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Relatos

Junto al viento

El tren corre junto al viento. El sol lila las ramas pasajeras de los disidente retamares. el sudor del hombre de las uvas se tiende (bruces/cruces) en cualquier cobijo de vino y de dolor. Yo, de no saberme tiempo sino años desprovistos de historia, fiebre de horas justas, ancla de vigilias en la bahía de la existencia y brillo solidario de mi desconocido origen, deposito mi interrogación.
– ¿Dónde nací? -dicen mis ojos.
– En la frontera del forastero de las fantasías -responden los suyos.
– ¿No habrá sido en la inconclusa línea de los bosques sin mar?.
– Afirmo que naciste en la frontera del forastero de las fantasías. Sigue Leyendo...

Sobre las olas de la tierra

Existen alamedas en la breve distensión de los segundos. Alamedas que saludan, convertidas en pañuelos medio ansiedad y medio querer, quedándose ingrávidas y sutiles en cada milésima de su tiempo y envueltas en aires de canciones sin destino; pero yo también tengo un reloj con los surcos del mar sobre las olas de la tierra…

Hora de meditación. En el horizonte plano se refleja la gris cuchilla del azadón que descansa tras la jornada campesinal (filosofía rural discurriendo bajo el plomo del atardecer que cae y se prieta con la piel). Piel. Archipiélagos de piel. El mío y el suyo lentamente beben de una misma sensación de entrega. Piel a piel sin victoria ni derrota. Piel a piel sin afanes de conquista. Piel. Archipiélagos de piel. Sigue Leyendo...

¿Está libre la vida?

¿Está libre la vida?. ¿Circula, por ella, el arrastre de esas esencias que sólo son la altivez de los cisnes que nadan en el lago de las cercanías?. Sólo me responde un eco escondido (sed de niño) que, tras las agujas de cristal de mi reloj, terminé por olvidar. Así que !construyo otra ilusión!. Voz de mis viajes: “Volverás, caballero del viento conmovido, con todo el peso de tus ojos como fardo, uniendo la sombra de tus experiencias con el propio destino de la luz”.

Mis ojos se lanzan al aire (pájaros de natural presura) para plantar, bajo yermos y baldíos, geranios, azucenas, aligas y alcanforeros de mitaca. Mis ojos visitan, por primera vez, los iniciales rincones del Universo. Mis ojos dilatan sus miríadas en el bálsamo que cubre el ámbito de lo desconocido. Mis ojos juegan con los primeros segundos de la existencia descifrando jeroglíficos que jamás antes pude comprender. Y descubro un fúlgido axioma que se diluye en mi pensamiento: “La deseada intensidad de tu persona no tiene bordes ni límites porque se extiende (más y más y más), sin fronteras ni pronombres, por el infinito alcance de tus manos”. Sigue Leyendo...

La sombra del tren

Ya pronto arderá la espalda del hombre que recoge los racimos habitando (silente de las pámpanas y el dril) el trayecto largo y fijo de las colinas del vino. Las mudas palabras convertidas en huídas. El rostro hecho pulsaciones. Las agónicas cadenas henchidas de cotidiana terrosidad con sus debidos huecos de esperanza. Hablando con un monte que no puede responder, el diálogo impasible e imposible persiste en la siesta impenetrable de la vid y del olivo citando verdades con la furia del viento. Grito inédito de lo común que es y, a la vez, grito siempre repetido en todos los surcos de su edad… Sigue Leyendo...

Definitivamente amanece

Digo tren como digo placer, pues siento sobre mi cuerpo, en lo alto de la cima del resplandor de la litera, la presencia de esa brisa que ha subido en la estación y se ha enroscado en mis brazos, en su vientre, en mis piernas, en sus muslos… y, sabiendo o no sabiendo por qué, pido perdón a mí mismo por entender que el gozo liberado, surgido de las sombras con luz, ha llegado a su lugar exacto. Debajo de tanta efervescencia reunida, ella palpita, con o sin razón. Y mi corazón, con o sin diástole, vivifica con estas curaciones haciéndose profundamente firme la luz del amanecer mientras su brillante mirada/cristal es una perpleja concesión a la intensidad del horizonte que alarga, hasta mi frente, la línea firme y rotunda de los primeros rayos del sol. Desfila por la ventanilla el carrusel del tiempo. Amanece. Definitivamente amanece… Sigue Leyendo...

!Benditos pájaros sin fiesta!

Ninguna niebla enturbia mis pensamientos y siento que aquella mi ya antigua soledad se acompaña ahora de cláridas burbujas emergentes salidas de su beso ojival. Los ojos besan, ¿Los suyos?. ¿La sombra de los suyos?. Los ojos besan atreviéndose con las caricias de los pájaros emigrantes de mi infinita desnudez.
– La luna viene con nosotros y es redonda -dicen mis ojos.
– Abrámonos para recibir ese su sinnombre que pervive en el sinfín de los horizontes -responden los suyos.

Las gotas que resbalan por el exterior de los cristales (filamentosas ventrílocuas de ideas), forman juncáceas pinceladas que orlan la ocre arena de los suelos tiñendo, a los vegetales, de inocentes transparencias de Monet. Sigue Leyendo...

Sueños azules

!!Viajeros al treeennn!!. !!Desde Eurípides hasta Alfieri pasando por Voltaire!!. !!Salimos!!.

Al entrar en los nuevos espacios, la joven mirada de pupilas femeninas se ha cruzado con mis ojos:
– Es de Juan Ramón Jiménez… -dicen los de ella.
– Supongo que buscas a Platero. – responden los míos.
– Cierto. Me desconsolaron los monederos falsos de Gide- silencian los de ella…

Como un gorrión.

Y aquí está, al lado de mi edad (como aurora del día de los inicios), el sueño de sus ventanillas de cristal y el torbellino de sus cromadas bielas. Aquí está, al lado de mi tiempo, para comenzar el camino de mis pensamientos; mientras un pájaro (sueño cansado) entorna sus párpados y yo le reconozco porque es tan tímido y humilde como un gorrión.

Me levanto. El vaso de cristal descansa (medio vacío de líquidas propuestas) junto al penúltimo cigarrillo que dejó de existir, y dormitan (hirsutos sobre el mantel) un viejo pescador y un pez espada (el viejo y el mar) que ilustran la lucha solitaria por la vida y las vanas ilusiones del hombre frente a su destino: un amarillento recorte de papel que entreteje las ideas de un lejano periodista con el sueño de un joven de veinte años que desea sembrar el mundo con gorriones. Sigue Leyendo...

El tren siempre vuelve, Juan…

(Empezar a vivir es empezar a morir)

Tenía la mirada tan triste como la de un caracol. A lo lejos, cercano al maquillaje facial de los campos, se escuchaba el minúsculo murmullo de la máquina de vapor…

– Si siempre va hacia adelante ¿qué hace el tren cuando llega al final del mundo?…

– El tren siempre vuelve, Juan…

Mi padre

Mi padre me enseño a mirar el cielo y la noche estrellada de una manera diferente,queria el…. que yo encontrara la poesia, mirar el cosmos ,la noche azul clara, color añil , de los cuentos …..bajo un arbol muy grande, alla en mi provincia… el me contaba historias , de reyes, palacios, princesas y heroes y yo con mis 6 años , lo escuchaba, me maravillaba la expresion de su rostro y cuando de pronto su tono de voz cambiaba, el era el rey hablandole a su hija la princesa ,como en el poema de Ruben Dario, titulado Margarita de Boyle,mi padre…..un soñador, para mi hoy, que no lo tengo ,le agradezco haber sembrado en mi, las ilusiones, los sueños, las historias de amor y finales felices que acompañaron mi vida,para poder hoy apesar de que pasaron los años,sentirse vivo ante el abrazo de un amigo,el beso de un hijo,el te quiero de alguien y valorar todo y saber que la vida a pesar de ser muy dura es hermosa compartila con quienes amamos y con quienes no nos aman tanto Sigue Leyendo...

Para imaginativos y vuelos cortos

Una avioneta con la peluquería recién hecha y oliendo a gomina. Sale y se monta en su bici. Apretada al sillín, como un puzle a otro puzle. Es imaginativa y dice que positiva, desde que leyó algo en un suplemento. Tiene un par de amigos. Sale poco, pero no deja de soñar con superarse. Todavía no sabe de qué, pero de superarse. Hace unos dias se llevó un corte cuando una amiga le dio un beso. Se imagino lesbiana y eso la llevó a la duda. No fue nada que un par de vueltas en bici superara. a mi me gusta su plena confianza en los libros de autoayuda que devora al igual que se infla de chocolate barato. En mitad de muchas conversaciones me han dado ganas de decirle que se abra de piernas y libere la biblioteca, porque se quedaría algo más tranquilita. ¿Cómo se llama? Ni idea, supongo que tendrá algún nombre de esos predestinados a ser diosa de la nueva era. Sigue Leyendo...

Barcos de papel en la estación

En la estación de Los Sentires, dicen que aparecen trenes inesperados, provenientes de destinos no señalados en el panel de las llegadas y que son trenes repentinos, que aparecen en instantes menos esperados, repletos de soñadores que vienen de un enigmático lugar costero llamado Silencio y que son jóvenes de ambos sexos, marineros de las ilusiones, que llegan en busca de vida.

Allí, en la estación de Los Sentires, hay múltiples esquinas que, ahora, a comienzos del invierno, se impregnan de vaho, de aromas perdidos y reencontrados, de humedad vegetal, de blanca neblina donde se escucha el gorjeo de las palomas, los ruiseñores, las alondras y los mirlos alrededor de una fuente dorada a donde acuden a beber ángeles de plata. Sigue Leyendo...

Holacausto judío: inocencia robada

Nunca olvidaré aquellas miradas, miradas de desesperación que pedían a gritos ser liberadas de aquel infierno”

Llegamos a Auschwitz-Birkenau (Polonia) el trece de febrero de 1942. Nos transportaron en un tren a más de setecientas personas y en cada vagón íbamos más de sesenta nunca llegamos a ver el sol durante el trayecto, sólo una fina línea de luz que se colaba por las rendijas de aquellas puertas de acero. Fue el viaje más largo de toda mi vida, mis abuelos y padres lloraban sin cesar y me tenían siempre junto a ellos.
A las seis y media de la mañana el tren se paró y comenzaron a abrirse las puertas de los vagones. El hedor a carne quemada invadía aquel lugar que para nosotros era el infierno. Sigue Leyendo...

La noche más hermosa de mi vida

Me gustaría compartir con vosotros la esperiencia más bonita y apasionante de mi vida. Tal vez no les resulte tan bonita a algunos de vosotros, pero yo cada vez que la recuerdo aún me pongo nerviosa como aquel día, se me saltan las lágrimas y daría lo que tengo y lo que no por repetirlo.

Era Marzo, 11:30 de la noche estaba en el cumpleaños de una amiga que vivía en el otro lado de la isla entonces me tocaba quedarme en su casa. Yo esperaba que llegase él…….mi hombre…..al que mas e amado. Derrepente la puerta automática del garage se habrió y apareció el, tez oscura, alto, ojos negros y rasgados, pantalones anchos…..casi me desmayo…. Sigue Leyendo...

Sin vela

Mi barco no tenía vela. Y en aquella oscura noche mi único contacto con la realidad lo formaba esa somnolienta sensación de que tus sentidos ya no te pertenecen, de tus pensamientos libres sin barreras, y una cabeza que no deja de repetirse aquellas mismas palabras una y otra vez. Totalmente deshinibido.

Frente a aquella pantalla seguía discutiendo, sobre esa insulsa ventana, mi reciente misoginía provocada por aquel monstruo que arrancaba mi cubierta con sus tentáculos mientras me sostenía la mirada. Aquellos ojos… Sucia rata.

Sueño incumplido

Ambiente de fiesta en la ciudad. Un roble en ébano de oro, que sabe llegar a lo alto, charla continuamente conel revoloteo de una alondra. Debajo del roble, Damián, ajeno a la fiesta, sufre el dolor del desengaño. Ha sido traicionado por Rosa, la de los impulsos de ventarrón, la del rostro de perla polifuncional, la que se ofreció a hacerle seguro, afectivo, radiante. !Pero no!. !Todo ya se acabó!. Rosa, con toda su fibra y expresión de eternidad, le ha traicionado miserablemente y ha salido bruscamente de la vida de Damián. ¿Y ahora qué?. Mientras hay ambiente de fiesta en la ciudad ¿dónde queda la alegría de Damián?.
Sueño incumplido. Después de llegar a lo alto, allí donde la alondra da vueltas alrededor de la copa del roble, Damián apura la última copa de su desengaño y su corazón está ahora a ras de tierra, hundido en la frialdad y zumbándole en la conciencia negros y sagaces desatinos.
!Deseo morir!. !Quieor matarla!. !Voy a sucidiarme!. Sigue Leyendo...

Aprendí y decidí

Y así después de esperar tanto, un día como cualquier otro decidí
triunfar…
Decidí no esperar a las oportunidades, si no yo mismo buscarlas.
Decidí ver cada problema como la oportunidad de encontrar una solución.
Decidí ver cada desierto como la oportunidad de encontrar un oasis.
Decidí ver cada noche como un misterio a resolver.
Decidí ver cada día como una nueva oportunidad de ser feliz.

Nunca

Nunca tuvo un nombre y apellido, siempre estaba solo y encerrado tras sus puertas. Era propenso a la sensibilidad, vulnerable al dolor y a sufrir, aunque pareciera fuerte. Se limitaba solamente ha realizar su función, mantenerse vivo día tras día, noches tras noches, eso para él ya era suficiente, no necesitaba nada más, no quería otra cosa. Pero algo sucedió que le hizo cambiar y ser completamente diferente, ya no era el mismo, pasó de cerrar sus puertas a dejarlas de par en par, de encerrarse, a comenzar a salir del abismo, de darse a conocer, de fingir ser fuerte a demostrar serlo y pasó de sumergirse en el anonimato ha ponerse una identidad que lo identificara, pero esta vez por su nombre… le gustó tanto que no podía dejar de pensar, de pronunciarlo, de llamarlo, de adorarlo, incluso se volvió loco, se aceleraba cuando lo llamaban, y al descubrir quien le causaba tales efectos decidió el mismo bautizarse bajo el nombre de Amor, un corazón llamado Amor. ¡ que feliz y orgulloso estaba ¡ , no podía contener tanta emoción y lo fue gritando a cada esquina, a cada portal, al viento… pero claro, con el paso del tiempo se dio cuenta de que ese nombre llevaba de tras apellidos que sin ellos, su nombre carecía de importancia y de entre tantos y tantos que existían, se quedó con uno que creyó ser el mas importante y así lo decidió, se llamaría AMOR de apellido SINCERO. Sigue Leyendo...

Desconoces

DESCONOCES

Estás de pie en el pasillo de la farmacia, como cada fin de mes con ese abrigo negro rozando el piso, tus ojos penetrantes invaden el recinto, ansiosos tal vez… no lo sé.

El guardia te mira con sospecha, mas yo te conozco y espero que recorras el pasillo lentamente, no lo sabes , pero siempre cuento cada uno de los cuadrados cerámicos del piso sin despegar la vista de ellos.

Mientras tú me buscabas…

Mientras tú me buscabas, eras tú quien me negaba, pues yo estaba allí, cuando lágrimas corrían por tus mejillas pensando en mi, ¡Te vi! ¡Te vi!, estuve allí mientras suspirabas ante una flor que acariciada por el viento bajo el crepúsculo, hacías un conjuro sin saberlo, y por eso estoy aquí, junto a tu latir.

Yo te vi, porque mientras me buscabas, yo te miraba cuando tu lo hacías con aquella estrella, la más resplandeciente; y preguntabas por mi, y cada vez que palpitaba trataba de decirte ¡Aquí estoy! ¡Mírame, aquí estoy aquí…!, yo… alegre y deseoso de que me vieras mas no fue así. Sigue Leyendo...

Ella soñaba poca cosa

Ella soñaba poca cosa.
Soñaba y esparaba ser un día
El sueño de un hombre soñador.
Ser lo más grande y hermoso de su vida
Ella soñaba habitar su corazón.
Revolotear en su mente
Aún en la más larga distancia.
Ella soñaba poca cosa, solo
Ser la mujer a la que él amara.

Que feliz sería, se decía en su casa solitaria
Si un hombre de rostro amable
Y limpio corazón me soñara.
Sería mi soledad así más linda, más amada.
Si yo dudiera llamar a puerta de aquel hombre
Aquel de rostro moreno y esquiva mirada
Aquel elegante y discreto caballero
Que entre todos los demás se distinge
Porque me vi, reflejada en su mirada. Sigue Leyendo...

Fiesta en el firmamento

18:50 hrs. del día lunes 25 de abril 2005.

Buscando inspiración, salí del cuarto por un momento y noté lo elegante que estaba esta noche, sentí la sensación de agradecimiento en cada estrella que aparecía repentinamente, una tras otra centellando, como si tuvieran vida cada una de ellas, como si estuvieran danzando todas al mismo tiempo secuencial, como si hubiera fiesta en el cielo, es precioso presenciarlo, y es que hay una atmósfera de gratitud mutua; el mundo, las personas, viven tan aceleradamente que persiguiendo sueños banales, quieren llegar a su meta olvidando la belleza de la vida, como las estrellas, como esta noche, noche especial. Sigue Leyendo...

La Ultima Carta de Romeo a Julieta.

Lima, 17 de Noviembre 2001

A mi amada Julieta.

He aquí Romeo de corazón afligido, escribe esta ultima carta a ti, amada Julieta, y es que hoy se cumple un año de ausencia tuya, y muerto yo, así respiro para escribirte de mis recuerdos, que yo supe de tu vida cuando eras mía, y eran tiempos tuyos mis tiempos de sonrisas fieles, miradas tiernas y caricias ávidas que guiaban pasos tuyos, pasos míos, pasos nuestros…

Recuerdo tus besos que en mi frente posabas, huellas indelebles de labios rojos, de un dueño enamorado, besos que tengo aún de ti amada mía, algo muy tuyo esos besos que quedó en mi mente, en mi frente; y cerrando mis ojos fallecidos, logro ver tu piel de lienzo, frágil como aquellas rosas que adornabas con tu belleza, y tú, vestida del sol dorado, inocuo retrato tuyo en esta mente mía. Sigue Leyendo...

Zapatitos desatados.

Siempre he sabido el verdadero valor del tiempo que pasa por esta vida obsequiada.

Y en ese momento, mientras enseñaba a aquel niño como atarse los zapatos, quizá sentí que los veinte minutos que estuve con él, valió más que muchas horas haciendo otra cosa.

Era cerca del medio día, y yo medio dormido y con ojos de gato recién nacido, me levanté de la cama para salir a comprar; entrando a la tienda, un niño que más bajo que mi cintura, y con la mirada puesta en mí, como mirando al cielo, con voz entrecortada y dificultosa para hablar, me dijo: Sigue Leyendo...

BRUJAS

MAL VISTAS ESTABAN
POSEIDAS , DECIAN QUE ESTABAN.
PERSEGUIDAS ERAN
SUS VIDAS EN HOGUERAS ACABABAN .
SUS CUERPOS EN HOGUERAS QUEMABAN .

LA GENTE LES BUSCABA
PARA QUE SU FUTURO AVERIGUARAN ,
PARA QUE LES AYUDARAN
O PARA QUE ALGUN MALEFICIO A ALGUIEN HECHARA .

Nocturno Primero

¿Qué tiene la noche? ¿Es el silencio? ¿La oscuridad? ¿Por qué me siento como un intruso? La calle quiere estar vacía. Farola. Los ruidos que se oyen son cobardes, se les nota. Farola. De alguna forma, hay silencio tras ellos. Los semáforos se entrenan. Farola. Todo parece distinto. Tan distinto… Otra farola, pero apagada. Hasta huele a noche. Veo anuncios luminosos y me parecen absurdos. Absurdos no, surrealistas. Farola. Eso es, surrealista, la noche es surrealista. Llevo todo el día caminando y busco un banco. Hay uno de madera, bajo una farola. Me siento con cuidado. Sigue Leyendo...