Todas las entradas de: Kiowa

Caminante.

Jovial y atrevido caminante.
que por las entrañas del bosque,
sin ningún temor avanzas.

La oscuridad de la noche llegará,
el desconocimiento del lugar,
te llenará de desasosiego.

Los ruidos nocturnos te harán,
sentir un profundo recelo,
la sospecha de que no estás sólo,
se te meterá en lo más hondo,
el sentimiento de pánico profundo,
se apoderará de ti sin duda.

Naturaleza muerta.

Mi corazón ha sido abierto en canal,
ha quedado expuesto y desangrado,
la sangre que circulaba por su interior,
se ha convertido en caudalosos rios de lava,
que fluyen por sus paisajes colgantes,
quemando y abrasando todo sentimiento,
que se cruza en su sediento y voraz camino.

Gaviotas de rojo coral sobrevuelan mi entorno,
grises lianas cuelgan de escarpadas selvas holladas,
olores acres olvidados por los siglos entran en mí,
a través de mis fosas nasales y trepanan mi cerebro,
el puñal de la inquietud se clava en mi memoria,
la flecha del amor hace tiempo se partió en mil pedazos,
las sombras que se acercan son marfileñas y descarnadas. Sigue Leyendo...

Te echo de menos.

Fuí muy feliz entre tus piernas,
cuando me levantabas con tus manos,
y me besabas era totalmente feliz,
tus caricias estremecían mi piel.

Me hacias el amor sin contemplaciones,
siempre hacia lo que me mandabas,
nunca me negué a seguir tus mandatos,
siempre fuí una compañera fiel para tí.

Para Ismael.

Veredas que se expanden hacia cualquier lugar,
oníricos cantos de sirena que nos llenan el alma,
rescoldos que recuerdan el fuego que nos consume,
embriagadores sueños perfumados de existir efímero,
matrizes hacedoras de literatura espléndida y verdadera.

Mortales seres audaces componiendo remansos de escritura,
ensimismados lectores engullendo ávidos poemas de amor y vida,
resucitados espíritus de literaturas olvidadas animando el espacio,
ocupando por unos momentos la penuria del acontecer diario,
volveremos renovados y henchidos de un espíritu optimista. Sigue Leyendo...

Un par de alas.

Quisiera tener otro par de alas, para acompañar en su ascensión, a los otros cientocincuenta y tres pares, que acaban de elevarse en estos días.

Aquí en el suelo el panorama se ve muy triste y desolador. Vivímos en un mundo infame en el que practicamente lo único que hacemos, es aguantar un sufrimiento tras otro. Cuando esta tristeza se te mete, parece vaciarte completamente el corazón. Las lágrimas ya no son capaces de brotar, pues nuestros lagrimales, se han hecho insensibles a tanto sufrimiento.

Gran pájaro blanco.

Cuando el gran pájaro blanco vuela,
lleva las ilusiones de una multitud en sus entrañas,
son el clamor de infinidad de pequeñas cosas,
que bullen como alma impenetrable en su interior,
es un espíritu complejo puro que se eleva hacia el cielo,
hay veces que miro para arriba y veo el resplandor de alguno,
a veces en la noche veo sus luces en lo alto parpadear,
son entes complejos metálicos cargados de sueños,
de esperanzas de deseos incumplidos aguardando.

El puente.

Triste puente de autovía,
los colores rápidos ves pasar,
corren para un lado,
se mueven para otro.

Tú siempre permaneces encima….

Oyes músicas que pasan veloces,
conversaciones alegres,
llantos de lejanas tristezas,
risas de pasajeras alegrías.

Noche en Orihuela.

El grillo canta obscenamente,
en la plácida noche oscura,
mientras Orihuela duerme,
la casa donde nació el poeta
en sus ruinas se estremece.

Fiestas de Moros y Cristianos,
calles llenas de engaño,
plañideras emociones ocultas,
de otros tiempos se esconden.

Sueños de una noche de verano.

Apago la luz de la mesilla y comienzo a soñar,
a veces los sueños vienen ennegrecidos y tristes,
me saludan en la noche y me cuentan sus penas,
son sentimientos que aman la vida en su plenitud,
por eso la sienten como ahogada y la echan en falta.

Hay veces que perciben su intrinseca soledad fatal,
y me ruegan encarecidamente que les acompañe,
entonces nos juntamos y nos damos compañia,
somos como un matrimonio de la tercera edad,
nos conocemos bién y nos toleramos mutuamente.

Pincelada.

El sentimiento de alegria,
es un sueño en la mañana,
me encuentro con el día,
como canción de Nirvana,
un fugaz pensamiento puro,
una fragancia fresca cercana,
un bello graffiti sobre un muro,
el caminar lento del Dali Lama,
un verde bosque tropical humano,
mientras en la radio una voz lejana,
escucha este pensamiento mundano.

Hogueras en la noche.

Noche de adoración a la sábia naturaleza,
la gente riendo en la noche habla y danza,
ningún humano inteligente reza,
se levanta el ánimo y la esperanza.

Llamas en las hogueras de vivos colores,
corazones de la gente muestran su alegría,
en la mágia nocturna se disipan los dolores,
el divertimento justo se propone con maestría.

Paradoja del silencio.

Cuando la soledad llama a mi puerta,
siento hasta el latído de mi corazón en la mente,
el silencio comprime mi alma y me envuelve,
me llena de vacío la convivencia del dolor.

La ingrata sensación de la nostalgia,
el clamor del desterrado sentimiento puro,
la propia naturaleza que me parece difunta,
la melancolía que a todas partes me acompaña.

Bajo las estrellas.

Plenitud de luna llena en noche clara,
manto de verde cesped tupido por lecho,
negro cielo salpicado de estrellas por paisaje,
tumbados en fogosa lid tú yo y el amor

La noche serena de dicha nos empapa,
el rocio del amor moja nuestros cuerpos,
la ingravidez levemente nos invade,
nuestras almas se encuentran en paz.

Noche serena.

Serenidad de la calma noche,
inquietud del espíritu soñador,
silencio del largo derroche.
del pensamiento agotador.

Me asomo a la ventana oscura,
la inquietud pensante me embauca,
viene en forma de fruta madura,
sonando como una gaita galáica.

Pasión por el mar.

La supuesta calma en el Mar de los Sargazos,
sal marina yodada de los espíritus marineros,
hundidos galeones cargados de tesoros del conocimiento,
civilizaciones perdidas habitando las penumbras de sus fondos,
pesadas anclas forjadas por corazones de esencia antigua,
perdidas en sus abisales oscuridades impenetrables.

Cenizas de polvo magmáticas sumergidas ancestrales,
enamorados navegantes perdidos en cantos de sirena,
ciclópeos ojos brillantes enhiestos emergentes,
que desde la orilla les protegen de las puntiagudas rocas,
mareas azules teñidas de blanco níveo por la sal suspendida,
espumeantes oleajes de movimientos leves inquietantes. Sigue Leyendo...

Sensaciones.

Mientras la fina lluvia salpica mi rostro,
siento sensaciones de corazones marchitos,
putrefacta sombra de lo que en otros tiempos fueron,
sensaciones olorosas de colonia infantil en la escuela,
infancia olvidada en bamboleos idílicos,
en el devenir de los tiempos angostos.

Siento la claridad difusa del pensamiento infantil,
volando a lomos de dragones vengadores de fuego,
cataratas espumeantes olvidadas perdidas,
en la profundidad de ignotas selvas frondosas,
planicies ocultas entre nevadas cimas,
en escarpadas montañas abismales.