Hoy es mi cumpleaños. Ayer noche quise celebrarlo con un hombre muy importante en mi vida. Le admiro. Le quiero.Tenemos proyectos en común en los que trabajamos. Pero…todo se fue al traste.
Literalmente me reventó la noche.Consiguió que llorase hasta que se me hinchanron los ojos. Hoy es mi cumpleaños más triste.
¿Estoy loca cuando después de lo de anoche, me da por pensar que siente envidia, celos y rabia contenida -q ayer desató, enmascarandola entre otras cuestiones- de mi persona?
¿Qué le pasa? ¿por qué me arroja como mierda, aquello que precisamente es lo que más le gusta de mí?
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CARTA A UN JUEZ
Ilmo. Sr. Juez:
Me permito dirigirme a Vd. con la sana intención de velar por su salud y por la de todos los españoles, pero la suya me parece de vital importancia; que no en vano es Vd. representante de la Justicia y hacedor de la misma, y ya me contará qué hacemos, si enferma Su Señoría de estrés o depresión. Es por ello, que quiero poner en su conocimiento, y para que en un futuro no le desborde el trabajo con infinitas operaciones
“malaya” y se nos ponga malito, otras operaciones de la misma índole que vemos todos cada día en televisión, y que terminan por parecernos normales.
MIÉNTEME
Lo estuve pensando un ratito y decidí dirigirme hacia el despacho de Alejandro y aporrear suavemente la puerta con los nudillos de la mano, sobre todo porque la mañana se me echaba encima y de aquel despacho no salía ni cristo. Hice dos pum pum en la puerta y al cabo de unos segundos escuché su voz como entrecortada, que me invitaba a pasar. Me llamó tanto la atención aquel tono, que no sé por qué, pero lo imaginé transportando una caja llena de expedientes de un lugar a otro, o haciendo algo que requiriese cierto esfuerzo. Abrí la puerta. Sí, la abrí porque si no no hubiera visto lo que ví
LA WEB CAM (si eres menor de edad, no lo leas)
Salgo del curro reventao, y mientras arranco la moto, voy pensando en que pa qué carajo habré estudiaó con un cabrón cinco años de carrera, pa que ahora este mamonazo de jefe me tenga en un puto almacén, cargando cajas de aquí pa allá por una mierda de sueldo y con un contrato basura. Y además de no saber hacer la “o” con un canuto, va de chulo el jefecillo de mierda , y le molan las reverencias.
IMAGINACIÓN
I
Ya no cabía duda ni lugar a especulaciones, de que él no la deseaba. Ella llevaba años en silencio y justificando su desgana con cualquier tipo de excusa, que, aunque ninguna de ellas evidenciaran una razón para tan desmedida desidia , al menos, le servían para conseguir conciliar el sueño y no darle más vueltas al asunto.
Quiero deciros
Quiero dar las gracias a tod@s los que os habeis molestado no sólo en leer los primeros relatos que he escrito en vida, sino también en enviarme vuestro comentarios; que me ayudan y me animan.
No leo vuestros relatos (de momento) porque no quiero condicionarme y ando probándome a mí misma escribiendo “en bruto” lo que me sale de dentro, sin leer abosulutamente nada.
Pero… los voy imprimiendo todos porque no quiero perderme ninguno y me gusta leerlos tranquila y en papel.
Barrunto la posibilidad de apuntarme a alguno de esos cursos de escritura creativa o de iniciación al relato. Os agradecería vuestra opinión al respecto.
Y prometo leer los vuestros y enviaros mi más sincera opinión.
Un beso muy grande, para que os llegue a tod@s.
Dakota
Lo que tengo en la cabeza
“No se preocuepen”, dijo el celador; ” son inofensivos. Están todos locos, pero no son agresivos.
Esta es la hora en la que pueden salir al patio, pero como está lloviendo solo dejamos que paseen por el corredor, asi que, tranquilas y no hagan caso a lo que les digan”.
Olvido y yo, tuvimos la suerte de ser las primeras en poder visitar el Psiquiátrico en calidad de recién estrenadas Asistentes Sociales, de entre todos nuestros compañeros y compañeras.
FINAL DE TRAYECTO
Un viaje largo por carreteras repletas de curvas, de paisaje boscoso y exhuberante vegetación, que habían planeado varios meses atrás. Fue ella quien sugirió una parada para descansar, para que él descansara. Paró el coche a unos veinte metros del acantilado y, mientras comentaban lo bello de las vistas que ofrecia el panorama, los dos respiraban a pleno pulmón disfrutando con miradas de complicidad, lo acertado del viaje.
Ella quiso aprovechar la parada para entreterse buscando cualquier cosa entre el equipaje que llevaban en el maletero. Su rostro mostraba una expresión de radiante felicidad. Amaba a áquel hombre , y la pesadilla vivida un año antes parecía haber terminado cuando él, comprendió la necesidad de cambiar de trabajo; tanta responsabilidad, tanta presión y aquella ambición desmesurada, resquebrajaba su mente, su salud y su matrimonio. Todo parecía ahora mucho más tranquilo.
Mr. Hyde
Nació el último de cinco hermanos, todos varones. En cuanto su madre notó que “aquello” comenzaba a cuajar en su vientre, hizo todo lo que los rumores heredados, avalaban la expulsión rápida del engendro; perejíl, saltos, golpes…, nada sirvió de nada.
Lo primero que vió la criatura, fue: una madre atormentada y desgraciada; un padre anodido que ocultaba cualquier exhibición o conato de cariño que hiciese el amago de apodersa de él; y cinco hermanos que sólo sentían indiferencia, por ellos mismos, entre ellos mismos y en especial por sus progenitores . En ver lo que gobernaba, malograba, y decidía la vida de cada de los seres de aquella familia… tardó un poquito más; la pobreza, la miseria, la escasez y la penuria.
EL LADRON DE LA VERDAD
Llegaba a casa reventada de trabajar, se despedía de la abuela, que se había encargado de cuidar a su hijo, bañarle y darle la cena y a continuación cerraba la puerta de la casa por dentro, con cuatro vueltas de llave. Vivía sola con el niño y siempre tuvo esa costumbre. Ella sólo se tomaba un vaso de leche caliente, y jugaba un ratito con su hijo antes de acostarse.
Esa noche, estaba más cansada que de costumbre, era sábado, en el restaurante no dieron abasto a servir cenas, y ni siquiera tuvo un minuto para llamar a casa y preguntarle a su madre si todo iba bien.
EL LADRON DE LA VERDAD
Llegaba a casa reventada de trabajar, se despedía de la abuela, que se había encargado de cuidar a su hijo, bañarle y darle la cena. A continuación cerraba la puerta de la casa por dentro, con cuatro vueltas de llave. Vivía sola con el niño y siempre tuvo esa costumbre. Ella sólo se tomaba un vaso de leche caliente, y jugaba un ratito con su hijo antes de acostarse.
Esa noche, estaba más cansada que de costumbre, era sábado, en el restaurante no dieron abasto a servir cenas, y ni siquiera tuvo un minuto para llamar a casa y preguntarle a su madre si todo iba bien.
PREGUNTA FATIDICA
Me lo contó mi madre hace muchos años, y todavía hoy, sigo recordando la anécdota tratando de
hacerle la autopsia y poder diagnosticar la causa de “la muerte”.
Corrían los años cuarenta y llevaban “hablando” unos dos años.
( Entoces se “hablaba”, a ser posible siempre en compañía de terceros, no fuera a ser que un descuido, les diera por hacer lo que no debían , se corriera la voz… y la chica se quedara compuesta, sin novio y con una reputación insalvable de por vida. O con dos reputaciones; la suya y la del fruto del escarnio.
TUMOR MALIGNO
Iexplicable (Primera parte)
Al día siguiente debíamos de estar a más de doscientos cincuenta kilómetros de distancia para asistir al entierro.
Como estas cosas son así de imprevisibles, pues nos avisaron ese mismo día sobre las 5 de la tarde, unas tres horas después de que el finado dejara de respirar.
A las 10 de la noche y en pleno invierno, arrancaba mi hermana el coche con la intención de llegar sobre la 1 de la madrugada, dormir allí , y asistir al evento a las 12 del mediodía.
Nostalgia en el ascensor
Llevaba casi un mes acudiendo al hospital todos los días. Su padre se encontraba en estado crítico en la undécima planta, y cada día a la hora de las visitas, en la planta baja, se preparaba el mismo follón.
Unos, con la ingenua y estúpida intención de que el ascensor bajara a recogerlos de inmediato, se empecinaban en apretar el botón, que indicaba claramente con su lucecita encendida que ya estaba de camino…, una y otra vez, y además con una expresión de…”anda que sino es por mí que le estoy apremiando…”.
INEXPLICABLE
camarero: Hola, buenas noches… que va a tomar?
yo:
(Me perdí en una maraña de pensamientos rápidos e inconexos, estaba abducida, como transportada en el tiempo, atónita, muda.
Le miraba y no era capaz de eschucarle. ¿Pero quién era?, ¿qué hago yo aquí?
¿por qué el azar, o no el azar, me ha colocado frente a éste hombre? ¿estoy soñando?
¿es ésto una película de terror? ¿y por qué me mira de esa manera tan rara?)
AL NATURAL
El último en ser saludado de aquella familia cuado íbamos a visitarles, ere siempre EL BISABUELO.
No tendría ningún sentido no decir que a mi, el bisabuelo me era por completo indiferente. Es más, tener que darle un abrazo y dos besos… no me hacía ninguna gracia. Él era demasiado mayor y yo, demasiado joven. En la distancia (con un metro era suficiente), sí que pasaba yo mis ratillos observándole; observaba su edad (mas de 90) porque no había visto yo nunca ni hombre ni mujer…tan viejo.
LA USURPADORA
Tuve que matarla. Estuvo haciéndome la vida imposible durante unos tres días, y yo,ya no podía más. Era perversa, malvada, egoísta, desconsiderada, solo pensaba en satisfacer sus más bajos instintos. Para ella mi vida, mi casa, y yo misma…no significaban nada.
Nunca supe ni cuando ni cómo profanó mi hogar. Debió de hacerlo sigiliosamente y
aprovechando algún descuido mío.
El mal se había instalado en mi vida, una vida solitaria y alineada. Pero también una vida tranquila, ordenada y segura.
DESATINO
I
Mi tía Piedad es una mujer tímida y de pocas palabras. Muy pocas.
Normalmente responde a cualquier pregunta que se le haga con monosílabos.
Cuando es ella la que pregunta, suele hacerlo brevemente, aunque nunca de manera directa.
Nació con catarátas en los ojos, y lleva unas gafas de esas que llaman “de culo de vaso”.
Yo tengo la sensación de que mi tía vive escondida tras las gafas.
Nos vemos pocas veces, porque mi madre,mi hermana, y yo, vivimos lejos del resto de la familia
y por ende de mi tía Piedad.
El yonki espino
I
Durante el tiempo que duró la crianza de mi hijo,
dediqué los pocos ratitos libres que tenia… a varias cosas:
Tejí; hice jerseys de punto para toda la familia.
Ganchillo; hice una colcha preciosa que nunca rematé.
Leí; A Sangre Fría, Jack el Destripador… (me dió por el género)
Pero sobre todo… devoré con infinita pasión varias
series de televisión:
“El Pájaro Espino”, “V”, y la reposición de “Curro Jiménez”
Suegra asesina
Nací en el asfalto, y pase los pirmeros 23 años de mi vida
respondiendo a la pregunta que me hacía mi madre cada día, ..
varias veces; “¿en que piensas hija?”. “En nada”.
Creo que mi madre vivía preocupada; “en nada”, nunca pareció
convencerla. Yo tambíen vivía preocupada; No sabía por qué
mi madre me preguntaba cada dos por tres y con cara
como de susto, que en qué pensaba.
Nunca cociné. Nunca hice la compra. Nunca vi el campo ni los
animales y animalitos que lo habitaban.