Bajaban, por las cenagosas aguas del Cristal, las anaranjadas tencas… acompañadas de sus ciprínidas crías –pectinadas entre las vegetaciones musgosas-y, al otro lado de la frontera inexistente, retumbaba el eco de las voces de Orellana, San Ignacio, Borja, Bagua y Nazareth; y yo me reconocía como la Escultura Invisible, limitada por los tres vértices atardeceros de su presencia: la paz de sus miradas sin umbrales de ocultación, el desarrollo de sus palabras con la encendida perseverancia de los poéticos lirismos y la democrática sensibilidad de la internacionalidad de su místico universo.
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El Cóndor (IV): Segunda Parte de El Lechero
Huayna Cápac, llamado El Grande y tambvién El Conquistador, uno de los hijos reales de Túpac Inca Yupanqui, fue nombrado soberano inca en el año de 1493, extendió el Imperio por el Nordeste del Perú y reprimió las revueltas ecuatorianas (en las que participó su hijo Atahuallpa). A su muerte, el Imperio quedó escindido entre Atahuallpa y Huáscar, hijo legítimo, éste último, del Inca y su primera esposa real; pero tambiñen tuvo una hija tan hermosa que resultó ser la más bella princesa india que jamás haya existido…
Aquella linda princesa estaba consagrada desde el mismo momento en que nació, y fue confinada al convento situado en el lago que los españoles rebautizaron xon el nombe de San Pablo, en la región habitada por cayambes de Imbabura.
El vigilante de las llamas
Llegó el Infierno. Como siempre que nos visitan los diablos del verano ardiente la Tierra arde por los cuatro costados. Es verdad que la gran mayoría de los incendios que asolan la corteza terrestre son producidos por causa del sol ardiente, pero también hay casos (bastantes pues se dice que son el 10 por ciento de un total de varios miles al mes) en que los producen seres humanos que poco tienen de humanos y que también se dudan que sean seres. En este sentido, en relación con estos innombrables sujetos, trascribo textualmente lo que mi admirado columnista Manuel Alcántara publicó hace unos días en el diario “La Verdad”. He aquí el texto que sirve como reflexión del día.
Desposeída
Él sabía que ella lo sabía. Había hecho el amor con otras mujeres en el pasado, pero ésta que gozaba ahora, con el cuerpo fríamente desnudo bajo su corpulenta anatomía, no buscaba su boca. Era él quien buscaba la de ella mientras sus manos acariciaban las frescas nalgas de una mujer que tenía sólo 20 años de edad aunque mentía diciendo tener 30… porque a ella le gustaba aparentar ser treintañera para sentirse más madura ante los hombres que, como él, ya habían rebasado los 50.
Cada vez que él tocaba una parte del cuerpo de ella, su memoria le hacía retroceder hasta la nostálgica experiencia de otros sexos salvajes, como si ésta última vez de ahora le hiciese volver al paraíso soñado.
Arrepentimiento (Pensamiento)
Míster Bergman
Se fue. Con 89 años de edad recién cumplidos, Ingmar Bergman, el director cinematográfico sueco nacido en Upsala el día 17 de julio de 1918, hace un par de días que murió. Hoy, en el bar Aquarius, Víctor me ha presentado a un nuevo amigo, Fernando, de 42 años de edad y que, siendo obrero de la construcción, es un gran amante y entendido del cine. Un cinéfilo nato. Y para romper el hielo tras las acostumbradas presentaciones hemos hablado de Ingmar Bergman y lo que supuso para el cine en general y, en particular, para el cine europeo.
Y es que este Bergman (que no era familia de la actriz Ingrid Bergman, también sueca y fallecida hace algunos años) ha pasado a la Historia del Cine como uno de los directores clave de la segunda mitad del siglo XX.
El Cóndor (III): Asistente del Silencio
– Qué fue lo que sucedió entonces?.
– ¿Entonces?
– Sí. ¿Qué fue aquello que convirtió la historia en leyenda de amor?.
– ¿Cómo adivinaste que la historia pasó a ser una leyenda amorosa?.
Mas él volvió a guardar silencio. Yo sabía que la búsqueda del misterio de las “chullpas” estaba en él, en su mirada, en su expresión… dentro de aquel hombre irisado de fronteras sin pronombre, se encontraba la respuesta a todas las inquietudes de las ñustas, los ayllus, las coyas, todos los “intis” y “viracochas” originarios del lago titicaca… y algo más que sólo pertenecía a él y, posiblemente, a mí misma…
Pensalabra (Pensamiento)
… y Albalaria 3
Azul y verde. Verde y blanco. Blanco… y tus ojos tejiendo los hilos entre las algas saladas de los ultramares, allí donde me he quedado colgando la costa a lomos de un navío que flota entre las olas de tu rojo farol. Bajan del cielo las gaviotas para trazar la raya añil de tus amores.
¿Hay también naranjos en el mar?. Posiblemente. Naranjos marinos que crecen en algunas fragatas furtivas y perdidas junto al faro de tus ojos negros. Azul y verde. Verde y blanco. Blanco… y tus labios arduos besando al alba de los naranjos marineros. !cuánta sed tienen las algas que rodean el azul del mar!.
Hubo una vez un gregario…
Alberto Contador, el ciclista madrileño nacido en Pinto y con abuelos de Extremadura, es, al día de hoy, el último de los grandes héroes deportivos de España (y ya son muchas decenas de grandes héroes deportivos que ha dado y sigue dando la patria hispana) y ahora todos los medios de comunicación social, a nivel mundial, dan a conocer pelos y señales tanto de su vida profesional como personal y familiar; la vida y las gestas de este excelente ciclista que, a sus 24 años de edad, se presenta como una de las grandes promesas de futuro mito legendario de este deporte. Pero no es de Alberto Contador de quien quiero hablar en esta larga reflexión…
Por ti…
Albalaria 2
La planta de los suspiros mira a la estrella fugaz. !Qué tarde es para ponerse a volar!. Pero ¿sabes tú, corazón, que el viento silba canciones?. Te ofrezco una begonia hirviente para saltar del lecho e ir hasta el lucero de la mañana por ver si los mares de menta saben de cantares dulces.
Ya estan los luceros alumbrando las llanuras del litoral. Dentro, tan dentro que no los puedo ver, hay huertos submarinos para arrullarte con sus algas verdes, con sus algas azules, con sus algas rojas…
Contigo me vuelvo fuego cristal ardiendo entre corzas marinas y cocodrilos de plata… y entre los islotes del cielo me pongo a navegar bajo la aurora en este desnudo verano de amor descalzo. Por la playa camina el corazón sin banderas, el corazón que sólo es sueño. Mi vida es ahora y más que nunca una cometa en busca de sirenas.
El Cóndor (II): Primera Parte de El Lechero
Entonces fue cuando comencé a narrarle:
“En el mes de septiembre, cuando llega el turno al equinoccio de otoño, nuestros antepasado celebraban el Raymi, la fiesta que se ofrecía a la Luna que, como esposa y señora del Sol, era la Coya Mayor; la reina de todas las estrellas y todos los planetas del cielo…
Entonces todas las mujeres, especialmente las Señoras Coyas, las Damas Reinas, Copac Uarmi, Señoras casadas con sangre real Aui, Grandes Señoras y otras Principales mujeres de este Reino, invitaban a los hombres para que acudiesen a las fiestas; y ellos bebían chichas (sobre todo el Amur Aca o especialidad del Inca Mayor) y toda la gente del Reino comía y bebía hasta hartarse a costa del citado Inca.
La cultura de “la caña” (III): ¿Qué pasó con la cerveza en Grecia?
Hacemos la tercera parada para tomarnos una cerveza en este caluroso verano que ya está llegando a cerca de 40 grados centígrados bajo el sol. Pongamos que estamos en el Restaurante griego Delfos de la ciudad de Madrid (ubicado en la Cuesta de Santo Domingo número 14, muy cerca de la parada de autobuses y de metro de Ópera y relativamente cerca de la Plaza Mayor) y después de comer una meysaka (pastel de carne con berenjenas, calabacines y patatas) o un suvlaki (carne de cordero al grill) o si gustáis mejor un sahanaki (de pollo) regado todo ello con vino Agioritiko, nos disponemos a tomarnos una “cañita”… mientras hablamos de la cerveza en la Antigua Grecia imaginándonos que estamos en el verdadero Delfos, en la Fócida, sobre la ladera suroeste del Parnaso griego (con sus oráculos de Apolo incluidos).
El pícaro “Teté” (cuento “kafkiano”)
Cuando perdió el primer peón no le dio ninguna clase de importancia; ni cuando perdió el segundo ni el tercero… pero comenzó a preocuparse cuando, de repente, en dos jugadas seguidas perdió un caballo y un alfil. Pero Teterioukin era siempre así, un jugador de ajedrez enigmático que nunca jamás borraba la sonrisa de su rostro. Una sonrisa de triunfador. El problema fue cuando perdió, de manera seguida, el segundo de sus caballos y un cuarto peón…
A Teterioukin se le conocía, por su forma de jugar al ajedrez tan de manera anárquica, como “el Bakunin de la FIDE”. Y es que, para más “inri” había nacido en el mismo pueblo (Priamujino, en el departamento de Tver, al noroeste de Moscú) que el célebre Mijail Bakunin.
¿Escepticismo se escribe con equis?
Según decía Ramón Gómez de la Serna, el verdadero escepticismo empieza cuando dudamos si esta palabra se escribe con equis. El escepticismo fue, en su origen, una doctrina de algunos filósofos griegos que dijeron y afirmaron que la verdad no existe o que si existe el hombre es incapaz de conocerla. Al decir el hombre ¿incluían también a la mujer?. Supongo que sí pero escuchando el debate dialéctico entre Pedro (el profesor de Historia) y Eva (la empleada de la Agencia de Turismo) me entran serias dudas.
Delante de mí, Pedro y Eva están discutiendo sobre la verdad en el hombre y la verdad en la mujer en esto tan de moda como es el amor. Pedro es muy escéptico y niega tal verdad tanto en el hombre como en la mujer; mientras que Eva es muy epicúrea y ferviente feminista y niega la verdad en el hombre pero no niega la verdad en la mujer a la hora de sentir el amor sincero.
El Cóndor (I): La estación de “Los Helechos”
El Cóndor (I): La estación de “Los Helechos”
Él se despidió de mí cuando florecían los cigofiláceos y arbóreos guayacanes en la estación de “Los Helechos” y desde allí, desde los doce metros de altura en que su beso, de sabores duros, dejó el grosor de su persistente sentimiento blanquiazul en el fruto capsular de mi conciencia, quedó mi carne apretada en la distancia. Y sé que volveré a verle regresar con su trigueña piel tostada por el sol de los rubiáceos cafetales de Pereira y empapada por las perlas acuíferas del Urubamba.
La sed de las aceitunas
!Que me muero! le dice el olivo al viento
y éste, poniéndose en movimiento,
le pregunta el por qué…
!Porque estoy sediento!.
Ya lo sé, le contesta el viento,
mas yo le daré alimento
a tu ser.
Y unas gotitas de lluvia ligera
acarician la cimera
del viejo olivo ceniciento.
!Las verdes olivas primeras
brillan bajo el firmamento!.
Albalaria
Desarrollo esta noche un radiograma polar, amarrado a este mundo de tórtolas doradas bajo las palmeras, los laureles y los pequeños lotos de la fantasía. Y me hago amaranto, coral y luna para vivir estas claridades de alba en que vivo esta noche tras las vidrieras del vaho y la rosa fría. Helada terraza que con sus senos al aire parece el nácar de la golondrina convertida en estrella tornasul. Quisiera ser el duermevela de la luciérnaga encendida.
!A volar!. !A volar el alma mía de calandria y ruiseñor!. !Hacia el aire!. !Hacia el aire amante grabado en los cielos de mis sueños!. Y camino junto a los ríos del agua de la aurora para decirte que soy pañuelo de bienvenida. !No!. !No me iré nunca de tu gruta y tu bosque!. Aquí, entre los almendros frescos y las mentas verdes, me digo a mí mismo que soy como cigüeña que anida o como mirlo que se baña en el estanque… o quizás solo como una tortuga verde que despierta junto a la mariposa y el saltamontes.
El último dee la fila.
Llegó, sudando y con el corazón agitado, al Banco y entró con una sonrisa predispuesta. Se encontró con una larga… larga… larguísima fila de hombres y mujeres tras la célebre rayita del “espera aquí su turno”.
-¡Hola, buen día!. ¿Quién es el último de la fila?.
Nadie respondió…
-¡Perdón… ¿el último o la última?… porque esto del género hay que respetarlo mucho hoy en día!.
Nadie respondió…
Haiku de Costa Azul
Mil palabras, mil gestos, mil acciones… !!mil miradas!!.
Me pregunto ¿hay suficiente con mil palabras para poder expresar un sentimiento?. Mil palabras son como mil gestos o mil acciones. Ellas recogen todo un pretexto del sentir en todo un contexto del vivir. ¿Es verdad que mil palabras pueden expresarse con mil miradas diferentes?. Sí. Es verdad. Necesariamente verdad.
Observemos a mil personas de frente. Cada una de ellas, hombres y mujeres (niños, jóvenes, adultos o ancianos) tiene su propia mirada personal e intransferible. Nadie mira con la mirada de otro y cada ser humano interpreta la vida con su propia e inequívoca forma de mirar. Es sello personal.
AMOR DE LA NOCHE CIEGA (Acróstico)
Píndaro y Adidas
Tertulia en el Bar Paquito. Hablábamos de Zapatero y de Rajoy, de sus siempre eternas contradicciones, de la absurda polémica suscitada –promovida desde los despachos vaticanales- alrededor de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. Algún bostezo. Hablábamos también de Piqué y Acebes, de la falta de interés entre ambos “pepés” para comunicarse entre sí. Otro algún bostezo. Hablar de política a estas horas del verano es un poco indigesto. Hay que tener en cuenta que es la feliz hora de la siesta y entonces un contertulio cuenta que en Hungría se va a llevar un referéndum para que la población acepte que la siesta sea obligatoria de por Ley. La siesta, ese especial invento secular de la idiosincrasia española que tan de moda se ha puesto en el mundo de los tiempos de la globalización tras haberla descubierto hace ya años los japoneses cuando se dieron cuenta de que más allá de la renta per cápita los españoles gozábamos más de la vida que ellos.
¿Qué dirás de los amores?
Ya que hoy has amado todo el día
¿qué dirás después de las doce?.
El amor siempre desconoce
hasta dónde llega la fantasía.
Es entonces cuando yo diría
que tú opinas que sólo es un goce
producto del implícito roce
de un cuerpo con otro en vía.
Pudiéramos discutir cien largas horas
sobre amor, gozo y temores
de naufragar en medio de las olas.
Pero yo sé que nunca borras
de tu alma estos bruscos amores
que en tu cuerpo siempre atesoras.
Salud versus Religión
Carmarthen es un pequeño pueblo situado al suroeste del País de Gales, en una bahía del Canal de Bristol, muy cercano a los pies meridionales de los Montes Cámbricos. En esta pequeña localidad galesa agropecuaria, famosa por sus ferias agrícolas y ganaderas, hace pocos meses que comenzó una verdadera controversia que ha dado la vuelta al mundo por los medios de comunicación de masas.
El protagonista del suceso es un toro de 6 años de edad, de raza frisón negro, llamado Shambo. Shambo cayó enfermo de tuberculosis bovina y el juez Gary Hickinbotton dictaminó que había que sacrificarlo; porque la tuberculosis bovina (al igual que la gripe aviar) es altamente contagiosa y pone en peligro la vida de otros animales vacunos y también la de aves, gatos, perros e incluso seres humanos.
Noelia y las Poéticas de Bachelard
Noelia nos presentó hace días a Gastón de Bachelard con una invitación a leer su excelente libro titulado La Poética del Espacio. Este erudito francés (1884-1962) es un caso excepcional en el mundo de la cultura occidental. Epistemólogo lo llama nuestra querida amiga voremista Noelia y es verdad que lo fue porque este hombre, que comenzó siendo vendedor de periódicos y tabaco en las calles parisinas, llegó a ser un verdadero erudito en el arte de los estudios críticos del desarrollo, los métodos y los resultados de muy diversas ciencias.
Haiku del verano ardiente
La calle roja
brasero del verano
arde la sangre
Nota.- Apoyo también la idea de Onlythebestones y animo a que escribáis alguna vez haikus. Es un gran ejercicio y despierta la agilidad mental. Por cierto, si entráis en el apartado Búsqueda Avanzada y buscáis la palabra haiku comprobaréis que algunas veces algunos voremios y voremias han escrito haikus en el Vorem. !Animaos!. !La invitación de Only es excelente!.
Prisma Rock Extremadura
Llegamos a la frontera, allí donde los rebeldes zahorís se reúnen en la taberna de Moe para ver a la niña de los ojos rojos en plena convulsión recordando a su Alburquerque mientras baila rock con su perro flauta siempre al lado. Mientras tanto, entre los sonidos del tam-tam, la bruja roja intenta hacerme sentir alergia por Dhina.
Bajo la metralla que quería impedir mi visita nocturna al desván del duende (el duende morao) ayer hablé con la luna y monté sobre Bucéfalo con quien, tras el genocidio de tábanos que zumbaban sus orejas, logré cruzar la línea mortal.