Este cuento podría ser otra cosa, pero se me antoja que sea cuento, pues es mera ficción, ficción de la que difícilmente haya partidario. Y aunque esta noche pudiera escribir los versos más tristes… (escribo este cuento)
Había una vez, en un país fantástico, un cierto zagal que se quejaba de haber desaprovechado las oportunidades de demostrar su heroísmo, con una mezcla de resentimiento y desilusión. Tal vez hubiese sido un mejor él de haber seguido la receta de sus padres, ingeniosos hidalgos, o la buena nueva del ministro, beato inspirado, o los mecanismos de la vida, tan misteriosos como sabios, y con esto, se ilusionaba sobre sí mismo. Sigue Leyendo...
Mi mirada se pierde en el vacio,
buscando de tu rastro una señal,
el cielo alli arriba es tan plomizo,
como la dura y amarga soledad…
mi mirada busca en el infinito
un destello tenue de tu alma,
mientras mi voz vuela en el viento
tratando que escuches sus palabras.
Mi mirada se pierde buscando el sol,
que se encuentra escondido en tus ojos,
mientras mi mente se queda paralizada
y no hace otra cosa que pensar en vos.
Dulce angel por favor escucha,
sin tu calor se congela mi corazon…
Desnuda y plácida en medio de tu cama de seda negra, te mueves silenciosa cruzando por Aries y Piscis, de vez en cuando cubres tu figura con suaves linos, envolviéndote en ellos y jugando, seduciéndonos, para soñar contigo, para dormir con la ventana abierta. Desde donde estoy me baño en la luz de tu piel virgen, misteriosa dama sin acompañante, exquisita amiga de bohemios, vagabundos, poetas y viñedos. Hechizas mi mirada, inundas en paz mi espíritu cuando escucho tus palabras calladas, confortando mis tribulaciones en tu sencillez. Tomemos un coctel de estrellas, hablemos con los ojos, recostémonos a los anillos de Saturno y besémonos a la orilla del cálido sol. Quiero bailar contigo la última balada de la noche, acabar rendido en las montañas que te reciben, desde donde esperaré la próxima luna llena. Sigue Leyendo...
El dolor insoportable en su espalda lo obligo a enderezarse de la cama, su mano izquierda busco el vaso con agua que había dejado durante la noche en la cómoda que se encontraba junto a sus aposentos. Bebió lo más rápido que pudo, mientras se quejaba de su tormento. La obscuridad en la habitación no dejaba ver a su alrededor, por primera vez Santiago sintió un miedo indescriptible hacia aquellas tinieblas que navegaban frente a sus ojos. Vacilo un momento y se pregunto si había alguien mas en la habitación, pero se convenció a si mismo de que era su torpe imaginación. Sigue Leyendo...
Mírame en mis horas inmaculadas
Que escasas se muestras al placer eterno
Siénteme en medio de tus utopías
Que se medirán a través del viento
Destroza mi vientre y busca
Cual será nuestro comienzo
Comienzo de amor arma sagrada
Que de mi corazón se encuentra dentro
Entre la Nadja de Cali y el Geovanni de Bogotá elijo, elegiré y elegiría siempre a la Nadja. Primero porque es mujer (!y qué mujer!). Segundo porque es guapa (!y qué sexy!). Y tercero porque Giovanni de Bogotá es un “galápago” más raro que el Ninja Verde de la Tele. He dicho.
El amor es todo aquello que se vive después da haberlo soñado.
Que le habrá pasado a esa palabra
que escapó de tu boca, que echó
a volar sobre la rama de tus
labios. Donde andará ahora
tu poesía, amor, callada,
donde anidará el néctar
que alguna vez hizo
febril el corazón
intesamente
como nadie
hiciera
antes.
A De2 se le hacen los dedos huéspedes cuando ve a la Tele5 desnudarse poco a poco antes de irse a dormir; pero Ca3 también bebe los vientos por ella y ya prepara su catre para ver si la Tele5 cae en sus redes. Sin embargo, la Tele5 les tiene muy tomadas las medidas a De2 y a Ca3 y no hace sino calentarles los sesos y los sexos a lo Ana Obregón pero no pasa de ahí. Y claro, De2 y Ca3 tienen que autosatisfacerse todas las noches. Mas quien no quiere sufrir sofocos por culpa de la Tele5 es 100Pies.
100Pies, cuando la Tele5 empieza a desnudarse, siempre se dice a sí mismo eso de pies para que os quiero, pone luego los pies en polvorosa y sale zumbando a darse una vuelta por las calles del pueblo. Sigue Leyendo...
Vengo de estar contigo en esa hora olvidada en que tú dijiste un “te quiero” que era la falsa moneda que el viento dejó en mi mano tendida… y yo la miré tu cruz y me fui despacio, muy despacio, con las manos en los bolsillos del aire… sin más memoria que el olvidarte con un par de minutos sinceros. Después nació otra vez el alba, pulsé los latidos de mi corazón y supe que estaba vivo. Tu figura se fue diluyendo en ese cristal de la escarcha y al tumbarme sobre las rosas había olvidado ya hasta mi nombre y tu ojos. Más allá resonaba el espacio de la soledad pero más acá mi corazón latía en una nueva aventura pasajera… sólo para vivir del aire sin la moneda perdida en no se qué rincón del desván de mis apuntes. Apunté tu nombre en un poema silente y el silencio me volvió, de repente, aeronatura de los mares. Y hasta allí me fui… hasta las costas opuestas donde brillaba la luz con más calor en mis labios. Y trazé un poema en el viento: Sigue Leyendo...
“Disculpe señor, nos han dicho que por aquí cerca hay una zapatería de lujo, ¿la conoce? ¿Por donde queda?”
“¡Ah, Sí Si! La conozco, justo antes de llegar a la plaza aquella de allí.”
“¿Es cierto que allí trabaja una chica muy amable?”
“Sí, es cierto, sí “
“Muchas gracias”
“Buenos días, ¿Qué desean?”
“Pues queremos unos buenos zapatos”
“¿Qué numero?”
Existo luego estoy en el reloj del Tiempo.
Lo superfluo es lo innecesario, inútil y sobrante. Si ubicamos esta definición en el contexto del tiempo vital es fácil entender lo que yo denomino Tiempo Superfluo. Sabiendo que somos seres vivientes hay muchas personas que se pasan gran parte de su tiempo vital llevando a cabo acciones superfluas, innecesarias, inútiles o sobrantes. Y todo ese Tiempo Superfluo hace que pierdan grandes ocasiones de vivir tiempo positivo.
El Tiempo Superfluo, cuando es muy abundante, hace caer en lo que se llama alienación: una pérdida irremediable de la personalidad o una limitación de esta personalidad o de la identidad de una persona o de un grupo de personas. Algo que saben manejar, muy ladinamente, los poderes fácticos de la sociedad, o sea los grupos de personas que tienen mucha influencia y poder para manejar a los individuos que conforman una sociedad. Sigue Leyendo...
Decimos que nos enamoramos ciegamente y eso es un error. No hay ceguera en el amor verdadero si sabemos distinguir lo que es un falso espejismo. El espejo de nuestra conciencia es aquel claro cristal donde podemos vislumbrar las diferencias. Es en las esencias de todas las miradas donde podemos diferenciar lo que es un simple espejismo bajo el sol de lo que es una verídica confirmación bajo la luna; que por las noches se ve mejor en cuestiones amorosas… Ya lo dijo un pensador (“Cuando salgas a buscar… tu propia presencia te ha de enseñar…). Sigue Leyendo...
Hola amigo. Hola amiga. No… no pienso hablarte ni de religión (pues ya sabes que no soy religioso) ni de Dios (pues ya sabes que sí soy creyente) pero quiero que sepas que, a pesar de que le niegues, Jesucristo también te ama a ti. No te hagas “bolas” la mente pensando… déjalo así…
Y en cuanto a los recuerdos… !cuántos recuerdos que vuelven a vivirse de nuevo!. Yo creo en los milagros. Tú no. No importa. Déjalo así…
Aún conservo fotografías de aquellos día. No importa… no te hagas “bolas” la mente pensando… pero yo creo firmemente en el milagro 16-18. No importa. No lo pienses demasiado. Son cosas mías con Jesucristo. Sigue Leyendo...
Miro el reloj.
Las dos.
Insomnio.
Luna en tu cara.
Llega una música lejana
que viene del río.
Sonrío.
Ahora mismo estoy bloqueada y no sé cómo seguir la entrevista; per se sonríe y yo me lanzo en picado.
P.- ¿Quién ha sido, según tú, el mejor jugador del mundo?.
D.- Si te refieres a jugador de fútbol y no a jugador de póker por ejemplo, el mejor jugador de campo…
Espero que se esté refiriendo a campo de fútbol mientras sonríe.
D.- Ha sido el español don Alfredo Distéfano Lahule.
P.- ¿Pero ese no es argentino?.
Cae la lluvia torrencial sobre el campo de fútbol convertido en un verdadero barrizal pero ellos continúan luchando por la victoria a pesar de ser sólo juveniles. Hay en aquel ambiente de presencia juvenil una especie de heroismo deportivo que va más allá de lo posible o lo imposible. Como guerrilelros de la vida, despertamos los once del Esparta sin dar un paso hacia atrás. Cae la lluvia torrencial pero no importa mojarse hasta los huesos porque el alma nos hace buscar, trágicamente incluso, la victoria que nos define como pequeños grandes hombres.
———————————————————————————- Sigue Leyendo...
¿Sera verdad que tus ojos
brillan mas al ver los mios?,
¿sera verdad que tus labios
son dulces como el rocio?.
¿Sera verdad que tu alma
es fragil como el cristal?,
¿sera verdad que tu sonrisa
es tierna como un hada?.
No es que me sienta ajeno a los griegos, o que desprecie las producciones de esta insigne raza. No se trata de agresión. Sólo pensé, leyendo a Amado Nervo, poeta en toda la extensión de la palabra, poeta completo; concluí que idolatrar es, a posteriori, negación o incomprensión del objeto de admiración.
Sucede que en el compendio de su obra, el citado poeta deja profusa evidencia de su admiración exacerbada. Esto sobre todo en la imagen de cierta Nausica, postrer grano áureo de la raza italo-greca entre una “renegrida” humanidad que ha sobrevivido a la devastación apocalíptica producto de la reconfiguración geográfica del planeta. Y no concluye aquí, pues la última reina blanca, además de consumar la forma helena, guarda, herencia de sus padres, ¡la última! (sic.) Ilíada hasta que muere, precisamente, recitando a Homero. Sigue Leyendo...
Tomo el Soneto de Don Miguel de Unamuno siguiente:
Es una antorcha al aire esta palmera
verde llama que busca el sol desnudo
para beberle sangre; en cada nudo
de su tronco cuajó una primavera.
Sin bretes ni eslabones, altanera
y erguida, pisa el yermo seco y rudo
para la miel del cielo es un embudo
la copa de sus venas, sin madera.
Hola amigo y compañero. Ya he contestado al mensaje que me enviaste a mi buzón privado. Gracias y un abrazo sincero.
Se encuentras, en un bar, dos tipos cualesquiera. Uno deellos le dice al otro: “!Vaya modorra que tienes!” y el otro va y le contesta “!Y tú que morro le echas!”.
Una de las películas que más nos gustó ver con nuestras niñas es “Toy story” (“Historia del juguete”), un film de animación por ordenador que trata la historia de un juguete intentando encontrar el sentido de su esencia. La verdad es que a pesar de ser una película para niños, te hace pensar en lo bueno que sería todo el mundo si alguna vez se plantease cuál es el sentido de lo que estamos haciendo. Una de las frases más famosas de uno de los juguetes es aquella de: “!Hasta el infinito… y más allá!” que exclama cada vez que quiere volar, rescatar a alguien o hacer algo que merezca la pena. Sigue Leyendo...
Sube Don Oswaldo, como todas las mañanas, camino de la panadería y sus sempiternos encuentros con la ensoñación. Sube con su bastón apoyándose suavemente en el duro empedrado de La Gasca y, de vez en cuando, detiene su lento y pausado caminar para levantar la cabeza y observar a la pimpollera mañanera que todos los días le dedica una sonrisa especial. !Don Oswaldo siempre con su ensoñación!.
Es día fresco y, a la sombra de un velador, Don Augusto, el jubilado arquitecto de la Municipalidad, dibuja sobre un ancho papel de pergamino, los últimos detalles de su penúltima construcción. Don Augusto es otro veteranísimo de las lides existenciales de aquella época no conocida por nosotros en que llevar una flor en el ojal de la chaqueta dicen que suponía estar enamorado de las sonrisas. Sigue Leyendo...
Le pido una tila para superar mis nervios y él, amablemente, me sirve un té con pastas que acepto sin rechistar. Una vez pasado el mal momento continúo preguntando.
P.- ¿Cuándo te diste cuenta de que servías para esto?.
D.- Cuando comencé a ligar…
Espero que me esté hablando de fútbol mientras sonríe. Me vuelvo a poner nerviosa.
Yo tengo un reloj de agua que me hace conocer todos los segundos que palpitan en tu corazón. Yo tengo un reloj de agua y tú una sonrisa bella que llena mis horas de minutos pautados como sinfonía de colores. Me gustas tú, Liliana, porque cuando llegas a mi lado mi reloj se adelanta varios segundos de tanto que se pone a latir. Es un reloj sencillo, muy lejano de los Rolex dorados, pero sus horas son los cantos de los pájaros, el piar de los polluelos, el suave volar de las palomas y ese pleamar de olas que surcan mi humilde bahía o esa nube pasajera que me hace un guiño en el aire y me pone a soñar. Yo tengo un reloj de agua que, submarino de la fantasía, me cuenta historias de ti. Sigue Leyendo...
Eres popular:
restos a la que todos acuden
en el dolor del hambre.
Sacas fama. Conocidas son tus
uncidas y húmedas teterías.
nacida de tu padre- el que
a buena hora te parió la carne-.
Portal Literario Independiente