La miré. Me miró. Nos miramos. Quise decirle muchas cosas. Eramos dos solitarios de la noche enquistados en un segundo de inseguridad y jugando a contarnos dulces mentiras. Izamos la copa en una mutua acción de connivencia. Pero nuestro silencio era cada vez más grande y allí, en el centro del bar, haciendo esquina con nuestras soledades, los dos éramos náufragos en medio de todo los demás que se habían convertido en un hondo murmullo de voces que ahogaban nuestros requerimientos. Hasta que sonó la hora y me fui con la sensación amarga de la derrota por no haberla dicho tantas cosas como eran necesarias decir en aquel momento. Después volví arrepentido pero ella ya no estaba allí. Y tomé otra copa. No para recordarla ni tampoco para olvidarla, sino para no pensar más. No sé. Quizás fue mejor así, sin más complicación que ese profundo anhelo de besarla en la boca.
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Esas grandes ausencias…
Seres a los que quisimos mucho más de lo que pensábamos y que ya se han ido de aquí… amores grandes y pequeños amores; unos de años y otros solo flor de un día pero que todos ellos dejaron influir su ánimo en nuestro sentimiento… esos amigos y amigas que vivieron mucho tiempo a nuestro lado y con los que pudimos vivir y descubrir misterios pero que ahora ya quedaron lejos, en la pretina de los recuerdos… esos compañeros y compañeras de juegos, de labores, de aventuras pasajeras pero con los que pudimos entablar algo más que una simple ausencia… esos países que tuvimos que abandonar un atardecer porque la vida empuja a destinos inextricables… esa ciudad… ese pueblo… ese otro ser humano con el que cruzábamos miradas y silencios pero que hacía pensar que eramos algo más que aire… todas esas grandes ausencias que se acumulan en los diarios diapasones del vivir. Hay muchas nuevas presencias pero… !cuántas ausencias se acumulan en el pasaporte de los viajeros!. Esas grandes ausencias dejan grandes huecos, grandes huellas, grandes pensamientos… y nos vamos haciendo lejanos… hasta que un día tenemos ganas de volver y ver a todas esas grandes ausencias reunidas en un solo sueño…
El mudito del supermercado
Hace ya muchos meses que no le veo. El estaba siempre allí, en la puerta del supermecado´para. solícito, ayudar a transportar las bolsas de viandas a cambios de unas moedas. He preguntado por él. Primero me dijeron que había sido internado en un hospital. Casi nadie sabía nada de él. Ahora me entero de que ha muerto. Y yo le recuerdo, personaje de la marginación, con su retraso mental profundo pero un gran corazón. A veces lograba tener conversaciones pormedio de señas y ruidos y entonces me enteré de que estaba enamorado de una chica preciosa que, todos los días, pasaba por su lado camino de la Universidad… hasta que un día se me acercó llorando a lágrima vivia y me dijo que ella le había dado calabazas y que la había visto besarse en la boca con un chico joven, atlético, rubio… y él sufría como nunca yo he visto sufrir a nadie.
¿Dónde estás corazón?
Busco dentro de toda la mañana
el despertar de tu eco redentor
y allá, en medio del resplandor
de las alas de una alondra,
suena tu alegría honda
como ecos del diapasón.
¿Dónde estás corazón
en este espesura redonda
que es círculo de mi sinrazón?.
Busco en medio de la tarde
tu aleteo de unánime candro
y allá, cercano al calor
de repente se asoma
la figura de tu trovador.
¿Dónde stás corazón
en esta desmesurada rotonda
donde abreva tu sensación?.
¿Volver a empezar?
Hay siempre algunas ocasiones en la vida en las que nos preguntamos si sería bueno volver a empezar para no cometer los mismos errores y para poder quedarnos sólo con los aciertos. Pero no. Estoy seguro de que si volviéramos a empezar evitaríamos ciertas equivocaciones pero cometeríamos otros errores nuevos que vendría a compensar… y en cuanto a los aciertos podríamos quedarnos con algunos de ellos pero perderíamos otros. Volver eça empezar?. ¿Para qué?. La vida sólo es una y se vive una sola vez y lo interesante es que, al final, cuando nos llega nuestro irrebatible final, quedemos a la par; que en nuestra balanza los errores y los aciertos se repartan de manera equitativa. Ese equilibrio es lo que creo que da la felicidad relativa.
Hoy llueve en la ciudad
19 de septiembre de 2995. Está lloviendo en la ciudad y el aroma de tierra mojada siempre me trae recuerdos de infancia. Por eso me gustan estas tardes-noches en que me veo, de nuevo, siendo niño por el boulevard de la Sainz de Baranda, allá en el Madrid de los meloneros y las fiestas de San Isidro, con su feria montada a lo largo de toda la calle. Me veo mojando los zapatos nuevos en todos los charcos. Todos corren menos nosotros que jugamos a policías y ladrones debajo de la lluvia, sin más que pensar… y luego llegaba el resfriado y la tintura de yodo en los pies y, lo que era mejor, dos días sin ir a la escuela de Narváez.
Con mi cuerpo y con tu cuerpo
!Desde cuándo…!
!Desde cuándo te conozco, memoria
de todo el tiempo entretenido!.
Tejes en mi mente ese tu nido
de sentimientos recordados, de historia
con un humano contenido.
A medida que avanzas en esta noria
de experiencias en los años que he vivido
te haces presencia perentoria,
contraria al olvido,
ansiosa por sentir siempre la victoria
del suceso acontecido.
Rompiendo esquemas
Todo tiene sentido si pensamos en lo limitante del tiempo y del espacio y en que nos han organizado un ámbito donde desarrollar nuestras potencias e impotencias. Puede ser más cómodo dejarse llevar por el día a día de lo cotidiano y estar amarrado al banco de las coordenadas previstas con anterioridad; pero entonces el límite de las emociones se nos hace tan estrecho que nos aburrimos pensando en lo que sólo podemos hacer.
Para algunos es mejor romper los esquemas, rebelarse contra la apatía, y buscar horizontes de mucha mayor magnitud. De vez en cuando debemos marchar hacia la consecución de algo incierto que nos enamora y nos produce ilusión de búsqueda. Es más incómodo y más dificultoso… pero es mucho más congratulador descubrir hasta dónde podemos llegar si nos lanzamos a la aventura de buscar esos lejanos horizontes. Y no me refiero sólo a lo geográfico, sino también a lo intenso de la aventura.
Vivir de amor
Es una casi exigencia humana. Vivir de amor por algo y por alguien. Vivir con una conciencia plena de estar buscando un porqué a esta existencia pasajera que se nos agota cada día un poco más. Vivir amando, sabiendo que somos temporales y a la vez infinitos, todo aquello que nace y muere en nuestro interior. Vivir un perpetuo amor que fije en nuestra historia personal el profundo sello de haber existido para algo valioso; esa demostración de que hemos estado en esta Tierra por algo realmente esencial. Vivir amando: premisa corpuscular inseparable de todo aquello que por humano, siendo de hombre o de mujer, nos hace sentirnos algo más que multitudinaria materia… y luego morir amando todo aquello por lo que hemos podido desear vivir.
Rostros ajenos
Procesionarias
Historia de amor en el verano
Mayra en la encrucijada con deseos
Mayra tiembla como una copa rota. Miles de veces se está sintiendo así, reteniendo una lágrima ardiente en el pecho, notando disparos de fuego en infinita procesión y procurando ser prolija para incluir todas aquellas sensaciones apenas inolvidables. En su cielo protector hay un momento devastador que ve y vive.
Está ahora recostada sobre el piso, llorando desconsolada, comprendiendo su silencio, enferma, agonizante de soledad… pero a su lado está el milagro de la vida salvándola de los abismos, el miedo y la tristeza superados por la alegría del amor y la pasión de la gran intensidad de su llanto; sobre todo porque hay un compromiso de fe y porque la historia le comunica el sentir de los corazones en celo. Y se promete a sí misma que nunca más habrá treguas para la melancolía, pero ésta crece en ella, la confiada Mayra, para trabajar duro y enviarla un mensaje amoroso, todavía no pergeñado del todo, todavía tienro en las altas horas de su madrugada.
Un día con las formas de tu ceurpo
Refugiado en el ámbito del alma
un día con las formas de tu cuerpo
me envío al centro de los sueños
para sentirte madrépora de calma.
Un día con las formas de tu cuerpo
para sentir el beso de las áureas
y concéntricas lagunas del deseo…
Un día con las dormas de tu cuerpo
notándome henchido de paseo
por las avenidas de tu piel
unidas a las esporas de mis dedos.
Pensamiento en Verso
Las Fuentes de La Granja
Dejamos Valsaín con el ánimo sereno y placentero de los buscadores de la paz, en dirección hacia Segovia donde tenemos la intención de pernoctar en casa de nuestros amigos Felipe y Asunción, pero antes no podemos dejar pasar la ocasión de visitar San Ildefonso-La Granja; allí, toda la tarde hemos recorrido el Palacio, ese conjunto arquitectónico que es uno de los más representativos de la arquitectura barroca española del siglo XVIII.
¿Quién ordenó el encargo de levantar este monumento de belleza?. Fue el monarca Felipe V y se lo encargó al arquitecto español de origen alemán Teodoro Ardemans, quien fue maestro de otras obras importantes en Toledo y Granada además de escultor y pinto de cámara del rey. Y en este POalacio también trabajaron arquitectos italianos como Procaccini, Subirati, Juvarra y Sacchetti que enriquecieron y engrandecieron con el patio de la Herradura y el patio de los Coches.
Dolor de sal y espinas
Hoy encontré un poema
Estaba tirado en el pasillo central de la Facultad de Filosofía. Huellas de pisadas de zapatos sobre él. Un poema de un joven desesperanzado de vivir, sin ganas de vivir… que los demás habían pisoteado por no dar importancia a sus angustias. Lo único que pude hacer es recogerlo y añadirle un sencillo final: No te apartes de la vida… y lo colgué en el panelógrafo de la Facultad por ver si la mirada de los demás pueden sentir lo que yo en ese momento sentía: deseos de darle el abrazo de amistad a un ser anónimo que lucha contra la desesperanza de sentirse abatido por el viento.
Altamiras
La sombra de Heidegger
Martin Heidegger fue quizás el mayor filósofo del siglo XX, o al menos el más influyente si pensamos que hasta el Jean Paul Sartre de “El Ser y la Nada” pasa por ser un traductor de “El Ser y el Tiempo” y que tampoco pueden existir los estructuralistas y los potestructuralistas sin las influencias de Heidegger. Sin embarego, el drama nuclear de la novela “La sombra de Heidegger” del ensayista argentino José Pablo Feinmann (que acabo de terminar de leer) es la sombra del pasado del filósofo alemán con sus vinculaciones al mnacionalsocialismoa de Hitler. Es más, Heidegger es el pensador del nacionalsocialismo, más poderoso incluso que las relecturas de Nietszche por parte de Alfred Rosenberg.
Remolinos
Día frío y atmósfera gris. Irrespirable el aire. Será verdad que el fin de todo se acerca?. Mueren muchos por las oleadas y otros vivimos pendientes de morir. Quizás estemos lleguendo a los últimos suspiros… pero yo sigo creyendo que el ser humano es y debe ser lo suficientemente inteligente para poder respirar muchos millones de años más. Por lo menos es lo que la Historia de la Humanidad merece… aunque a veces pensemos que la muerte de todo está ya cerca…
Sangrando el corazón
Rojo indómito es el prado de la mente
que surge, de pronto, en nuestra frente
dibujando plasmas de evasión.
Roja… roja toda la simiente
que irrumpe en la razón
paseando ansias de la sensación
y entrando en la siguiente
etapa de la Creación,
allí donde la gente
entona una canción
de humanidad creciente
sangrando el corazón.
Y palpita el ser viviente
sentado en la estación
de la pasión ardiente
en estado de ignición.
!Arde pues todo lo vigente
en medio de esta pasión
y se vuelca en el insurgente
sueño de la inanición!.
Brutalismo
Lo primero que vi hoy, al bajar del tren, fue a unos sujetos disparando a un nido de golondrinas. Corrí para evitarlo, pero el latigazo ya había llegado a su destino y el ave caía sin ruta y con las alas como dos navajas en el aire. Sé que resulta más sicalíptico, de cerca y de lejos, este cielo marchito y estos ríos asesinados en nombre del progreso económico; estos niños sin piernas en medio de los bombardeos, estas masas de huesos perseguidos por las moscas que se desplazan a través de los desiertos africanos, sin aliento para creen en nada… Las torturas de las cárceles; los buses y trenes despatarrados en las calles; los edificios derrumbados por aviones; las aldeas indias arrasadas con cilindros de cocina, son más obscenos, ofensivos, escabrosos, pornográficos y sórdidos quizás que cualquier sencilla golondrina abatida por un macarra. Pero en todo está la traición del ser humano. Es la debilidad del espíritu por puro desinterés hacia la vida. El pánico hacia el futuro desemboca en un sentimiento de impotencia, como una estrella fugaz corriendo por el cielo el séptimo día con augurios de la Nada. El escándalo del pecado está en todas partes donde no inventamos la vida sino que la borramos sin ninguna clase de escrúpulos. No sé que tendrán ciertas “gentes” en lugar de corazón…
Baila Carmela…
Baila Carmela al son de la tuna
girando bajo las estrellas su cuerpo de mujer
y una especie de dorado vergel
reluce en la noche oscura y bruna.
Suena en el reloj la campanada de la una
y en forma de cometa llegando en tropel
se alborota la floresta de estampado troquel
del vestido de lunares y la blanca luna.
Buscando luz y buscando aire, compañeros
Amigo grekosay. Es cierto. Entiendes con agilidad mental lo que supone esta íntima búisqueda actual. Si. Buscando luz quizás ahora en que el mundo tanto se oscurece; pero no una luz simplemente térmica sino esa que tú tan afinadamente expresas como conocimiento experimental, fenómeno interno, tenue, latente e invisivible que predetermina lo que muchos llaman alma. En ese éter sin interferencias podemos ubicar el aire del que hababa nuestra compañera y amiga iren, hace pocos días, aquí en el vorem. Luz y arie para contemplar con mayor humanidad y respirar con más posibilidades de comprensión. Ahora estoy intentando introducir esa luz y ese aire al querer pintar de colores los sonetos de los hijos de un momento en esta búsqueda que nos hace heterogéneos observadores de los nuevos conceptos o quizás de conceptos ya antiguos que se actualizan en nuestra cotidianeidad, interpretados los hechos por el movimiento ondulante de nuestras perpetuas reivindicaciones, esas revisiones de ecos minúsculos que se mueven en los ánimos de quienes escribimos para no ser convencionales y sí más abiertos a la interpretación. Gracias, amigos grekosay e iren por vuestra luz y vuestro aire.
Amor y sexo un solo sentido
Con suave tacto te toco, me tocas,
y en medio de un concierto de latidos
tu cuerpo se enerva, se disloca
y se vuelve en esta hora, hora loca,
pasión de dos cuerpos reunidos.
En tu boca se cierra el círculo de mi boca
y en mi pecho siento calor desconocido;
ahora mi sangre en tu sangre entronca
su líquido ardiente como lava en roca
y como fuego en tu pecho hendido.
Amor y sexo en un solo sentido.
Invitación (28)
Invitación (28)
Lo súbito de nuestros renaceres
NOs hundimos en la vida de los instintos sumergidos en las luces de los ahoras y, en esos momentos en que todos nos impreganmos la piel asida a las horas del ensueño, nos agolpamos de sentires en las cálidas vivencias. Es entonces cuando somos miteriosa presencia en le mundo de los pensamientos y palpamos lo súbito de nuestros renaceres. Diariamente es así, con un solo golpe del Destino, cómo nos embarcamos en fugaces procesions de hombres y mujeres sombreados por las arboledas de los paseos circundantes. Y en la ciudad de los grandes ideales acompañamos al alma en sus delirios para luchar, a cuerpo abierto, con las realidades.