Último Curso del Bachillerato Superior. Rasgueo la cuerdas de la guitarra y se va desgranando esta canción de primavera: “Azul, la mañana es azul, el sol si le llamo vendrá, se detendrá mi voz y hasta la eternidad en su camino irá hacia otro azul”… porque está de moda el CCC y hay que aprovechar el canto para despertar conciencias. ¡Ay, las conciencias! Aquella guitarra la vendió alguien que no quiso escuchar estas mañanas de canciones de juventud. Pero el mundo continuaba y no cejé en el empeño de mirar por la ventana ese cielo azul de los madriles que, cual candilejas de bohemia composición, se me colaba dentro del alma.
Archivo por meses: noviembre 2014
Colgando del vacío
Que Marcos es un alcohólico incorregible lo saben todos los familiares y todos los amigos de los familiares. Lo que no sé es qué culpa tengo yo de que Marcos sea un borracho sin posibilidad alguna de recuperación para la sociedad de los serenos. Mas, al parecer, a Marcos le dan ataques de auto violencia estrellando su propia cabeza contra la pared después de haberse abofeteado la cara con ambas manos mientras grita ¡soy tonto, soy tonto y soy tonto!.
El asunto es que yo sólo tengo unos pocos meses de edad y que a Marcos le ha dado, en medio de la fiesta, por intentar que no va a dejar de ser un borracho durante toda su vida porque piensa que su vida no vale más de un real. Así, que hablando de cosas reales, aprovecha un descuido de todos los familiares y amigos de todos los familiares para, cogiéndome con una de sus temblorosas manos, acunarme cantándome la “Canción del pirata” y, como está “pirata” del todo, me saca por la ventana al vacío (supongo que con su mano derecha) desde el piso quinto de la calle madrileña de Alcalde Sáinz de Baranda, número 56, que es, en realidad un sexto piso porque el primero se llama bajo.
En este acto de amor entrelazado
Mira que tu boca tiene un beso desgranado
de profundos sentires y de audacia,
prímula fruta de fecunda gracia
hecha de acento lejano enamorado.
Y en la cima del lecho arbolado
la sombra del abeto ha contado
que, en medio del sueño y la elegancia,
enhebré mis sentidos con tus labios.
Quizás no lo sepan nunca los sabios
pero lo sabe el abeto y la acacia
y las flores que estuvieron a nuestro lado
en este acto de amor entrelazado.
Verdades
Si supiera por donde comenzar, y de qué manera continuar este renglón, quizá no estaría escribiendo…
te lo diría cerca del oído algo parecido a un susurro…iniciaría cerrando tus ojos suavemente, deslizando el dedo como tratando de perfeccionar una caricia infinita, algo que comenzara en tu mejilla y trazara el camino sobre tus labios deslizándose a través de tu cuello…Te amo…
Quizá a consecuencia del escalofrío de la voz recorriendo las cavidades del oído, no descifres el mensaje, TE amo repetiría
Supongo que lo decidí inconscientemente, mientras dibujo tu oído con los labios explico…
Lluvia, barro, viento y ardor.
Cuando llegaba el crudo invierno, el barro se nos pegaba a las botas y éstas comenzaban a pesar muchos más gramos que durante la alegre primavera. Entonces, en medio de la lluvia, el barro y el viento, el ardor que poníamos durante la batalla campal se traducía en crudeza, arisca sensación de que había que moverse, y movilizarse, para no quedarnos helados en aquel pleno pulmón de la Casa de Campo de Madrid donde el vaho era tan continuo que notabas, en el cogote, la respiración incontrolada de los rivales. Sorteando charcos, piedras, ramas caídas de los árboles, luchábamos hasta con los dientes por poseer el balón. Aquel campo era una verdadera olla de grillos enloquecidos por el canto del gol. Si alargabas la mano podías notar cómo el frío te hacía correr o, en caso contrario, te equivocabas a la hora de la creatividad.
Una escala de valores positivos (completo)
Basándome en mi propio trabajo titulado “Si de valores hablamos…” puedo construir una verdadera escala de valores positivos que, a pesar de ser subjetiva, considero que es muy valiosa para cualquier ser humano que busque construir una vida mejor para él mismo o ella misma y para la sociedad en que vive y se desarrolla. Una escala de valores positivos para desterrar las lacras de una humanidad que necesita nuevos paradigmas, una nueva conciencia como seres humanos, una verdadera propuesta de vida plena desarrollada en un mundo mucho más completo que el actual.
Ruptura (Debo aclarar lo aquí leído lleva lugar y fecha nombre y apellido)
Así transcurrieron los días, como algo que carece de sentido
Es como si todo estuviera vacío, como si el mundo fuera inmensamente grande y esto que existe no alcanzara a cubrir todo ese espacio…es tan desconcertante.
Solo hay silencio e imágenes tuyas que recorren todos los sitios, puedo verte ahora mismo mientras escribo esto al otro lado sentada inclinando la cabeza, guiñándome el ojo y yo vuelvo a mirar este ordenador que no es como el otro, y regreso a la realidad…
Te he dicho que te quiero…
Te quiero para andar juntos en la hora muerta de la madrugada caminando de la mano,
Te quiero para sentarnos a mirar como sucede el tiempo, y como la vida fluye frente a nosotros
Te quiero para bailar, por toda la pista durante toda la noche y verte dar la vuelta
Te quiero para escuchar todos los sonid…
HONESTIDAD (PENSAMIENTO)
Honestidad (pensamiento)
Si de valores hablamos… (Completo)
El día 28 de octubre de este año actual (2014 después de Jesucristo) murió en Cáceres el famoso torero ya retirado José María Dolls Abellán, conocido en el mundo taurino como José María Manzanares de quien se puede afirmar, con toda exactitud, que fue un torero valiente y que se enfrentó muchas veces a la muerte en los ruedos venciéndola siempre. Maestro de la tauromaquia lo más importante que dicen de él sus familiares es que fue, sobre todo un padre siempre cariñoso con todos sus hijos (Ana María, Yeyes, Manuel y José María) y no solo un padre siempre cariñoso sino, además, un padre siempre cercano dentro de una familia muy unida por el sentimiento amoroso. Tenemos aquí dos valores humanos de carácter fundamental: el amor familiar basado en el cariño verdadero.
La herencia de Madame Canaris -Capítulo 10- (Novela)
Angeline Castell Rouge se lo estaba pasando en grande en la playa de Le Touquet. Estaba tan feliz, tumbada sobre la toalla y tomando un poco el sol ya que hacía un tiempo primaveral a pesar de ser octubre, que se puso a cantar y José Roberto Ortero de Jumilla no la quiso interrumpir…
– Tengo millares de estrellas y tengo la luna y el sol y la luz de tu mirada, y la luz de tu mirada dentro de mi corazón. Tengo las nubes del cielo y tengo las olas del mar y si tengo tu cariño, y si tengo tu cariño ya no quiero nada más. Estando contigo, contigo, contigo de pronto me siento feliz, y cuando te miro, te miro, te miro me olvido del mundo y de mí. que maravilloso es quererte así estando contigo, contigo, contigo me siento feliz. Cuando amanece nevando no siento la falta del sol y los copos de la nieve, y los copos de la nieve me parecen de color. Cuando la tarde termina y todo se empieza a nublar mi camino se ilumina, mi camino se ilumina si me vuelves a mirar. Estando contigo, contigo, contigo de pronto me siento feliz, y cuando te miro, te miro, te miro me olvido del mundo y de mí, que maravilloso es quererte así estando contigo, contigo, contigo, contigo me siento feliz. Estando contigo, contigo, contigo de pronto me siento feliz, y cuando te miro, te miro, te miro me olvido del mundo y de mí. Que maravilloso es quererte así estando contigo, contigo, contigo, hablando contigo, contigo, contigo me siento feliz.
Nuevo Cuaderno: Aventura en Copacabana.
Cuando llegué a Copacabana era por la mañana y me sentía poeta. Las olas del mar bramaban y me traían a la memoria versos de Espronceda mientras “El Pirata” de Andrés me miraba de arriba a abajo. Estuve a punto de soltarle dos guantazos pero me contuve porque, al fin y al cabo, yo comprendía que él no ligaba con ninguna porque era bajito, feo, poca cosa de carnes y con un ojo tuerto. O sea, todo lo contrario de un galán con bigote a lo Errol Flyn o sin bigote como Ricardo Montalbán. Y es que “El Pirata” de Andrés, además, era barbilampiño y tartamudeaba al hablar.
El que vino a España a cagar (Corregido y Completo)
Nunca he sido jamás un racista y nunca seré jamás un racista; porque pienso que el racismo es una de las lacras más nocivas que exite entre los seres humanos. Pero hay casos que claman al cielo y es justo denunciarlos. España es bien conocida, en el mundo entero, por ser patria de personas generosas que abrimos las puertas a todos los que vienen en búsqueda de un lugar mejor para vivir. Y está bien claro que no todos los extranjeros han venido a España para trabajar honradamente sino para vivir de gorra a costa de la generosidad de los españoles. En este sentido yo fui testigo de un hecho verdadero y real.
Al final
Había comprendido aquella tarde el mal que le hizo, fue
como si todos esos actos que cometió sin responsabilidad al fin fueran saldados, sólo hasta ese momento fue consiente de cada vez que le quebró el alma, que le hirió de la única manera en que hiere el amor y que acabo una a una con sus aspiraciones…
…La vida se le detuvo en ese momento y aquella sensación que no volvería a sentir si no hasta el día de su muerte le
consumía, no pudo soportarlo más y comenzó a llorar
desconsoladamente pero en silencio, no puedes ir en contra de lo que amas, esa, era la frase que el siempre le repetía, pero que hasta ese día comprendió de manera distinta, arrepentida mientras temblaba escribió
La herencia de Madame Canaris -Capítulo 9- (Novela)
– ¡Ya estamos aquí, princesa! Este es el número 29 de la rue de la République y esta es la entrada al “Courrier Picard” de Amiens. Entremos.
– Un momento, José Roberto. Voy a soltarme el cabello. Así convenzo más rápidamente a mis admiradores.
– ¡Jajaja! Por eso te he traído conmigo, Angeline.
– Así que ha sido sólo por eso…
– Por eso y por tu insuperable inteligencia.
– ¿También voy a tener que estar callada hoy?
– Nada de eso. Hoy es necesario que hables incluso más que yo cuando estemos metidos en harina.
¿Quienes somos los que rezamos?
¿Quienes somos los que rezamos?
¿ los cobardes, los sensibles o temerosos, los esperanzadores, los idiotas, los incrédulos, los listos? y ¿Por qué rezamos? ¿ Creemos conseguir un mundo mejor, una vida de felicidad, la cura, el milagro?
No lo sé…pero yo rezo cuando hablo en la noche, cuando nadie me escucha, cuando creo que solo yo o solo “el” podría entender mi verdad o solamente “nosotros” estaríamos dispuestos a escuchar una historia de incontables horas.
Y no sé si perderé mi tiempo, si viviré en un inalcanzable mundo de fantasías o inútiles irrealidades pero haciéndolo así regreso al hogar del que vengo bajo cada una de las estrellas que alumbra mi ser.
Orígenes (Dossier)
Jarcha (del árabe “jarya”) es, en la Literatura, la estrofa final de una moaxaja (tembién conocida como muwassaha árebe o hebrea. La jarcha se escribía por lo general en lengua árabe o en romance, según dice Ibn Sana al-Mulak en su preceptiva sobre la moaxaja (en el Siglo XII despes de Jesucristo) En 1948 el hebraísta S.M.Stern descubrió 20 jarchas escritas en romance mozárabe hacia 1040. En 1952, García Gómez publicó 24 jarchas romances procedentes de moaxajas árabes (manuscritos Colin). Las jarchas constituyen la primera manifestación de la literatura española. De temática preferentemente amorosa, suelen estar puestas en boca de una mujer que se queja a su madre o amigas de la ausencia o desvíos del amado, al igual que acontece en muchas de las canciones de amigo de la lírica galaicoportuguesa (siglo XIII después de Jesucristo); tal coincidencia ha hecho pensar a los filólogos e investigadores en una canción lírica de amigo localizable en Galicia y en al-Andalus.
La herencia de Madame Canaris -Capítulo 8- (Novela)
– Probablemente se citó con alguien para comer y olvidó del todo su cita conmigo.
Estaba temblando. Era miércoles. Se sirvió otra copa de coñac y miró al cielo tras los cristales de la ventana. Las nubes se estaban acumulando.
– Empiezo a estar un poco cansado de todo esto.
Quizás la lluvia se contuviera hasta después de las once de la noche. Esperó. Si se había contenido durante tanto tiempo, ¿por qué no dos horas más? De pronto estalló el tremendo resonar de un trueno que hizo que derramara el coñac sobre la moqueta.
– ¡No puedes confiar en nadie!
La herencia de Madame Canaris -Capítulo 7- (Novela)
– Nos quedamos aquí, Angeline.
– ¿En el Novotel Thalassa?
– Si, chavalilla. Me gusta.
Un portero salió a su encuentro.
– Bienvenidos, joven pareja. Si se van a quedar con nosotros pueden meter el automóvil en nuestro parking.
– Vamos, princesa.
Ella no esperó más órdenes y, tras dejar su flamante Peugeot Sport en el parking del hotel, los dos entraron a la Cafetería Restaurante.
– Todavía es muy temprano para cenar, José Roberto.
– Lo sé pero te invito a un vermut.
– ¿Es importante ahora?
– Sí. Mienrtras nos refrescamos un poco la garganta con el vermut puedo pedir una guía telefónica para saber dónde se encuentra el despacho del abogado Benoit de la Colette Saint-Julien D’Arc. ¿Se llama así verdad?
Amor
Amor, me podrás desnudar el alma, viajar al interior de mi pecho, iluminar mis ojos con cariño, maquillar mis labios con los tuyos y sentir mis manos frías esperando el calor de tu piel…podrás.
Acariciarás cada centímetro de mi cuerpo y esculpirás a tu antojo figuras en la noche…también podrás, amor.
Tu saliva será el néctar de un invierno convertido en primavera, disfrutarás como nunca de la compañía del ser , sin apariencias, sin papel.
Dormirás ausentándote del ayer, cubierto por mis brazos y deseando amanecer para recordar que nada fue mentira, que existo, que existes, que te amo…nos amamos.
Se llenan las manos…
Un nuevo día amanece,
escucho la radio
de camino hacia el trabajo,
no lo puedo creer
ha ocurrido otra vez…
Se llenan los bolsillos
de los sueños de otros
y se llenan las manos
del futuro de tus hijos
y se quedan tan panchos
mirando por encima del hombro,
como si nada ocurriese,
como si todos durmiesen.
Y todos hartos
y no hastiados de comida,
hartos de la bazofia,
del canibalismo consentido
que desgarra a tu vecino
a tu hermano ¡a tu amigo!
¡Ya no aguanto más!
Ya no podemos aguantar más
Esto huele fatal…
La herencia de Madame Canaris -Capítulo 6- (Novela)
– ¿Da su permiso, Jefe?
– Pasa, Raymond, pasa. Puedes sentarte sin tanta ceremonia inútil.
El sargento Raymond Pollain Quentin se sentó frente a su Jefe Alain Marlon Brandy Delon.
– ¿Me necesitaba para algo, Jefe?
– ¡Escucha bien, Pollain! ¡Hoy no es mi día ni tampoco es el tuyo! ¿Entendido?
– Bueno es saberlo, Jefe.
– ¡Pues entonces deja de llamarme tantas veces Jefe y hablemos como dos amigos!
– Es que yo sólo soy sargento y usted el el Jefe Inspector Superior.
– ¿Estás buscando que te meta un paquete? Porque si quieres que te meta un puro te meto un puro.