Dijo o dirá un sabio
Vino o vendrá ese sueño
Que anhelado en el alma yace
Y ni siquiera se sabe
Solo se intuye que existe
Palpita en el pulso siempre
Sin ser físico se siente
Y algunas veces con fuerza
Lleno de lágrimas llega
O bien en risas y cantos
Archivo por meses: mayo 2006
El loco
nose
es un sentimiento duro el tener el corazon puro
en mis venas recorre sangre con ganas de guerra
y no es la primera vez que me pasa
pues como ser humano “inteligente”tropiezo constantemente
tiro piedras sobre mi tejado asumo culpas de otros
y por supuesto cae el chaparron y yo sin paragÜas
que ironico permitir el dolor mio sin tener culpa
solo soy un amigo sincero agradable un poco descuidado
algo pesado no desconfio del quien me da la mano
pues pienso que puedo ser su hermano y ayudarle
hay pobre e ingenuo de mi tendria que ser descofiado
algo egoista y por supuesto cuando me enfado maleducado
pero tropiezo y me levanto caigo y me levanto
de los reyes de la calle k nadie kiere rekordar
Inmortal
Todo está oscuro, pues es de noche, y tan sólo la luz mortecina de una bombilla ilumina la escena. Una niña mira con ojos húmedos la habitación, o mejor dicho, los tiene fijos en la única silla de la estancia. O en lo que hay sobre ella.
-¿Papá?, pregunta ella con voz rota y temblorosa.-¿papá, estás dormido?.
La madre llora en silencio, sentada en el suelo, sabe por qué lo hizo. Mira a su hija, quisiera abrazarla, pero se siente culpable. Ya nada volverá a ser como debió ser.
A través de la ventana llegan sonido de la calle, villancicos, gente feliz y contenta. Es Navidad. La pequeña buscaba sus regalos, encontró tristeza y muerte. La madre no sabe que va a ser de ella, qué pasará ahora que él ya no está. La niña no se lo cree, no se lo quiere creer. Corre hacia el cuerpo frío, lo abraza, grita su nombre.
.-.Alma mía.-.
… Sólo conduce alma mía,
por las calles del silencio,
sólo sueña alma mía,
una bendición del cileo a través del tiempo,
De los frescos y lúgubres asilos y tempestades,
siento la brisa que descuelga tu mirada,
harapos de melancolía corren por mis venas,
siento el sonido gimiente de tu pecho virginal,
SOBRE UN MOMENTO
Se va aproximando la hora. Dentro de unos minutos ella aparecerá. Todas las tardes a la misma hora. Entrará por la puerta con aire distraído. Fingiendo indiferencia echará una mirada alrededor mientras con la mano se tocará el pelo y mirará su reloj de pulsera. Buscando alguna cara conocida intercambiará un amable saludo y después con tranquilidad se dirigirá hacia el mismo lugar, como siempre, a la misma mesa. Se quitará el abrigo con cuidado de que las puntas del bajo no arrastren por el suelo. Lo doblará con su ya característica perfección y lo dejará sobre el bolso que ya habrá colocado sobre la silla de al lado. Esperará paciente a que alguno de nosotros se dirija hacia ella para tomarle nota del pedido que va a tomar. En todos estos años lo que más me llama la atención es que nunca perdió la sonrisa. Con las mismas buscará un camarero que no esté ocupado o en el caso contrario esperará tranquilamente. No tiene prisa. Levantará su brazo y con un gracioso gesto de su mano le indicará que desea hacer un pedido. Pedirá un café con leche templadita. Eso sí, siempre por favor, y con una educación con la que se nace. Mientras el camarero vuelve a la barra para llevarle su café, espera con las manos sobre el regazo y se mantiene erguida, distrayéndose mientras mira por el gran ventanal frente al que siempre se sienta para ver cómo pasa la gente.
LA TAQUILLA
Al entrar en la sala los primeros rayos de sol se colaban por los grandes ventanales, dispuestos en una continuidad casi perfecta iluminaban toda la habitación. Siempre era más agradable poder sentir aquella luz que la de los fluorescentes instalados, siempre parpadeante, artificial y acompañada de ese casi inaudible zumbido de los cebadores, pero constante y presente.
Al mirar hacia aquellos ventanales, casi se podía adivinar la totalidad del cielo si no fuera por la interrupción entre ventanas separadas por los marcos, aun así parecía que aquella imagen se tratara de un tríptico de un cielo hermoso como lo era el de aquel día, largo día…como lo fueron todos y cada uno de los días de los meses anteriores. Pero aquella bella imagen no podría replegarse en sus laterales para conservarla mejor y poder disfrutar de ella tantas veces como uno quisiera, cada vez que el cielo se dibujase con tonos grises, poderse regalar aquella fantástica instantánea tan efímera con tan solo admirarla.
LA DELGADA LINEA QUE TODO LO SEPARA
Quién no halló calma en los ojos que le hicieron ver, que había un pedacito de cielo en el que todavía las almas, se entremezclarían con los aromas y los colores, que solo el corazón en busca de paz sabía que de existir deberían de hacerlo en otro mundo.
Y a otro mundo, al que sin querer pertenecer, permaneció anclado un ser entregado simplemente por amor. No queriendo ver, ni conocer, que la delgada línea que todo lo separa, fue cruzada al encontrar la estrella que tanto anhelaba.
La luz que guiaba entre risas y días que pasaban, deshicieron el velo que cubría el cuerpo, sin apenas saber que la decisión del paso ya fue dada. Cruzar la delgada línea entre el sentir cómo sobrevivir y el sentirse vivo. Atrás quedarían pena y dolor sentido, envolviéndose con el nuevo día bajo un sol que siempre sale, que con un rayo de su luz es capaz de hacer sentir vivo a quien vuelve la cabeza y ve todo lo que quedó atrás.
Por amor.
Nace una niña sabia
Hoy
Hoy te contaré algo, por ser tu. En primera hora de lucidez, en el primer rayo de luz atravesando el cristal de mi ventana y por lo tanto mi ser… juré hacer un canto al sol. Juré reir y olvidar el antes para dejar venir al después.
En las mañanas, cuando parece el reloj comenzar a marcar con su bajito tic tac,
dejando a un lado su eternidad, se me ocurre…que te lo voy a contar.
Cuando deseaba crecer, cuando era niña, soñaba con hacer, con ir a lugares lejanos, con que podría cantar, con que sería libre, sin reglas, sin autoridad.
y hoy , cuando ya crecí…no quiero ser mayor y sigo soñando con un mundo sin reglas pero eso si…soy libre, mas sin embargo, un dia un buitre llegó y me arrebató con su pico la esperanza, la risa…me desnudó el alma.
Se me olvidó que el buitre no me podía amar, que jamas le lograría alcanzar en la plenitud de sus vuelos, que solo era una un mortal mas de los que no tienen alas…y le esperé. Le esperé de pie en la tierra, le esperé con sed, con hambre y sin alma.
Hablar callada..
La contradicción.
Teoría para ganar la lotería
Un método infalible para ganar cada día con las quinielas, bonolotos, casinos, apuestas y otros juegos de azar.
Gane dinero como yo lo hago. He decidido compartir mi sistema, del que llevo años beneficiándome. No es justo que sólo algunos nos enriquezcamos con las loterías, mientras que muchos pierden semana a semana sus ahorros e ilusiones. No pido dinero por contarles mi truco; al contrario, les garantizo que si no funciona yo mismo les reembolsaré las ganancias que prometo.
Soneto, hijos
Ve y cuéntale al niño salvaje es la presa
Mi amor no me sirve no me sabe a ciencia
Quien no le reniega de joven al cesar
Palacios malditos no enseñan paciencia
Suspira que siempre se hablo en esta jerga
Mi niño no llora, me impone violentas
En donde perdimos lo aprendido en juergas
Miserable vida no salen las cuentas
Solo el que se sabe te impone cruentas
Sufrir por ignotos ¿que enseñamos gestas?
Somos malos padres no dejamos tregua
Y pronto se aprende a odiar sin conciencia
El sabio te enseña lecciones muy lentas
Que te pasa tiempo que huyendo te acercas.
Monólogo de Alex en la méntrida
¿Fué un filósofo silencioso quien dijo que la soledad es la breve compañía de un misterio colgado del brazo del corazón?. No. Seguro que no. Debió ser la fantasmagórica silueta de un poeta enardecido bajo la luz de la luna y columpiándose en la barra del “nigth club”. Quizás. Pero la verdad es que asomado al brocal de un vaso de ginebra toda la compañía se disuelve en un líquido empeño de brevedad con el tiempo de los imposibles. Bueno. El caso es que la soledad, al igual que la felicidad, es tan breve como la hoja caída en el Jardín de las Esperanzas. Pero ¿existe todavía ese jardín en la virtual realidad de nuestro tiempo?. Si. La respuesta podría ser “dejad que los aromas de un atardecer os inunden de compañía”. Ya sé. Ya recuerdo. Fue Saint Exupery quien dijo: “el tiempo que pasaste con tu rosa fue quien te hizo tan importante”. Y la silueta del poeta quedó dormida entre los brazos de la luna mientras su mente dibujaba corazones.
Espera
Hoy la larga espera toca a mi puerta
y la nostalgia brota de mi piel,
tu fantasma le hace el amor a mis recuerdos
mientras tu aliento deja un espacio vacío entre mis labios.
Hoy el viento frío golpea mi rostro
lanzando palabras gastadas a mi cuerpo,
gastadas de tanto verse, gastadas de tanto irse,
de escucharse, de leerse, gastadas de vivir,
gastadas de esperar; tan gastadas que a la larga
se vuelven irremediablemente silencios.
Una funcion.
El resto es silencio
Y si sólo me hizo caso el viento
¿qué más da si el límite se ensanchó
hasta alcanzar la costa del necesitado?.
El abecedario
besa mi pensamiento
y en mis manos dibujó
la fiebre eterna del tiempo.
Si sólo ha sido un relámpago
espero seguir viviendo
con el sueño de vomitar flores
como último recuerdo.
Y ya está.
El resto es silencio.
El espantapájaros mudo
El espantapájaros soñó un día que no era mudo. Que su corazón de paja era de verdad, y que su latido le traía vida a un cuerpo humano. Él no sabía que jamás llegaría a ser como el campesino que con tanto esfuerzo le creó.
Tenía brazos, también piernas. Y por ello no comprendía que razón le impedía andar, por qué sus brazos no podían bailar mecidos por el viento de la tarde. Llevaba ropas, al igual que su amo, pero nadie se paraba a hablar con él. Tenía boca, nariz y ojos, pero ni sabores ni olores percibiría nunca, si bien por alguna razón podía ver. Y lo que sus ojos le mostraban no eran alegres prados, ni altas montañas a las que admirar. Tan sólo tristes y eternos campos de trigo amarillento, como si de un mar de olas suaves se tratara. Pero eso no lo podía saber el espantapájaros, pues jamás vio el mar, ni creía poder ver algo semejante en el tiempo que de vida le restaba.
Invitación 51
Ambos entraron en el coche. En un instante y de forma inesperada, Paul se soltó de la mano de Katy y salió corriendo por las calles. Un impulso irremediable le dirigía. Sentía que su cuerpo volaba entre el pavimento. Todo iba quedando a trás, como si transcurriera al revés.
Se fijó en un gran cartel donde se señalaba una hora; un día: Viernes, 19 de Mayo de 2006. Eran las 7:20 A.M.
¡STOP! El Tiempo y el Espacio quedaron detenidos:
(A partir de este día y esta hora…el puzzle puede comenzar a encajarse. Cojan sus textos, aportaciones, sugerencias….)
René
Que René L’Ouverture, Lobeltul, haitiano, falso pintor naif, marxista, perilla leninista, camine por Plaza de España ofreciendo cuadros a los turistas mientras murmura “qué injusticia, qué injusticia” ante las ocasionales raciones de jamón serrano no es extraño. Es lo que hace todos los días. La pata de puerco curada reafirma su conciencia más que la lectura serena de “Materialismo y Empirocriticismo”. Y a quién no.
Pero hoy está inquieto. Tal vez por ser jueves y andar ya la ciudad oliendo a viernes, a Lobeltul le parece que las palmeras acogen hoy de mejor gana la brisa suave que sacude de sus hojas el polvo del día y se cimbrean limpitas como las mujeres cuando se secan la cintura después del baño.
Rómpeme, renaceremos como el ave fénix
la luciernaga y la lechuza
Había una vez; una luciérnaga que se sentía perdida, cohibida entre la espesura del bosque, los altos árboles le eran desconocidos y parecian mirarla amenazadores, Donde Estoy,? Me he perdido.
El silencio era sobrecogedor solo se percibia el susurro de las ramas mecidas por el viento, su desesperación llegaba a afixiarla con los dedos del miedo, cuando ya se daba por vencida, de pronto:
se encontró con una lechuza y viendo que era vieja y tenia sabiduría en los ojos, le pregunto:
Perdón Sra. Lechuza ¿seria tan amable de indicarme el camino que he de tomar?
Y con cariño y educación la lechuza le mostró un precioso camino que iba directamente hasta su pico,
Entiendo y siento la piesia porque no la entendia
Si sientes fuego en el alma
Que no te calienta quema
Sal y respira muy hondo
Buscando brisa serena
La tienes cerca y no ves
El baile suave del árbol
Las provocadoras flores
Te llenan con sus colores
Apagando tus temores
Solo contempla y respira
Cuando se sufre, se abren
Y aunque te ciegue, contempla
Y cruza esa pequeña puerta
Que se abre, a tu verdad
De luz y amor
Que esta cerca.
Si
Con el permiso de todos:¿Jugamos?
En literatura se ha experimentado mucho. Recuerdo una novela francesa, escrita por capítulos y presentada en forma de baraja de cartas. Mi propuesta, y dado que el texto es amplio y puede desarrollarse desde muchos ángulos….Será una aportación completiva y “como todo texto creativo” podrá renacer y continuar.
Para Popea, en relación a su texto y propuesta.
Creo que tu aportación es ya una propuesta. Personalmente sugerí que se cerrará el ciclo de “existencia” de este trabajo colectivo, no porque no tuviera una mayor evolución, sino por vertebrar nuevas propuestas que, también nos apaortaran diferentes modos del quehacer literario.
Tienes mucha razón: en otros “páginas virtuales” la libertad y el cribado de los textos…deja que la “criatura” no crezca con la libertad necesaria. Vorem, es, ante todo Respeto y Memoria. Tenía la idea de no dar fin a la americana (The End). algún compañero de Vorem también ha sugerido un cierto cuidado con el texto y con su contexto. Propongo que sean los dias y las noches, en las que escribimos que, en esta versión de “Salvad a Paul” nos sugiera.
La Poesía..
Palabras para el corazón.
El corazón del universo palpitante,
en rítmica perpetua, en la constante
conquista de su expansión,
tambor de pieles de colores
y golpe seco, de certera vida.
Universo abarcable en la memoria,
en cada estrato de piedra,
en cada esquina.
Piedra angular que soporta el infinito,
porque en ti nacemos y renacemos,
de tu misma materia que es inmortal
porque jamás muere.