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Hoy es uno de esos dias

Hoy es uno de esos días en que ya el esperar dejó las esperanzas muertas. En que la lúgubre noche se apodera de un aliento. Y que el aliento mismo ya no es parte mía, sino de esa desazón que emana de lo lúdico del destino. ¿Acaso el azul es ya sombrío o quizá en marzo ya no habrán velas que soplar? Hoy es uno de esos días en que otoño es parte mía, y los pétalos caen a mi piel, mas no resbalan, se impregnan y se adentran; Me consumen y se duermen. Divagando… divagando al ocaso. Buscando si hay presente o en mi presente del ocaso a su fin. Al naufragio y a la nada. No sé. Que será. Una melodía o el presagio del nuevo inicio. Hoy es uno de esos días, que quizá algunos otros se lo merezcan. Pero que primero llegó a mi vida. Y de día. Para reclamarme ¿qué pasó? ¿En dónde me perdí? Pero es tarde; ya de noche. Un día como hoy descubrí que si hay un motivo para escribir, o un momento para pensar, ese día llegó… y al mismo tiempo llego a su fin… Sigue Leyendo...

Un momento

El sol estaba a punto de dormir, pero la lucidez que le daban sus jóvenes años, le permitía retroceder la historia y vislumbrar los momentos felices y aciagos. Los ojos perdidos en el cielo, a veces en el piso, y otras por los árboles, pero con la mente en su corazón. Ya era tarde. Dejó todo para estar ahí. Pero era una fecha especial, según su horóscopo “jejeje, no puede ser cierto esto” se dijo. Según su horóscopo, hoy era el momento de renacer en el amor, pero ella nunca creyó en eso. Estando ahí, a veces quería regresar a su casa y no hacer tonterías nuevamente; siempre le iba mal. “era hora de madurar”, pensaba. Pero a la vez repasaba por su mente los últimos momentos en que terminó con “él”: Salió de su casa furioso, sin decir nada, la mirada fue suficiente; se podía leer: “adiós” Sigue Leyendo...

Encatarla y suavizarla

Encantada, suavizada, rendida ante la batalla, mirando el foco sobre ella; ese foco candente que quería explotar, explotar y morir. aún se sentía el aroma de la entrega. Minutos antes por su mente pasaban las palabras insinuantes y seductoras: Pero qué más daba. A ella le gustó y le gustaba saber que él podía más. Cómo resistir, si por su piel penetraba ese olor que se mezclaba en su sangre. Era química, era la cosa más extraña y estrepitante que sus latidos podían permitir. Al principio se resistiócomo debería ser: lo fácil aburre. Aun así, siempre terminaba como el rio que fluye; dejándose llevar al lugar misterioso, al cielo descubierto para ser libres, para volar por doquier, por donde el espacio lo permita. Sus ojos parpadeaban, no sabía si estaba despierta o viviendo un sueño o tal vez, solo inerte. Sigue Leyendo...

Destellos

Luego de una larga espera, la lluvia paró. Ahora se escuchaban a los grillos escondidos en la noche. Ciertas gotas golpeaban las piedras atrapadas por charcos. Algunos postes iluminaban la neblina casi disipada. Aunque hacia mucho frio había una misión que cumplir. Con el paraguas, por si el cielo quería llorar, la abrí y empecé a caminar, como temeroso del firmamento y sus sorpresas. De algunas casas salían pasos, casi inseguros, pero entusiasmados; también seguirían. El cielo estaba de luto, eso parecía sugerir. Con los niños, estrellas en la tierra, se respiraban las ganas de potentes sonidos que iluminen el gran manto negro. Y con sus ponchos andaban persiguiendo la dirección de “los castillos”, eso escuche decir. Sigue Leyendo...

…cuidate

Hasta que llegamos. Casi caímos de rodillas. Miramos hacia atrás y habíamos notado el largo trayecto de lucha, de entrega, de pasión! Ella sabía que la respuesta estaba delante de nosotros, pero pude notar que le temblaban las emociones. Hacia al frente sólo podíamos ver la cortina tiesa. Cogí sus manos para ponerlas en mi pecho y así entendiera que también tiemblo. Faltaba sólo un paso… quizá el de valor o simplemente la decisión de volar. En esos momentos pude respirar su aliento. Nos miramos y el sudor caía por nuestras mejillas con la velocidad de un río como si estuviéramos llorando. Yo comprendía su vida y ella la mía; pero ambos… no comprendíamos al mundo… no por el enigma de su existencia ni por tenernos sobre su centro; sino porque ha sido injusto. Nuestro inconsciente le rogaba que no existiera pasado, ni futuro, sólo nuestro deslumbrante presente. Quiso decirme algo con la mirada…le interrogué con un movimiento sutil de mis cejas. Antes que hablara, ya sabia lo que me iba a decir. ¡Por eso le repetí exaltadamente que volemos! Ella sólo atinó a decir: “…cuídate” Sigue Leyendo...

DANZA PASIONAL

Me dijo al oído:

Dicen que bailar salsa es como hacer el amor.

Su voz acarició mis sentidos. Mis ojos se paralizaron; no sabían que más ver, pero no querían dejar de ver. Seguimos paso a paso. Pude recordar cuando me tropecé por primera vez; fue el nerviosismo de la adolescencia; aunque no había tanta diferencia entre aquella etapa de mi vida y la actual. Ella hacia de mis movimientos una cosa irregular. Muy pegados, seguíamos bailando. La ligereza de nuestros pasos nos hacia girar suavemente. Por un instante, casi confundido por lo misterioso, perdí la visión entre paredes. Sigue Leyendo...

DETALLE EJEMPLAR

Muy serca de su muerte, sin ganas, con pasos agotados… cayó, cayó cada fuerza y cada puño y cada dedo. Tirado y de bruces no pudo más que resiganarse ante un gélido agonizamiento: sintió caer a una sima muy fría, pero en realidad era el piso. Abrió los ojos, pero solo logró un parpadeo. Se levantó, pero solo movió una rodilla.

El impacto fue destructivo; más que un martirio, una doble , pero agonizante muerte: muerte de su cuerpo, muerte de su mente. Éste último, entre el desgarrante dolor de sus huesos, músculos y nervios, transformó, idealizó y se esforzó por no morir…consiguió recrear las escenas mentales que antecedieron al impacto… Sigue Leyendo...

ADIOS NOCHE

Se fue. Su mirada fue un adiós, sus pasos olían a despedida y su correr pisaba todo mi dolor de sentir que se alejaba. Me remordía la mente y el corazón insistía en constantes latidos intermitentes. No creía justa una despedida melancólica, que hacia tumbarme en el aposento de resignaciones y noches desesperadas.

Ingresé y cerré la puerta. Quise escuchar música como antes lo había hecho, empero esta noche era distinta; la música solo me haría soñar más.

Recorrieron mi mente los pensamientos que en voz alta me decía; cuando cogí mil palabras para interpretar los versos que al oido me cantaba; también, cuando su sonrisa me invitaba a besarla en noches de pasiones y conseguíamos vivir nuestras pieles. Sigue Leyendo...

ECLIPSE DE LUZ

Luz no había terminado de ver el video y ya quería morir. Escuchó: “…pero no hubiera soportado ver el cambio que hice de tí… no, no lo hubiera soportado…”de inmediato se retiró dejando correr el video. Caminó casi en tropiezos. Llegó al parque. Sederrumbó sobre el banco de madera y lloró…por las heridas, por el pasado…

Cuatro días antes, Víctor, su esposo, la había llamado al celular. Aún más se le hizo raro y desconcertante sus palabras: “Luz, mi amor, te he enviado y paquete en el “Celeste”. Es muy importante. Llegará pasado mañana…hoy haré muchas cosas por tí y por mí. Cuídate”. Y colgó. Sigue Leyendo...