PLACERES VANOS

Con el alma entristecida
Por las cosas que sabía,
Ya no tuve otra salida;
Despedir a quien quería.
Me enamoré locamente
Sabiendo que no podía;
Pues no pasó por mi mente
El dolor que esto traía.
Yo traté de comprenderla,
De darle buenos consejos;

Entre filósofos y poetas (escena)

Las altas copas de los árboles sostenían las nubes cárdenas y mientras tanto, a una centena de metros de distancia, se refugiaban en el pabellón de las palabras unos cuantos filósofos y poetas que refulgían el pensamiento como semilla de lenguaje y con un sentimiento de perfume de rosa secundando las ideas.

Tejían sus propias vidas los filósofos diseccionando los registros y haciendo de la inteligencia un ilimitado espacio de conceptos,mientras los poetas vislumbraban palabras en los aromas del sentimiento.

En Las Ramblas de Barcelona

Había quedado con mi suerte en el Zurich, pero ésta no se presentó, así que me acerqué a ver la actuación de soledad y no encontré localidades. Aquí el silencio fragmentó sus notas y se alejó en dirección opuesta
Bebí en la fuente de Canaletas, frente al eterno bar Nuria, donde un transistor dejaba oír “victima del silencio” del grupo Burning – qué casualidad más fatídica pensé.
Bajé zigzagueando por las ramblas como animal acorralado, huyendo de la manada aglutinada. Las estatuas grotescas y humanas, me saludaban sonrientes.
Nativos y turistas festejaban alborotados, algún triunfo deportivo.
Cual torre de babel, ¿Cuántas lenguas taconeaban mis sienes? La jauría aullaba acribillando el pánico, convertido en masa verbal. Sigue Leyendo...

Su amigo

En esa foto estamos los tres: mi más íntima amiga de la infancia y la adolescencia, él (Pedro) y yo. Estamos en una pista de esquí de la Sierra de Guadarrama; él es el único que tiene puestos los esquíes, nosotras dos estamos simplemente de pie sobre la nieve, con nuestras botas de esquiar, pantalones y jersey grueso, que prácticamente sobraba porque el sol apretaba de firme allá arriba. Sin embargo, se habían helado las cañerías del agua por el frío tremendo que acababa de hacer y no habíamos podido llenar las cantimploras, así que de tanto en tanto teníamos que coger un poco de nieve no hollada y deshacerla en la boca si no queríamos pasar sed. Sigue Leyendo...

Los ríos

Cuando perdí la felicidad de la infancia la recuperé más adelante según la vida me fue presentando otras situaciones. A veces no he sido capaz de captar la felicidad en el momento de estar viviéndola, porque no consiste (o, al menos, no consiste solamente) en un estado de exaltación. Esos momentos, que son raros pero que realmente se producen varias veces en la vida, no suelen durar. Desde muy joven me di cuenta de que si algún pequeño incidente turbaba la tranquilidad de mi vida, me hacía por otra parte reparar en lo feliz que era ésta. Sigue Leyendo...

Fin de semestre.

Y cuando terminé de contestar el examen, fui al terminal de buses para volver a mi cuidad. Sola, esperando 30 minutos y con el pantalón pegado a los muslos por la lluvia, no pude evitar apoyarme sobre mi hombro y llorar.
Desperté, respiré profundo, y me subí al bus.
Me dormí en el viaje.
Desperté. Miré el campo que me guiñaba el ojo con su rocío y me juré amor eterno.

Costa inhóspita

La marejada de la tormenta,
llega en forma de olas fuertes,
a la orilla de mi pensamiento,
rompiendo contra los escollos.

Las espumeantes aguas frias,
se agitan de forma intensa,
saltando sobre los rompientes,
de dura roca oscura de mi costa.

Alfilerazos

Telegramas intercambiados entre el dramaturgo George Bernard Shaw y Sir Winston Churchill:

Bernard Shaw: “Tengo el honor de invitar al digno Primer Ministro al estreno teatral de mi obra Pigmalión. Venga y traiga un amigo, si lo tiene”.

Respuesta: “Agradezco al ilustre escritor su honrosa invitación. Desgraciadamente no podré asistir a la primera representación. Iré a la segunda, si se llega a realizar.”

Dolor

Cuando recuerdo el empuje y la actividad que tenía cuando era joven, cómo manejaba todos los asuntos que de ella dependían, no puedo soportar los llantos que a veces se le escapan en nuestras charlas telefónicas. Pero ella enseguida se recompone, se enjuga las lágrimas y sigue hablando, porque la conversación siempre le ha gustado mucho. En esos momentos le digo, aunque no puedo verla, que no se seque las lágrimas frotándose los ojos con el pañuelo, sino que lo aplique suavemente porque, si no, se le irritan mucho los ojos. Lo he observado cuando la he visto llorar. Ella dice que me hace caso. Sigue Leyendo...

El compañero fiel

Interesante olor, muy peculiar diferente a cualquier perfume rancio, dulce, amargo o amaderado (je) obviamente no muchos los soportan, siempre hay una mano que lo espanta, como si ese simple acto lo hiciera desaparecer, cuando de por sí se esfuma dibujando una leve ese por el aire que circula o simulando una silueta femenina, un cero o que se yo…
Fuerte aroma, que perdura por largo tiempo en los rostros, en las manos, en la ropa… aroma exquisito que invita a la conversación, a la risa, a la vida en general…
Justamente ahora me acordé de su aroma, de su olor y sabor… no agradable para muchos pero relajante para otros… muy dificil de olvidar su gran aroma, imponente, ahora mismo imagino como el fuego llega a consumirlo antes de emprender la carrera para salir de ese cuerpo que lo cubre, lentamente las cenizas caen, el humo se libera y el placer se enciende… Sigue Leyendo...