Si tuviese una sola palabra para poder expresarla en mi ciclo vital. Si Dios no me hubiese dado más que una palabra para poder decirla y antes de ella y después de ella sólo existiese nada más que el silencio, esa palabra sería simplemente AMIGO.
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A los seres profundos
Estoy junto al poeta, en el hondo llamado al hermano para mirar sobre sí mismo, lejos de todo egoísmo y ambición, buscando ese ser superior que está dentro de todos los hombres y mujeres, preguntando sobre el destino a partir de lo que creemos ser con toda la grandeza del alma, unívocos y certeros dentro de esta angustia que es el presente lleno de interrogaciones y vacío.
Gorriones con quien hablar
Al paso
Me gusta el pan con tomate,
admirar la madera del boj
y, sin mirar el reloj,
tomar tazas de chocolate.
Observar bien el contraste
del andar del caracol
y, a la luz de un farol,
oír del gitano su cante.
Me gusta mirar adelante
cuando leve caminante
me dora la luz del sol
y siempre de buen talante
me gusta ser traficante
de los versos de arrebol.
La noche de los búhos
En medio de la espesura danzaban los nubiles unicornios alrededor de la fogata, mientras el resto de la tribu, con los cascabeles de las serpientes venenosas enrollados en sus duras tobilleras, convulsionaban de espasmos la noche cerrada bajo la luna llena. Soplaba el viento y se oía el rumor de las hojas ulular como centinelas. Un aullido de fantasmas enloquecía el ambiente.
Nigorán, el robusto y burlón griot de la camada, había predicho, auscultando los amarillentos huesos del podrido elefante, que los dioses mandingas desencadenarían una feroz tormenta para saciar la sed de los rebaños; pero Nigorán se había equivocado ya en demasiadas ocasiones como para ser perdonado esta última vez.
Optima conciencia
Las brillantes luces de esta noche me dicen que no debo estar cansado del combate y en estas lides de afiladas brumas hallo un significativo pausar de velas blancas sobre el mar. Estoy aquí, tocando el agua de todas tus sonrisas, alejado de la pena y suavizando un poco la existencia para no sentirme agobiado de tanta crisis. Abro los ojos y te veo llamándome a la bahía que se ha convertido ahora, por designios del tiempo y la distancia, en una rada de raudas sensaciones: “… Y se divirtió ampliamente la princesa; sonrió a las gracias del saltimbanqui y se emocionó con los juegos del malabar… pero cuando más gozó fue en el baile de la mascarada donde, disfrazada de coloquios embaucadores, se sintió feliz ocultando a todos sus comparsas la verdadera identidad de sus misterios…”.
Aunque sólo existieses tú
En medio del viento me sumerjo
La diáfana luz que resplandece
Y siento un ansia infinta de quererte más, de sentirte aún más adentro… hasta que el funámbulo viraje de todo este sistema motriz de girándulas y torbellinos se quede convertido en un preámbulo de caliente majestad: “… Su majestad el rey no sabia hallar el verdadero principio del mal de la princesa y mandó venir a un rajá de madréporas que embelleció el mundo de ella con péndulos dorados y plateadas sinuosidades en forma de collares y sortilegios de marfil. Le ofreció diamantinos objetos para enriquecer su hermosura y una vida llena de placeres ardientes. Pero la princesa conocía ya demasiado bien que toda aquella parafernalesca multitud de materia y de gozo era solamente vanidad de vanidades y rechazó rotundamente aquellos viajes con retornos por los andamiajes de la rutilante y mayestática solemnidad. El rajá quedó colgado de su propia congoja…”.
Suspiraba el surtidor
Aquí los suspiros van a dar a la mar que es el morir; y los aleteso del ave paradisíaco se sumergen en un profundo abismo de náyades silenciosas que acompañan las íltimas lágrimas del atardecer. Todo es tumulto de caracolas lanzando mensjaes a la etereidad: “… cuando el pastor marchó tan lejos que sus huellas en el prado quedaron vencidas por el sollozo, quedó en el pensamiento de ella una sensación de abismo insondable. Ansiaba encontrar el verdadero porqué de sus misterioso antojos y la realidad de todo aquello que se reflejaba en las ramas de los árboles del parterre…”
Nadie
Palabras de amor, palabras
Artificios giratorios que se ponen al servicio de los ramilletes de sentires emboscados en los pensamientos de cristal. Palabras de amor, palabras que ruedan en los chorros de los verbos donde beben las sedientas pasiones en medio del esbelto zorzal que con su canto melodioso acompaña el zigzaguear de las anáforas repetitivas donde el corazón vuelca su conjunto infinito de enunciados orales; corpus del corinto que crece en las regiones orientales del jardín: “… Y el pastor habló a la princesa de ninfas de las aguas, dríades de los bosques, hadas de los aires… pero ella sabía ya demasiado de los mundos incorpóreos y sutiles y sólo ansiaba encontrar la materia lúcida y transparente del bohemio soñador de los mameys; alguien que la ofreciese un tributo a la placentera ensoñación de los trinares y la elevase a la tricúspide corazonal de su perdida sonrisa…”.
Con el paso indetenido
Proceso de continuas esperanzas allegadas del lindero conceptual donde las blandas sombras de los sauces lloran la pérdida de la luz. Es aquí, en este temblor de aire y de somnoliencia, donde oculta el faisán sus prímulas de paraíso y donde las gacelas redondean sus pasos para dar un frondoso salto hacia su futuro: “… Entonces la paloma blanca y mensajera allegóse a la sombra donde ella discurría sus pesares y se posó en el hombro derecho para que pudiese descubrir aquel pedazo de papel que la princesa leyó ávidamente. sin más conciencia que su silencioso pensamiento envuelto en una mirada azul que la transportó hacia el último límite de los abedules…”
Toda la calma se transforma
En un torbellino de viento arrebolado se transforma toda la calma de mi sangre enamorada; todo el efímero paseo de mis sentires se arremolina en este crepúsculo de encendidas añoranzas: “… Corrió entonces la princesa hasta el laberinto de cipreses y, dejándose caer sobre el blando lecho, durmió un tiempo impreciso pero sereno e inmediatamernte toda la floresta se encendió para dar la bienvendia al cortejo de las ánades violetas que, en forma de ejército salvador, se acercaron hasta ella y, hablándola de emociones encontradas en el bosque, la hicieron despertar de sus ueño…”
Pasaron los minutos
Pasaron los minutos en mis dos relojes. En el más grande, el de la esfera plateada y las agujas rosadas, descubrí un páramo de fértiles esencias. En el más pequeño, el de las manecillas en forma de flor abierta, comencé a perdonar esos minutos cargados de tristeza: “… y estaba triste la princesa aquella tarde de abril en que los pájaros habían abandonado sus trinos para escuchar el suave rumor de las aguas y aquella tonadilla que algún zagal tocaba en las laderas del semiescondido valle…”
Mirando dentro de la vida
Y estoy aquí, disponiéndome a partir a otros confines de esta vida llamada experiencia; mirando dentro de ella, de la ánfora recóndita de las emociones, por ver si existe algo más que una fugaz línea de luz y de tinieblas. Estoy aquí, mirando dentro de ella, para vislumbrar secretos a la perennidad: “… se sentía una fresca brisa de aires marineros en torno a todo aquel paraje palaciego donde los bosques suntuosos, repletos de coníferas, rodeaban la mansión en que ella descansaba sus horas pensando…”
No solo te pido la nostalgia
No solo te pido la nostalgia sino que, envuelto en el crepúsculo de los adioses, te pido un instante de pensamientos anaranjados por el atardecer de los pleamares para tratar de definir este espacio de enigmas y de cromáticas ausencias que me hacen sentir: “… una bella princesa rodeada de cisnes en un lago azul donde las ondas reflejaban su cuerpo lánguido y misterioso…”.
Silencio
Es en la quietud de tus horas sin palabras donde abrevan mis sentidos más profundos; allí donde las agujas del tiempo indetenible se unen en un solo momento de eternidad que de tan pasajera somo se extiende abarca el infinito de todas mis ideas. Entonces, reunido en un solo concierto de amapolas, se me vuelve el pensamiento hoja etérea y sin contornos, ensancho los márgenes del río caudaloso y anegado de girándulas motrices, cuarteado de principios pluriformes, me abandono a la rueda enigmática de los caleidoscopios literarios y continúo: “… en un país tan lejano, tan lejano, que solo las golondrinas sabían su nombre…”
Eres nívea, fresca, suave y tormentosa
Eres nívea, como esa paloma que, levemente, aletea su etérea presencia en mispensamientos hasta hacer que la brisa del alba recoja sus pétalos en mis emociones. Y eres fresca como la fuente gorgorita que encumbra sus perlíferas emanaciones en el interior de mi conciencia. Eres suave y, a la vez, tormentosa borrasca de pasiones enardecidas bajo el perfume de los rododendros. Eres frágil pero duradera como el arado acuchillante de las presencias sutiles y diáfanas. En las noches anaranjadas de todos mis insomnios eres firme y también una flexible concurrencia de legendarias ilusiones te rubrican como un sello de imprecedera prontitud. Llegas silenciosa hasta que irrumpes, abrumadora, con tus estallidos oleajes de púrpuras violetas. Y entonces solo me queda, en medio de las nacarinas musas de la solemne fastuidad, empezar a escribir: “Érase una vez…”.
Cupido
Otro día en París
Dicen las noticias que la ciudad está bloqueada. Los accesos y las salidas de la capital se encuentran cerrados a cal y canto debido a las espesas y gruesas capas de hielo y nieve que hacen impoisble el tránsito vehicular en todas las direcciones; así que he determinado tomarme el asunto con la mayor tranquilidad posible y quedarme, otro día más, encerrado en el salón del hotel donde, ahora mismo, todo es una barahúnda de idas y venidas, con los mozos de los equipajes yendo de un lugar a otro sin acertar, definitivamente, con quienes dar prioridad en estos momentos de angustia general declarada.
DIARIO AZUL (32): Que Viva La Buena Gente.
Quito, 22 de enero de 2005
Cuando hay días donde convives con esas personas amables, sencillas, gratas del Ecuador… es cuando descubres el verdadero valor de la palabra humanidad. Hoy he podido saber que no hay antónimo posible para la palabra sílaba sino es la asílaba; pero he podido comprender, con mayor profundidad, que la vida en un barrio amigable es la que hace que la palabra felicidad no tenga antónimos entre sus linderos…
DIARIO AZUL (31): Siempre Con Jesús.
Quito, 21 de enero de 2005
Seguiremos adelante contra el viento y la marea y al levantar la vista veremos una Tierra que sea Cristiandad…
Lo más importante del día ha sido la reunión de hogar. Aquí, junto a mis hermanos, me he alimentado del conocimiento del bautismo en la inmersión del agua, la que da vida eterna, la verdadera resurrección humana de los cristianos. Y ahora veo con otros ojos llenos de más Luz el porqué de todas las causas justas.
DIARIO AZUL (30): Castro Contra El Videoplus
Quito, 20 de enero de 2005
Castro sigue dictando leyes contra la libertad de expresión. La castrología del castromunismo sigue muriendo cada día un poco más. Pero no es Fidel, sino Christian quien lucha contra el viedoplus, en la batalla de los canales musicales para conseguir alcanzar el título de artista del mes mientras Fidel sólo gozaría, loco abortista de la libertad, con ser el artista del siglo…
DIARIO AZUL (29): La Princesa De Todos Mis Sueños
Quito, 19 de enero de 2005
Me gusta verla feliz; soñando con tantos millones de proyectos que toda su vida es una infinita ensoñación… y me gusta inundarme de esos sueños y navegar junto a Ella, con Ella, en Ella… por todos los océanos pacíficos donde se embarca para conquistar ideales más allá de los abismos. Plus Ultra. Más allá. Siempre más allá. Y me gusta verla feliz de esta manera, participando en todas las tareas como capitana del navíomultidisciplinar… compañera inseparable de la aventura. Y me gusta, insisto, invadirme de esos sueños y navegar junto a Ella, con Ella, en Ella… la Princesa de toda mi existencia…
¿Quiénes fueron los segreres?
Los segreres, también llamados segreles o segueres, eran tipos de poetas afines a los juglares durante la Edad Media europea, pero situados en una escala social intermedia entre éstos (los juglares eran de clase baja) y los trovadores (de clase alta).
Al parecer, según las fuentes hitóricas que han pervivido hasta nuestros días, fue una clase de poetas muy propia de la región española de Galicia, aunque su origen provenía de la Provenza francesa y también debieron existir, además de por toda la región gallegoportuguesa, en León, Castilla, Cataluña, Valencia y otras regiones francesas. Fueron identificados en el Cancionero del Vaticano como “omo del segre” (hombre del siglo o de la vida mundana y disoluta). Parece ser que este nombre también proviene de una hipotética raíz árabe de carácter poético que, según algunos investigadores literarios, derivaría de zejalero (el que canta zéjeles, canciones árabes de carácter popular).
DIARIO AZUL (28): Tres Tontos En Un Obús.
Quito, 18 de enero de 2005
Son ellos, Los tres tontos confundiendo una cañería de los desagues con un obús. Ambicionando la herencia de inexistentes tesoros palaciegos, los tres tontos jeugan al mus en un bar de mi memoria. Están huérfanos de envites y embisten contra sus pequeñas impotencias. son ellos, Los tres tontos fumando ilusorias venganzas contra isabel y ambicionando riquezas tan quiméricas como sus desapacibles órdagos a la avaricia. !Qué Dios os ampare, hermanos, y también a ella!. cuando el obś explote sólo habréis obtenido -vosotros y ella para ser ecuánimes- una veintena larga de años perdidos en el baúl de los recuerdos y el cubo de basura de las indiferencias mutuas…
DIARIO AZUL (27): El Otro Bisbal
Quito, 17 de enero de 2005
Hoy es un lunes !chafús! y no quiero escribir de nada… sólo que al llegar la noche he podido leer la Divulgación de ssshhh (solo somos soñadores haciendo hondos honores) y me acuerdo del otro Bisbal; el que, enfundado en el plástico de la Mahou, lanzaba sus brazos, en el Campo del Gas, para vencer a Nino Pizarro en la tarde noche veraniega en la que el sudor nos bañaba todo enteros…
DIARIO AZUL (26): Blanco De La Nada
Quito, 16 de enero de 2005
!Qué gozoso placer es pasarse un domingo entero hundido en el blanco de la nada de las suaves sábanas!. !Huyendo y perdiéndose de todo y de todos!. !Sólo soñando que estamos de nuevo dando un dribling a la esquina del Paseo y, zafándonos de la patética pesadilla del cura Perragorda, nos sumergimos en la cancha barrial para ver al Campana jugar con nuestros deseos!. !Nada más!.
DIARIO AZUL (25): Isobaras E Isotermas.
Quito, 15 de enero de 2005
Ha cambiado el clima en la ciudad. Llueve. Las isobaras de mis pensamientos y las isotermas de mis sensaciones se han volcado en un encuentro con La Princesa que ha resultado tener un final feliz. Liliana y Jenny están contentas porque su amiga la francesa les ha enviado patés, embutidos y chocolates desde la lejana París y yo me voy a los límites cercanos de mi corazón para intermediar entre Oskar y la ancianita que sólo sabe sufrir…