Serenidad a lo Riudoms
(Diarios)
Amigos y amigas del Vorem: Es del todo imposible saber si un texto puede resultar interesante o no interesante para los lectores pero también se sabe que a veces (en ocasiones muy singulares) escribir un texto breve es imposible
Montbrió del Camp (1.400 habitantes) es un pequeño pueblecito situado en la Comarca del Baix Camp de Tarragona. Aquí viven desde hace un año mis parientes e íntimos amigos Miguel (ecuatoriano de 24 años) y Maraya (holandesa de 28). Y aquí estoy desde el viernes (hoy es domingo) invitado de manera urgente por Miguel. Están atravesando tan difícil crisis que ya está iniciado el intento de divorcio. Sólo han vivido 4 años de matrimonio. Miguel sólo nos tiene a Liliana y a mi en España. Miguel necesita que alguien le escuche para no volverse loco. Miguel necesita a su amigo íntimo para desahogar su llanto. Sin pensarlo dos veces, ante su angustiosa llamada y debido a las ocupaciones ineludibles de Liliana, decidí tomar solo el tren en Murcia y ahora estoy aquí, en el domicilio de Miguel (número 24 de una calle situada en las afueras de Montbrió). Sigue Leyendo...
Cuando se dio cuenta que andaba hasta el cuello en la ciénaga ya había recorrido la mayor parte del espacio que la separaba de la liberación. Exhausta y apunto de desfallecer se encontraba al límite de sus fuerzas. Ni el sol de la mañana, ni la sincera vergüenza de la tierra al enrojecer en los atardeceres cuando aquel sol la acariciaba tiernamente en su despedida, la hacían ya sonreír. El canto de los pajarillos no llegaba al cenagal, y su memoria no la dejaba recordar el maravilloso canto que antes le parecía mundano.
Sin embargo avanzaba donde no quedaba mas que caer y olvidarse hasta de si misma. Las puertas del escape estaban cerca, se lo decían sus venas. Se lo decían sus terminaciones nerviosas. Se lo decía a si misma con lentos movimientos de hormonas entre neurotransmisores. Sigue Leyendo...
El me dijo, en tono grandilocuente, que por el amor de aquella mujer había cruzado el mar helado sólo por verla.
Me quedé perpleja. Luego me dí cuenta de que no quería decir necesariamente que hubiese ido a nado. Iría en un barco y bien abrigado, como buen castellano viejo que es.
No se lo pregunté, como tampoco le pregunté en qué había parado aquel amor…
Una noche más, en la que el sueño no duerme y las sombras felinas se posan sobre las vulnerables paredes blancas del pensamiento.
Laberinto de calles que caen rodando, resbaladizas, hacia las orillas echadas a la mar del perfil, marcado por escenas no acontecidas, inexistentes todavía, latentes más allá del futuro.
Resuena el eco interior, cavidades cenicientas, en otro tiempo atrapadas entre llamas que no cesaban de arder, avivadas por el fulgor de una hoguera existencial. La madera de la sinrazón como el fogonazo de pólvora disparado, huía hacia los adentros más arrinconados, donde no podía llegar más que la ceguera de la incertidumbre. Sigue Leyendo...
Tormentosa vida maquillada, no dejas ver tu belleza interior.
Despierta de la realidad y crea el sueño del alma abandonada,
Como el ave Fénix, renaciendo en un crepúsculo de papel perfumado.
Sé tú de nuevo, estira la piel del deseo, quita el carbón de tus parpados…que el ser humano ha olvidado la melodía del piano,
y ha transformado su corazón, por un cheque en mano.
Se lanza al abismo del materialismo, danza con el conformismo.
Besa la pulpa de unos labios frívolos, sedientos de anillos, de metales banales.
Raza ambiciosa, confusa, la codicia te condena al error.
Existencia, da un giro en el camino. Mujer querida, tu vientre fecundo necesita
La sedosa caricia de un fuego encendido. Sigue Leyendo...
El frio se cuela entre tus huesos
y te nubla al pensar
envolviendote en una nube de intensidad
los sentimientos se revuelven
revolotean y brotan dentro de ti
buscan salir.
nostalgia, añoro, desamor…
tristeza, insuficiencia, rencor..
paradojicamente las nubes muestran
lo que el sol esconde en tu corazon
aislandote a un universo interior…
vive la melancolia, amor.
¿Quién no ha dudado alguna vez de la existencia de Dios? Precisamente los más peligrosos, aquellos cuya fe es algo mecánico que han recibido como legado y que, como en la parábola de los talentos, no se han preocupado de hacer aumentar. Porque suelen creerse en posesión de la verdad absoluta.
Buscar la fe no sirve de nada, porque viene cuando tiene que venir y no antes. Debemos honrarnos en dudar y en estar dispuestos para los cambios.
Incan
descen
t
ido re
suelt
oaoscur
es horas
Deviene.
retr
otrae
erte
al
ahor
aqu
i y a
hora
Habíamos un perro
un conejo,
una duda.
Habíamos zapatos,
caracoles, terrenos,
corazones,
frases y despidos.
Perfumes apagados.
Habíamos todos y estábamos
ninguno.
Habíamos milagros,
lunas, claveles, pasajes,
amaneceres.
Habíamos todo lo que no era.
Todas las mañanas cuando desayuno pienso lo mismo: ¿Yo tomo el café con leche o es el café con leche el que me toma a mí?. No he acertado todavía con la respuesta definitiva.
El silencio es la verdad que nada dice.
De mi silencio la mejor palabra
y callar, porque el alma se recrea
en la constancia del saberse sólo.
Los ojos, reflejándose en sí mismos,
espejos singulares nacidos de la luna.
¿A quién mirar con el alma entre las manos?
Y el viento suave hace adormecer la duda misma.
Seamos, aquí y ahora, presencias del Todo.
No diré nombres, ni señalaré lugares,
pero tú y yo sabemos que se nos ha dado un tiempo
para alcanzar la luz o el calor.
Y eso que yo no necesito apenas nada para vivir, me decía ella. Yo callaba porque no quería entrar en discusiones, pero las cosas no me cuadraban. Había estado intentando convencerla de que su situación era buena, no fabulosa como era antes, pero sí para estar tranquila siempre y cuando tomase ciertas medidas.
También había intentado hacerla ver que más vale la lucidez que el taparse los ojos voluntariamente, que no vale culpar más que al destino de ciertas situaciones. Que en un momento dado las posiciones más estables pueden tambalearse. Sigue Leyendo...
Esta Cenicienta, como la del cuento clásico, era una pobre chica que había caído en las garras de su madrastra cuando su padre, un terrateniente bastante acaudalado, falleció. La madrastra y sus dos hijas (que eran muy feas) se comportaban muy mal con ella, que vivía una vida modesta.
Un día se recibió en la casa una invitación para el baile en el palacio del rey. Inmediatamente, todo el mundo se conmocionó. La madrastra y las hermanastras de Cenicienta empezaron a pensar en trajes y tocados, en cómo valerse de los afeites para disimular su fealdad. Cuando Cenicienta preguntó, esperanzada, si ella también podría asistir al baile, se rieron en su cara y la llamaron sucia, desaseada, incapaz de presentarse en el palacio para una ocasión tan señalada. Sigue Leyendo...
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