el doble de lo previsto. ¿Gastado?. Nunca se gastan lo suficiente los adoquines de la acera de mi barrio cuando taconean sobre ellos las mujeres “onlyanas” (gracias Only por el descubrimiento de tus mujeres de tacones tronantes).
Vaya por delante que soy una asidua lectora (a veces escritora) del Vorem. !Me encanta el Vorem y toda su gente!. Con los diez últimos textos publicados en Vorem hasta ahora (vaya por delante que los elijo por el simple azar de haber sido publicados los últimos hasta ahora) voy a ver si logro escribir un texto razonablemente inteligible. Ahí va el esfuerzo. A ver qué sale… y me contáis si lo deseáis. Un beso a todos lo voremios y voremias. !Siempre adelante!.
“Salí al escenario y… había juerga… juerga en el barrio experimental de mis juventudes. En un rincón del bar sueña el poeta que sueña con la cancíón al poeta superando al propio Espronceda. Y después… mañana volveré a desayunar mis cereales (¿La dictadura de los crerales?) y luego, al mediodiá tu té será dulce. Por la noche saldrá en el televisor que alguien ha visto un ovni soltando humo del asfalto. Pero cederé a la resistencia y comenzaré a dormir”…
Salí al escenario y perdí todo el miedo escénico. Al final de la obra me felicitaron por lo bien que había representado mi papel. Lo que no sabe casi nadie es que la mitad de mis diálogos los había improvisado porque el miedo me había causado fallos en la memoria. De historias como esta que me ha acontecido a mí (éxito clamoroso involuntariamente alcanzado) está el mundo del Teatro lleno. y es que más allá del escenario está la vida misma en los ojos que escrudiñan nuestras tragedias.
El debate de la juerga en día de fiesta me parece ventajista; porque se utiliza en seguida cuando la luz de las farolas encienden las calles de la barriada y quedan bajo el foco un fulanito que sale o un menganito que bebe. El caso es que hoy hay juerga esta noche (Halloween) y eso que el mejor vino de la cosecha está reservado para la parte final de este largo puente. Puente. Si. Hay un puente enmedio del barrio que es para el tren que va hacia adelante camino de Alicante… bueno, el caso es que esta noche es Juerga de Halloween y veo a las encantadoras “brujitas” volar no sobre escobas sino sobre las carrocería de BMW, Mercedes y Renaul. A lo Alonso…