Pequeñas emociones nos dejó un recuerdo de rosas,
se asoman a través de los ventanales de nuestra conciencia.
Te poseen a su merced
cómo hojas que arrastra el viento por los rincones,
que te hacen sonreír y llorar cuando nadie nos ve.
Cada palabra,
cada roce,
cada curva de tu cuerpo,
cada día, cada instante,
cada corazón inquieto encontrado en el camino,
cada día, cada instante,
cada beso, cada mimo.
Tú, de cabello dorado y ojos de miel, mía y tuyo.
El que + te puede te escribe, el que – te duele te insta a su vera.
Yo soy el olor que te enloquece
Y mi cuerpo es jaula
Que arrulla tus suspiros
Y esos ojos tuyos, sonrisas invertidas
En esta mirada se pierden sin remedio
Yo tengo licencia
Para morder tus cejas
Tu nariz, tu boca
Me bebo en un solo trago tu sonrisa
Busco una señal que me diga donde estas,
cada día le pregunto a Dios como llegar,
el destino se empeñó en separarnos sin más,
pero estoy convencida, quiero volverte a encontrar.
Sigo los pasos uno a uno, sigo esa voz en el viento,
todos me dicen que no es momento, ni el lugar,
pero pregunto nuevamente cuanto tengo que esperar
para poder estar contigo una vez más.
Me dicen que tal vez en esta vida no va a ser,
No creo en la reencarnación pero si fuese cierto,
se sinceramente que me gustaría volverte a encontrar
para poder perderme en tu abrazo por la eternidad.Sigue Leyendo...
Obsoleto miro al frente pero me topo con tus ojos,
hoy más dulces que nunca,
sin nata ni frambuesas…
El postre de mis tardes,
la labia contenida, el verte mi miseria
y mi alegría cada día.
Agujas ni pajares sirvieron para encontrarte,
casualidad, maravillas y cortes.
Adiós mis meigas galegas
Adiós mis amigas mis bellas
Adiós canciones de cuna
Adiós canciones de yerba
Adiós cantares antiguos
Adiós cantares certeros
Adiós mi mar mas bravío
Adiós mi alma y mi almena
Adiós cangrejos benditos
Que nutren maravillosas
Sirenas
Vulnérame
Vístete de azahares
Ya se, ya se
De la poderosa memoria
De mi vulva latente
Ya se, ya se
De la ávida insistencia
De tu pluma exultante
Ya se, ya se
De ese pacto no escrito
De lenguas que se acoplan
De cuerpos siempre inéditos
De voracidad incesante
Cúbreme con azahares
Ya se, ya se
Vulnérame
Ya se…
Tengo mis domingo siete,
Mis días de bruma, mi pesadéz
Mi cansancio,
Tengo mis defectos,
Mi reloj atrasado,
Mi ambición desviada,
Dislexia en mi atención,
Pensamientos discordinados,
Aunque a veces,
discordino mis pensamientos,
Solo por apetito de mi mente.
He muerto balcón, mujer, por decisión arquitectónica tuya,
por el egoísmo, exquisito y atroz, de tu delirio,
que negó la calentura, por el afán de riquezas.
En ese lugar extraño que me construiste
miro la calle, desde lo alto, vacía
y a mi espalda, el resto de tu casa, con vos y tu flamante marido.
Intuyo un sótano, tuyo, tuyo,
que me dice que nunca serás
mía mía.
Yo he visto la tristeza
semioculta en un hueco
con los vestidos raídos
y la esperanza al viento,
los brazos extendidos,
los labios entreabiertos,
decir unas palabras
que tienen sentimiento…
Gimen las almas en una sinfonía gris
llenando el espacio
de un dolor que reprime su ira
abriéndose paso entre el humo silencioso
buscando salidas en la incertidumbre de lo verdadero.
Bruma de la tarde,
no te lleves los sueños de los esperanzados.
El próximo error que cometa lo concentraré en la satisfacción de mi ego, en lo más profundo de tus centros, ¿vendrás estrella fugaz, a perdonarme antes de morir? ¿serás mía? sé mía, cae próxima a mi faceta más libidinosa en tu condición más pervertida, para deshacer la moral juntos y revolcarnos en el horror de quienes contemplen, pues el próximo error que cometa espero se concentre en la distancia atómica pero a la vez infinita que separa a nuestros cuerpos cuando exhalamos los últimos suspiros de vida antes de morir y renacer como el ser que jamás fui y que siempre añoro volver a ser, reconstruir construyendo los días que jamás existieron, y darnos las últimas despedidas incómodas, penetrar en un universo de inconmensurabilidad que evidencie nuestra falta de conocimiento mutuo, que evidencie que en realidad mi error fue tu error, y que el próximo error que cometas no ha de ser jamás conmigo, sino contigo misma, en un placer que te lleve a entender por qué las estrellas brillan millones de años en solitario sin necesidad de conocer el brillo de otras, y por qué no hay Sol o Luna en el cielo, sin que uno opaque al otro.Sigue Leyendo...
El tamiz que nos separa,
donde besos son cortos y caricias avariciosas,
que ni podremos engañarlo ni trovarlo en plazas.
que ni se encuentra ni se busca, no es de buen recivo
tener que saludarle con un guiño arañado.
Que ni mis besos ni los tuyos,
que nunca tuvieron su huerto.
Me gusta ver la bomba caer mansa del cielo
Y ya quieta en el suelo, sin vida al parecer
De repente se agite y en rayos mil vomite
La muerte por doquier
Me gusta un cementerio de muertos
Bien relleno
Manando sangre y cieno que impida el
Respirar
Palabras sordas, sin ningún tema adjunto.
Oler y no saber qué como, porque sin sentido alguno,
no volví a verte.
Que te odio, que no entiendo qué me dices.
Sulfurando en mi habitación, grito, malnacida, no vuelvas.
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