Tengo mis domingo siete,
Mis días de bruma, mi pesadéz
Mi cansancio,
Tengo mis defectos,
Mi reloj atrasado,
Mi ambición desviada,
Dislexia en mi atención,
Pensamientos discordinados,
Aunque a veces,
discordino mis pensamientos,
Solo por apetito de mi mente.
Archivo por meses: diciembre 2011
Amor primero
Te acordás de aquella frase… “pájaro de canto bajito?…”
de las charlas interminables, los mails especiales, el ecosistema…
los ojos, las manos, el calor,
el vino y la cerveza,
los besos en la frente,
las canciones, Sabina la guitarra y el sombrero,
el hornito y su esencial, las miradas, las caricias,
Eres un ser humano
Eres un ser humano. Un puente absurdo entre el silencio del pez y el canto del ave. Eres caída alta, entre el infierno que construyes y el paraíso que nunca alcanzas. Eres dos guerras mundiales para disimular tu constante vivir la guerra, en la que ahora mismo, te recreas y callas.
Eres un ser humano. Ni la inocencia espiritual de los ángeles, ni la inocencia animal de los animales. Pudiste fingir un viaje a la luna, como una mujer finge un orgasmo, o pudiste haber llegado. Pero inexorable por tu egoísmo, morían como mueren ahora, de hambre en la tierra tus hermanos.
Constructo del abandonado en lo alto
He muerto balcón, mujer, por decisión arquitectónica tuya,
por el egoísmo, exquisito y atroz, de tu delirio,
que negó la calentura, por el afán de riquezas.
En ese lugar extraño que me construiste
miro la calle, desde lo alto, vacía
y a mi espalda, el resto de tu casa, con vos y tu flamante marido.
Intuyo un sótano, tuyo, tuyo,
que me dice que nunca serás
mía mía.
La ausencia – Juan Ramón Jiménez
Yo he visto la tristeza (reedición).
Amigos para Siempre
Margarita, en Teleamazonas, lee… lee… lee… y sigue leyendo un ramillete de hojas que tiene entre las manos. Se trata de una comedia titulada “Amigos para Siempre”. Lee, medita y piensa: !Mereció la pena esperar tantos años para ver esto!”. Rápidamente llama a su despacho al guionista, a quien desea ansiosamente ser el director de la comedia y al actor principal. Son ellos, por orden de prioridades, José Orero, Juan Carlos Barahona y Alvaro Correa.
– !Señores!. !Es tan magnífico este guión que espero y deseo que pasen esta misma tarde por aquí para firmar el contrato y ponernos inmediate a rodar la comedia!.
Conflicto
Enredando los hilos
Capricho breve
Viaje definitio – Juan Ramón Jiménez
De zero
Hacer malabarismos con Bicicleta
Un hombre caminaba tranquilamente con su perro por el campo, paseando y tarareando una melodía. Estaba contento.
De pronto, encontró una bicicleta tras unos árboles, parecía como abandonada, aunque no se veía muy descuidada… La cogió decididamente, sin ningún miramiento, y se la llevó a su casa, allí la acondicionó. Pero… luego advirtió que desde mucho tiempo atrás no subía en bicicleta, con lo cual…
Recordó que en el centro del pueblo vivía un hombre que había sido maestro de escuela y acróbata en un circo, así que se encaminó hacia aquel domicilio.
Nectarina.
Desde la ventana del salón, Amador Cienfuegos la veía, todas las tardes, pasar con las partituras metidas bajo el brazo izquierdo y luego, lentamente, se detenía zusto debajo de aquella ventana y, lentamente, a las seis en punto, siempre a las seis en punto te la tarde, se ponía a leerlas mientras Amador Cienfuegos tomaba, ávidamente, sus prismáticos y, mientras ardía su cuerpo y por poseerla, observaba todos los dutalles de aquella monumental chiquilla. Era la mujer más preciosa, más linda y más excitante que había conocido en su ya larga vida de conquistador impenitente. Mientras observaba sus ojos, su rostro divino, sus rasgos sensuales y hasta eróticos, aquel cuurpo que la asemejaba a la diosa Diana, la cazadora indomable del Olimpo…
“El embargo”, poema extremeño de José María Gabriel y Galán
Voces en la Bruma
De Errores
El próximo error que cometa lo concentraré en la satisfacción de mi ego, en lo más profundo de tus centros, ¿vendrás estrella fugaz, a perdonarme antes de morir? ¿serás mía? sé mía, cae próxima a mi faceta más libidinosa en tu condición más pervertida, para deshacer la moral juntos y revolcarnos en el horror de quienes contemplen, pues el próximo error que cometa espero se concentre en la distancia atómica pero a la vez infinita que separa a nuestros cuerpos cuando exhalamos los últimos suspiros de vida antes de morir y renacer como el ser que jamás fui y que siempre añoro volver a ser, reconstruir construyendo los días que jamás existieron, y darnos las últimas despedidas incómodas, penetrar en un universo de inconmensurabilidad que evidencie nuestra falta de conocimiento mutuo, que evidencie que en realidad mi error fue tu error, y que el próximo error que cometas no ha de ser jamás conmigo, sino contigo misma, en un placer que te lleve a entender por qué las estrellas brillan millones de años en solitario sin necesidad de conocer el brillo de otras, y por qué no hay Sol o Luna en el cielo, sin que uno opaque al otro.
2+Kbiendá
LA BOMBA, anónimo
Conociendo a los Federicos (Cultura) QUINTA PARTE
Federico Guillermo, llamado El Gran Elector (Berlín, 1620 – Potsdam, 1688). Elector de Brandeburgo y duque de Prusia, de la dinastía de los Hohenzollen. Subió al trono en 1640 y, tras la firma de los tratados de Westfalia (1648), se esforzó en recuperar Brandeburgo. Jefe de la oposición calvinista a los partidarios del emperador, acogió a los refugiados hugonotes tras la revocación del edicto de Nantes (1685).
Federico Guillermo I, llamado el Rey sargento (Berlín, 1688 – Postdam, 1740). Rey de Prusia (1713-1740), de la dinastía de los Hohenzollern. Hijo de Federico I, prosiguió la obra de centralización y desarrollo económico de sus predecesores y legó a su hijo, Federico II, un reino poderoso.
Otro invierno.
De nuevo llega el frío, calcetines, botas, gorro, bufanda, que el alma no pierda el calorcito acumulado de un bonito verano. Y el tiempo calla, no dice nada, se para en la esquina y espera. Es reconfortante sentir el frío aire penetrar hasta lo más hondo de tu ser. Mientras queme el alma no hay frío que nos pueda. Noviembre con su nó, diciembre dice algo, susurra. La punta la nariz, helada, sonrío y me acuerdo del sol, de la playa, del cielo azúl. Aunque no siento frío, y menos en el alma, gracias a tí, que me quieres, que te quiero como jamás había querido. O no había querido?. Formas diferentes de amar, pero la tuya es la que me gusta. Quizás un día todo se acabe, de cuajo,y me digan: es la vida, pero…
Fue…
Recuerdo que…
Antiguamente, cuando no tenía derecho a ser un niño pequeño de mi edad, recuerdo que le preguntaba cosas a mi padre…
Muchas veces me decía, me devolvía, un… “Cuando seas mayor”
Cada día al hacerme mayor me iba desengañando.
Algún día dejaré de hacerme mayor, como cualquiera.
El desengaño era y es, en positivo y en negativo, para bien y para mal.