Se
palabras a la inexactitud:
incoherencia confusa, o confusión irreverente.
Hoy han.
Los pedestales de lienzo se
consuelan con sus rostros:
hojas efímeras, percusiones sobre la de un café.
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¡Tú! Señalado por el dedo de un dios de plástico,
agonizas bajo tu silencio ritual.
El evocador de palabras roza el vértigo…
Todas las entradas de: Grekosay
Baudelaire ve la televisión
Se dijo del poeta, de los poetas malditos,
que avocaron las palabras a la inexactitud:
incoherencia confusa, o confusión irreverente.
Hoy han muerto.
Los pedestales de lienzo se consuelan con sus rostros:
hojas efímeras, percusiones sobre la mesa de un café.
¡Tú! Señalado por el dedo de un dios de plástico,
agonizas bajo tu silencio ritual.
El evocador de palabras roza el vértigo…
Y el verso se consolida en un espasmo de la Nada.
Alguien susurra. Las escaleras ceden ¡ Un gato ¡
Baudelaire…¿dónde escondes tu secreta bolsa?
Descenso a los infiernos.
Adversidad
Texto. Dale la vuelta y no comuniques nada.
Se ahoga el gato y suena la burbuja del pez
en la pecera.
¿Usted lee? No duerma despierto;
ignore toda posibilidad de no ser neutro
y cese de pensar.
Un teléfono móvil. Aparición conexa.
Palabras elementales para ideas elementales.
Un lema que no diga absolutamente nada.
Adagio de cuerda para infelices.
Suena. No parece que nadie se resista.
Permanece quieto. No oigas.
alguien lleva una clámide.
Se me antoja una clave para cajas fuertes.
Silencios
Eternas sonoridades. Sali ha muerto.
Los relojes blandos precintados
insisten en ser dioses de la eternidad.
Suspira la rosa. Dios es Vírgen.
Módulos peremnes e insomnes.
Dalía ha muerto. Cristales de roca
deletreando en su bigote el gozo del trazo.
Borrón y cuenta nueva.
Distinguido público…
No es mi culpa. Lo lamento.
Aurora Boreal
Divaguemos juntos en la penumbra del verso.
Ni rima, ni ritmo, ni cambio de compás…
El verso mismo en su esquelo soñado.
Palabras de mármol rosa, del Rajastán.
Exóticos acentos que pululan sobre el Alba:
Aurora Boreal.
Y tú, entrelazada con la mi silencio
procuras tu proio sentir,
en un vivir desmesurado del aliento.
Todo se torna irreal:
Aurora Boreal.
Miedo y Temblor
Regresa el Poeta, como dormido.
Entretejen su almahoda de lino
dedos de viento, alientos de sal.
Respira el verso por el camino,
donde el copo procura no pisar.
De ausencia, el más querido
soplo de viento aplaza
el diferido sueño de un regreso.
Duerme ya en la estancia, preso
de su pasión,
la canción primera.
Quimera del regreso que acontece,
sueño virtual,
ya no merece su aliento
detenido.
Se inicia el tambor
En la calma de la selva, suave y silva el susurro.
Se inicia el tambor: suena.
en lacalma se extrema el latido terreno del reptil.
Se inicia el tambor: suena.
camina descalzo sobre la hojarasca y tiembla,
el ritmo incesante alcanza el ímpetu que brota y cansa:
danza.
Se inicia el tambor: suena, suena, suena…
Ya grita en alto la neblina intensa,
y se ciernes lianas sobre los cuellos rotos.
Tumulto
Se dijo del poeta, de los poetas malditos,
que avocaron las palabras a la inexactitud:
incoherencia confusa, o confusión irreverente.
Hoy han muerto.
Los pedestales de lienzo se consuelan con sus rostros:
hojas efímras, percusiones sobre la mesa de un café.
¡Tú! Señalado por el dedo de un dios de plástico,
agonizas bajo tu silencio ritual.
El evocador de palabras roza el vértigo…
Y el verso se consolida en un espasmo de la Nada.
Alguien susurra. Las escaleras crujen. Un gato.
Boaudelaire…¿dónde escondes tu secreta bolsa?
Descenso a los infiernos.
Muchos libros; muchos regalos
La sensación de este pasado año, con relación a los regalos y a los libros, me lleva a reflexionar. El libro sigue siendo un buen recurso para quedar bien. WEn otros casos es un regalo de buen gusto. Para algunos, un libro supone el “Regalo”. Afortunadamente no hemos tenido ningún éxito mundial, de tan baja calidad como el Código da Vinci y eso nos ha librado de padecer un claro sentimiento de ” rebaño “. Es interesante descubrir que se sigue leyendo a los buenos autores, que sus historias tienen vigencia y que su literatura “marca estilo”. No es por reflexionar sobre el pasado, pero el trabajo literario ha ído cambiando, como otros muchos procesos humanos y lograr un texto de calidad hoy no es como era….Se han cerrado varias librerias en un triángulo de ciudades que he visitado. Otras se fusionan, para crear una estructura más defensiva.
¿Qué hacemos con las palabras?
Creo muy justo reflexionar sobre los cambios en Vorem. La Casa…no ha sido sólo pintada; un lavadito de cara y ¡zás! Me gusta su sobriedad, sus matices entre grises y ese negro tan “literario”. La Revista es un tesoro de simplicidad. Creo que responde a esa idea de un minimalismo inteligente y no a un reduccionismo por motivos de presupuesto. Leer en Vorem es una tarea diferente. Creando una metáfora…creo que es confortable como un sofá. Leer en Vorem supone compartir una literatura amplia, variada y con un toque muy personal…con “esencia”. Como hace unos instantes escribía a Diesel, se nos escapan las palabras a los contenedores de basura. Jugamos entre juegos fotográficos y biografias de usted sabe quién es y cómo lo hace…y sobre todo, se publica tanto…que se ahogan las palabras, entre títulos ingeniosos y falsos artífices de aventuras de los Templarios.
Este verano me regalon un canario…y se me ocurrió llamarle Templario (no es un pareado) Templario canta de verdad y es suficiente. Iba a ponerle Vorem…pero, no lo hice porque creo que le pudier ir mejor a un buen Pastor Alemán. ¡Perdonad la broma! Pero el sentido del humor es el mejor de los sentidos. Saludos y Felicitaciones.
Memoria de los dias
Mi memoria se fragiliza,
como el vidrio verde o como cualquier estrella.
Me das el silencio, la moneda justa
para pagar el precio de la duda.
El sortilegio evoca la razón temerosa del por qué.
Risa falsa,; entre bastidores se coloca la máscara de mimo
y miente, se miente, porque se ausenta.
Espiral. Así, tergiversados los versos
para parecer menos cadencia musical
que ritmo solitaria.
Poema
No. Negación de palabra.
¿Quién rompe el ritmo acelerando el paso?
Una sumisión de ejércitos cautivos de la rima
se derrumbar célibes.
¡Naranjas de la China!
En una esquina
un ciego canta requiebros de amor desesperado.
Pasado que se pesa sobre una mesa,
esclavo de habladurias y gentilezas,
pobreza de decires….
Los Fakires del verso juegan con las espadas.
Un poema roto, desgajada, casi a punto de morir.
No. Decir…no impide.
Luego sigue.
Luego intenta.
Luego revienta el No
y avanza entre sus cenizas.
Interior penumbral
La palabra me arrastra hacia el verso.
Se inclinan los párpados sobre el texto
cuajado de infinitos rasgos puros.
Versos, poemoemas, poesía,
el extramuros de la marejada que derrocha.
La luz retorna a bocanadas
y un aire fresco impide que las nubes no sean vírgenes.
Vestales de un templo donde la lira suena y danzan las vacantes.
´Safo sonríes entre las palmeras y las rocas
cuajadas de perlas de mar.
Rastro de Luz
No divagues sobre el rastro de luz
que aprisionaste.
Certero tu corazón, lazo que atrapa,
la ingrávida paloma que transporta
la esencia inerte de una luz obsorta.
Quiebra tu voluntad y cede a la tarde
los últimos vestigos de tu corazón,
que arden, como el sol.
No divagues en la penumbra de un adiós,
donde sólo queda el eco de una Nada.
Sublime calma que asemeja la ola
separada de su genial marea.
Y así, en el repentino decir del poeta,
la marioneta frágil de la edad,
adormece entre unas manos,
tejedoras de sueños:
Penélope.
Tan cerca del verso
Me reclamas de nuevo,
como si fuera la presencia que constata
tus afanes: defines mi terquedad en los
confines finales de la palabra anterior.
Te escucho de nuevo,
y una vez me recreo en la mirada
con la que aprender a medir el verso blanco,
la rima desdoblada y el olor a poema.
Alma serena que ansía volver,
o sofá delator de un instante de amor.
Insistes en que regrese hacia espacios siderales,
vertebraciones opacas y claridades finales
de una selva de nadas.
Pero si tú no existieras
el verso moriría lentamente.
Vaguedad. Coriente.
N
Simplemente….
no hay poesía.
Trampas de la Realidad
La Realidad es la suma de un conjunto de percepciones, de sigularidades, de patrones físicos. Recordemos la típica frase: ¡Sé realista! Imagino que se opone a otra…¡sé idealista! Me sorprende la gran capacidad que tenemos de ser subjetivos….sujetos de nuestras percepciones. Imaginemos una imagen donde se nos presenta un conjunto de cañas de bambú que se utiliza como “cerca”. Lo sutil es la mano “creativa de lo humano”: entre el bambú alambre de espino…Son dos realidades que se soportan, pero totalmente desiguales. Podemos percibir la estética de lo metálico frente a lo natural….la intención de protección, frente a la intención agresiva….el color verde y e insinuante del bambú, frente al sobrio gris metalizado del alambre. Joaquín, nuestro héroe de la “Larga búsqueda”. habría dado un tratamiento diferente a este texto.
Místika
Somos seres con una profunda dimensión mística. Quisiera que entendiéramos lo místico como lo Misterioso, lo que nace de una intuición o de un momento en el que la claridad de la razón…tiene menos protagonismo. Perder el sentido místico es aceptar la materialidad como reino absoluto. Personalmente he vivido profundos momentos místicos, etapas en las que volaba hacia espacios virtuales. Creí sentir que una parte profunda afloraba a la vez de creer en la existencia. Nada tiene que ver con la religiosidiad; porque es otro espacio. Las creencias se aprenden, lo mistériko se presiente, se intuye y no encaja en un paradigma religioso (religare/atarse a un algo común). Un objeto puede haber alcanzado profundas investiduras de misticismo. La imagen representa un acto devocional, un sentimiento vakty (que nace del corazón) y se proyecta, no al elefante, sino al sentido misterioso del elefante. Regresar a lo sagrado de los símbolos, nos mistifica. Ausentarnos de la realidad mística, nos descuela porque la ralidad se desmorona conforma se crea.
Feliz Cumpleaños Diesel
Silenciar los por qués…
No hay razón que justifique una duda innecesaria.
Es como arrebatarte el alma y arrojarla al vacío.
Tiembla la sensación de no ser mío
ni mi ser, ni mi tiempo, ni mi contancia.
¡Me interrogo entre camsancio cumplidor
de horas eternas!
¡Me interrogo entre la vaciedad de fechas y dias
con falsos nombres!
La muerte, que no cesa…
Se han creado estrategias sociales para desinformar. Lo que es aparente puede encubrir observaciones y seguimientos. La imparable ola de guerras que asolan el Planeta justifican el Poder, como único dios. Estamos en los entresijos de una época oscura; una edad de oro de lo “oculto”, de lo precipitado y, sobre todo, de aquello que jamás sabremos por qué surgió. Antes de acabar el año ha sido ajusticiado Sadam. Sigue siendo trágico que su muerte sólo sirva a los intereses políticos americanos. Un dictador, como Pinochet, ha muerto a manos de la naturaleza, entre juegos de Jueces y Leyes que combinan la verdad con los entresijos….La impiedad es un mal que abunda y que el Poder aplica, por que sí.
Una gran alegría
Un gran regalo el ver el regreso de Vorem. Sentía su ausencia, porque se cala hondo cuando la libertad fluye y la creatividad es campo de fértil cultivo. Hoy, de manera inesperada, ha sido el reencuentro. Muchas gracias a cuantos hacéis posible esta corriente de palabras y gozos literarios. Mis mejores deseos con mis mejores saludos. Gracias.
Simplicidad
Comencemos por crear nuestro propio sentir la vida. Quizá nos sea suficiente haber reconocido en un momento una ocasión para palpar nuestra sensibilidad. ¡Estamos vivirvos gracias a nuestro proyecto, a nuestra voluntad de hacer de un algo un “todo”! Seguiremos unidos a la realidad, a la existencia, pero…seremos capaces de dar a una piedra el valor de un cosmos inmenso. En ocasiones nos resultará extraño, pero es bueno abandonar las rutinas innecesarias en busca de la creatividad vital. Mirar es un diálogo. Estamos viendo el único esquema que creemos necesario y justificable, y razonamos su prsencia. En algún momento…habrá que decir ¡No quiero! Llamar a las puertas de nuestro ser interior y pedir refugio entre luces, papeles de colores, semillas de magnolia, piedras, caballos en las montañas, setas, o gorriones con vocación plena a la fidelidad. ¡Ese es el instante de las cosas pequeñas! ¡Ahí…podemos transformar, entre todos un mundo programado y gris!
Hacia la calma como constante…
Hacia la calma como constante…
suspensión, ¿quién dice? o ¿quién se atreve?
Piano. La intensidad jamás escuchada…suspensión,
pedal colgado de la bicileta.
La ecléctica circunstancia de un ¡No me diga nada más!
¿Por qué? Imperativo de ser humano y repetir la historia.
Unos ojos se han posado sobre mi espalda.
Mártires de una casusa inventada,
por hombres certeros.
No existe ni mal ni bien, sino todo lo contrario.
¡No! No puedo decir No entre vegetales, árboles, frutos,
instancias, enrevesados escritos que preceden al final de un mismo todo.
Del Alma hacia la rompiente
Tenue el paso hacia ti, sombra pausada, inerte espera.
Desolado momento en el que impera
el sueño, como viento apaciguado; cálida caricia.
Consolación. La música suena espaciando los tiempos, remancando
el altivo desdés que afliges a mi alma.
Calma de la ola, marea sin viento,
momento precipitándose.
Arrojo, valor en la templanza,
alcanza su misma intensidad el timbre del morir,
en el abrazo del paso que se cruza sobre la vertiente
de mil mares desesperanzados.
Lágrimas en mitad de tanto llanto.
Se me rompe el corazón entre las altas rocas.
Acantilado…¿por qué eres el refugio de las olas?
el dudoso padre de tantos muertos sucumbidos en la tarde.
Y se abaten las últimas miradas de las nubes: tú sobre el Mar.
Mares que tiemblan en rugientes desafios contra todo.
¡No, no soporto que las palabras saltes como espumas,
a la hora sagrada del crepúsculo!
Impunidad: sonrisa, paso vacilante.
No llegas a darte cuenta, no llegas.
Te rebajas a tu límite ignoto y a tu frente prieta como una roca vírgen.
¿Qué desgracia? Padecer la consonancia del miedo
cuando miras; ojos de hielo y púrpura las entrañas.
¡Mujer! erigida en el papel de bordear los deseos a tu antojo,
en el audaz despojo de hacer de quienes miras finales de novela.
Oscuridad vencida a tus anillos de plata.
Serpenteantes enigmas de tu soledad; sortilegios de miseria peregrina.
¡Claman las horas y los dias dicen de ti que invades las mareas!
¡No! No cierren el telón de su espectáculo…
Una página a la que siempre se regresa
Veo que Vorem va marcar un posible “cambio”. Creo que es una excelente idea. Paseando por otros mundos virtuales…siempre he necesitado regresar, quizá porque, la estructura básica de la página aglutina muchas posibilidades y cuando loq ue en realidad hau qye hacer es “escribir y hacerlo del mejor modo…pues Vorem”. Si he sentido la ausencia de las revistas mensuales. Creo que el tema se puede mover entre unas pocas manos y que el “tiempo yano es oro”, sino algo impreciso que nadie puede definir. A la espera de esos cambios…doy un voto positivo a la continuidad de la página, y desde luego…la experiencia acumulada aquí tiene el mismo valor que el esfuerzo para que haya permanecido en su “simplicidad”.
Sinfonía Vegetal…Vegetalia.
Difusa claridad que extiende la niebla sobre helados picos,
altiva humanidad, desangrándose en animosos sones de
danza y canto. recuerdos olviddos en premura de ser dios,
o ángel caído. Sinfonía Vegetal, canto y silencio.
Compás que asemeja los latidos de la penumbra
del corazón entre las hierbas.
Sol, o estrella o lucero que alborea la iniciación
del canto. Nada es siempre, el espacio oculto,
la oscuridad, el ócuro impuluto de la noche al día.
La otoñal palabra, adjetivo ausente…
Las noticias de la prensa van adquiriendo titulares increibles. Sobre el mundo planea la inseguridad y el miedo. Quizá permanezcamos atentos al juego del tiempo, los chubascos y ese calor que no termina de cesar. No cabe repetir “que piensen otros”. La responsabilidad de nuestro mundo nos corresponde a todos.
Anotado en una servilleta.
Un escritor francés escrbía….”el infierno son los demás”. En ocasiones he experimentado esta situación: los demás están ahí, descolocados de mi esquema, jugando a ser su propia incapacidad, su inmenso miedo oculto tras la máscara.
¡Qué bien se escribe…se palpa la sensación y la extremada sensibilidad! Creo que sí existe la perfección, quizá sea un estado inalcanzable para los sentidos. Viene el camarero.
Muchas gracias.