Caminante.

Jovial y atrevido caminante.
que por las entrañas del bosque,
sin ningún temor avanzas.

La oscuridad de la noche llegará,
el desconocimiento del lugar,
te llenará de desasosiego.

Los ruidos nocturnos te harán,
sentir un profundo recelo,
la sospecha de que no estás sólo,
se te meterá en lo más hondo,
el sentimiento de pánico profundo,
se apoderará de ti sin duda.

De ti , por tí

Al igual que efímeras pompas de jabón
Se pierden mis deseos,
No puedo hacerlos realidad,
Los deseo con fuerza,
Los llamo a voces …
ni caso,
soñaré,
si se desean los sueños se cumplen,
soñaré contigo,
me llenaré de ti,
viviré por ti.

Una mala compañía

-Lo siento, he decidido no seguirte.

-¿ Por qué, acaso no estas bien conmigo ?

-No, la verdad que no, prefiero seguir sola mi camino. No eres buena consejera, en ocasiones me obligas a hacer cosas que no me gustan.

-Puede que te arrepientas, no encontrarás otra compañía mejor que yo.

Dolor propio y ajeno

Escribe Rosa Montero en El País de hoy, 2 de septiembre de 2008, que “el verdadero dolor, como la locura, es un territorio sin palabras, el reino desolador de lo inefable”. El mutismo del dolor se me antoja a mí como una seriedad muy grave y tengo un profundo respeto a las verdadesw de cualquier sufrimietno. Los deudos del dolor saben lo que digo. Yo, que perdí a mi padre y a mi madre sinedo todavía muy joven, aún no he podido a llegar a desentrañar esa clase de mutismo doloroso que nos abunda el alma con el recuerdo del dolor. Yo, que soy muy extrovertido y me considero feliz en la vida, no puedo por menos que guardar respeto hacia el dolor: ese mutismo que parece que se recrea en el silencio para no hacernos olvidar. Y como el recién fallecido poeta paquistaní Ahmed Fazar digo: “toda la gente del planeta debe encender una vela para que haya luz en el mundo”. Conciencia universal ante el dolor propio y ajeno. Sigue Leyendo...

Barras de chocolate.

Pues he tratado de alcanzar el tiempo que desperdicie, ahora me ato por las noches a una maldita guitarra que aunque me conoce no ha escapado de mi vida y he intentado desesperadamente terminar el libro que empecé hace un par de años, a veces tomo el café con algunos compañeros de la prepa y hablamos de los añejos tiempos, he conseguido después de una clase de yoga que invente dejar de fumar, se me han dado nuevos vicio como el café, pizza, parques, y cine, de vez en cuando escribo relatos cortos para Vorem.com y he conseguido terminar con el insomnio, también adquirí una necesidad de leer que todavía no comprendo, y un gusto intenso por el chocolate Sigue Leyendo...

Filosofía en la tabla de surf

Están las almas en este mundo de mar lleno de olas. Unas suben encrespadas, otras se hunden bajo sus crestas. Surf de final de verano… todos cogemos las tablas y con ellas nos enderezamos sobre las olas para no sucumbir en el mercadillo de las tempestades. Placeres y dolores. Equilibrios sobre las tablas de las almas y desquilibrios elementales que nos llevan a volver a reincidir en los mismos y mistéricos oleajes. Mientras dure nuestra estancia en este planeta marino los pies andarán con el conocimiento de no desplazarse demasiado lejos de las tablas para no sucumbir a las embestidas. El mercadillo sigue sus ventas ambulantes y las almas siguen pendientes del aferramiento a la memoria, Memoria para no dejar en el olvido las causas y casualidades de esta vida perentoria. En los cielos septembrinos ya se están acumulando muchas ideas en las memorias del verano y nosotros empeñados en elevar las almas a las crestas de las olas como discurso poético para combatir el prosaísmo del mundo de los mercadillos. Sigue Leyendo...

Relato

Vamos a intentarlo más grande. Podemos hacer un relato por partes, que participemos todos. Para empezar que se apunten en esta entrada todos los que quieran participar poniendo un comentario, pa no liarnos. Luego ya decidimos quien lo empieza…y a partir de ahi el que escriba solo tiene que elegir a quien seguirá la historia de entre todos los participantes.
Un saludo! Pongamos que…de aquí a una semana se abre el plazo, ¿bien?

Aquí espero

Desde ese día que comenzó a llover…
La lluvia incansable, que corría y corría frente a mi, contando sus propias gotas, aterrizando en mi frente, haciéndome entrecerrar ojos y cambiando mi expresión a una más acorde.
Aquel día que el viento cesó, y la gélida brisa me hirió. Y las hojas se detuvieron un otoño, y otro, y otro más. Suspendidas y risueñas, alegres del suelo no tocar, por siempre y nunca más.
Aquel día que mi mirada cambió. Ese aliento suave que me impulsaba, es un saco de esperanza que no me deja avanzar. Pesado e inútil, me rehúso dejarlo atrás.
Aquel día que todo comenzó. Aquel día que tus pies iniciaron su marcha, y aquel día que los míos se detuvieron. Y sigo aquí… Aún no se porqué… Sigue Leyendo...

Naturaleza muerta.

Mi corazón ha sido abierto en canal,
ha quedado expuesto y desangrado,
la sangre que circulaba por su interior,
se ha convertido en caudalosos rios de lava,
que fluyen por sus paisajes colgantes,
quemando y abrasando todo sentimiento,
que se cruza en su sediento y voraz camino.

Gaviotas de rojo coral sobrevuelan mi entorno,
grises lianas cuelgan de escarpadas selvas holladas,
olores acres olvidados por los siglos entran en mí,
a través de mis fosas nasales y trepanan mi cerebro,
el puñal de la inquietud se clava en mi memoria,
la flecha del amor hace tiempo se partió en mil pedazos,
las sombras que se acercan son marfileñas y descarnadas. Sigue Leyendo...

“DIALOGOS PARA BESUGOS”

   Tengo 58 años y me llamo Victor. Cuando era chaval me divertía mucho una historieta que se publicaba semanalmente en uno de los tebeos de la época (no recuerdo exactamente en cual de ellos, pero podía ser el “D.D.T.”, “Tio vivo”, “Jaimito” o cualquier otro de por entonces).    La historieta se titulaba “DIALOGOS PARA BESUGOS”; y hoy me apetece escribir algo (sin animo de molestar a nadie) que pudiera parecerse a aquellos entrañables dialogos. Mas o menos sería así:    ¡¡¡Riiinng!!! (suena el teléfono)-Buenos días, Presidencia de Gobierno. Si desea hablar con el Secretario General marque el l; si desea hablar con el Subsecretario General marque el 2; si desea hablar con la secretaria del Subsecretario marque el 3; Sigue Leyendo...

Te echo de menos.

Fuí muy feliz entre tus piernas,
cuando me levantabas con tus manos,
y me besabas era totalmente feliz,
tus caricias estremecían mi piel.

Me hacias el amor sin contemplaciones,
siempre hacia lo que me mandabas,
nunca me negué a seguir tus mandatos,
siempre fuí una compañera fiel para tí.

Abrigos de otros tiempos

Mi madre tenía un altísimo sentido de la economía. Cuando yo era niña me compraba los zapatos de diario en una tienda del Centro, bien conocida y vituperada por todos los de mi generación. Era un calzado durísimo, aparte de feo. También me compraba los guantes de lana en otra tienda del Centro, que se anunciaba mucho por la radio con la voz de un loro que cantaba las excelencias de su mercancía. Esos guantes me avergonzaban terriblemente porque olían a borra que mareaban. Así que cuando iba a entrar a algún sitio o a encontrarme con mis amigas, me quitaba antes los guantes aunque estuviera helando en aquellos inviernos de entonces de la Meseta. Sigue Leyendo...