A lo largo de mi vida cultural he tenido algunas épocas en que he puesto en práctica el arte de los chistes gráficos. De manera personal e independiente, recuerdo todavía algunos de ellos que se iniciaron en mi infancia y mi adolescencia. Por ejemplo “el del fútbol” (Lope de Rueda) o “el del tomate” (Cerros Verdes). Pero también tengo otros que pertenecen a mi juventud. Por ejemplo “el de Moncloa” (Tándem), “el de la oficina” (Tándem o Cigarra y Saltamontes), “el de los postes” (Tándem) y “el de la pistola” (Casa de Campo) sin olvidar “el cristiano” (BHA) entre otros que ahora no rcuerdo. Cuando pienso en todos ellos (siempre cargados de “denuncia social” contra los hipócritas sociales y los ideólogos de chichinabo) me entra tal ataque de risa que no puedo más que pasar olímpicamente de todos ellos.
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Verano caliente.
Acabamos de estrenar piso y barrio. Casas militares de Pizarra. Mundo abigarrado de adolescentes soñando las primeras incursiones en esos mundos del deseo que comienzan a perfilar nuestros destinos. Las chavalillas sexys han puesto de moda los pantaloncitos cortos mientras nosotros tres seguimos marcando el ritmo. Al ritmo del “Verano Azul” va desfilando este verano caliente donde lo mejor que se puede hacer, para calmar la sensación, es bajar a la tienda de Bernardo e Isabel a ver si cae algún helado que otro. Caen. Pero el Boni y el Maxi pagan factura teniendo que despachar pipas, caramelos y chuches. Yo disimulo mi presencia paseando por la ribera del Manzanares mientras me parto de risa viéndoles despachar y las chavalillas sexys se me quedan mirando y pensando que soy algo así como un sinvergüenza o, lo que es todavía más excitante para ellas, un golfo salido de una “peli” de las de “Gravemente Peligrosas” (como las tachaban los censores eclesiásticos). ¡Menos mal que los curas han pasado ya de moda y las chavalillas sexys -tipo Zapata por ejemplo- se han vuelto yeyés!.
La copa de Fausto.
La copa de Fausto ya está sobresaturada. ¡Tantos sorbitos coperos y no coperos no son buenos, amigo Fausto! Fausto es un buen muchacho pero le falta esa fe en sus posibilidades que sólo poseen los vencedores. Por eso muchas veces se ahoga en un vaso de agua. Cree que es imposible lo de IMG. Cree que a los metales no se les puede brindar una elegía. No son buenos tantos sorbitos coperos y no coperos, Fausto. No es cuestión de claudicar y de tirar la toalla cuando sólo hemos comenzado a caminar. IMG puede ser metal pero puede ser elergíaco brindarle un poema inmemorial.
Las 3 veces por Jesús.
No me refiero a ningún Jesús cualquiera sino a Jesucristo. Un total de 3 veces consecutivas (durante 3 años seguidos) he participado en la carrera de fondo “Últimas Noticias” de la ciudad de Quito (Ecuador) que resulta muy dura y exigente para cualquier atleta. Y las 3 veces he terminado la prueba y he llegado hasta la Meta en el Coliseum Atahualpa mientras muchos abandonaban la prueba totalmente exhaustos y faltos de energías. Pero lo más importante para mí no fue haber terminado la prueba, ni tampoco lo que hicieran los demás competidores, sino que en las 3 ocasiones lo hice con una camiseta blanca que llevaba grabada, a la altura de mi corazón, la frase titulada “Jesús Vive” para que el mundo entero se enterase de que no sólo soy un cristiano sino que soy un cristiano verdadero. Incluso muchos “hermanitos” de poca Fe me recomendaban que no llevara la frase “Jesús Vive” porque podría ser peligroso o contraproducente si fracasaba en el intento. Por supuesto que nunca les hice caso a los de la poca Fe, que nunca hago caso a los de la poca Fe y que nunca haré caso a los de la poca Fe. No me importa lo que hagan los demás cristianos sino lo que dijo Jesucristo: “Todo quien me confiese delante de los hombres yo también le confesaré delante de mi Padre que está en el Cielo”.
A pesar de que perdimos.
Época de Pitufos Fútbol Sala. Primavera. Pabellón del Barrio del Pilar (creo que fue en el Barrio del Pilar aunque no puedo afirmarlo del todo porque pudo quizás haber sido en el Polideportivo del Barrio de la Elipa pero, dicho sea de paso, siempre me ha ido bien con las Pilares que he conocido hasta el día de hoy). Cancha cubierta. En el segundo piso. Tenemos un rival que, poco más o menos, es similar a nosotros. Cuando sale el árbitro a la escena nos llevamos la sorpresa de que era una chavala muy guapa y que estaba muy buena. No nos importó ese detalle más allá de lo normal. Andrés y yo hicimos algún pequeño comentario no machista sino de admiración. A la hora de jugar nos olvidamos de quien nos arbitraba.
Villa o Slada.
Cuerpo a cuerpo y sin mentiras. Villa o Slada no son enemigos de importancia para mí. Ni Villa ni Oslada van a frenar mi carrera hacia la cima. Vengo de la Cima y volveré a la Cima. Ni Villa ni Slada me van a frenar el ascenso. Ninguno de los dos me preocupa en absoluto. O quizás sean la dos caras de un mismo rival. No importa. Todos los “guaperas” que se parecen a “Roberto Alcázar” siempre me parecen lo mismo: solapados falangistas que buscan ligar con las más inocentes. Pero yo no estoy para embustes ni subterfugios. Una vez que María Jesús se fue a otro destino prometí que volvería para medirme contra él. Supongo que las medidas de cada uno son el reflejo de la conducta de cada uno. Por eso voy a volver.
Bochorno del 14.
Exactamente agosto del 2014 después de Jesucristo. Nunca jamás en mi vida he pasado tanto bochorno como ahora. No llueve en toda la Región de Murcia, o por lo menos en Molina de Segura, ni una sola gota. No llueve ni sacando en procesión a todas las estatuas de vírgenes y santos de toda Murcia. En Molina de Aragón nos estamos asando vivos. Menos mal que a partir de las 8 de la noche sopla una miaja de viento que nos refresca. Aguantamos el bochorno general y sobrevivimos por Fe. Sólo falta que nos pongan encima de una parrilla y nos doren bien dorados. El sudor no sólo chorrea por la frente sino que se pega a la ropa y nos hace caminar lentamente. Esta lentitud es desesperante pero es lo mejor que se puede hacer para resistir con las fuerzas intactas. Estamos esperando a que llegue la normalidad con el mes de septiembre y que volvamos, en octubre, a las actividades que tanto me atraen: Senderismo, Café Tertulia, Taller de Lectura y hasta es posible que me apunte al Teatro. No sé si será el calor que me está derritiendo la sesera (aunque lo evito con la gorra de “American made in Ireland”) pero quizás me atreva a apuntarme al Teatro; aunque solamente sea por lo de guionizar algo novedoso que esté relacionado con este bochorno general. Te duchas y a los pocos minutos estás como un bogavante dentro de la paellera. Espero que esta noche sea tan fresca como para seguir resistendo estos termómetros de 40 grados bajo el sol. Recuerdo la novela de ciencia ficción “Nada nuevo bajo el sol” (1907) de José Antonio Suárez. Pero lo que pasa es que este calor, este bochorno y estos sudores no tienen nada de ficción sino que son reales. Cierro mi Diario antes de que las teclas de mi computadora se disuelvan junto con mis dedos. Estoy sudando gota a gota como un torrente. No soy Torrente Ballester por cierto sino torrente nada más.
Chiste.
Victoria (pensamiento)
Y además pensamos.
Sucede que la vida discurre por múltiples planos paralelos que, a veces, hasta hallan puntos de encuentro para saber quiénes somos, cómo somos y cómo nos reconocen en nuestras representaciones humanas. Y además pensamos.
No es cierto, para nada, que los cristianos y las cristianas somos, como muchos pendones (y perdón por lo de pendones pero lo son) siguen diciendo, ignorantes e incultos; porque en las filas de los cristianos y las cristianas existen muchos sabios y sabias de los de verdad. Y da la sorprendente paradoja de que quienes hablan mal de nosotros y nosotras no tienen ni la más mínima noción de lo que es la sabiduría y el conocimiento. Paradojas de esta existencia humana donde los necios hablan y los sabios callan. Pensar. Pensar es algo que muchos no saben ni lo que es ni para qué sirve. Y es que el Pensamiento Cristiano es algo que los ignorantes y los necios no conocen porque les falta algo esencial: la capacidad mental suficiente como para ni tan siquiera poderlo vislumbrar. Los faltos de conocimiento, que se las dan de entendidos, ni saben quiénes somos, ni saben cómo somos, ni saben cómo reconocernos. Están faltos de luces para entendernos y, además, el apagón general que sufren en sus facutades de discernimiento, les hacen vivir una existencia sin sustancia alguna y que no sirve de provecho para los demás ni tan siquiera para ellos mismos. Son los ateos que hablan como si fueran dioses cuando, una vez analizadas sus vidas, sólo son vanidades vacías únicamente producidas por una palabrería de cacatúas que ni ellos mismos entienden a la hora de la verdad. Cuando hablan de nosotros y de nosotras, sólo se dedican a la lucubraciones sin sentido, al insulto sin personalidad alguna, a la nada existencial que ellos tanto predican en sus tochos panfletarios. Los cristianos y las cristianas somos sabios, tenemos cultura y además pensamos.
Templanza y voluntad.
Francis Bacon decía sobre la templanza: “La virtud de la prosperidad es la templanza; la de la adversidad es la fortaleza, que en moral es la virtud más heroica”. Si nos situamos en el epicentro de todos los problemas sociales que nos desbordan el ánimo en la actual situación mundial a lo largo de todo el planeta, sentimos la necesidad de resistir al oleaje de las ambiciones de los poderosos con esa fuerza de voluntad necesaria para infundir templanza a nuestras formas de vida. No es lo mismo pedir que los poderosos tengan compasión de los necesitados que pedir a los necesitados que tengan deseos de seguir viviendo. ¿Hasta dónde llega el límite de la resistencia?
Una vez una mujer me dijo…
Una vez una mujer, mucho más “vieja” que yo, me dijo: No creo para nada en esta vida porque estoy fastidiada por todos los lados; me niego a traer hijos a este mundo, Dios no existe y después de todo no hay nada.
Mantuve la calma y le contesté: “Si tan fastidada estás por todos los lados y el valor de la vida no es nada porque no existe nada después de la vida y estás sufriendo tanto y tan desesperada estás ¿por qué deseas seguir viviendo y no tomas la decisión de sucidarte y dejar que los demás querramos vivir porque creemos que merece la pena creer que luego hay vida eterna? Entre creer en la Nada como tú predicas prefiero creer que hay un Paraíso porque así vivo más feliz.
¿Cañoneros o carroñeros?
Como dice García Ferreras, estamos viendo el pulso entre el mito y el hambre. Lo máximo a lo que muchos pueden aspirar es a la indefinición, porque no les queda otra opción que inmersionar en esta debacle salomónica que es mucho más que una apología fotogénica de la globalización “súper star”. Frente a esta encrucijada tan compleja, las presiones suelen concluirse con que han llegado los momentos de las despedidas. Adiós con el corazón que con los vientos no puedo. Es lo que muchos están haciendo ya. Y es que soplan vientos que se convierten en fabulaciones capaces de arrastrar al mito y entronizar el hambre en lo más alto del podio terrenal.
La mirada infinita.
Hay estrellas que se van pero nunca desaparecen. Sus presencias son partes alícuotas de nuestros sueños. Desde que tuve 10 años de edad siempre me he preguntado ¿por qué seré poeta? Posiblemente las miradas de esas estrellas, cuyo significado es la infinita interpetación de sus misterios, sean porcentajes muy elevados para la respuesta. Se ha ido Lauren Bacall quizás para encontrar el porqué de su mirada infinita. Silbo mi canción de los años que no han pasado en mi corazón. Magia maravillosa para jugar con la sombra de la flaca presencia. Memoria para recordar. Sí. Eso es. Tener o no tener una mirada infinita. Mi Princesa es eso pero mucho más. 10 años me bastaron para descubrir ciertas verdades de las mujeres del futuro. Y es que no fui un niño prodigio sino el prodigio de un niño que traducía las miradas de Lauren. Hasta que lo infinito de su mirada se convirtió en la que yo buscaba.
El Juicio de José (Teatro).
Mesa preparada para desayuno. Vajilla y cubertería con cierto lujo característico de la clase media-alta. Reloj de pared. Buena luz. 5 sillas alrededor de la mesa. 4 personas sentadas. Están desayunando. Son Anita, Tania, Jaimito y Leandrita. El que falta es José.
Anita.- Apúrense niños. Dénse prisa o llegarán tarde al colegio. ¡¡José!! ¡¡José!! ¡¡Que se te pasa la hora!!
Voz de José.- ¡¡Ya bajo Anita!! ¡¡Es esta dichosa corbata que me regaló tu mamá!!
Anita.- ¡¡No eches la culpa a mi mamá y baja rápido que se te enfría el café!!
El Juicio de José (Teatro). Escena Segunda.
Sala de hospital. Una camilla con bulto “humano” bajo la sábana. Foco de luz blanca. Botellín de suero. Un aparato medidor de pulsaciones de corazón con sonido muy lento (bip… bip… bip…). Al frente hay una Luz Azul.
José (Monologando).- ¿Qué ocurre? ¿Dónde estoy? ¿Por qué visto así? ¿Qué es todo esto? ¿Dónde está mi terno? ¿Y estas zapatillas? ¿Por qué llevo puestas estas zapatillas en lugar de mis zapatos? ¿Y esa camilla? ¿Quién yacerá ahí?
(José se acerca despacio hacia la camilla mientras el aparato medidor sigue lentamente con su bip… bip… bip… hasta que levanta la sábana. José se vuelve repentinamente hacia el público. Está completamente perplejo)
El Juicio de José (Teatro). Escena Sexta.
Se encienden, repentinamente, la Luz Blanca y la Luz Azul. José está en la camilla. Entran, nerviosas, Anita y Tania. Levantan la sábana y al ver muerto a José comienzan a llorar.
Anita (Sollozando).- ¡José! ¡José! ¡Despierta, José!
(Tania abraza a Anita para consolarla)
Anita.- ¡No puede ser verdad que José haya muerto! ¡No puede ser verdad! ¡¡Dime que José no ha muerto, Tania, dime que esto es sólo un mal sueño!!
(Tania mueve negativamente la cabeza)
Anita (soltándose del abrazo de Tania y dirigiéndose, de manera brusca, hacia la Luz Azul).- ¡¡Dios mío!! ¡¡¡No es verdad!!!
El Juicio de José (Teatro). Escena Cuarta.
Rincón de un parque.Hay una farola encendida y un banco largo. Al lado del banco hay un tacho de basuras con hojas de periódicos. Es de noche y sopla el viento. Se escucha una música de “flauta de pan”. Es “El cuculí y la flauta”.
(Aparece en escena Juanito, el niño mendigo que va dirigiéndose hacia el banco. Tiembla de frío, de hambre y de miedo. Se detiene frente al tacho de basuras, remueve en su interior y saca unas hojas de periódicos; después se tumba en el banco, se cubre con las hojas de periódicos y se queda, encogido, completamente dormido mientras sigue sonando, de fondo, la música)
El Juicio de José (Teatro). Escena Tercera.
Mesa preparada para cenar.Vajilla muy humilde. Vela encendida. Están cenando Luisa y sus cinco hijitos de corta edad (dos niños y tres niñas). Tristeza en todos los rostros. Ropajes muy humildes.
José (Volviendo su mirada hacia ellos).- Pero… ¡si es mi cuñada Luisa con sus cinco hijos! ¿Cómo puede ser que vivan en tal pobreza? ¿Y mi hermano Pablo? ¿Dónde está mi hermano Pablo?
(José se acerca a la mesa y la rodea para atraer la atención de todos ellos)
José.- ¡Luisa! ¡Sobrinos! ¡Escuchen! ¿Qué les ha sucedido? ¿Por qué están todos tan trsites? ¡Cuéntenme! ¿Es que no me oyen? ¿Es que no me ven? ¡Luisa!… ¿dónde está mi hermano Pablo?
El Juicio de José (Teatro). Escena Quinta.
Aparece Andrés, un antiguo amigo y compañero de trabajo de José, caminando cabizbajo, con un maletín en la mano y muy lentamente hacia la infernal Luz Roja mientras suena, con golpes de bombos, La Marcha Fúnebre de Chopin.
José (Saliendo al encuentro de Andrés mientras deja de sonar la música).- ¡Andrés! ¡Qué sorpresa verte por aquí!
Andrés (Desganado).- Hola, José…
(Andrés sigue, sin embargo, caminando lentamente hacia la Luz Roja y sin levantar la vista del suelo mientras vuelven a resonar los sonidos de los bombos)
José (Dejando de sonar la música).- Pero… ¿qué estás haciendo?… ¿sabes hacia dónde vas?…
A flor de piel.
Central de Ahorro Popular. Sentimientos a flor de piel y un inicio laboral que promete horas de ensoñación. Y es que las chavalas de buen ver comienzan a destaparse en mi fantasía. Hay que seguir con la inercia de mis aventuras en Cima. Y encima hasta puedo seguir jugando al fútbol. ¿Qué más pedirle a la vida con mis siempre eternos 18 años de edad? Lo mejor de todo es la hora en que la veo llegar y, a escasos centímetros de mí, fichamos la tarjeta de entrada. Después se aleja pero ha quedado grabada en mi memoria. ¿Para qué te quiero Soledad? Sonrío. Sonríe. No estoy haciendo mal el camino. Y después, entre el viento del invierno y los días fríos, me caliento al trasluz de la ventana. Hay luz. Siempre hay luz para los sentires a flor de piel ahora que, ensimismado en mi ensoñación, la veo llegar. Sonrío. Sonríe. Quizás es que esto de saber elegir se basa en saber clasificar. Y no me refiero a las fichas bancarias.
Pepa y Lola, las de las flores.
Pepa vende rosas. Lola vende claveles. Las dos se ubican… ¡válganos el cielo cuando las da por discutir!… en la puerta del mercado donde el olor a aceitunas reclama la atención de las curiosas comadres. Pepa es una niña mientras Lola ya está bien entrada en años. La gitana Lola está deseando perder de vista a la paya Pepa…
“¡Oye, niñita de los peines! ¿Por qué no te das una vueltecita por los buenos aires y luego vienes y me lo cuentas, esaboría?” “¡Ni hablar de la peineta, doña Lola! ¡Yo he venido antes y tengo todo el derecho de mi sangre andaluza para estar donde he llegado!” ¡Válganos el cielo cuando las da por discutir! Es entonces cuando interviene él. “No discutan por culpa de las flores porque no hay razón suficiente para hacerlo. Voy a comprar un ramo de rosas y un ramo de claveles y sanseacabó la discusión” Es “El General”. En el arrabal se han tejido muchas leyendas sobre “El General”. La mayoría de todas ellas le presenta como un antiguo resistente. Uno de aquellos maquis que huyó a las montañas pero decidió, un atardecer cualquiera, de que era llegada la hora de ser parte de una pequeña sociedad. Y dejó sus heroísmos para convertirse en todo un personaje real dentro de todos nosotros. Las mujeres le adoran como si fuese un dios de la felicidad. Y él es feliz mientras se siguen tejiendo leyendas sobre él y su espigada silueta más propia del hambre que de las ganas de seguir en forma.
No necesito el silencio…
1 de agosto de 2104 después de Jesucristo. Vuelvo a “comunicar” con Jaime Fernández Garrido: “Charles Chaplin, no sólo interpretaba las películas, también era el director, el guionista, el productor, componía la música y muchas cosas más. “El chico” (1921), “Luces en la ciudad” (1923),”Tiempos modernos” (1936) fueron algunos de sus films más famosos. El conocido “Charlot” era un defensor del cine mudo. Decía que el cine moderno destruía la belleza del silencio. No sé lo que sir Charles diría hoy si viese nuestro mundo: El silencio parece ser el enemigo de muchos. En la calle todo son sonidos estridentes. En los grandes almacenes ponen música y anuncios para que puedas comprar más cosas. Mientras todo esto sucede, perdemos la belleza de la comprensión, del silencio, de interesarse por lo que otra persona puede estar pensando o sintiendo sin decir nada”.
En la hora del recuerdo.
En la hora del recuerdo intenso
está tu rostro de tierna fantasía
envuelto en el minuto de la melodía
en que en todo segundo yo te pienso.
En el instante siempre puro y denso
salta tu recuerdo en noche y día
y es para mí la más firme guía
del sueño fundamental e inmenso.
En el momento de pensarte ahora
se queda atrapada toda la hora
de mi frase encerrada en verso.
Y en el encuentro de estar ya mora
en la mente que de ti me aflora
un urgente e inmediato beso.
El gallardón y el tabernero.
Todos le hemos visto llegar, subido todo bien tieso y estirado, en su caballo alazán y con la flamante insignia del “Opus Dei” reluciendo en su pechera: ¡Un escudo de madera representando las armas que Josémaría Escrivá de Balaguer y Albás, marqués de Peralta, dispusiera, por inspiración divina según dicen los más reaccionarios de entre los católicos, como propias de la Obra por él fundada! Ha sido “La Lagarta” la primera en poder reaccionar…
“¡Ostias, qué tipo más guapo! ¡Vaya galán de cine! ¡Parece todo un gallardón!” Y ante el malhumor de “El Navajas”, al cual los celos le devoran el alma, todos hemos soltado una carcajada general y como “El Gallardón” reconocemos a este singular y flacuchento personaje que, como salido de la penumbra, se planta ante nosotros mientas su caballo, asustado por la pillería, ha soltado unas cuantas bostas bien significativas de que come mucho mejor que cualquiera de nosotros. “El Jarales” ha tomado ya una piedra para hacer puntería con el escudo que lleva “El Gallardón” sobre su pecho; pero “La Lagarta” se lo ha impedido mientras ni “Moris” ni “Dalton” han podido hacer otra cosa sino quedarse con la boca callada…
Las dos caras de Craso.
Está oscura la tarde de su alma. Está oscura y penetra, por las rendijas de la soledad de su piel, el eco de una estrofa que inundó su sensación al levantarse esta mañana. Y es que Otelo anoche soñó que a Dios veía y que él a Dios escuchaba. Después… despertó… (“Otelo… si hoy descubres que cantan todos los juglares de la frívola farsa… no sufras… no llores… no agonices… toma tu costumbre gris y sal de la cárcel de papel donde alguien quiere retenerte como prisionero”).
– Es usted genial, señor Baroja, y si consigue plasmar en imágenes las mismas ideas que ha escrito en el papel… ¡estaremos produciendo la comedia que romperá todos los moldes!
Miro la puerta abierta… (Mini Relato)
Miro la puerta abierta de la casa, por dónde tú acabas de salir esta mañana con tu cuerpo alado, hacia la frontera de aquello que está ya lejos de mi. Y mientras miro la puerta abierta de la casa bebo despacio, muy despacio, el café caliente preparado por tus amorosas manos. Pienso. Medito mientras te alejas más allá de la esquina de los árboles redondos… en este amor que, al definirlo, se queda detenido en las palabras. ¡Cómo se viven los secretos! ¡Cómo se viven esos secretos ocultos entre tú y yo que nadie conoce salvo nuestros besos de menta y fresa!. El amor. Esa condición humana que nos precipita hacia la impaciencia. Y miro la puerta abierta de la casa y tu nombre se escribe en las páginas con letra impaciente, nerviosa, tratando de recordarte y retenerte en cada centímetro de tu boca dentro de mi corazón. Escribo mientras un silencio terrible me azota este túnel incrustado en mi mirada. Nadie puede entender por qué el amor avanza entre la impaciente sensación de trazar bosques de sílabas en la página blanca. Y me desbordo en el café caliente y recuerdo, una vez más, a tus ojos arrojándome al vacío de este universo de palabras.
Esta voz se adentra…
Esta voz se adentra en los mirlos que han callado, en el canto que repercute en la lluvia, en el oleaje constante de las hojas del otoño, en el olor del alhelí, del jazmín y del romero. Esta voz se adentra entre las rosas que no olvidan su esencia verdadera y quieren dar nombre a la fragancia de la memoria. Esta voz también puede ser la que se nutre de naranjos en flor, la que se bate con el viento de los sonidos del corazón, la que se acerca a tu ventana a murmurarte amores, la que rompe las distancias y se hace membrana transparente en el viaje del rocío… y la que penetra en la aurora para darte razones al conocimiento. Esta voz ocupa cada nacimiento de segundos y emite imágenes de sangre dando vueltas al silencio de la felicidad. Esta voz te llama a la ruta de los pájaros…
La ciudad de los cuatro Juanes.
Al día de hoy, viernes 11 de julio del año 2014 después de Jesucristo, el Hogar de Molina de Segura (Murcia) es toda una ciudad de seres humanos viviendo momentos de inolvidable pasión. Si la ciudad de Ambato (Ecuador) se enorgullece de ser la ciudad de los tres Juanes, resulta que la ciudad del Hogar de Molina de Segura (España) se gloría de ser la ciudad de los cuatro Juanes (por lo menos). Resulta que al día de hoy, viernes 11 de julio del año 2014 después de Jesucristo (y se siente se siente Jesucristo está presente), en el Hogar tengo tal infinidad de amigos (y amigas) que me es imposible saber el nombre de todos y de todas; pero basta con poner el ejemplo de la amistad sincera y sin doblez alguna de los cuatro Juanes: Juan Jefe, Juan García, Juan Segundo y Juan Ducados (el orden de los factores no altera el producto).
Nuevo Cuaderno: Hablando con las navajas.
Días antes de mi nueva aventura por los Estados Unidos de Norteamérica, en mi faceta de periodista antropológico (que para eso he estudiado lo suficiente) ausculto el mapa para elegir el punto de encuentro con las navajas si me lo permiten quienes son dueños de las navajas. Estoy en Toledo -ciudad de navajas por cierto- y elijo el corazón de las navajas. O sea, a ver si consigo que las navajas me amen lo suficiente para que los dueños de las navajas no me corten la cabellera. Lugar de encuentro (decidido mientras termino mi café con leche en el bar Toledo de la ciudad de Toledo de la provincia de Toledo) es Window Rock que, traspasado al idioma español (ya que estamos en época de traspasos de futbolistas de un continente a otro continente) significa, más o menos o menos o más, Roca Ventana. ¿Qué misterio tendrá esto de hacer una ventana en la roca? ¿Será una manera de construir casas de las navajas o el lugar dónde las navajas se reúnen para rajar más que el cuchillo de un melonero? Preparo mi equipaje para salir de dudas y a ver cómo salgo de esta nueva experiencia aventurera. Sólo sé que está en Arizona y que la capital de Arizona es Phoenix. Antes de dormir, más solo que la una, en mi habitación del Hotel Beatriz (¡cúantos recuerdos tengo yo de Beatriz y cuántos gratos paseos di yo con Beatriz allá por los tiempos de Cima!) pues me dedico a mirar al techo y pensar en las navajas. ¿Cómo serán las navajas? ¿Será verdad que rajan más que el cuchillero de un melonero? Y de pronto me quedo dormido recordando a Amparo. ¡Qué desamparado estoy, Dios mío, qué desamparado estoy! Pero en durmiendo profundamente todo se me olvida porque todo pasa por mi mente a la velocidad de un rayo supersónico.