Como ser humano,
esbozado a carboncillo.
me difumino en la negrura,
me desvanezco en el negro,
de los lúgubres sueños.
Despierto mis adentros,
solo capto el silencio,
la oscuridad total,
la negrura infinita,
de la vida en mate.
Si me ves reir no me creas porque esa risa enmascara un corazón hecho pedazos
Si me ves llorar vete y apaga la luz porque no soporto mostrarme débil ante nadie
Si me ves pasiva es que mi alma está corriendo a kilometros de la realidad
Si me ves bailar es que intento arrancarme la coraza que ya soy yo misma
Si me ves correr no huyo de tí si no de mí misa
Si me ves de lejos no te acerques,sigue tu camino porque sólo complicaría tu vida
Otro día más en este sinsentido que llamamos vida.En este sueño fugaz y efímero sobrevivimos o malvivimos con anhelos,metas,desafíos y luchas que cuando conseguimos no disfrutamos.
Anhelamos lo vecino y aborrecemos lo de casa y en esta constante infelicidad e insatisfacción llegamos al final del camino para comprender,ya demasiado tarde, que la VIDA, quizá, era otra cosa
En una maraña de sentires me elevo en tu calor y en tu alimento y se me acrecienta el ánimo de cristal de todo lo frágil y a la vez rotundo haciendo gravitación con las fuentes de mis paradojas. ¿Cuál es el fragor de los recuerdos que me rodean con su extensa longitud de apariciones?. La respuesta está en el acto natural de levantar los ojos y observar los colores iluminados de tu cuerpo que me sitúan el corazón dentro del juego favorito de perderme amándote para siempre. Y te llamo en la noche porque todo el planeta sentir viene a acentuarse en tus pupilas.
Él siguio llorando y yo le dije:
-Se que has perdido a Sonía, y que tu familia queda muy lejos. Pero nunca olvides que a mi siempre me tendrás.
Él me miro curiosamente…
Y yo lo llevé a dar un paseo, a aquel jardín de rosas con él que siempre había soñado.
Nos sentemos en la hierba contemplando las maravillosas rosas…de un color rojo sangre muy bonito.
Hacía un año que Ana tuvo aquel accidente que la condeno de por vida a perder la vista, desde entonces David su esposo se volvió su sombra la protegía y cuidaba con inmenso cariño, siempre le decía -“no te preocupes todo estará bien, sólo es cuestión de tiempo”. Mientras la abrazaba cariñosamente y depositaba un beso en su mejilla. Así pasaron los días, las semanas, ella se sumergió en una nube de depresión, lloró, gritó, al tiempo que nacía un nuevo sentimiento “la autocompasión” al saberse incapacitada y considerarse un estorbo para todo aquel que la rodeaba.
Decirte que te amo se me queda pequeño,
alguien debería inventar nuevas palabras para definir
mis sentimientos de entrega,
de devoción, de admiración,
de necesitarte cada segundo.
Eso siento y más.
Te digo que te amo, pero ya lo sabes,
quizás de tanto repetírtelo se desvirtúan las palabras,
pero no,
cada vez que te lo digo es porque mi amor por ti
ha aumentado.
En el claro del bosque, los niños jugaban a atrapar la luz y sus saltos y cabriolas hacían crujir las pequeñas ramas esparcidas por el suelo. El perro les miraba desconcertado: nunca antes había estado con ellos en el campo y ni siquiera en el parque sus juegos eran tan agitados.
A lo lejos se oían voces que se acercaban. Era un grupo nutrido: toda la familia se había puesto ¡por fin! de acuerdo para ir de excursión. Los niños decidieron esconderse para asustar a los mayores y corrieron hacia un grupo de árboles cuyos gruesos troncos les proporcionarían un escondite seguro. Y allí era donde estaba la pareja besándose ardorosamente, sin reparar en nada de su entorno.
Al alba, como vidas guardadas en una máquina sin rostro, todo el tiempo es un rato discontinuo, un proceso de almas en descuido brotando en el aliento de un tiempo que se va diluyendo entre los días. A lo largo del viaje entramos mil veces en el rostro de nuestras existencias y somos un insuficiente escape de las rutas adentradas en el corazón de las ciudades. Nuestros ojos miran, nuestras manos tocan, nuestras bocas beben y nuestros pies andan llenos de afán inentendible. ¿Necesidades?. ¿De qué?. Necesidades de todo sin detener el tacto de la memoria. En el regazo de cada uno de nosotros siempre hay un niño, luego un hombre, luego un niño. Binomios de la existencia.