Danza Marina

Las olas se embriagaron de playa estatuaria en la anatomía de los pinceles de tu cuerpo y se dibujaron las bocas de las danzas que iniciaron las sirenas con sus pasiones. La eternidad del horizonte se fusionó con las pupilas de las miradas que se hicieron viento acoplado al sentimiento de las olas. Se hipnotizó el tiempo de las mareas y el movimiento ondulante del mar se transmutó en suceso voluntario. Todo el panorama se compuso en escultura.

Nombres de sí mismos y pronombres de los demás.

Manuel Vicent declara, en su columna dominical de esta última semana, que sólo hay tres clases de hombres: los vivos, los muertos y los que navegan. Y yo pienso, apoyándome en dicha definición (muy subjetiva por otra parte) que cualquier navegante está siempre zozobrando entre la vida y la muerte. Depende, como insinúa Vicent, de la clase de viento que tenga al navegar. Allí donde sale el Sol siempre habrá un número ilimitado de seres humanos dispuestos a la travesía. No están vivos ni están muertos. Simplemente están. Hay una región que simboliza sus aventuras: la Ítaca de los ulises que buscan sus experiencias para luego transmitirlas alrededor de un humeante café con aguardiente. Allí donde el Sol se oculta hay siempre un número ilimitado de seres humanos que están respondiendo a las preguntas imposibles de contestar sólo con la vida o sólo con la muerte. Son los intérpretes de este estar andando continuamente entre la bruma y la neblina, entre la luz y el ocaso, entre el aire y la tierra… Sigue Leyendo...

El Poeta del Espejo versus El Puño del Hombre (segundo asalto)

“Es en la fuerza de la suprema voluntad por alcanzar las metas de la vida y no en el sentido esotérico de nuestra presencia inmaterial donde reside el futuro humano. Lo que es necesario es que el hombre perviva en su más plena naturaleza animal. Quizás sólo seamos animalidad consciente… pero es ahí, en esa sentida superioridad, donde se basa el predominio humano sobre el resto de la vida. Es en lo práctico de la materia donde radica el ordenamiento de todas las cosas que dominamos, he ahí la grandeza humana. Debemos ser potencia destructora para ser síntesis transformadora y creativa. Construímos lugares para lo sensitivo. Estoy defendiendo la sensualidad de la materia y no su espíritu que adolece de falta de energía sustancial”. Sigue Leyendo...

Mismidad

Normalmente los objetos que son movidos, o los animales que se mueven a otro lugar son reconocidos como los mismos que estaban en el lugar anterior. Normalmente, también uno se reconoce a sí mismo como el mismo individuo que existió hace años como niño, o el mismo individuo que viajó de A a B.”

Estaba, no estaba. Cómo saberlo, si ahi lo único que se veía era su sombra apoyada cómodamente contra la pared, pero del cuerpo nada de nada, sólo su sombra. ¿Será acaso la sombra sin el cuerpo o el cuerpo en forma de sombra?.

“No cabe duda, según Tughendat, que el concepto de identidad ha estado afectado por una confusión entre identidad individual e identidad cualitativa y que sólo esta última es una conceptualización adecuada.” Sigue Leyendo...

Horizonte Horizontal

En el espacio vacío
vacila la organizada voluntad del arquitecto;
en frío fuselaje
el viaje en el avión trastoca el horizonte
y convierte la muerte
en rigor, después de horas.
A casi nadie le importa,
menos a mi,
el sentido horizontal de mi egoísmo.
Destesto el funesto consejo del viejo
peregrino.

El Vacío

Te tengo. Y solo deseo llenarte de mí, invadirte sin reservas. Aquí. Ahora. Me perteneces, mis ojos son llamas dispuestas a incinerarte. Estas inmóvil. En silencio, por un instante te contemplo pero mis labios se mueven impacientes atrapando tu aliento. Ríndete. Dame ese labio inferior que ya declaré mío, ese que será prisionero de guerra entre tu boca y la mía. Déjame. Hoy voy a amarte como tenga gana de hacerlo. Sentirás mis manos recorrer el contorno de tu rostro y después me dirás lo bien que mis dedos se entienden con tu pelo, con esos rizos que te has dejado crecer. Así. Es tan fácil encontrarme con el camino a tu cuello, a tus hombros, a tu pecho. Despójate de ataduras, del traje deportivo, de la cordura, dame tu desnudez de cuerpo y alma. ¡Te quiero!.. Sigue Leyendo...

Ultima parte

entonces estabas ahí y no sabías si era verdad que aquellos árboles que circundaban la calle de la facultad provenían de parís; ¿plátano? alguien dijo eso, la cosa es que esto no es parís, ni siquiera la imagen de la escena de la película de la vista de todo lo que eso era, no era, no. era montevideo, es, dijiste, santas tus palabras, una aberración, pero bueno, si querés en algún sentido podés estar en parís aunque de hecho no lo estás, claro, pero en una de esas lo creás. no es tan complicado, no, no, no hablo de que no sea complicada esa ciudad, este juego no es tan complicado, ¿o si? dejame acertar. y después nada, una cuadra, otra, un escalón, un camino y otro lugar. y no éramos. Sigue Leyendo...

Te esperaré.

Caen cenizas de las hojas, polvo de de tus ropas, humo de tus palabras cobardes al dolor, y no ves el horizonte que camina en tu busca para taparte con una nueva tierra, con el rocío fresco que te bañará la piel.

Porque caminas solo, con los hombros caídos, con el pelo perdido de tanto viento que azotó tu alma.

Tus manos se caen en pedazos por no tocar a la flor roja como la sangre que yace bajo tus pies.

Anímate ruiseñor, que te oiga cantar desde mi balcón, que te sientan las estaciones que te abrieron las puertas mientras morías despierto. Sigue Leyendo...

El Poeta del Espejo versus El Puño del Hombre (primer asalto)

Cae la noche. Ante el espejo de las doce cuerdas, una por una, y bajo las luces de los focos del ring, El Poeta da rienda suelta a su fantasía. Enfrente de él, El Puño del Hombre mira silencioso sus movimientos. Tiene el rostro contraído, ensombrecido por una materia granítica. Su rostro prefigura la sensación de una mueca sardónica mientras el Poeta del Espejo lanza su ataque.

“Aquí en el medio está la vida
encajada en el misterio de la niebla.
Habla el tiempo de la pausa encendida
enntre la luz de la noche y la tiniebla”. Sigue Leyendo...

Bandejas de laurel.

Serena mujer, que vistes de hojas y miel
esa cálida piel de tu cuerpo bajo los vientos
fríos de mi soledad
.

Mujer ajena que callada sonríes, y miras,
y no ves que no estoy, que no soy beso
que habla, ni mirada que te acalla al no
ser mi corazón tu tren.

ERES

Eres el rayo del sol, y la luna
que se cuela por mis ojos.Y mi vida.
Eres la sal de mi oceano
mi tierra prometida.

Eres la flor que florece
en las llanuras de mi alma.
Eres el canto que adormece
mis intrigas y mis rabias.

“La Miserable”

Como a las tres de la mañana termino la película. Y el agua comenzó a borbotear en la estufa, la deshora del café llego temprano esa madrugada. Los vasos de vidrio para el refresco, las tazas de porcelana con grabados de imaginación para el café, barro o aluminio según el gusto para las bebidas con hielo, todo estaba sobre la tabla de la alacena. Dentro de la variedad de tazas y vasos había un trasto que llamaba la atención, era una taza de tamaño normal y de plástico rojo, la oreja y la superficie estaban gastadas como si la hubieran arrastrado y podía notarse que llevaba demasiado tiempo sin ser usada, “La miserable”, ese era su nombre y bebía allí el café por que sabia distinto como a tristeza. Sigue Leyendo...

Eternamente joven.

Dime que sigo siendo joven, que te gusta mirarme,
que te gusta sentir mi suave piel, y escuchar mi risa
imperfecta que es más perfecta que ninguna.

Dime que soy viva con el viento, fugaz como la noche,
serena como la mar, y que por ello eres mío, que me
seguirías hasta donde el sol alcance, que te quedarías
eternamente abrazado a mí.

El gozo intelectual y cultural

Primeramente me pregunto ¿qué es gozar?. Experimentar placer es lo que dice el diccionario. Pasarlo bien. Disfrutar con algo o con alguien. Entonces, partiendo de esta forma definitoria, ¿es posible gozar con el desarrollo del intelecto y con el amplio crecimiento de la cultura personal?. Por supuesto que sí. Yo diría que, junto con el gozo de lo sexual, el gozo intelectual y cultural es uno de los más completos que tiene el ser humano. En este sentido voy a transcribir lo que escribe el profesor Jorge Wagensberg de la Universidad de Barcelona: Sigue Leyendo...

La Mañana y el Vacío.

La mañana se presenta hermosa. Los rayos del sol se columpian entre las ramas de los árboles del jardín. Entra dentro de la habitación un olor a perfume de rosas frescas. Alguien las ha dejado aquí, a pocos centímetros de la almohada. Alguien que está ahora preparando café. En la casa suena la voz de Nina Persson. Huele el café. Todo es perfecto para la calma. Nada por hacer. nada. Ninguna cosa.

Mientras desayuno pienso que hoy no tengo obligaciones. Es como si se me hubiese conmutado alguna pena judicial. Sin embargo quiero escribir un poema. Pero hay algo, hoy, esta mañana, que me lo impide. Algo que me dice que es mejor salir ileso. No. Ahora no. Ahora no tienes hambre de letras. Así que no compongo el verso. Sigue Leyendo...

Mas detalle

eso te pasa cuando te quedás quieto, tirado en la cama o en el piso mirando el techo. no entendés si lo que ves es algo nuevo o si ya lo habías visto antes y no te habías percatado, entonces, en ese tiempo interminable y mezquino que ofrece la noche, uno descubre donde hay humedad, que parte de la pintura se descascaró y cuantos días creyendo que todo estaba igual. que mal sacamos las cuentas, sí, ni siquiera había pensado en eso. no le vendría mal un poco de color a este lugar, mis ojos lo admiten. el problema continúa cuando el portarretrato mantiene intacta aquella fotografía milenaria, que nos sacamos en aquel lugar remoto durante aquellas vacaciones y qué diferente me veo, si hasta parecía contenta y todo. Sigue Leyendo...

Un detalle

camino. dos pasos adelante y me detengo. escucho una voz, quizás la mía o la de alguien de por acá y me grita, y me pide que le escriba.

entonces yo estaba mirando un cuadro y luego el marco del cuadro y luego la pared entera que contiene al cuadro y el enchufe y un espejo, más allá un sillón sin almohadones. la lámpara en el piso me devuelve lo que queda de mi luz y se traga un poco. un florero ¿un florero? también en el piso y pienso que la alfombra, dadas las circunstancias quedaría bien en el techo, después de todo es azul y tiene rombos celestes. una vela amarilla consumida hasta la mitad y así veo la mitad de mi vida que puede ser ya, o en cualquier momento porque en realidad no lo se, y pienso en las palabras de una pantalla, no lo puedo creer, pienso en la cáscara violeta y que se apague la luz que quiero dormir pero no puedo, y camino y no puedo dormir , y me siento, otra vez, el espejo me mira, si, y pienso, qué pasa aquí, está lleno de lagos funestos, recuerdo el rostro de un niño escolar y el cuaderno de deberes y la hora de la merienda, pero lejos, solo para no recordar lo que no conozco, al fin. Sigue Leyendo...

Antínoo y el Maldito

Tres.

Si no te queda tiempo, entonces dile, dile que te ayude, dile que si no hace algo, pero dile, rápido, que va a pasar la vieja y ahí qué vas a hacer si no haces nada, si dejas para mañana lo que debiste hacer en mayo del dos mil seis. Dile ahora que está mirando para otro lado, no sea que te de vergüenza si te escruta con esos ojos engañosamente despiertos que tiene y le inventes una mentirilla burda. Dile, pero dile, no te vayas, no te vayas, no te atrevas –bien telenovelesco– a cruzar esa puerta.
– Quédate -. Te dice Bitinio, tranquilo, rascándose amistosamente detrás de la oreja como un trilladísimo perro pulguiento. Y te sientas, claro, porque a él sí que le haces caso, ¿cierto?, y creas el momento propicio para decirle oye, te tengo que decir algo, oye, pero escúchame, dile, si te va a ayudar, dile, dile, que yo sé lo que te digo. Sigue Leyendo...

¿Hasta qué número?

Llegaré… ¿hasta qué número
de minutos silenciosos y repletos?
contando lo que crea la memoria
al perdérseme esta noche del insomnio.
Tensa… tensa está la historia
del despertar completo
y es en este momento
cuando abro el sueño y la canción.

Mantengo la ensoñación
!última página del tiempo!
como ligero pasatiempo
de la breve sensación.

Y si ya se me olvido

Como a las tres de la mañana termino la película. Y el agua comenzó a borbotear en la estufa, la deshora del café llego temprano esa madrugada. Los vasos de vidrio para el refresco, las tazas de porcelana con grabados de imaginación para el café, barro o aluminio según el gusto para las bebidas con hielo, todo estaba sobre la tabla de la alacena. Dentro de la variedad de tazas y vasos había un trasto que llamaba la atención, era una taza de tamaño normal y de plástico rojo, la oreja y la superficie estaban gastadas como si la hubieran arrastrado y podía notarse que llevaba demasiado tiempo sin ser usada, “La miserable”, ese era su nombre y bebía allí el café por que sabia distinto como a tristeza. Sigue Leyendo...

Pastillas para no soñar

Si lo que quieres es vivir 100 años
no pruebes los licores del placer.
Si eres alérgico a los desengaños
olvídate de esa mujer.
Compra una máscara antigás,
mantente dentro de la ley,
si lo que quieres es vivir 100 años,
haz músculos de 5 a 6.
Usa gomina que no te despeine
el vientecillo de la libertad.
Funda un hogar en el que nunca reine
más rey que la Seguridad.
Mantente lejos de los clubs,
reduce la velocidad,
si lo que quieres es vivir 100 años
vacúnate contra el azar.

Historia de mañana

Llueve.

Había amanecido temprano.
Sonó el timbre y por las escaleras se oyeron apresurados pasos.
Seguro que no esperaba a nadie.
Es decir, nunca iba nadie por allí.
Demasiado temprano.
Coincidencias, pensó.
El timbre debió haber sonado en otro lugar y quizá la penumbra y somnolencia en un costado, le he hizo creer que alguien andaría preocupado, buscando sus pasos.
Afuera un perro ladraba bajo la lluvia.

El crack

Todos elogiaban y alababan la forma de jugar al fútbol de aquel joven deportista que con tanto entusiasmo triunfaba jornada tras jornada en la competición local. Artista del balón, aquel joven delantero era la admiración de miles y miles de personas que venían de todas partes sólo por verle jugar. Hacía maravillas con el esférico en los pies. Era un singular malabarista. Trenzaba líneas inimaginables sobre el césped mientras corría con el balón cosido a sus botas. Y siempre con la cabeza levantada. Finalizaba, inevitablemente, sus grandes epopeyas futbolísticas con el gol victorioso para su equipo. Sigue Leyendo...

Suenan los vientos de la galaxia…

Suenan los vientos de la galaxia haciendo reverencias al parpadeo de los cielos tachonados de estrellas y yo me voy, una vez más, a vivir con la idea de que pertenecemos a todos los lados de este pequeño rincón llamado universo. Veo en el mapa nocturno a un vagabundo de costas lejanas y más allá hay tierra. Tierra llena de almas por todas partes. Tierra de rostros con colores distintos pero corazones iguales. En el ámbito de todos hay venas humanas trenzadas en un paisaje de pequeñas cosas cotidianas que se hacen sombra en esta noche callada. Y yo miro el anhelo de correr libremente entre todos (como cayendo de cualquier país) para sentir la historia humana en el centro de mi frente. Pienso. Y noto un efímero pasar ligero de las horas en este mundo transparente y nítido en el cual los corazones crean un instante de comunión conjunta con todo el milagro de la vida. Sigue Leyendo...

Movimiento

Todo movimiento es cambio; desde las golondrinas en vuelo hasta los electrones de carga negativa que se hallan alrededor de un átomo y desde las briznas de hierba que se lleva el viento hasta el niño que gatea sus primeros pasos por el suelo. La luz del horizonte es movimiento. Y la espalda de quien camina hacia una meta. Es movimiento también la marea que se aleja desde la playa al epicentro del océano.

Todo movimiento es un chasquido en el reloj de muñeca de un ser humano; un empezar a volver a ser habitante de las cosas nuevas y otra vez y otra más y otra. Todo movimiento es una relación que se crea entre entre el antes y el después de los momentos consecutivos. Sigue Leyendo...

sicatrises

intento contar el sin numero de sicatrises q tengo, y creo q parese un cielo con montone sd esetrellas par acontar una y volver a enpesar…..

sicarisese en el alama el tiempo de soledad el alejarme del mundo no me gusta queiro retornar, amra, pero ahy algo malo ne eso otr herida q se abre y q con el tiempo ha de sanar…

q lastimia no poder amr no poder caminar, no poder ser lo q se es pues por intentarlo ser te levantas del suelo una y otra ves y subres ehridas q dejan amrcas en mi almma