Desayunar leyendo
Leer en la cama hasta que me entra sueño
Ver llover a chaparrón desde detrás de los cristales
Tener que correr los últimos metros para llegar a casa cuando se inicia una tormenta
Ver cómo empiezan a brotar las hojas de los árboles en primavera
Quitar las fundas protectoras de heladas de las plantas de la terraza
Saborear un té árabe acompañado de un cigarrillo
Acariciar al gato y que ronronee y me lama la mano
Los spaghetti frutti di mare
Restaurar alguna pequeña cosa que se había roto (y que nadie restaura ya por encargo)Sigue Leyendo...
Pico della Mirandola (24 de febrero de 1463-17 de noviembre de 1494) nació en Fossa, cerca de Módena, en el seno de una familia de señores feudales de una pequeña región de la provincia de Emilia-Romaña. Filósofo y humanista, se caracterizó por su interés en conciliar la religión, la filosofía y la magia como consecuencia de sus estudios y viajes por muy diferentes partes del mundo entonces conocido. Gran amigo de Savonarola, quién ofició en su entierro, fue protegido por Lorenzo de Médicis. Poseyó una de las mayores bibliotecas de la época, que legó a un amigo con la condición de no cederla a ningún convento. Fue un detractor de la astrología, que a su juicio condicionaba el libre albedrío del ser humano.Sigue Leyendo...
Hay personas (todos conocemos a alguna) etiquetadas como fuertes, tanto física como psíquicamente que, o bien han venido al mundo ya con esta condición, o bien la han adquirido al tener que enfrentarse a situaciones desagradables. Cuando a alguien se le cataloga como fuerte ya no le queda, habitualmente, más remedio que comportarse de acuerdo con el guión que le han marcado. Y también de acuerdo con la costumbre que han adquirido tanto de tirar para adelante a toda costa y sin fijarse tanto en sus heridas, ya sean superficiales ya hondas, como en la resolución de problemas que bien pueden pertenecer a otros. Es una especie de lacra el ser etiquetado como fuerte cuando a veces esa fortaleza puede ser sólo aparente y puede provenir únicamente de una falta de egocentrismo.Sigue Leyendo...
Pues mira, Diesel, qué casualidad que también mi madre fue a una Academia que estaba en la Puerta del Sol, pero la suya se llamaba Reus. Estaba preparando unas oposiciones para un organismo oficial, que luego aprobó. Estaba justamente frente a la antigua (y un tanto siniestra) Dirección General de Seguridad, hoy día sede de la CAM.
Vivían en el centro, de hecho su padre, mi abuelo, había nacido en una de esas calles estrechas que tuvieron que desaparecer cuando construyeron la Gran Vía. Todavía tengo una tarjeta de visita suya que guardo celosamente, con aquellas señas.Sigue Leyendo...
El almendro del jardín de la casa de al lado ya está totalmente florecido. Empiezan a desprenderse, como si fuera nieve soleada, algunos pétalos rosados. El vientecillo los transporta hasta cruzar el pasillo que separa ese jardín del de mi casa. El almendro cae directamente debajo de mi terraza y me he estado asomando con cualquier motivo para contemplarlo mientras empezaban a apuntar las hojas y yo sólo tenía ojos para ver el milagro recurrente de sus flores en febrero. No quiero que se caigan las flores, el milagro completo sería ver que este año no desaparecen.Sigue Leyendo...
Si los lugares sagrados son preservados de la guerra,
Entonces hagamos que todos los lugares sean sagrados.
Si las personas santas son protegidas de la guerra,
Entonces declaremos santas a todas las personas.
Ayer estaba nerviosa, preocupada. Vino el niño, que no sabía nada, y me preguntó si me podía tocar la cabeza. Le dije que sí y entonces me dio en ella unos leves masajes con los dedos. Le pregunté por qué lo hacía y me dijo que para tranquilizarme; le volví a preguntar que quién le había enseñado (creyendo que me iba a decir que en el cole) y me dijo que nadie. Se marchó, volvió y me masajeó el hombro izquierdo, apenas con unos ligeros toquecitos. Me preguntó si ya me había tranquilizado. Él no podía saber nada de mi preocupación, lo intuyen, son brujos antes de cumplir los diez años.Sigue Leyendo...
Me da mucha pena ver que hoy día, mientras mantenemos el tipo (a veces, ni eso) cuando hablamos con alguien, ves cómo anónimamente, en los foros de discusión, la gente de ideologías contrarias (bueno, no sé si ideología es el término adecuado, probablemente no es ni eso) llegan a decir verdaderas burradas y arremeten contra todo y contra todos los que no piensen como ellos.
Yo nunca me había interesado mucho por la política. La verdad es que tenía al lado a alguien demasiado interesado por ella, y eso actuó como una especie de vacuna. Últimamente sí me he tenido que interesar, yo creo que un poco a la fuerza. Me explicaré: es que como veo que la imparcialidad no existe, no queda más remedio que echarse a un lado o a otro. A lo mejor es una equivocación mía, pero así es.Sigue Leyendo...
He hecho cuatrocientos kilómetros sólo para verla. El reencuentro fue muy emocionante. La hermana sabía que yo iba, pero ella no. Está pasando (otra vez) una mala racha de salud. Tienen que volver a operarla. La otra vez, hace año y pico, no nos enteramos a tiempo y cuando se supo yo no pude desplazarme, sólo pude seguir el desarrollo de su convalecencia por teléfono, primero con su hermana y después, cuando ya estuvo mejor, con ella.
Y el tiempo ha pasado, ella aparentemente estaba bien; hemos hablado en ocasiones, pero no había llegado a verla. Es una amiga de la infancia, de los veraneos en el Norte. De cuando íbamos en familia y llegamos a establecer con la suya un vínculo que, ahora se ha visto, nunca llegó a romperse, a pesar de que durante mucho tiempo nos hubiéramos perdido la pista.Sigue Leyendo...
Ayer, regresando del Norte, volví a recuperar los paisajes de los veranos de otros tiempos.
Esas laderas sobre las que parece que alguien ha colgado un tapiz verde esmeralda, impecable, sin que se vea interrumpido más que por casas, por vacas o caballos pastando. Esos campos cubiertos de hierba muy verde, muy brillante, esos altozanos cubiertos de árboles como prestándole su altura a la elevación del terreno. Tan bello todo cuando llueve, maravilloso cuando sale el sol.
Llegábamos a aquel pueblo, siempre en verano y siempre en domingo, en dos o tres autocares llenos hasta los topes porque todos los pescadores de la Peña aprovechaban para llevar a sus familias.
Parada en el pueblo antes de seguir hacia las Lagunillas, coto de pesca, que era el destino final. Siempre muy temprano, mis primas y yo salíamos deprisa para comprar el pan, una hogaza de pueblo como no se consumía en la ciudad. Era la única tienda abierta. Una rápida visita a la iglesia, un padrenuestro rezado aprisa porque no íbamos a poder escuchar misa, el autocar no esperaba. Una iglesia como dormida que, al igual que el pueblo, aún no había despertado.Sigue Leyendo...
Llevo casi dos semanas padeciendo un ruido infernal. Después de unos meses sin ningún vecino en el descansillo, ya que de los otros dos pisos se han trasladado sus ocupantes (con los que, por cierto, me llevaba estupendamente y ha sido una pérdida el que se hayan marchado), ahora han llegado las obras. En el piso que está pared con pared con el mío hace casi dos semanas, como antes decía, se han desatado todos los furores del Averno. No parece posible que seres humanos puedan manejar un aparato que lo produzca en tal cantidad y tantas horas seguidas. Me pregunto si contratarán para su manejo a sordos, o si habrán perdido ese sentido a fuerza de manejar el trasto. Se alternan los bramidos del aparato en cuestión con los martillazos o lo que sea que utilicen como guinda del pastel.Sigue Leyendo...
El tema a continuación no es mío. Me ha llegado a través de un e-mail y me ha parecido que debía copiarlo aquí.
El arte de callar
Muchas veces basta una mirada. Una mirada sostenida. Tus ojos sobre los ojos del otro.
Adivinar el significado de los brillos. Leer el futuro inmediato más allá de las pupilas.
Quieres decir muchas cosas, pero aguántate las ganas.
Aprieta los labios. Permite que las ideas circulen sin que salgan al exterior.
SONETO LVII
A do inclino los ojos, allí veo
de m’ingrata enemiga la belleza,
i en dulce sentimiento de terneza,
cuitoso, con mi pena devaneo.
¡Cuánto devo en mi mal a mi deseo,
qu’entibia mi dolor con tal destreza,
que, cuando más embuelto en mi tristeza,
descubro lo que busco i más desseo!
Si este engañoso velo de mi daño
no sustentara el pecho, acostumbrado
al perpetuo furor d mi tormento,
ya fuera muerto. Mas, dañoso engaño
que m’enlazas de nuevo en mi cuidado,
¿por qué me huyes más veloz qu’el viento?
Este soneto pertenece a una de las recopilaciones de poemas, titulada “Poesía castellana original completa” de Fernando de Herrera, poeta sevillano, 1534-1597.Sigue Leyendo...
Hoy he estado recordando la primera vez que te visitamos en Ibiza, cuando éramos todos tan jóvenes y la vida nos sonreía. Tú eras, de los dos mellizos, el más activo, el más risueño, el más atrayente por presencia y por carácter, el más cariñoso.
Hoy, miércoles 23, he podido visitar finalmente el Palacio.
La visita es impresionante, no sólo por la belleza del Palacio y sus jardines, sino también por la erudición del guía, que iba intercalando textos tanto en poesía como en prosa en la exposición que nos hacía de la historia y de la descripción de las riquezas que guarda en su interior.
Son muchos los personajes famosos, incluso reyes, que habitaron en esos terrenos antes de la construcción del Palacio que ahora existe. Esos terrenos han pasado por muchas manos antes de su adquisición por los Duques de Alba para la construcción del Palacio.Sigue Leyendo...
Este texto lo redacté hace ya algo más de un mes, previo a mi visita al Palacio. Hoy miércoles he podido al fin visitarlo, y mis impresiones las dejo para un segundo texto.
En mis recorridos por Madrid he seguido la pista de Cayetana, Duquesa de Alba, musa de Goya y biznieta del famoso Duque de Alba, el que participó en las guerras de Flandes. He estado en uno de sus alojamientos, un palacio del siglo XVI en la calle Don Pedro, en uno de los barrios más antiguos y mejor conservados de la ciudad, que no estaba abierto al público pero al que pude acceder por estar en tiempos en él unas dependencias de la Administración.Sigue Leyendo...
A punto de finalizar el primer cuarto de este siglo XXI de nuestros pecados, en el que hemos visto cómo se desarrollaban tecnologías que unos años antes apenas sí podíamos creer que existieran, hemos visto cómo se han hecho posibles los viajes en el Tiempo, tanto al pasado como al futuro.
En mi juventud sentí siempre curiosidad por conocer cuál sería el desenvolvimiento de la humanidad en los tiempos venideros, y por tanto hubiera dado lo que me pidieran por visitarlos. Sin embargo, pasados los años y visto lo que estos nos han aportado, me he desilusionado totalmente, he perdido la curiosidad y he decidido, por el contrario, viajar al pasado.Sigue Leyendo...
Mi madre me regaló un reloj de pared. Es un reloj clásico, bastante bonito, de esos que tienen su péndulo de lenteja y sus pesas, y al parecer también bastante bueno.
A mí me gustó mucho el reloj desde el primer momento, pero quien estaba verdaderamente entusiasmada con él era mi madre. En sus últimos años lo controlaba mucho y digamos que no estaba satisfecha si su funcionamiento no era totalmente preciso.
Mi madre murió, casi de repente, pues cogió un resfriado que se convirtió en neumonía y una semana después la enterrábamos. Era muy joven todavía. Sigue Leyendo...
Un vecino del barrio y amigo de perro (yo llamo así a la gente que he conocido sacando a mi perra a pasear al parque) tenía una polémica que al parecer duraba meses, si no años, con un amigo suyo, salmantino. La polémica era sobre las Plazas Mayores de Salamanca y de Madrid.
El salmantino, como es lógico, barriendo para adentro decía que su Plaza Mayor es más antigua y de mayores dimensiones. A lo que se oponía mi vecino, sin tener por otra parte datos fiables, también barriendo para adentro.
Dejando aparte que me parece infantil hacer comparaciones como esas, como a mí me encantan esas investigaciones, me puse a ello y con mucho esfuerzo, cuando casi estaba a punto de tirar la toalla, pude acceder a la información de la superficie ocupada por cada una de las Plazas, así como otros datos, como fecha de construcción.Sigue Leyendo...
Durante el siglo XVI, la vihuela tuvo una gran popularidad en España. Diferente en tamaño al laúd, tiene sin embargo gran similitud en cuanto a los acordes y el sistema de dobles cuerdas. Su apariencia es más semejante a la guitarra.
De los compositores de vihuela famosos en su tiempo, Luis de Milán no era un músico profesional, sino un hombre acaudalado, autodidacta como él mismo se autoproclama, que vivió en Valencia en la corte de Germaine de Foix, segunda esposa y viuda de Fernando de Argón, y del Conde de Calabria. Otro compositor de vihuela famoso, Luys de Narváez, era por el contrario músico profesional y se había dedicado a estudiar exhaustivamente sus proporciones y su práctica. Perteneció a la capilla del príncipe, futuro Felipe II. Sus contemporáneos destacaron su gran maestría del instrumento y sus cualidades de improvisación.Sigue Leyendo...
Mis lágrimas escondidas no tienen sabor a sal,
Tienen un sabor amargo que se entremezcla
Con la dulzura de los recuerdos del ayer.
Se produce la paradoja: lloro por lo del hoy
Y doy gracias por lo que de dulce he tenido,
Por la protección que en el desamparo
Me hizo aprender tanto, y luchar, y vivir.
Me doy cuenta de que llevo tiempo sin entrar en Vorem. Con tanta cena y tanto almuerzo, la casa llena de gente… no queda espacio para mucho, la verdad.Así que ahora aprovecho este rato de tranquilidad, en que me he quedado tranquila, para desearos a todos vosotros, amigos vorémicos, mucha, mucha felicidad en este nuevo año, que los tiempos os sean propicios en salud, en amor, en lo económico, y que podáis compartirlo con aquellos a quienes queréis.
Que vuestras penas pasen, que la vida os muestre su lado más amable, que las estrellas brillen para vosotros, que los pájaros os canten y que los niños os sonrian.Sigue Leyendo...
Acabo de llegar a casa y, al poner el telediario, me entero de que ha fallecido Fernando Fernán Gómez esta tarde en el Hospital de la Paz, donde hace poco había sido ingresado.
Con su marcha la Escena española pierde una gran figura, una figura entrañable con la que muchos hemos ido creciendo y madurando.
Sólo le vi en persona una vez, al entrar con mi marido hace bastante años en una cafetería del centro de Madrid. Me lo encontré prácticamente de cara y recuerdo que nos miramos directamente a los ojos, con una mirada larga en la que creo que hubo un intercambio de piropos. Los que yo le dedicaba a él tenían más fundamento que los suyos, porque él quizá pensó que yo era una chica maja, pero yo pensé que él era un genio.Sigue Leyendo...
Mi empresa había entablado conversaciones a un alto nivel con ellos. Pertenecían a una empresa estatal de uno de esos países en los que no se contempla un trato igualatorio entre los sexos. Yo había tenido ocasión de hablar por teléfono con un alto funcionario, que la verdad es que me había parecido siempre una persona encantadora.
Hubo que firmar los acuerdos que se habían venido gestando, para lo cual ellos vinieron aquí. Me advirtieron que en el momento de las presentaciones yo no debía tender la mano para que fuese estrechada. Mira que me lo dijeron veces, para que lo tuviera muy clarito.Sigue Leyendo...
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