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Poesía

Aún te quiero.

Yo aún te quiero,
como cuando recuerdas con anhelo jugar al escondite o el regalo de reyes.
Y si, no miento,
que si te quisiere a ti por tales reyes,
de ti mi dueña y yo tu siervo,
soñar a mi infancia con tan solo tu beso
para siempre.

Con poquito.

Con poquito me basta, tan solo una mirada, un abrazo en la noche, él calor de tu cuerpo y un te quiero callado.

Con poquito te doy mucho, mi sangre, mi vida si hace falta, mi corazón mundano.

Con poquito se creo el mundo y a poquito nos iremos de este reino para morar en las estrellas.

Telúrica presencia.

Reverdece la brisa de los pájaros
volando por la estepa de las brumas.
Rezuma el campo sus espumas
y llueve como agua de los cántaros.

En la historia de los hombres y sus vidas
hechiza y captura la existencia.
Es todo el tiempo una presencia
de agua, de viento, de medidas.

A cuestas

Hombro a cuestas. Y caminos que no caminan, pero invitan. El macuto, la tierra polvareda, y seca; no llueve.
Macuto. De un color verdoso, al hombro, bien sujeto, no caiga.
Al hombro, el macuto, ya duele. Ya empieza el dolor del caminar con la carga a cuestas, casi siempre el lado, el mismo.
Una clavícula más baja que la otra, dolor silente parece que duerme.
Va despertando según vamos caminando.
Quisiera ser más peso pluma e ir un poco más con el viento, ligero.

FRANK STEIN

¡Belleza, belleza, belleza!

Adoramos la belleza
Adoramos la perfección
Muéstrame los huevos
y te diré donde se pega mejor

Cuerpos cosidos al derecho y al revés
Cuerpos cosidos en envidiable zig-zag
El mejor artesano
es el que cose mucho más

Voluntad y firmeza

En la sencillez, está la respuesta.
En la humildad, la pregunta.
La inocencia en la razón,
De que esta alma soñadora,
Convierta mente y corazón,
En dirección y propósito.
En voluntad y firmeza,
En efímera belleza, todo lo que ella ama y por si misma piensa.

Amanecer para ver

El amanecer en la ventana, y lejos, vive, muy lejos, está muy vivo,
en una gran lejanía, desde allí enviando al sol,
desde muy lejos desde la superficie universal, intocable ardiente,
sonríe suave al rostro. Desde allá, también hasta la ventana, sita aquí.
Cada mañana, distancia y cercanía.

era solo ayer

Miro hacia atrás del tiempo y soy ausente
Retrocedo hasta el niño que me anduvo el pasado
Con la inocencia a cuestas lo hallo entre los otros
Como un punto de luz
Caído en el milagro

Emergen solidarios a mi convocatoria
Su aventura de sol me viene iluminando.

Dos poemas.

Yo soy este pequeño
mundo de ideas sorprendentes;
ambientes de lugares calientes
y algo de profundo sueño.

Yo soy mi propio yo y dueño
del vivir calles cual silente
ser que va creciendo, sobresaliente
entre versos de amor como empeño.

adonde estés

Es un tiempo de ausencia
El tiempo
ahora
Es un tiempo sin nido.
Perdido en sus carencias
Anda
Repta
Se desespera, el tiempo
Gime
Se acurruca en las márgenes del día
Hambriento
Desolado
Empobrecido
Desconsolado el tiempo
Anda
Va
Viene.
El tiempo hecho pedazos
El pobrecito tiempo sin ternura

Vuelvo a salir de negro

Tranquilo,
vas a darme todo lo que pido,
vas a romper con todo lo acordado,
vas a ser mi costilla rota por las broncas,
aquello que jamás verás finalizado,
que de corazón ya sabemos todos mucho
pero seguimos intentando privatizarlo,
voy a caer para drogarme de lado
con esa espalda tuya que vigilo con mis dedos
para que nunca tengas que quemarlo.

Volvió el invierno.

LA HERIDA

Espacio, corazón, durmiente herida.
Dormida la razón y la pereza que el recuerdo
anida con lazos de fiereza.

Orgullo de silencio, amalgama de traiciones,
torcidos corazones en busca de heroísmo.
Patetismo elogioso de copistas furiosos,
de sonrientes elogios al tabernáculo.

Párrafos

Deambulo lentamente entre las cosas inmateriales de la tarde. Pero esta tarde ha sucedido algo, pues me he encontrado un libro. Un libro abandonado, junto a un contenedor de basuras que cada día aparece olvidado.
Parece un libro viejo, posiblemente usado, la cubierta descolorida de tanto contemplarlo. A ciencia cierta no lo sé, pero quizá alguien lo haya pisado, o también, quizá, amablemente, sido haya manoseado; los libros son, están, permanecen cerrados, para abrir y descubrir, y quizá luego, al tiempo, discurrir.
Quizá venga éste de una buena familia, de una buena casa con calefacción y bonitas estanterías y magnifica biblioteca llena de narraciones parecidas a ésta, aunque sea de ficción. Sigue Leyendo...

Sacando versos de tus labios.

Sacando versos de tus labios
me encierro contigo entre las alas
de este viento enardecido
donde crecen las olas
y el mar sediento de amapolas
se convierte en roja llamarada.

Tanto afán de sentirte mía
enhebrando poemas en el alma
es como el nido que nos une
en plena estación de primavera.

Palabras con esencia

Palabras que no pesan, palabras que embelesan,
las tuyas, las suyas, las de ella, las de él.
Palabras que sangran, otras que sanan,
palabras perdidas, palabras sentidas,
durmientes, silentes
alegres y danzantes.

Unas llenas de poesía, otras plenas de silencios.
Las que gimen, las que lloran, las que gritan sus lamentos.
Palabras pensantes, asonantes, constantes, brillantes
y hasta galantes.
Palabras que surgen de entre las olas,
otras, el viento las trajo a su hora.