ORACIONES DE OTOÑO

La inquietud del alma precisa sosiego. Hemos esperado demasiadas veces la revelación anunciada, pero somos tiempo que no perdura. Con los ojos cerrados descubro la necesidad de una humilde súplica: estamos padeciendo demasiado dolor y éste se extiende. La dureza de la razón nos ciega y sucumbimos ante la desesperanza, porque hemos renunciado a ser humildes como cualquier hoja que cae y nada dice. En esas miradas que cruzan tantas veces la calle se pierde el brillo, se espera la comida y poco más, pues los días de sueño y esperanza se alejan, como las aves. Gracias a quienes saben sentir en su humildad que lo más pequeño es un
regalo. Gracias a quienes alivian el dolor de los demás, soportan sus profundas contradicciones y callan. Sigue Leyendo...

Corrupcion Justa

“Señor ladrón, buenos días tenga”
“Buenos días señor Juez”

“Soy el juez que tiene que declararle culpable o no culpable”
“Adelante señor Juez, le escucho”

“Vamos a ver. Usted entró en la casa, y sabía que los dueños estaban durmiendo en su habitación. ¿Es así?”
“Efectivamente, está usted en lo cierto.”

frio……

El frió en congelador lanza alaridos de muerte,
en un tenue frió que parece no acabar, así es,
querida, que en noches de frio y soledad,
muero en la oscuridad, puesto,
al amanecer, allí, el frió esta.

no es ausencia es hastió, lo que siente mi corazón, de siempre arrepentirse de los mismo.

Dos maneras distintas de comenzar un relato.

Equivocada: “Una sigilosa sombra apareció en medio de la total penumbra”.
Acertada: “Un sigiloso bulto apareció en medio de la total penumbra”.

Explicación: Si damos por cierto que estamos en un lugar cerrado donde la penumbra es total es imposible que aparezca una sigilosa sombra en dicho lugar porque para que aparezca una sombra se necesita luz aunque ésta sea escasa. Por eso la primera manera de comenzar el relato es equivocada pues es una contradicción que hace no creíble a la escena. En el segundo caso sí puede ser correcto; porque a pesar de que la penumbra sea total un bulto puede moverse sigilosamente dentro de dicho lugar. En este caso no hay contradicción alguna y la escena es creíble. Sigue Leyendo...

parte 1. II

Empezó a dar vueltas en la cama, no podia dormir, estaba nerviosa. Notaba el calor de su piel con las piernas entrelazadas y permanecía inmóvil. No se atreveia a hacer ningun movimiento que pudiera despertarlo o que le hiciese cambiar de postura. Estaba serena, y observaba como respiraba a tan solo dos centímetros de su cara.
Intento adentrarse en sus sueños, se fijo tanto en su rostro, durante tanto tiempo que se creyó capaz de hacerlo.

La cama era cálida ahora que compartian sábanas, se habia combertido en un lugar seguro, estaba convencida de que si conseguía dormir tendría el mejor de los sueños. Pero se detubo a pensar que no quería soñar, que ese instante era mejor que cualquier sueño. Sigue Leyendo...

LA BOMBA, anónimo

Me gusta ver la bomba caer mansa del cielo
Y ya quieta en el suelo, sin vida al parecer
De repente se agite y en rayos mil vomite
La muerte por doquier
Me gusta un cementerio de muertos
Bien relleno
Manando sangre y cieno que impida el
Respirar
Y allí una sepultura de tétrica mirada
Y manos despiadadas los cráneos machacar
Me gustan las queridas, tendidas en sus lechos
Flagelarle los pechos
Morderle los pezones, que goce que ilusión