Cuando miro tus ojos dudo si es amor o eternidad.
Cuando te acercas, jugamos a ignorar, fingimos no estar pero tu corazón late y el mío se vuelve perfume y flota en el aire.
Ni una palabra, ni un atisbo de amor en esta locura que los dos sentimos sin saber que nacimos para amarnos.
Si me besas…no hará n falta las palabras, no hará falta ser un ángel para poder volar agarrada a tu cuerpo ni más cielo que este, solo querré fundirme entre tus labios y navegar por el océano de dos almas encontradas.
Ya ahora te digo adiós, y tú no quieres que me vaya, lo sé, aunque no pueda ni decir tu nombre.
Pero volverás como paloma mensajera para decirme que has llegado.
Muy buen relato en lo que se cierne a lo sensitivo. El amor es siempre sensorial. Un beso amistoso.