Archivo de la categoría: Relatos

Relatos

Al otro lado del horizonte…

Tú te marchaste al otro lado del horizonte a buscar sueños ajenos. Yo me quedé esperando. Y las horas comenzaron a ser cada vez más lentas, más tristes, más pesadas. Del reloj de mi corazón salían minutos en forma de nostalgias y allí, en la lejanía, tú seguías caminando cada vez más lejos, cada vez más lejos… hasta que una nube oscura te ocultó definitivamente de mi memoria.

Y ahora la fuente del jardín donde bebíamos sedientos nuestro amor imbatible ha dejado de manar agua… y sólo una leve huella marcada en la hierba me hace acordarme de ti. Sigue Leyendo...

El Archivo

Mientras bajo las escaleras, cada peldaño que desciendo me aleja un poco más de la realidad diaria y el eco de mis pasos, parece multiplicarse en cada escalón.

Oigo el ruido del traqueteo del montacargas, que desciende pesadamente a mi izquierda y se va perdiendo en la profundidad del subsuelo.

Continúo por el pasillo del sótano 3 hasta llegar a esa puerta que siempre esta abierta y desde donde me llega ese olor inconfundible a papel y cartón, de los innumerables archivos que allí se encuentran. Historias clínicas y personales que encierran miles de vidas atrapadas en esas carpetas. Avanzo a través de los pasillos formados por estanterías etiquetadas y numeradas donde cada uno de esos archivos ocupa su sitio. Sigue Leyendo...

Cachitos de una vida (16)

El abuelo cogió una neumonía que le duró hasta principios de la primavera y pudo con él. Murió. Después del entierro en aquella casa no se oía ni una mosca, los niños por arte de magia enmudecieron, no hacían jaleo ninguno, el canario lo taparon con un trapo oscuro, no le dejaban cantar y la radio sellada a cal y canto, no se podía poner, eso si era un gran sacrificio para ella, no poder escuchar su música preferida, “ música ratonera “ así es como la definía su madre .

A la niña le colocaron unos lazos negros en el pelo en señal de luto, en la escuela las compañeras le ofrecían su amistad más que nunca, sentían pena por la pérdida del abuelo, la protegían demasiado. Sigue Leyendo...

El caserón

El firme taconeo de mis zapatos me acerca al viejo caserón que se levanta majestuoso ante mis ojos, dejando adivinar lo que debió ser en sus años de esplendor ya lejanos.

La puerta de hierro forjado que da entrada a la finca se encuentra entreabierta, parece tener vida propia mientras se balancea ligeramente empujada por el frío viento de la mañana. El jardín descuidado cubierto por la hojarasca otoñal que lo rodea, delimita un espacio donde el tiempo parece haberse detenido.

Hace años que paso cada día por allí, y mientras toda la ciudad ha ido evolucionando a su alrededor, el sigue imperturbable y desafiante, atrapando mi mirada e inquietándome provocando una combinación de miedo y atracción. Sigue Leyendo...

LA FE DE LOS SUEÑOS

Era una noche oscura y tranquila. Las luces de las farolas apenas disipaban la neblina de la helada. La hierba, medio escarchada, daba paso a un sinfín de insectos que salían de sus madrigueras a recoger su alimento. Los coches parecían tiritar, como tiembla un niño, en las sombras que se dibujaban tenuemente en las aceras de los callejones. Las casas se alzaban majestuosas hasta el cielo pareciendo árboles robustos en busca de oxigeno puro.

El día anterior, el clima había sido el mismo. Pero esa noche resultaba mágica. Era la noche de las sombras; donde cualquier sueño de los hombres era transformado en sombras chinescas que recorrían las calles en forma de un carnaval viviente. Sigue Leyendo...

EL DETECTIVE

Era la ira la que me dominaba. Mi mente estaba en un callejón sin salida, metido entre el vació y la impotencia.

No había dormido bien aquella noche y mi imaginación disipaba recuerdos abstractos de mi infancia, trayendo a mi cabeza imágenes mas impactantes de mi adolescencia. Los recuerdos se agolpaban entre mis neuronas, dopadas a un por los somníferos de aquella noche. Sentía rabia porque no conseguí dormir y tenía que ir a trabajar en aquel pequeño despacho de la calle Rosember, donde ocupaba mi tiempo en casos de detective privado. Sigue Leyendo...

(I)REALIDAD

Don Arturo había nacido en Arturia donde no habían ni respuestas ni preguntas…
(…)
“¡Señor! ¿Dónde vive el Duende de las Cosas y los Asuntos?”
“Mire usted,¿ve aquella calle de allí?
“¿Cual?”
“Aquella que no existe.”
“Ah, sí, sí, ya la veo”
“Pues camine en aquella dirección, siempre recto, sin desviarse. Pero le aviso que en esa calle que no existe encontrará muchos motivos y distracciones para no llegar al Duende de las Cosas y los Asuntos. Vaya con cuidado…
(…) Sigue Leyendo...

Psicópata

¿Piedad?, desconozco el significado de esta palabra, me lo han preguntado tantas veces…, pero yo sigo perplejo ante tanta ignorancia!!!

¿¿Arrepentimiento?? yo soy un psicópata, me lo han repetido tantas veces… una y otra vez… una y otra vez…al final se ha convertido en mi tarjeta de visita, SEÑORRR, psicópata de profesión ese soy YO.

Tengo recuerdos vagos de mi vida ahi fuera, estoy contando mis últimas horas, pero creen que me importa?? pues nooo!!.

Daniel y el mar (dedicado a mi hijo pequeño)

Daniel tuvo un buen recibimiento al llegar a la playa, el viento tampoco quiso perderse su llegada aunque le provocaba miedo más que otra cosa. Corría asustado cada vez que soplaba y miraba asombrado como los árboles bailaban a su son.

El frío mar se arrastró para saludarlo y Daniel agradeció que el viento se retirara a sus aposentos con una extraña pirueta. Mientras tanto posó los pies en sus frías aguas y el calor de la mano de su hermano lo llevó junto a el, dejándose acariciar tímidamente mientras el viejo mar jugaba entre sus pies y le buscaba las cosquillas. El viejo mar se alegró de verlo, el sol brilló en sus aguas y Daniel pudo descubrirlo en todo su esplendor. Sigue Leyendo...

El tatuaje

El anciano permanece ausente y con los ojos cerrados. Los latidos desacompasados de su corazón cansado dan la impresión de querer rendirse ante el futuro. Los distintos monitores a los que esta conectado transmiten la situación en directo: la saturación de oxígeno, presión arterial y frecuencia cardiaca, son los indicadores de su estado actual.

Ella entró en la habitación de forma sigilosa, le colocó bien la almohada y sus delicadas manos acariciaron sus cabellos. Se sentó a sus pies y recordó la primera vez que lo vio, no quería que sufriera como entonces, merecía irse en paz. Sigue Leyendo...

El Actor

Suenan los timbres de aviso, mientras todos los miembros de la compañia ocupan paulatinamente su sitio. Se oye el carraspeo de algún espectador a lo lejos, y se adivina tras el telón el patio de butacas, al cual se han dirigido durante los ensayos previos al estreno de esta noche, y que hoy por fin cobrará vida tras haber colgado en la taquilla el cartel de “no hay entradas”.

Se abre el telón y la obra comienza, transcurre en tiempo real. Una pequeña habitación donde se debate la inocencia de un muchacho acusado de asesinato, ¿habrá piedad de él?, doce actores sobre el escenario, “Doce hombres sin piedad”, bueno, en realidad sólo once, él es el único que duda de su culpabilidad. Sigue Leyendo...

Una historia casi real. ( capítulo 1 )

¿Y si empezamos desde el principio?

(En el interior)

Aquel habitáculo no era muy cómodo que digamos. Se estaba a gusto, pero era muy estrecho. Literalmente ya no tenían sitio y se encontraban muy incómodas.

_ No me des más patadas que me tienes la espalda molida.

_ Pues cambia de postura, que yo no me puedo mover.

El teclado

Escribir en el portátil se había convertido en parte de su rutina diaria. El sonido inconfundible de los dedos martilleando hora tras hora el teclado a una velocidad de vértigo le acompañaba en las diversas transcripciones que tenía pendientes durante su jornada laboral. Algunas veces ese sonido quedaba amortiguado por la música de fondo, pero inconscientemente sus dedos tecleaban con más fuerza para conseguir sobresalir sobre ella.

Sólo el silencio de la noche daba tregua al repiqueteo constante diurno. Aun realizando otras tareas, ese sonido había conseguido colarse en el ambiente, y estando apagado el portátil, había momentos en que casi le parecía oírlo desde algún lugar lejano de la casa, fuera del alcance de sus dedos. Sigue Leyendo...

Rarezas

Los tiempos en que nos veíamos en las cafeterías para
desencontrados y fumábamos tantos cigarrillos como
fuera posible como para poner el clima adecuado y
cuando te dejabas conducir por cualquiera de mis manos
y las conversaciones y las risas se nos alargaban sin tanto
esfuerzo y las cosas por absurdas que parecieran, a nosotros
nos acercaban mas, ya no volverán. Me alegra bastante que
te hayas ido y que desparecieras de mi vida como una gran
sombra que se va alejando conforme amanece, es cierto eso
que los recuerdos con causas vitales para extrañar a alguien
pero en tu caso nunca fue así, incluso ahora no puedo asegurar
que te extraño por que siempre figuraste en mi vida, al poner
azúcar al café o al opinar en ciertas cosas sabia que tu me
habías implantado algunas maneras que anteriores a ti yo
miraba incorrectas o confusas pero que en aquellos momentos
siempre me perecieron adecuadas. Sigue Leyendo...

TERQUEDAD

Su enojo quedó atrapado en aquel puño cerrado, con tanto ímpetu y rabia que empezó a subir, impulso a impulso la ira afeó y contrajo su rostro.
La mandibula reprimida hacia prisionera a una dentadura rabiosa, sus dientes apretaban la situación que parecia puro combustible.
De inmediato todo el universo resumido en su puño enojado que estaba arriba, bajó de golpe hasta estrellarse en la mesa del despacho. (…) Por las puertas de su corazón entró un infarto, que con ayuda de unos enfermeros se recostó en una camilla…
Al otro lado de la carroceria una sirena clamaba paso con prisas y prudencia… Sigue Leyendo...

Malditos ojos

Baja las escaleras apresuradamente y sale de casa a la misma hora como cada día. La temperatura como corresponde a un duro día de invierno hoy es extrema, y el frío y el viento cortan su cara a cada paso. Camina con paso firme mientras el vaho de su aliento empaña sus gafas de sol. Saluda educadamente a los vecinos que se cruzan a su paso, pero sus gafas oscuras camuflan una mirada desconocida hasta hoy para todos ellos.

El azar le ha hecho escoger una avenida abarrotada de gente. Todo lo tiene perfectamente planeado, no será difícil, lo ha preparado meticulosamente en su mente durante meses y nunca dudó de ser capaz de hacerlo. Se quita las gafas lentamente y desenfunda un arma camuflada en su gabardina, el gran día ha llegado mientras su corazón late con fuerza y el subidón de adrenalina actúa como una droga inhibiendo cualquier sentimiento de piedad. Sigue Leyendo...

Agua fue…

Agua fue y en su continuo discurrir estuvo llenándose de rumores que surgían de la Madre Vida… y él siguió siendo Agua deslizándose por los toboganes de las expresiones humanas. Agua fue y se fusionó con ls olas para convertirse en paloma mensajera que voló de pueblo en pueblo hasta conectar con la Alta Montaña de los Sentimientos. Agua fue mientras vivió en la libre voluntad de sus sueños enmarcados en gotas de sus vivencias. Agua fue hasta que acabó siendo un manantial remansado en la última etapa de su existencia.

LA ANCIANA

No tendría más de setenta años pero los suaves surcos de las arrugas de su cara, denotaban una edad mayor. Era simpática y bonachona. Solía jugar con los muchachos del parque y también pasaba las tardes dando de comer a sus palomas, en la plaza del pueblo. Era regordeta pero tenía una agilidad envidiable en comparación con las demás ancianas. Su sueño siempre había sido casarse pero nunca logro alcanzarlo. No es que hubiera sido fea, simplemente no encontró el marido perfecto. Como se dice, se le fue pasando el arroz. Tenía una mujer de compañía que le arreglaba la casa y le daba charla en sus ratos de melancolía en, donde, veía su vida pasar como un relámpago que surge de la nada. Vestía siempre informal, de manera que la gente siempre la comparaba con una chalada debido a sus años. Tenía una melena rubia postiza que le llegaba hasta la cintura y solía jugar con ella los días de sol. El féretro llevo su cuerpo hasta el cementerio. No hubo amigos ni familiares que la acompañaran y fue enterrada en silencio. Sigue Leyendo...

la parada

Ella parecía que sonreía, pero lloraba por dentro. Su frágil cuerpo estaba muerto, hundido por la muerte de su padre y las penurias que llevaba arrastrando en su trabajo. Estaba parada esperando el autobús. Yo la observaba de lejos mojado por la suave lluvia que caía del cielo oscurecido por la noche .Me dio pena verla fumar los cigarrillos de su paquete arrugado de dos en dos, nerviosa, quizás un poco desolada,¿con falta de cariño?.Quizás, pero yo no era la persona idónea para dárselo. Sí, era mi vecina pero lo máximo que nos habíamos dicho en cinco años era hola y adiós. No quise perturbarla mas de la cuenta, preferí protegerla de lejos, en la distancia. Pronto llego el autobús y la vi perderse en la lejanía, una noche mas, enamorado de su ser y de su alma, sin poder hablar, sin poder acercarme. Me di la vuelta y me dirigí a la tasca del tío Pepe a ahogar mis penas y, tal vez, a recordar su angelical rostro. Sigue Leyendo...

Cachitos de una vida (15)

El año parecía que no empezaba mal, le rompieron la muñeca pero para ella seguía teniendo su encanto aunque fuera sin ojos. En el colegio no le iba nada mal, era el centro de atención, eso de ser la más pequeña en medio de niñas/mujeres (algunas estaban en edad de ovular), la tenían en un pedestal y la maestra la trataba igual que a las demás sin distinciones, aprendía a pasos agigantados y todo lo terminaba a la primera, no podía dejar ningún trabajo para casa, allí no tenía tiempo para el estudio había cosas más importantes que hacer, lavar, hacer recados, cuidar del hermanito pequeño y recibir tortas por lo que fuese, todos los días recibía siempre había una excusa, su madre tenia que desahogarse con alguien y lo hacía con ella, no era fácil la vida para ellos, Sigue Leyendo...

Y Si Las Maneras, El Objeto y la Memoria (iv)

Presientes eso?
La inquieta pestaña derrama su deseo de horizonte. EL ANIMAL MAS BELLO.

Presientes esto?
Una caracola se derrama sobre sus oidos de tierna visitante. LA ARMONIA TITUBEANTE.

SOMOS GIGANTES DESPRENDIENDOSE LO CERTERO; LO INDUBITABLE.

La niña, espectro del tiempo, una cosa.LA PIEDRA.LA HIERBA.LA RAMA.ELTRONCO.EL ARBOL.LA COPA.LA MESA.EL TRAGO.LA BOCA.LOS DIENTES.LA LENGUA que se retuerce de risas humedas.

El niño elige pareja en el cielo

Cuenta una leyenda judía que cuarenta días antes de nacer, a cada niño se le elige pareja en el Cielo.

Dos almas se crean en el firmamento y entonces un ángel exclama: “Este niño será para esta niña”.

Los ángeles voltean a la Tierra y ven desde arriba y a partir de ese día, no habrá obstáculo que impida su encuentro ni adversidad que vulnere su amor infinito.

Alma en un hilo

Aullando corrían las sirenas por el asfalto. Pregonando una muerte por las ventanas de las fisgonas del barrio. Pasando intermitente debajo de las luces ámbar de los postes se alejaban desesperadas, repartiendo desesperación a las madres que rezan por sus hijos. Un color negro invade mi pecho y un zumo de limón sube por mi garganta, amargo néctar de semillas lubrica mis palabras que conjugadas tratan de salir por mi boca, logrando aparecer deformes en la atmósfera para besar el negativismo que pesaba.
Una lágrima, que no era de miel salió de sus párpados cerrados, quiso hacer una pregunta a los cielos, con las manos apretadas y las venas resaltadas, buscaba tomar las manos de la realidad y levantarse del infierno que veía acariciar. Un silencio, quebrado por un ladrido de invasión la despertó y la rescató de ese sufrimiento rojo. Sigue Leyendo...

Una vida en la encrucijada, capitulo-IX

Atrás deje la hija que no llegue a conocer.

Sin atreverme mirar hacia atrás emprendí el camino andando hasta la estación de ferrocarril, no estaba distante y tarde en llegar una hora, saque un pasaje al azar en el primer tren que llego ya que el camino a seguir era lo que menos me importaba, pero no me alejaría mucho de aquel lugar, ya que sentía una fuerza invisible que tiraba de mí hacía atrás, de todas formas sabia, que en aquella comarca iba a encontrar un puesto de trabajo para las labores del campo que era lo único que sabia hacer, así que a una distancia de cincuenta kilómetros del lugar que partí, me apee en los campos de la ciudad de Lorca (Murcia). Sigue Leyendo...

La Sentencia…

Pablo bajaba del autocar de línea, a pocos metros de la parada estaba el teatro donde se celebraba el concurso.
En su infantil cara habia susto. Los demás chicos estaban acompañados por sus padres, pero él no, él estaba sólo…
Aunque su edad se encontraba en plena adolescència, su rostro era infantil. En el color de su cara habia debilidad.

“Cuando vi tanta gente allí sentada y mirándome con tanto interés, me asusté, tenia mucho miedo, me quedé en blanco…”
Se sentó en la silla, en medio del escenario, con su guitarra.¡ Estaba asustado!. Sigue Leyendo...

La comarca holandesa

Tenía la comarca holandesa grandes campos de tulipanes, que forraban la limpia arena, y se entremezclaba con el rojo de sus amapolas. El cielo rallaba los campos con los perfumes de las mariposas y el suave sol mecía sus rayos como si fuera un manto dorado que realzaba la belleza de la región.
En el centro de ellá, había una casita echa de madera de caoba, con sus ventanales, que apuntaban al norte, pareciendo dos ojos que miraban coquetamente la belleza de sus campos. La puerta apuntaba al sur y, en las noches, su madera era acariciada por el suave viento. Al atardecer se podía oír silbar el viento como galán que habla a su amada al regresar al hogar. Sigue Leyendo...

Julio esta indignado

Julio estaba en la oficina sin hacer nada, estaba como esperando algo o a alguien.
La joven entró en aquella estancia llena de archivos, bajo el brazo una carpeta con documentos y además atendiendo un teléfono inhalambrico.

Julio estaba siendo desatendido, lo miraban con frialdad y cierta indiferencia. De vez en cuando lo señalaban… con el dedo.

Al otro lado de la pared de papel, estaba viviendo Agosto, siempre de vacaciones, con el tiempo a su favor, pudiendo hacer sus cosas con tranquilidad y sin prisas.

Con el enebro en medio

El asiduo cazador apuntalaba la escopeta y la apuntaba con excesiva fotogenia hacia el venado que levantaba su vista hacia el firmamento; bajo un cielo que emitía fulgores como único recurso para desarrollar la incompatibilidad existente entre la vida y la muerte.

El asiduo cazador sentía la necesidad de ser perseguidor implacable para romper la barrera de los sentidos.

En medio de cazador y venado un viejo enebro se retorcía de ansiedad y angustia. Ya todo dependía, única y exclusivamente, de que el asiduo cazador apretase o no apretase el gatillo. Sigue Leyendo...

RETORNO

Rosendo había cumplido rencientemente los dieciseis años. En aquella casa el ambiente era insoportable, y él ya no podia más.
Con el único que tenía confianza era con Tio Gregorio…

Lo habían hablado, era la única alternativa.
Aquella misma noche Tío Gregorio lloró en la soledad de su viudez, sobre la cama
con tristeza y el sueño preocupado.

(30 años después)

Rosendo tenía ya unos cuarenta años. Todo un sufrimiento en sus carnes y en su mente. Malas compañias y peores consecuencias.