Diciembre de 1999. Hace 11 años que se ha nombrado a la Zona de Conservación Guanacaste (en Costa Rica, el país de los ticos) Patrimonio de la Humanidad y hemos sido invitados por los colegas de Radio Sistema cultural de Nicoya para visitar la península de este nombre (en la provincia de Guanacaste) con el objetivo de realizar allí, en la misma Nicoya, un reportaje sobre la región y la historia de los antiguos pobladores de Costa Rica (los chorotegas). Así que tomamos el avión desde Quito hasta San José.
Llegamos a la capital costarricense (la ciudad de los josefinos) en el umbroso día 10 de diciembre de 1999. la temperatura es de 24 grados centígrados y hace un día excelente a pesar de las nubes grises. Sigue Leyendo...
Pasan los segundos, se forman los minutos. Suspiro. Espero a que desfilen los minutos y se formen las horas. Me detengo. Ya es demasiado pensar. Respiro. Y poder hablar de los días. Demasiado tiempo. No lo imagino. No quiero imaginarlo. No lo concibo, solo sigo. Demandando en la oscuridad de mis parpados cerrados por la muerte del reloj, me esfuerzo en vivir segundo a segundo y minuto a minuto el paso del tiempo, esa lenta agonía de horas marcadas. Soportar. Esta tortura. Mi tortura voluntaria, esta tonta elección de ya no verte.
Aunque cueste creerlo, a algunas personas no les gusta ser feliz. Cuando todo está bien, se las arreglan para echarlo a perder; cuando el horizonte se presenta despejado, inventan nubarrones, y cuando se sienten totalmente dichosos, no se quedan tranquilos hasta que se les pasa. Tienden a nivelar la calidad de sus vidas y de sus vínculos hacia abajo, y pudiendo conseguir lo placentero o lo mejor, se conforman con lo anodino o lo peor. Prefieren el disgusto al agrado, la tristeza a la alegría, lo tormentoso a lo calmo, el malestar a lo saludable, el aburrimiento al entusiasmo, el conflicto a la concordia y la desavenencia al acuerdo. Se caracterizan por sus malas caras, sus quejas, su desánimo o su contrariedad. Nunca están bien. Sigue Leyendo...
Dirigió una última mirada a la fotografía y luego la rompió en cuatro pedazos. Primero hizo un corte con el que separó a ella de él. Luego partió por la mitad la parte correspondiente a ella y después hizo lo mismo con la parte de él. Cuatro pequeños años había durado su romance. Cuatro pequeños años hasta que decidieron tomar nuevas direcciones. Él se iría a la pequeña casa del pueblo donde había nacido. Ella se quedaría allí, en la gran ciudad, buscando un nuevo sentido al amor.
Tomó el trozo correspondiente a la parte superior de ella. Allí estaba con su rostro angelicalmente ovalado bajo los rizos de su cabellera rubia. Era algo así como un ángel venido a conturbar la pasión de los hombres. Mucha carga onírica para él, que sólo había conocido el transitar de las horas por el camino verde de su alquería. ¿La quería?. !Claro que la quería!. Pero era demasiado ángel para él y decidió romper el trozo en otros cuatro pedazos. Así ya no tendría que sufrir más por aquellos ojos azules. Sigue Leyendo...
¿Qué desea?. Un cortado, por favor. Es el bar del Casino de la calle Mayor, número 68, de Alcantarilla. El del Círculo Industrial fundado, nada más y nada menos, que en 1879. Los carajillos reaniman a estas horas de la mañana. Los jubilados del Casino mojan en sus cafés bollos recién horneados mientras discuten sobre la política regional del PP o sobre el último reglamento de tráfico. El camarero pregunta por el IRPF. Mala pregunta para los jubilados a estas horas de la mañana. Yo he sido invitado a visitar la Exposición de óleos titulada “Alcantarilla ayer y hoy” del pintor local Luis Cerdá Sellés. Sigue Leyendo...
En el arte, la vanguardia se manifiestó a través de varios movimientos, los ismos, que desde planteamientos divergentes abordan la renovación, desplegando recursos que quiebren o distorsionen los sistemas más aceptados de representación o expresión artística, en teatro, pintura, literatura, cine, música, etc. Estos movimientos artísticos renovadores se produjeron en las primeras décadas del siglo XX y tuvieron su auge en Europa, desde donde se extendieron al resto del mundo, principalmente América del Norte, Centroamérica y América del Sur. Sigue Leyendo...
Un corazón, un puñal,
un cariño y una mentira
todo aquello que te hace bien,
también te hace mal.
El momento en que amas,
el instante en que odias,
todo se hace imperfecto y obvio,
un sueño dentro de otro sueño.
No todo es sinónimo de naturalidad,
hay noches en las que no se duerme,
ficciones que no escapan a la realidad,
voces que nunca se escuchan,
banderas que jamás se agitan,
logros que no se gritan.
Hay gitanas que no adivinan,
caricias que lastiman,
guerras que no terminan,
penas que forjaron alegrías,
heridas que no sangran,
derrotas que fueron victorias.
Hemos asistido, desde estas páginas, a una especie de debate (¿crítica más bien?) que no parecía tener nada de constructivo.
Me parece que la persona que critica con tanta negatividad y tanta complacencia no ha caído en el pequeño detalle de que los que aquí escribimos somos meros aficionados. Algunos un poco más comprometidos con la literatura que otros, pero lo que este espacio no es, bajo mi punto de vista, es un foro para figuras consagradas de las Letras.
Todos hemos leído, en un momento u otro, textos que nos han parecido bien, incluso muy bien, así como otros textos que nos han parecido mal, incluso muy mal. Creo que lo prudente, en este último caso, es no hacer ningún comentario. Cuando uno ve que su texto no suscita comentario alguno, piensa (creo que muy razonablemente) que no ha gustado demasiado. Si uno se desmoraliza por eso, es su problema. Sigue Leyendo...
La soledad del blando aire
gestualiza la luz sin fin.
¿No oyes cómo te nombra?.
¿No te acuerdas ya de mí?.
La luz voraz de lo animado
de aquel suceso feliz
se marcha, se marcha, se ha marchado
dejándome tu perfil
y un suceso nominado
en los umbrales de abril.
En una tarde gris las dudas se desatan, la mentira me ronda, lo sé..
La única manera de dejar todo atrás es no pensar, no sentir.
Él sabe que todo se había acabado pero me puso a prueba para comprobar hasta donde lo quería yo. Lo sabía, sabía que lo quería, tanto…… que a pesar de tanta mentira lo amaba. Pero se acabó….. también lo sabe…. A pesar de tanto amor.
A él va dirigida esta reflexión, esta locura que me aqueja, espero ya que por poco tiempo.
Adiós, sigue tu vida y olvídate de la mía…. Es lo mejor para los dos.
Tú feliz con tus seres queridos y yo con mi vida…..
Déjame vivir…. Sigue Leyendo...
Trayecto. El camino es un posible aprendizaje de la supervivencia. Vivir para seguir andando. Andar para seguir viviendo. El hermano mayor es el viaje imposible. El camino es el contexto realista. Un trayecto. Arropado por el impagable decorado de las experiencias. El personaje se funde con la luminosidad. Cielo y tierra son un mismo camino. Sin principio ni fin. Por él se mueve el caminante.
La solución es una nueva mirada sobre los momentos de alcanzar la meta. En el trayecto hay espacio para todo tipo de encuentros. Negativos y positivos. Disociaciones y solidaridades que afloran en el más allá del horizonte cotidiano. Polifonía de la esperanza. La nobleza del caminante es irrefutable. Los resultados son historias que se comentan. Sigue Leyendo...
Adiós Miranda, y me dices que te vas a la ciudad. Adiós Miranda, yo no se por que te vas; adiós Miranda, que te vaya bien; adiós Miranda que te vaya mal, adiós Miranda, ojalá que te mueras por allá.
Adiós, por que me dejas muerto a mi también si tu te vas; adiós, por que la casa esta triste, por que el gato ya no se pasea por aquí más; adiós por que mi vida la llevas en tu maleta, con vos la arrastraste sin darte cuenta. Adiós, ojala no vuelvas más, olvida el camino, no pienses en el regreso, ciao nadie te necesita aquí.
Adiós, te llevaste mi vida, búscala en la maleta, en todo tu equipaje, devuélvemela y por favor…de mis palabras no hagas mucho caso, el alcohol me sume en desvaríos. No hagas caso, que el gato, que la casa, que yo mi vida, aguardo tu regreso sentado bajo el mismo árbol y en la misma silla. Sigue Leyendo...
¿q §e e§pera de un futuro proveniente de un s§frido pa§ado, y y un odiado pre§ente?
§ombra§
Las historias de los relatos son, en realidad, fragmentos de vidas presentados como confesiones sentimentales sin indulgencia. Escribir un relato nos ayuda a olvidar la desilusión de tener una vida privada encerrada en el círculo de la desesperación. Desde el conjunto de una serie de relatos se adivinan las preocupaciones fundamentales de un escritor o de una escritora con poderosa creatividad para manejar historias con representación literaria.
Al desleírse las historias como azucarillos en un café nos hacen asimilar las culminaciones de un autor con propósitos y hasta nos guían a los límites de su experiencia personal, A partir de los relatos de un autor o autora sabemos las claras ideas de quien lo escribe con estilo y manera. El intensivo estilo del relato es siempre una finura de quien lo está componiendo como una partitura musical. Sigue Leyendo...
Portal Literario Independiente