Llamadme Israel, por favor o sin favor, o llamadme como os dé la gana pero sabiendo que yo soy Israel. Yo siempre estoy firmando mis artículos con el nombre de Israel. Soy un periodista fatigoso pero nunca me fatigo cuando estoy obligado a relatar alguna crónica que siempre firmo como Israel. Tampoco quiero llevar la contraria a nadie que me llame como le dé la gana porque desde mi niñez me he adaptado a ser un camaleón que sabe huir del bla, bla, bla, para pasar desapercibido, porque siempre he estado convencido, y lo sigo estando, de que me llamo Israel y de que me gusta llamarme Israel.
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Con la zapatilla por detrás (El Chivatazo)
Ahora que don Adolfo se nos ha ido sin memoria, resulta que al angustiado y agobiado Zapatero (como siempre con un verdadero nudo agobiante en la nuez donde se ajusta la corbatilla) ha vuelto a recordar lo de “zapatero a tus zapatos” y me han contado por aquí allado (desde Maszurrón hasta Masmarrón y a buen entendedor sobran las definiciones de Maszurrón y Masmarrón porque todos sabemos lo que significan) va a abrir una zapatería de “de luxe and fashion” feminista para que todas “ellas” (y sabemos lo que quiere decir eso de “ellas” con el bocado de Adán en la nuez, jejeje) deseen ser el príncipe encatando besando a Cenicienta. ¡Jesús que mundo! Y, además, a don Alfonso “El Guerrita de los Anteojos” le ha dado la terrible y temible ventolera de leer “Guerra yPaz” en lenguaje yiddish (que mola mucho eso de saber el lenguaje yiddish chapurreado a lo gazpacho andaluz) porque cree que don León Tostón se lo dedicó mucho antes de que don Alfonso naciese con el nombre de Monchito. Mientras tanto los pepinos amargan, la izquierda no sabe dónde está su derecha y doña Rosa amaga con un ataque en vertical para terminar en horizontal.
Conciencia (pensamiento)
De la Hora de Jesús
¡Tang! ¡Una! ¡Tang ! ¡Dos! ¡Tang! ¡Tres! ¡Tang! ¡Cuatro! ¡Tang! ¡Cinco! ¡Tang! ¡Seis! ¡Tang! ¡Siete! ¡Tang! ¡Ocho! El reloj de la Iglesia de la Virgen del Perpetuo Socorro señaló las ocho de la noche en punto. Para comprobar que era cierto, María de la Soledad De la Hora de Jesús consultó su lujoso reloj de pulsera. Efectivamente, eran las ocho de la noche en punto. Un enorme vacío la impulsaba a volver al principio. Siempre el principio como gélida causa de su vida violenta. La vida de una señorita que no tenía más quehacer que seguir, continuamente, huyendo…
Senderismo (6)
Día 5 de marzo del año 2014 después de Jesucristo. Hoy debemos de llevar a cabo la Ruta Número 5: Centro del Hogar – Carretera de El Chorrico – Ruta de las Cabras – La Fuente – La Pinada – Regreso al Centro del Hogar. Logo estudio. Cooking and Living. Realizamos tu reforma. La vida interior necesita una casa confortable y una buena cocina. Sobremesa en familia, discusiones acaloradas, desayunos en pijama, biberones y papillas, mensajes en el frigo… las modas pasan, el estilo permanece. Y el Mágico Solitario se cotiza, hoy, en el saco de los valores, a 17. Tengo solamente 17 años de edad y no me importa ni los que tengan los demás ni lo que los demás digan que tienen. Yo tengo 17 años de edad y voy a demostrar que soy el chaval que lidera y es el capitán del Esparta de San Isidro, del Gabelistas de Extremadura, del Independientes de Campamento, del Estrella Olímpica y del Deportivo Olímpico. Lo demás no me interesa para nada.
Senderismo (8)
Miércoles, 26 de marzo del año 2014 después de Jesucristo. Me encuentro en Bombay, en un café de trabajo para la Unicef, pensando en el hambre de los niños y las niñas hindúes, cuando, de repente, me avisan de que la marcha de hoy no ha sido suspendida y que va a haber marcha. Así que apago el cigarrillo y regreso urgentemente a mi hogar antes de irme al Hogar (y valga la redundancia aunque sea en abundancia). El refresco de zumo de naranja natural me sirve para recobrar energías. Me planteo la idea de ir toda la jornada dentro del pelotón principal pero sin permitir ninguna clase de escapada inesperada porque tenemos que tener conciencia de equipo. Así que voy a hacer tándem con Juan. Ruta número 1: Hogar – Vía Verde – Ribera de Molina – Corredor Verde – Hogar. Es una ruta de dificultad baja y tengo que pensar en la terturlia del viernes, así que voy a ir totalmente tranquilo y sin tirar para nada del grupo pero, vuelvo a insistir, sin permitir ninguna escapada inesperada.
Senderismo (8) Corregido y aumentado.
Miércoles, 26 de marzo del año 2014 después de Jesucristo. Me encuentro en Bombay, en un café de trabajo para la Unicef, pensando en el hambre de los niños y las niñas hindúes, cuando, de repente, me avisan de que la marcha de hoy no ha sido suspendida y que va a haber marcha. Así que apago el cigarrillo y regreso urgentemente a mi hogar antes de irme al Hogar (y valga la redundancia aunque sea en abundancia). El refresco de naranja natural me sirve para recobrar energías. Me planteo la idea de ir toda la jornada dentro del pelotón principal pero sin permitir ninguna clase de escapada inesperada porque tenemos que tener conciencia de equipo. Así que voy a hacer tándem con Juan. Ruta número 1: Hogar – Vía Verde – Ribera de Molina – Corredor Verde – Hogar. Es una ruta de dificultad baja y tengo que pensar en la terturlia del viernes, así que voy a ir totalmente tranquilo y sin tirar para nada del grupo pero, vuelvo a insistir, sin permitir ninguna escapada inesperada.
Senderismo (5)
Día 26 de febrero del año 2014 después de Jesucristo. Miércoles trascendental. Es la primeroa verdadera “prueba de fuego” con la que nos enfrentamos los de Molina de Segura. Agunos hablan de 12 kilómetros. Son pocos. Hay quien habla de 14 kilómetros. Son pocos. Otros proponen 16 kilómetros. Son pocos. Así que acordamos que sean 18 kilómetros y que subamos verdaderas cuestas “rompepiernas”. No es todavía prueba de montaña propiamente dicho pero las subidas que vamos a encontrar por las Urbanizaciones van a ser tan difíciles o más que caminar por senderos montañosos. Así que, una vez decidida la Ruta (cambiada a última hora para endurecer el recorrido) nos vamos todos (esta vez sin ninguna chica con nosotros porque renuncian a la locura) hacia el Camino de El Chorrillo. Somos un total de 9 expedicionarios cuando llegamos a la altura del Teatro y de la Biblioteca y comenzamos con charlas culturales. Alguien va contando temas de historias murcianas y a mí se me está ocurriendo, pensando para mis adentros, que el próximo Viernes de Tertulia, he de sacar a debate el tema del Teatro en particular y de la Cultura en general. Así que comienzo a incorporarme, con total decisión, en el grupo de cabeza dejando a los de atrás que espabilen porque… ¡de repente!… sin previo aviso… llega uno de los muchos semáforos que tenemos que cruzar en verde y lo pasamos a tanta velocidad que 2 de los de atrás se quedan “cortados” y ya los perdemos de vista. Juan ha espabilado lo suficiente como para seguir en marcha. Como hemos perdido 2 unidades que deciden volver al Hogar justo cuando comienza la salida hacia las Urbanizaciones, ya sólo somos 7 los que estamos dispuestos a la hazaña.
Los Mejores 8 – Los Peores 8.
Nosotros éramos Los Mejores. Ellos eran Los Peores. Estadísticamente eso estaba demostrado; porque en todos los Torneos del BHA (léase Banco Hispano Americano) de Madrid, nosotros nos quedábamos los penúltimos mientras ellos se quedaban los últimos. Así que decidimos llevar a cabo un partido amistoso, en la Casa de Campo, para demostrarles que no les teníamos envidia alguna (nuestras chavalas eran más guapas, más interesantes y más inteligentes que las de ellos) ni les teníamos ningún rencor sino que nos daba pena ver su situación siempre en el fondo de la tabla clasificatoria. Yo lideraba a Los Mejores. Cachán lideraba a Los Peores. Todavía recordará Cachán el día en que nos enfrentamos y que íbamos ganando por 1-0. Ordené a mis muchachos que defendiéramos a muerte aquella victoria de 1-0. A Cachán (Luis para más señas) sólo se le ocurrió decir, en voz muy alta, la estulticia de que nosotros nos conformábamos solamente con ganarles por 1-0. Ante aquella estulticia yo sólo sonreí para mis adentros, pero estaba pensando…
Senderismo (7)
Día 12 de marzo del año 2014 después de Jesucristo. La marcha, hoy, se presenta bajo la amenaza de lluvia; pero esto no es causa justificable para abandonar en el intento. Se prevé una cierta dureza porque vamos a combinar llanura con montañas. Está previsto que quizás nos caiga un aguacero a mitad de camino pero, una vez iniciada la salida, lo mejor es tirar hacia adelante y que sea lo que Dios quiera; así que, siguiendo con mi costumbre de la seguridad, me incluyo en el grupo de los que van en cabeza para no ser cortado y caminamos con un ojo mirando al suelo para no pisar ciertas cosas que hacen los animales y con el otro ojo mirando al cielo para ver si Dios se apiada de nosotros y nosotras y no llueve. El cielo, nublado, parece haber oído nuestras peticiones y comienza a clarearse el dia.
Para Wersi.
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 12
Violet.
Es mi hija y sólo tiene 13 años. Una niña. Es todavía una niña nada más. Estamos en el jardín, sentados en el duro y seco asiento de madera. Intento hablar con ella pero no responde… nunca responde a mi llamada… y sólo se queda mirando al infinito mientras estrecha su deshilachada muñeca de trapo contra su pecho. Se ha convertido en una autista. El cabrón que la violó me pasó el problema a mí. La dejó medio muerta y yo terminé de matarla asesinando lo que llevaba dentro. Le hablo y no responde… nunca responde a mi llamada. Sólo canturrea, estrechando su deshilachada muñeca de trapo contra su pecho.
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 11
Silver
Miro nerviosamente mi reloj de pulsera. Es la última joya de las muchas que he tenido que ir vendiendo por la décima parte de su verdadero valor para conseguir unas cuantas monedas. Hace ya dos horas exactas que sigo ante la máquina tragaperras. Meto. Meto. Meto. De vez en cuando saco algo con lo que poder continuar jugando cuando ya parece que el dinero se me acaba. Meto. Meto. Meto. Sigo metiendo. De vez en cuando sigo sacando algo para continuar jugando. Aumentan mis nervios. Sudo por todos los poros de mi piel pero esta maldita máquina sigue sin darme el premio que me merezco. ¡Quiero ser millonario! ¡Quiero ser millonario y me aferro, una vez más, como llevo haciendo desde años, a la posiblidad que me ofrecen estas máquinas lúdicas, resplandecientes, brillando como estrellas en el firmamento cerrado de este local que me asfixia lentamente! ¡Quiero formar parte del firmamento de los millonarios! Cuando vuelvo a mirar mi reloj de pulsera son ya las doce del mediodía. Llevo tres horas exactas jugando sin parar… sin parar… sin parar…
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 14
Epílogo.
Al terminar la sesión, Félix rompe el silencio…
– Bueno, hermanos. Iniciamos la sesión para otorgar el Premio de “Una vida en este mundo”. Dijimos, al principio, que una sola de estas 12 personas va a ser el único ganador del Gran Premio. Hemos visionado 12 verdaderas tragedias. 12 hombres que nos han hecho conocer la angustia, el miedo, la sinrazón del mundo en el que viven. No sabemos de dónde provienen estos 12 hombres pero nos han contado 12 vivencias espeluznantes. Cualquiera de estos 12 hombres puede ser el ganador. No hay duda alguna en que las mujeres brillan por su ausencia; así que dar el Gran Premio a un hombre no es, en nuestro caso, ninguna acción machista. ¿Qué opinas tú, Álex?
– Estoy totalmente de acuerdo contigo. Tenemos que ser totalmente honrados a la hora de dar el veredicto. Ninguna mujer puede quejarse ni presentar reclamación alguna; porque lo que hemos visto ha sido a 12 hombres desesperados. Si no ha habido ninguna mujer presente en el Concurso no es nuestra la culpa. ¿O crees lo contrario Héndrix?
– Yo creo que todos los concursantes son sinceros. Todos ellos se merecen el Gran Premio pero, según las Bases del Concurso, uno solo debe ser el ganador. De haber habido alguna mujer concursando, al menos una de ella, podríamos establecer una controversia entre el machismo o el femenismo… pero no hay lugar para ello… así que entremos ya en la discusión sobre quién debe ser el vencedor según el criterio propio e independiente de cada uno de nosotros.
– Antes de ello, os aclaro una vez más, lo que dije al principio. Nosotros no hemos creado la tragedia. No tenemos ninguna clase de culpabilidad pero tenemos algo mucho más importante que se llama responsabilidad.
– Es cierto, Félix. Los 11 eliminados quizás tengan otra nueva ocasión presentándose a otros Concursos. Nosotros sólo tenemos la obligación de ser responsables al emitir nuestro voto sin ninguna clase de complejo. No tenemos prejuicios contra nadie. Según lo que hemos estado viendo es necesario actuar con conciencia y con claridad de ideas. No podemos presentarnos ante el mundo como si ésto hubiese estado preparado de antemano. Y con esa claridad de ideas y la conciencia bien limpia debemos comenzar ya a elegir al ganador de los ganadores; porque, todos ellos son, bajo mi punto de vista, ganadores. Pero uno sólo debe prevalecer sobre los demás sin quitar mérito a los demás, Félix.
– Insisto, Álex, que tenemos algo tan importante que decidir que no podemos estar lamentándonos de nuestro fallo. No olvidemos que estamos siendo sinceros y que no conocemos a ninguno de estos 12 hombres salvo lo que hemos visto de ellos en los 12 vídeos. Sabíamos, desde el principio, que nos podríamos encontrar ante un caso tan difícil de resolver como el que se nos presenta. Pero o somos imparciales o no valemos para ser jueces.
– Como yo señalé, y dije al principio, habría sido tremendamente fácil si hubiésemos hecho lo que hacen la inmensa mayoría de los jurados de los Grandes Premios Literarios. Haber tenido ya elegido el ganador mucho antes de hacer público el Concurso. Pero nosotros no somos así. De tal manera que nuestras conciencias deben quedar limpias cuando hayamos dado el veredicto final.
– ¿Qué sucede si cada uno de nosotros tiene un favorito diferente, Félix?
– Escucha, Álex. ¡No podemos salir de esta Sala sin haber llegado a un acuerdo por unanimidad! Si no coincidimos todos con el mismo concursante, tendremos que estar horas enteras si es necesario hasta llegar a un consenso pleno.
– Totalmente de acuerdo. La mentira no tiene lugar en “Una vida en este mundo”. Y como lo que debemos presentar al mundo como ganador debe ser la gran verdad a la que lleguemos los tres por unanimidad… si es necesario estar días enteros discutiendo por uno u otro de los concursantes nuestras obligación es estar días enteros si llegamos a esa situación. ¿Empezamos ya con la presentación de cada uno de nuestros elegidos?
– Gracias, Héndrix. Eso es lo que yo quería plantearos y saber si estáis dispuestos a tardar todo el tiempo que sea necesario hasta elegir al mejor de estos 12 hombres.
– Estoy totalmente dispuesto.
– Vale, Álex. ¿Y tú qué decides, Héndrix?
– Yo también estoy totalmente dispuesto.
– Entonces empiezo yo, por ejemplo, a presentar a mi candidato.
– Adelante, Félix. Yo seré el segundo en emitir mi voto según tenemos el orden establecido.
– Está bien, Álex. Para empezar, estaría mintiendo si dijera que no todos los relatos me han llegado hasta el corazón. Me han llegado de tal forma que me han hecho temblar… pero hay uno de ellos que me ha llegado hasta el alma. He podido ver y contemplar las tragedias de 11 hombres mirando sus rostros, sus gestos, su desesperación y su angustia reflejada en esos rostros y gestos. Sin embargo, a uno de esos 12 hombres no le he podido ver en absoluto. Eso de “no veo y nadie me ve” me ha llegado hasta el alma. ¿Comprendéis la enorme tragedia de un hombre que no tiene identidad alguna para poder decir que es un hombre que siente, que sufre, que está en un mundo al cual no pertenece? Efectivamente, yo le doy el voto a GraY. Sigues tú, Álex.
– Tampoco he tenido duda alguna. Todas las tragedias que he visto y oído son hombres que sufren y que nos están gritando que hagamos justicia con todos ellos. Pero estoy de acuerdo con Félix en que Gray es el que más me ha llegado hasta el fondo de mis entrañas. Porque Gray pide una justicia para poder ser visto y expresar todo lo que le trastorna hasta el punto de no querer la libertad sino la Liberación. Por eso mi voto es también para Gray. ¿Y tú que dices, Héndrix?
– Ya nada puedo añadir a lo que habéis dicho vosotros dos. Todas las historias me han dejado sin habla pero ese tal Gray está tan marginado que no puede mostrarnos ni su rostro y, además, ha tenido que falsificar su voz para que nadie le reconozca. Por eso parece una máquina en lugar de un ser humano. Eso de “¡no soy una máquina sino un ser humano que quiere ser un ser humano!” me ha dejado sin palabras. Así que mi voto, sin duda alguna, también es para Gray. ¿Qué decidimos, Félix?
– Cada uno ha elegido al hombre que se presenta con el nombre de Gray sin haber consultado nada entre nosotros. Como los tres estamos de acuerdo, no es necesario discutir ni plantear ninguna duda al respecto. ¡El ganador de “Una vida en este mundo” es Gray! ¡Por unanimidad y sin tener que estar discutiendo para llegar a un consenso! Así lo explicaremos ante el mundo.
– Entonces… abre ya el sobre de la plica y vamos a ver quién es ese tal Gray.
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 13
Gray.
Todo es niebla. Estoy dentro de la niebla. No veo. No me ven. Todo es niebla y mi contorno se se difumina para ser solamente una silueta borrosa y sin dimensiones. ¿Cuál mi patria? ¿Dónde está mi origen? Camino en medio de la niebla. No veo. No me ven. Pertenezco a ese mundo en donde todo es un vacío absoluto de lo que parece imposible… pero no es el vacío existencia que preconizan muchos, todos ellos teóricos nada más, que están errados y hasta viven erráticos cuando me quieren definir. ¿Cuál es mi patria? ¿Dónde está mi origen? ¿Quién soy yo? ¿Y mi vida? ¿A qué lugar pertenece mi vida o en qué sentimiento se ubica mi verdadera vida? Oigo la voz en medio de la niebla.
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 8
Purple
Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.
-¡Toma… bebe un trago!.
Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie…
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 7
Purple
Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.
-¡Toma… bebe un trago!.
Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie…
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 9
Siete. Somos siete alrededor de la mesa. Somos siete sentados en el suelo mientras formamos el círculo cerrado de la ceremonia de la confusión. La confusión comienza a penetrar en mis sentidos. De repente, sin saber por qué, me pongo a reír. Miro a los demás y a las demás. Todos y todas reímos sin saber por qué ni para qué reímos. No tengo ni idea de por qué me río… pero todavía me queda un poco de consciencia y puedo observar y distinguir que hay uno que no se ríe, que sólo nos mira y que su mirada es tan compasiva que no nos dice nada. ¿En qué estará pensando el poeta? Lo último que he leído de él me hizo temblar. Lo recuerdo a pesar de que estoy perdiendo la memoria mientras le veía caminar por la playa junto a la orilla del mar mirando hacia el horizonte…
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 10
Black
– ¿A dónde vas tú, negro? ¿Qué hace un negro como tú en un lugar como éste?
– Soy un ciudadano pacífico y tengo derecho a bailar.
– ¡Los negros no pueden bailar en esta discoteca!
Me entran ganas de lanzarle un puñetazo en la boca pero prefiero dialogar con este mamarracho. Creo que los negros tenemos también la capacidad de dialogar y se lo voy a demostrar.
– Escucha bien, compañero, comprendo que tengas envidia…
– ¡Qué estás diciendo, negro! ¿Yo tengo envidia de ti?
– Sí. Tienes envidia de mí pero quiero hacerte comprender. La envidia es consecuencia de dos procesos psicológicos: el deseo y la comparación. El envidioso es un enfermo mental que no consigue nunca mantener el equilibrio emocional. Debes ser consciente de que eres un enfermo mental.
Pequeña fortuna
Los primeros sonámbulos pasean por la Puerta del Sol mientras el oso, sempiterno aspirante a trepar el madroño, parece estar mirando a las lucientes agujas del reloj de la torre que están señalando el destino de los hombres. Él sigue con la gafas oscuras puestas.
– ¿Cuánto pides?
– Quinientos…
– ¿Quinientos euros?
– Quinientos euros más la voluntad si es posible.
– ¿Por qué no hablamos en algún otro lugar? Aquí hay demasiado público para poder ajustar las cuentas.
– ¿Qué te parece si vamos a la terraza del Colby?
– ¿El bar de Fuencarral, 52?
– ¿Te molesta?
– No. Para nada. Puede ser allí mismo.
¿Qué significa la Semana Santa?
Antiguamente a esta semana se la llamaba FIESTA DE LA PASCUA JUDÍA, pues el pueblo Hebreo tenían tres grandes fiestas al año, y eran PASCUA, PENTECOSTÉS Y TABERNÁCULOS. La fiesta de la Pascua era la más antigua que el pueblo hebreo tenía, y la más importante, en hebreo la palabra “PASCUA” significa “PASO O TRÁNSITO” y en el Evangelio de Juan 13:1 nos dice: Antes de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que PASASE DE ESTE MUNDO AL PADRE, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, LOS AMÓ HASTA EL FIN.
Orona
Estoy dentro del ascensor. Marca Orona. Hasta llegar al noveno piso me da tiempo para recordar que esto de escribir al revés ciertos vocablos sirve para ubicarnos exactamente en la memoria. Estoy en la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Complutense de Madrid. Curso 1981-1982. Final de carrera y me encuentro, siempre, sentado en la última fila dentro del aula. Ni amores ni desamores. Lo mío es, ahora, conseguir ser Licenciado. Y lo voy a conseguir.
Fueron Rosa y Mamen quienes se fijaron en mi silencio para informar que yo era diferente. ¿Diferente al resto de la gente? Puede que sí pero no soy diferente al resto de las personas. Así que me presentan a José Luis y Ángela. Después vendrían Antonio y José Luis Segundo. Ya soy un periodista contrastado y me toca conocer eso de Entrevías para seguir creciendo por dentro. No me importa que Rosa no se haya fijado en mí porque, la verdad sea dicha, yo no me he fijado para nada en Rosa. Yo tengo otra clase de flor dentro de mi corazón y mi alma está con Ella. Lo que Rosa y los demás desconocen es que yo sonrío y hasta suelto carcajadas porque sí que soy diferente de la gente pero que soy una persona como otra cualquiera. Por supuesto que me refiero a quienes sueñan con sus princesas porque somos hombres de verdad.
Macondo en la lejanía.
Ha muerto Gabo. Gabriel García Márquez ya descansa en Macondo. Y en la lejanía apunta el alba de “Greta”. En el duelo de los escritores surgen las sorpresas de esa continuidad sin posibilidad alguna de poder detenerse en el camino. Sigo meditando, como siempre, en esto de los cien años de soledad que todos debemos vivir para poder triunfar.
“Greta”. Macondo en la lejanía. “Greta” aparece en el horizonte de la Literatura Universal. ¿Sueño? ¿Solamente sueño en un lugar llamado Macondo? Lo importante, al final de todo, es que la vida continúa y “Greta” aparece al llegar el alba. Entre el alba de los que comenzamos y el ocaso de quienes ya han terminado su periplo existe un nuevo amanecer. Las luces de la ciudad apagan sus destellos para dar paso a la luz del sol. Esta noche he visto a la luna llorar; pero acaba de aparecer, en el sentimiento, “Greta”. ¿Quién dijo que era imposible llegar a superar los cien años de soledad que todos los escritores debemos conocer para poder superarnos?
Hoy soy Hoy.
Recuerdo a Robinson Crusoe, de Daniel Defoe: “La inteligencia es la capacidad de adaptarse a situaciones nuevas”. En este sentido, resulta admirable el personaje creado por Defoe, en la medida que representa el perfecto colonialista británico, según los estudios posteriores del novelista James Joyce. Crusoe cree en la justicia suprema, posee unas creencias religiosas estables y coherentes, no siente tentaciones sexuales y que actúa según una eficiencia máxima. El hecho de que Crusoe enseñe a Viernes todo lo que sabe tiene indicios del imperalismo, del colonialismo cultural, dado que también le convierte al cristianismo y le expone las riquezas del mundo occidental. En ningún momento Crusoe se da por vencido, y mantiene una perspectiva optimista respecto a su futuro, mostrando en numerosas ocasiones su aprecio y afecto por Viernes, refiriéndose a él como su amigo.
¿Qué me pasó a los 16?
¿Qué me pasó a los 16? Que mi organismo sufrió un cambio repentino y comencé a ser un extraordinario atleta de las resistencias. No es que me resistiese a crecer, porque di un buen tirón entre las chavalas, sino que a los 16 no sólo jugaba ya muy bien al fútbol sino que sabía distinguir a las compañeras de estudio que me gustaban más que a un tonto una tiza y las que no me gustaban. Así que comencé a idear historias que narraba en los tiempos de descanso en la Academia Cima. Todavía recuerdo algunas de ellas: explicaciones sobre el cuerpo humano, saber lo que era “El Platanito”, cómo morder castañas asadas, inventarme algún que otro refrán, admirar a Zapata, hacerme pasar por un pistolero, razonar en el jardín de Sabatini del Palacio Real de Madrid, aceptar algún que otro cigarrillo de las dos hermanas, estar atento a la mercaderías, soñar con Ecuador…
Guayaquil: 18 de diciembre de 1996.
Dedicado a los Muy Ilustres Señores de Amazon.com
En el Diario “El Universo” de Guayaquil (Ecuador) del lunes 23 de diciembre del 1996 después de Jesucristo, aparece, destacado como Noticia (con fotografía incluída) el siguiente texto para que ustedes, Muy Ilustres Señores de Amazon.com, no lo olviden jamás.
ENTREGARON PREMIOS LITERARIOS.- La Casa de la Cultura, Núcleo de Guayas, realizó el miércoles 18 la entrega del premio del concurso nacional de literatura El pensamiento vivo de Benjamín Carrión a los escritores José Orero de Julián y Liliana de los Ángeles del Castillo Rojas. En el acto estuvieron presentes los ganadores junto a Rafael Díaz Ycaza, Presidente de la CCE del Guayas; la Dra. Carmen Avilés de Romero, representante del Municipio de Guayaquil; Dr. Ángel F. Rojas, jurado, y Dr. Alcino Ramírez, secretario del Núcleo del Guayas de la CCE”
El café del yo-yo.
Años de 1967, 1968 ó 1969 antes de Jesucristo. Una especie de fiebre contagiosa asola a toda España (por lo menos a Madrid capital). Se trata de que el juego del yo-yo (en época ye-ye) hace tal furor en la sociedad que en el Centro Compensador del BHA (Oficina Principal de la Plaza de Canalejas, número 1) muchos de los empleados, y muchas de las empleadas, para matar los tiempos del ocio, compiten desaforadamente con el jueguecito del yo-yo, que se ha expandido por toda la Península Ibérica gracias a la campaña publicitaria de los refrescos Fanta (made in Cocacola CASBEGA). ¡Esto parece una locura y lo es!
Rafa y las chapas.
No me refiero a Rafa el de la Luz ni tampoco a Rafa Nadal. Hablo de Rafael Ángel Souto Castro, nacido el 24 de octubre de 1930 en Montevideo (Uruguay), un ex futbolista uruguayo que jugaba de delantero. Comenzó su carrera en 1952 jungando para el Nacional de Montevideo hasta 1954. En ese año se vino a España para un irse a las filas del Atlético de Madrid, Jugó para los colchoneros hasta 1956, cuando se retiró del fútbol a los 26 añosde edad y, según leí yo una vez en el diario deportivo “Marca”, se afincó en Venezuela. No sé si sigue en Venezuela o reside de nuevo en su querido Uruguay. Lo cito porque es uno de esos futbolistas que me hubiese gustado tener en las chapas pero al retirarse tan joven de la práctica del balompié no fue posible; porque nuestos juegos de chapas comenzaron precisamente entre1956 y 1957. Sí tuve un cromo de Rafa pero entonces no eran de cuerpo entero sino de primer plano y no eran válidos para recortarlos y ponerlos en las chapas. pero hago un poco de memoria gracias a mis recuerdos.
Una vieja deuda (Novela del Oeste) -1-
– Escuche bien, señor juez… ¡es urgente y necesario que esa indeseable señorita abandone para siempre Laredo!
– ¿A qué señorita indeseable se está usted refiriendo, señora Morgan?
– ¡No disimule como disimulan todos los demás! ¡¡Usted el el juez de Laredo y tiene que ser siempre un ejemplo para todos los demás!! ¡¡¡Sabe muy bien que me estoy refiriendo a Mercedes Bank!!!
– No se irrite tanto, señora Morgan, porque veo que está usted al borde de un síncope cadíaco…
La señora Morgan sacó un frasco aromático y lo olió profundamente.
Una vida en el mundo (Novela) Capítulo 7
Purple
Vieja taberna del barrio viejo. En la pared principal, desnuda de fotos o adornos, un viejo reloj se mantiene, incólume ante el paso del tiempo, con sus manecillas atoradas. Algún día de algún lejano año de han quedado atrapadas en la telaraña de las doce menos veinte del anochecer. Al fondo, en unas pocas mesas y sillas desvencijadas, una pareja compuesta por un joven y una jovencita mezclan besos y vino como un cóctel de la existencia.
-¡Toma… bebe un trago!.
Me aferro desesperadamente a la barra del bar cuando comienzo a ver borrosos los contornos de todo lo que me rodea. Me aferro desesperadamente pero sé que de un momento a otro voy a caer de bruces en la inconsciencia del duro suelo, rodeado de mis propios vómitos y viendo cómo las cucarachas merodean alrededor de mi cuerpo descompuesto. Bebo siempre otra copa más. El alcohol pasa a mi intestino delgado para después ser absorbido por el torrente sanguíneo. Me estoy dando, a mí mismo, una lección de fisiología porque ya no tengo a nadie que me quiera escuchar. Por cada copa que bebo voy perdiendo una amistad. Ahora ya no tengo a nadie…