Todavía camino de noche soñando tanto, aun poseo mi torpeza de creer y mi inutilidad de la esperanza, y me vienen las figuras de los garabatos de la libreta a rayas, con relatos inelegantes que tratan de contarte lo que veo y como en cada uno aparece desapercibido un recuerdo acerca de ti. Cuando lo peor ha pasado y uno se toma el tiempo para encender un cigarrillo a escondidas, cuando la madrugada nos alcanza con alguna melodía de esa que te hace miserable y la quinta de la guitara se ha roto; cuando la lluvia, las carreteras, los trenes, el poker, las películas y las cartas ya no tienen nada que ofrecer.
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Ignorante Senetino
Los caminos de terracería eran infinitos, se entrecruzaban con otros como en un crucigrama y ninguno decía con certeza hacia donde iba, para este tiempo ya nos era natural esperar a cualquier paisano que nos orientara un poco, de esa manera llevábamos viajando pasados los seis años salimos de un pueblo pequeño a las orillas de orientville…
Espero que pase pronto alguien de por aquí, y que nos indique donde podemos descansar un poco, vienen conmigo Dora, Paolo, y Randy hace unos días randy a dicho durante la cena que lo mas probable era que hayamos llagado. (Yo le creí); y es que tal vez ya estoy cansado de tanto caminar y de no comer y hasta de no saber en donde estabamos.
Lo que se le ocurre a uno de vez en cuando
“La Miserable”
Como a las tres de la mañana termino la película. Y el agua comenzó a borbotear en la estufa, la deshora del café llego temprano esa madrugada. Los vasos de vidrio para el refresco, las tazas de porcelana con grabados de imaginación para el café, barro o aluminio según el gusto para las bebidas con hielo, todo estaba sobre la tabla de la alacena. Dentro de la variedad de tazas y vasos había un trasto que llamaba la atención, era una taza de tamaño normal y de plástico rojo, la oreja y la superficie estaban gastadas como si la hubieran arrastrado y podía notarse que llevaba demasiado tiempo sin ser usada, “La miserable”, ese era su nombre y bebía allí el café por que sabia distinto como a tristeza.
Y si ya se me olvido
Como a las tres de la mañana termino la película. Y el agua comenzó a borbotear en la estufa, la deshora del café llego temprano esa madrugada. Los vasos de vidrio para el refresco, las tazas de porcelana con grabados de imaginación para el café, barro o aluminio según el gusto para las bebidas con hielo, todo estaba sobre la tabla de la alacena. Dentro de la variedad de tazas y vasos había un trasto que llamaba la atención, era una taza de tamaño normal y de plástico rojo, la oreja y la superficie estaban gastadas como si la hubieran arrastrado y podía notarse que llevaba demasiado tiempo sin ser usada, “La miserable”, ese era su nombre y bebía allí el café por que sabia distinto como a tristeza.
Como debe recordarse…
Ya comenzaba el atardecer, un naranja matizado (de esas veces que todo te parece increíble) con el azul del cielo anunciaba el ocaso; Entre las ramas de algunos árboles de la ciudad cubiertos por unos segundos de otoño y mas allá donde divisaba el horizonte, podía verse como temblaban las calles llenas de calor. Es raro vivir mirando cielos multicolores y nubes de formas variadas, estrellas llenas de plata en el fulgor de la noche, lunas cubiertas de ciudades, soles que se hacen oscuros de repente, piedras enormes que atraviesan el globo cada 40 año, neblinas que te acercan a los cielos y en las mañas al recuperar la vista seguir siendo el mismo
“Todas las calles son iguales en febrero de suerte que vas por allí mirando con la necesidad de perderte y encontrar algo que te haga sentir que has estado allí, esa es la forma más pura de recordar”,
Madrugada
El silencio es tan pleno en la madrugada que hasta el reloj se da el tiempo para comenzar de nuevo, las manecillas del reloj de pulsera marcaban las 4 y 12, llevaba caminando cerca de hora y media. 3 cigarrillos y el insomnio de todos los días ponían a tiempo la velada más extraña para algunos. En sincronía con el paso, inhalaba el humo que rápidamente desparecía con le ir del viento el cielo poseía una oscuridad insondable como si se preparara para dejar de existir. Se sentó sobre una roca, que indicaba que su recorrido había culminado, en el reflejo de sus pupilas podía verse el agua ennegrecida y tranquila, como si miraras el cielo, el lago se extendía libremente y tocaba la tierra de vez en cuando haciendo ruidos de vida.
Jenyfer….
Amaneció tarde aquella mañana la habitación en la que dormía estaba totalmente iluminada anteriormente el frio en la ciudad había ido en aumento y hasta ahora se podía percibir los primeros rayos de sol después de un invierno prematuro, el aire fresco que entraba por la ventana revuelto con el aroma de las flores húmedas en el patio, hacia de la responsabilidad de respirar algo placentero, ya con los ojos abiertos y la cara al cielo en su mente conservaba una sola idea, en su rostro un semblante de tristeza agónico acompañado de una especie de mueca ocultaban su verdadero sentir, la ropa marchita que llevaba puesta dejaba ver como había perdido la habilidad de dormir, de soñar y de tantas cosas que ahora, lo único que lo mantenía con vida era el teléfono…
capuchino grande
Capuchino grande…
Cofee factory es el único lugar que parece atractivo en épocas de lluvia, suelo sentarme en el área de fumadores y no es que ya posea el vicio solo que desde allí las cosas mas simples se aprecian de manera distinta en especial hoy… aunque para mi es un viernes de café para los que atraviesan el universo en autobús y para quien este viernes comenzó desde el miércoles pareciera como si pendiera de un hilo su vida… a través del cristal una especie de aire enrarecido (pues no tengo otra explicación) a terminado por hacer enloquecer a los transeúntes, hoy la vida se celebra de dos en dos, derramados en los parques o acorralados en los arboles las parejas saciaban sus distancias en momentos de un efímero amor,
La vida fue distinta
Las calles mojadas de la gran ciudad a media tarde con espacio para los puestos de golosinas baratas y cigarros sueltos para fumadores tímidos, parecían pequeños refugios contra la delicada lluvia, las filas interminables de automóviles furiosos, sometidos por un alto imponente atormentado por que a cada segundo se acortaba su existencia, llegamos a la otra orilla cuando el rojo comenzaba a agonizar.
Ella caminaba casi tan deprisa como yo. Nos dirigíamos a un lugar que carecía de encanto y limpieza pero que a cambio poseía una rara belleza acompañada de un toque divino, acorralados en los arboles o derramados en el pasto las parejas saciaban sus distancias en momentos de un efímero amor, a lo largo del camino las palabras fueron escazas por seguridad o para después (no me atreví a preguntar), la lluvia se iba desvaneciendo dejando impregnado un olor a tierra mojada,
cronica de una vision
Aquí en la soledad infinita, donde las ventanas divisan los horizontes de la felicidad, me acerco una humeante taza de café y un cigarrillo que consume las horas deprisa… Bumbury con el desdén de lo que no pudo ser, cuando prefiere que seas feliz aunque no sea conmigo y Sabina en quiebra de una luna que le ha robado el mes de abril, busco maneras de escribir, de enfrentarme al maquillaje desierto de la pagina en blanco, aquí es donde te necesito… y llegan hasta mi los restos del naufragio de la memoria, vestigios que evocan lugares y circunstancias olvidadas, añejadas ya por un tiempo ingrato de lo que fuiste para mi, ahora que lo pienso… te ves tan parecida a otra, con marcas de un camino difícil, como si el fin del mundo comenzara contigo, la derrota es inminente,
Cronica de un espejismo
Aquí en la soledad infinita, donde las ventanas divisan los horizontes de la felicidad, me acerco una humeante taza de café y un cigarrillo que consume las horas deprisa… bumbury con el desdén de lo que no pudo ser, cuando prefiere que seas feliz aunque no sea conmigo y sabina en quiebra de una luna que le a robado el mes de abril, busco maneras de escribir, de enfrentarme al maquillaje desierto de la pagina en blanco, aquí es donde te necesito… y llegan hasta mi los restos el naufragio de la memoria, vestigios que evocan lugares y circunstancias olvidadas, añejadas ya por un tiempo ingrato de lo que fuiste para mi, ahora que lo pienso te ves tan parecida a otra, con marcas de un camino difícil, como si el fin del mundo comenzara contigo,
Algo mas que un cafe…
Cada que te miro
allí en el café de la media tarde
me acostumbro mas a ti…
sentada frente a mis ojos
con la cabeza distraída por el ruido
te miro cuando te transportas a lugares donde no estoy
y te pareces a otra, de los lugares de donde vengo.
el humo de un café solitario te arranca del sueño donde estabas,
entonces vuelves la cabeza de manera que tus ojos chocan con los mios.
…Si me preguntaran que me gusta de ti …diría que tu pelo…
Cronica de un recuerdo
Amanecio tarde aquella vez
La luz que se colaba por la ventana a medio cerrrar ubicada a un costado de la cama dejaba ver una noche desolada y fria, el aire en la habitacion, sigzagueaba de un lado a otro, una melodia proveniente de un recuerdo antiguo llenaba de soledad el vacio de una copa de alcohol, que divisaba las fronteras del desengaño del amor, aun tengo presente cada una de tus venenosas fraces de tus lastimeras letras, incluso recuerdo con exactitud como me mirabas, tus ojos sin amor trataban de idear mentiras cada vez menos dolorosas tratando de armar un rompecabezas que en varias ocaciones no encajaba con tu historia,la realidad de que nunca me quisiste se hacia notar a cada momento ya no habia nada que hacer, te repetias como tratando de comvencerte, que no habria funcionado, que aunque lo intentaste no conceguias sentir nada por mi, (no pude decir nada) durante treinta minutos no dejabas de reprocharme sucesos que se me dificultaba recordar, ahora que lo pienzo lo ultimo que pude pronunciar y que supe que no entendias por la mueca en tu cara fue: yo creo que es horriblemente hermoso despertar cuando amanece tarde y saber que estas enamorado…
Cuando terminamos…
Habiamos estado juntos durante casi 1 año, era un noviasgo de 3 de la tarde en adelante lo recuerdo como si hubiese sido ayer, frente a mi, tus ojos titubeantes me miraban como si de alguna manera descubrieran lo que pasaria.
Se podia percibir como los sueños se ivan desmoronando, el aire funebre empujaba tu pelo como cobrando venganza, alguna cosa que no pude distinguir te apretaba la garganta y tu solamente me mirabas.
Una sensacion que recorria mi cuerpo desde el estomago, paso por mi corazon y llego hasta la cabeza, fue hasta entonces cuando todo se detuvo, un adios sin remedios sin explicaciones sin nada.