Está hecha una sola masa o siempre lo estuvo; bueno, al menos yo, hoy por hoy puedo ver cosas irreconciliables y quiero exponerlas para el que pueda captarlas y pueda opinar o sencillamente para lanzarlas al viento al recitarlas o a la web a manera de texto.
Creo que es insano el actual sentimiento de querer asirse de algo, de querer asirse de todo, de todo lo que a la final es vano. Y veo como esa competencia absurda de querer ser más, o mejor, se mezcla con querer curar el alma al hacer más y más cosas. Pues déjame decirte que nunca saciaras tu sed siendo más guapa o más rico o más culto y preparado o simplemente más de carácter.
Archivo por meses: febrero 2013
¡Ven conmigo!
¡Ven conmigo! Acércate, ven sin miedo, ven.
Ves, aquí, donde tu vista contempla, había agua sobre el mar, el mar era invisible aunque se veían sus rizos queriendo viajar junto al viento. El viento era invisible; las aguas con ayuda del mar hablaban con él, lo cogían en brazos y jugaban a saltar y brincar. El viento y las aguas del mar danzaban hasta altas horas del día y la noche, y de la eternidad; simplemente, cada vez que lo deseaban; sin reparo alguno, jugaban.
El mar flotaba sobre el agua hecha de agua, también de otras miles de gotas de aguas, que atraídas por la celebración se apuntaban a semejante diversión; los mares y las aguas confraternizaban, viajaban por todo lugar donde se les diese acogida.
Pedían permiso a las embarcaciones de papel con chimeneas de juguete para hacerles compañía.
Honrarás a tu padre y a tu madre.
El Cuarto de los Diez Mandamientos de la Ley de Dios dice: “Honrarás a tu padre y a tu madre”. Y yo añado lo siguiente: “Honrarás también a los padres y las madres de los demás seres humanos; incluyendo, por supuesto al Padre y la madre de Jesucristo”. Porque resulta que, en muchas partes del mundo, he oído a muchos deslenguados que no los honran ni los respetan.
Ya no solamente como cristianos y cristianas debemos de tener la lengua callada cuando vamos a hacer tal acto de ignorancia, de mala educación y de falta de personalidad como Dios manda. No sólo como cristianos sino también como simples seres humanos. Porque si algo tenemos que decir a alguien no es de hombres insultar al padre o la madre de ese alguien y sí lo es tratar los asuntos cara a cara sin mezclarlos para nada en el tema a tratar.
Reflexión sobre la personalidad
Para mí no es más débil el que más llora, sino aquel que por no mostrar sus sentimientos basa su vida en hacer creer a la gente que es alguien que en realidad no es y valora por encima de todo lo que dice la gente de él.
El que llora podrá ser insultado, maltratado y le podrán pasar todas las cosas malas del mundo, pero siempre seguirá siendo él mismo y encontrará la felicidad, por el contrario, aquel que oculta su dolor acumulará ese dolor y llegará un momento en el que no podrá más, no será la misma persona que antes y no solucionará así sus problemas, no se recuperará a sí mismo jamás.
far away
Ahora es un tiempo en el que está el dibujo de la tía con cachos para picardía del artista pequeño de 5 años, hoy es el tiempo en el que existen tantos hermanos a los que dar amor puro y verdadero.
Es el tiempo en el que lo lejano y pasado ya no es más que eso y se puede ver con los ojos de adentro como todas las heridas son curadas.
Lo bueno de estos tiempos es sencillamente que puedo verte en un sueño y puedo demostrarte mi amor sin verte, ni decirte nada, ni tocarte; sino solo mencionándote en mi conversación de soliloquio.
Ya no importa nada cuando todo es perfecto porque el acorde natural te avisa como moverte y lo haces y todo fluye en una energía casi divina…
Con(m)
Asi fuimos
Dos pistolas escarlatas (Novela y Guión literario para Cine) -1-
– Buenas tardes. Bienvenida a Phoenix, “Escarlata”. Veo que estás mucho más guapa que nunca.
– Vamos al asunto y déjate de piropos ahora, sheriff Ben Saltz.
– Está bien. Aquí te presento a mis tres guapos sobrinos: Jimmy Saltz, Boby Saltz y Max Saltz. Tres guapos y magníficos caballeros como puedes observar por tí misma.
La hermosa hispano mejicana “Escarlata” Jara se fija, entonces, en aquellos tres bien trajeados caballeros que se levantan, rápidamente, de sus cómodos sillones y se quitan los sombreros para saludarla cortésmente.
Josele.
Fue una tarde de verano. El sol nos asfixiaba la respiración. Y entonces fue cuando mi padre y yo decidimos ir a Palomeras para refrescarnos con una buena cerveza. En Molinos de Papel todo era silencio en aquella tarde de siesta castellana. Por el camino andábamos hacia el destino. Mi padre me señalaba los puntos estratégicos de los riscos. Llegamos. Por fin llegamos.
En el único bar de Palomeras, el que tenía siempre la puerta abierta para superar el bochorno de la calor, entramos como dos vencedores del silencio. Habíamos roto la distancia y, juntos los dos, mi padre y yo como siempre, recorrimos la distancia entre el zaguán y la barra de madera desconchada y desportillada. Estábamos ya en esa distancia donde las confidencias se hacen eternas.
Nosotros
ESTRELLA FUGAZ
Vive a tu rollo
Recuerdo el día en el que vi a una madre llorar rezando por su hija, esa mujer que se acercó ami pidiéndome que rezara por su hija, que mis plegarias se las dedicara a esa joven niña que estaba enferma. Yo no dirigí mis plegarias a ella, no porque no deseara su salvación, solo que no recé. No soy quien para juzgar las creencias de otra persona pero no por ello voy a cambiar yo las mías.
Cada persona necesita algo a lo que aferrarse en los malos momentos, yo por ejemplo me aferro a mis libros y mis textos, es lo que me hace desahogarme, esa mujer se aferraba a Dios, y otras personas se aferraran a diferentes cosas, lo que realmente importa no es a qué te aferres sino que esa cosa te ayude en los malos momentos y que los superes.