Pídeme que ande sobre cristales
Que me eche alcohol en las heridas
Que las prenda fuego por si se curan
y que no use el agua como tirita.
Pídeme que nade los cuatro mares
Que no me pare si me canso
Que las olas no dejen que me arrastren
Y que a las rocas no vaya a agarrarme.
Quise ser
mas grande mas alta mas fuerte
quise ser
mas bella mas dulce mas madre
quise ser
mas gentil mas util mas amable
quise ser
mas persona mas brava mas manejable
quise ser
menos egoista menos indeseable
quise ser
mas gloriosa mas culta mas tratable
quise ser
mas serena mas tranquila mas callada
Durante unos pocos dias me he sometido a la implacable tortura de “conocer en profundidad” el mundo de los programas de la Tele y en concreto, los amarillistas, las puestas lagrimógenes en escena, el despelleje público de cualquiera y la deshumanización a la altura de las cloacas. Frívolo es un Boris Izaguirre…que aletea por el plató como Tita se arregla las pestañas con lluvia japonesa. No deja de ser ese momento etéreo donde “la clase”, el “glamour y el estilo” limitan mucho lo que el TOMATE considera una cruzada contra la difunta Encarna Sánchez. Ni muerta la dejan vivir, que dicen los viejos…Ahora le ha tocadoel turno a los “enteradillos” y esa corte de bufones gritatiranos, desgarradas voces que piden en exclamativa todo y para todo.
pienso ke la vida es lo mejor ke tenemos y ke siempre cuando muere un ser kerido nos decimos KISIERA MORIR CON EL pero no hay ke pensar asi hay ke pensar ke ese ser siempre estara a tu lado solo ke no lo podremos ver eso eso es lo diferente
Abrió los ojos en medio de la marginación de su poética propuesta. Todo un mar de odas se agitaba en el sempiterno océano de sus neuronas. El mundo se deconstruía como un código mecanicista reinventado cuyo epicentro era todo lo que él sentía como propuesta inalterable para saludar a las evidencias de su realidad. Demasiado juntos todos sus sentires como para poder brindarse la oportunidad de no estar colocado en el recalentamiento global de su cerebro. Entonces se sintió Dios y exclamó: !Hágase la Nostalgia!.
Dime mujer porque te perdí
Porque tras mi muerte escribiste sobre mí.
En un papel pusiste
Todo lo que sentías hacia mí.
Dime mujer por que no me dijiste lo que significaba para ti
Por que durante tanto tiempo callaste
Por que durante tanto tiempo ocultaste tus sentimientos hacia mí.
No me despediré
No te diré adiós
Ni ahora, ni luego, ni nunca lo haré.
De mi lado te iras
Pero junto a mí cada noche
Junto a mí en mi cama estarás ,
Cada mañana al despertar
A mi lado y junto a mi estarás .
¿Donde estas?
¿Donde te has escondido?
Por tierra, mar y aire te he buscado
Y aun no te he encontrado.
Tus escritos, tus palabras y dichos
La vida me dieron.
“Hermanos, nosotros nacimos de la noche, en ella vivimos, moriremos en ella. Pero la luz sera mañana para los más, para todos aquellos que hoy lloran la noche, para los que se niega el día. Para todos la luz, para todos todo.
Nuestra lucha es por hacernos escuchar y el mal gobierno grita soberbia y tapa con cañones sus oídos; nuestra lucha es por un trabajo justo y digno y el mal gobierno compra y vende cuerpos y vergüenzas; nuestra lucha es por la vida y el mal gobierno oferta muerte como futuro; nuestra lucha es por la justicia y el mal gobierno se llena de criminales y asesinos; nuestra lucha es por la paz y el mal gobierno anuncia guerra y destrucción…
¿Como eres tú, viento?, ¿como eres?
Que vas siempre de incógnito
Y desnudo por la calle,
Sabemos que estás aquí
Porque te respiramos.
¿Cómo eres tú, viento?, ¿Cómo eres?
Eres tan transparente
Que no quieres que te veamos
Aunque a veces vayas de negro
Aunque a veces vayas de blanco
O te pongas el color de la arena
O que hoy te apetezca ser ola,
Pienso a veces en la vida y me doy cuenta de que hay que vivirla, no estar encerrado en ella. Hay que abrir las puertas y entrar en el cuento.
Quisiera decirte algo
Que no se si debo decir.
Es algo muy importante
Que no se si debiera decir.
De tu seno extraje toda la vida que ahora hay en mí.
Tu cuerpo joven y juvenil la vida me dio,
Para que hoy en día estuviera aquí.
El calor de tu cuerpo,
La leche de tus senos
Me ayudaron a sobrevivir.
Sea Tita Cervera la primera en ser gloriada,
porque le ha echado dos “galletas”
a la gran gilipollada de un Alcalde que ve poco,
digo poco….o casi nada.
La tala indiscriminada es su empeño,
dueño de su poder talador es,
y en tal manera que despoblando de árboles
mate a la primera Dama del Pincel: doña Tita
y Cervera para más inri.
Madrid se queda seco y peco al decir
que quizá muera. El verano atroz en la carrera
de ser caluroso y villano
no dejará que la sombra abanique con su mano
a damas, que sin peineta, paseen por la Glorieta.
Doña Tita, que el nombre tiene también su punto de color, esta indignada. Al señor Alcalde de Madrid, o a quienes iluminó este noble arte de lo urbanístico, se le abierto el cielo y ha decidido talar, o en su caso, replantar los árboles, que en tiempos de Carlos III fueron colocados como una verdadera gloria. No se valora el impacto sobre la memoria histórica, y además se atenta contra los intereses de doña Tita, que muy a lo Agustina de Aragón, ha decidido atarse a un árbol y esperar la tala. ¡Este gesto sí es merecedor de un título nobiliario, para el que sugiero sea nombrada Baronesa del Platanar o Duquesa de la Bella Sombra o Doña Glorieta de los Arbolones…¡ bendita sea su intención de ser mártir!. No se equivoca y su propuesta debiera ser secundada por otro muchos, que conscientes de la presencia notoria del arbolado, no debieran permitir tamaña osadía del Alcalde. Queda la propuesta desde Vorem de participar en el atillo de congruentes y naturales contra la osadía pertinaz de quien, a sabiendas del mal que causa, es prócer y aboga no sólo por la tala, sino por la incorporación al conjunto de la señora Tita, que permanecerá atada a la columna del mismísimo Parlamento o será, en demasía, echada a los leones.
El pasado retomare
Aunque te haya perdido
Por ti , por mi luchare .
Merece la pena luchar
Por aquel abrazo del recuerdo
Por esa alegría que nos mantenía unidos
Por esos problemillas que resolvíamos día a día.
Luz de luna. Luz de Sol
Ni la luna ni el sol
Mitigan mi dolor.
La sangre de mis venas en agujas se han convertido
En mi corazón se están clavando, haciéndole sangrar más y más.
Los recuerdos me atormentan .
En mis ojos, en mi mirada
La oscuridad y vació de mi interior se reflejan.
Pasé unos días con Don Pepo y su esposa en Villa Carmen, una pequeña vivienda con huerta situada en la aldea de Los Ventorrillos, pedanía perteneciente a Alhama de Murcia. Unos días sencillos pero, por eso mismo, por su sencillez, altamente profundos. Horas enmarcadas en el trasiego del paseo matutino, el almuerzo hogareño y la charla a media tarde. Allí hablábamos él y yo de esos temas tan instrínsecamente propios de la vida misma. Y entre razonamientos pausados y análisis de la sociedad nos embarcábamos en la tarea de beber vino tinto en el porrón.
Hace tiempo que dejé mis palabras sobre un banco,
en un parque lleno de incipiente primavera.
Olvido necesario, como buscando la ausencia
para regresar a buscarlas y jugar con ellas.
Palabras que se acomodan a mi decir árbol,
a mi sentir la brisa, a mi callar silencios largos.
El poema es un ser orgánico, veraz, oceánico.
Se inicia como una gota de rocío y te desborda.
Sin prisa, sin darle altura alguna, con mucha calma
dejando el alma en cada verso y cada paso.
Algunos comentaban que él era feliz. En su casa, en su pequeño espacio personal, tenía una pelota de colores. Cuando iba a clase sonreía a la pizarra y hablaba con su mesa, como si la vida fuera algo más que lo que todo el mundo aprende. De él decían que su simplicidad le hacía feliz, que su tontera perpetua le haría escapar de la inmensa brutalidad de la vida. Jugaba con su pelota de colores y estaba tan solo como su propia inocencia. Nadie estaba para adivinar en él a un niño sin cariño. En mitad de ese río de la vida su pelota le acompañaba, le incitaba a ser feliz dando saltos. Su inocencia no era la adecuada para un anuncio de la tele; en el fondo esa estupidez le hacía ser intrépido e inusual. Poco más que su pelota de colores; algo más que una inocencia común.
Que juzguen
Que hablen
Que piensen
Que se enteren de nuestro amor de desenfreno.
Ven ,acércate, acaríciame
Bésame, tómame y hazme tuya.
Saciemos y satisfagamos juntos nuestros instintos.
Tócame, bésame, hazme llegar hasta el cielo,
Dejémonos llevar por la pasión del momento
Lleguemos juntos al umbral del paraíso .
La luz de la mañana entra por mi ventana
La brisa de la aurora acaricia mi cara.
El sol dorado de la mañana alumbra mi estancia.
La pureza del aire y la luz del alba
Me despierta cada mañana.
Dichoso y precioso amanecer ;
Al ver la luz del sol por entre las laderas de las montañas aparecer.
Al oír el canto de los pájaros, cuando la aurora de la mañana sus nidos empiezan suavemente a alumbrar.
Al sentir el aroma y frescura de las flores de los prados a la primera luz del alba florecer.
Y sentir al brisa de la mañana mi piel cuidadosamente acariciar.
Me despierto te veo y te siento
Pero a m i lado no estas.
Callados en el silencio de la noche
Oigo tu respirar y tu corazón palpitar.
Momentos álgidos de ternura, amor y pasión.
Horas repletas de locuras de amor.
Besos, caricias y palabras cargadas de sentimientos y razón.
Mirada dormida
Silencio en el tiempo
Sentimientos al descubierto.
Desde el cielo ves a los que te quisimos
A los que hasta el último momento contigo estuvimos.
Quizás fue poco por lo que ti hicimos
Pero hicimos lo que pudimos.
Desde el cielo nos ves y nos cuidas
Nos mimas y das tu cariño.
En los malos momentos me ayudaste y consolaste.
Cuando mi corazón moría de angustia
Tu con tu cariño salvastes.
Cuando mi alma y mi vida pendiente de un fino y débil hilo se encontraba
Tus manos y tu cariño la salvaron
Haciendo resurgir las ganas de vivir ,
Que muriendo estaban en mí .
Recojo el sentir de grekosay que en su texto tiempo de silencio reflexiona sobre el Vorem. Es cierto, compañero. Ya sólo el hecho de escribir en esta página supone un estar comunicándote con los demás y estar transmitiendo hacia afuera esos innumerables sentidos de pertenencia al mundo con el que nos damos a conocer… pero !qué profundamente hermoso es hacer comentarios a estos pedazos de vivencias que quedan enmarcados en el Vorem como tiempos de palabras escritas que son también tiempos de voz y tiempos de vida!.
A veces estamos cansados de sentir en nuestras internas sensaciones el alma cargada de sueños y de recuerdos y de anhelos y de ganas por ser algo más que silencio. Y es entonces cuando transcribimos a través del teclado del ordenador nuestro mensaje de comunicación hacia los otros, los que están más allá de nuestros centímetros de convivencias pero que nos son particularmente sentidos a pesar de nuestros mutuos anonimatos.
Sabía que vendrías sola
frente a frente
sin tapujos ni corbatas,
sabía que vendrías fuerte, muerte,
no por el último beso, esta vez
a charlar solamente.
Te estaba esperando,
escudriñando
palabras verdaderas
para estar a tu altura,
aún, como tantas veces
quedé muda, muerte,
en tu presencia,
ensimismada en tu color,
hundida en tus ojos
tristes, quietos, negros,
querida compañera
y ahí, en ese vacío imperceptible,
insoportable,
me confesaste tu único fracaso:
-La palabra escrita
siempre,
me ganó la partida-.
Sé que para muchos de los que escribimos en Vorem, el simple hecho de escribir es “toda una inversión de tiempo de calidad”: cuesta, y en ocasiones estamos más atentos a nuestro escrito que a echar un vistazo al resto de las aportaciones. Observo, en nuestra página, que se está convirtiendo en un MURO de silencio, donde cada escrito es un graffiti maravilloso, pero donde se escurren los comentarios, donde no da tiempo a “intercambiar opiniones” y es una lástima, que la revista sea una pequeña obra de arte, pero que lo que realmente alimenta su cuerpo sean los escritos silenciosos. ¡Quizá deba ser así! No creo que sea necesario provocar o incitar a nada…El equilibrio de Vorem se establece entre los autores y los textos. Repito que si no hay tiempo, si la necesidad no provoca, si debemos seguir presintiéndonos…es indudable que la página seguirá creciendo, pero no se escucharán esos pasos de la controversia, ese apuntar por la belleza de un momento, o simplemente…ese saludo con el que hacemos presente nuestra realidad al otro lado del ordenador.