Sacando versos de tus labios
me encierro contigo entre las alas
de este viento enardecido
donde crecen las olas
y el mar sediento de amapolas
se convierte en roja llamarada.
Tanto afán de sentirte mía
enhebrando poemas en el alma
es como el nido que nos une
en plena estación de primavera.
Palabras que no pesan, palabras que embelesan,
las tuyas, las suyas, las de ella, las de él.
Palabras que sangran, otras que sanan,
palabras perdidas, palabras sentidas,
durmientes, silentes
alegres y danzantes.
Unas llenas de poesía, otras plenas de silencios.
Las que gimen, las que lloran, las que gritan sus lamentos.
Palabras pensantes, asonantes, constantes, brillantes
y hasta galantes.
Palabras que surgen de entre las olas,
otras, el viento las trajo a su hora.
No me mires a los ojos
Que son puñales de arena
No me rasques las costillas
O harás que mi mundo crezca
No me reproches rencores
Ni me hables voz ajena
Que las injusticias son
Suspiros en la maleza
No me recuerdes caminos
Que de negros se me queman
Dame paz y buenos rollos
Y yo te daré presteza
No me cuentes avaricias
Que la mar se me las lleva
No rompas lo que no puedas arreglar
No engendres planes que no puedas concretar
No traigas amigos que no puedas presentar
No digas nada que no puedas argumentar
¡No!
No rimes con “ar” si en esto de la poesía no quieres que te vaya mal
No digas “no” porque eso no suena actual, ¡libertad!, ¡libertad!, eso es lo más normal
¡No des consejos!
No des palmadas
Y hoy, que abro los ojos y después me despierto,
que no al revés,
me voy a tomar un sueño de un trago
para volver a desnudarme a sabiendas
de que sin magia, que no sin mago,
seré único.
Pasatiempos,
a eso me dedico, a pasarme tiempos,
tiempos en medio,
tiempos que frenan mi rabia
y los que la tientan.
Tiempos que al pasar, babea,
tiempo con concha espiral.
Caminando solitaria sin rumbo y sin dirección
Hoy me vuelvo a encontrar con miles cosas para hablar
Preguntándome ¿Por qué en el juego del amor pierde el ganador y gana el perdedor?
Esperando tu regreso recibiendo tú desprecio
Me encuentro caminando sin rumbo y sin dirección
Recordando cada uno de tus besos que me llevaban a lo alto de los cielos
Que sin darme cuenta a mi corazón mil pedazos lo hicieron
Y al abrir los ojos a la realidad y ver que ya no estas junto a mi
Por más que deseo hacerte feliz, ya me resigno a dejarte partir
Olas que llegan volando rompiendo las almas todas.
Y llenan mi corazón de pinceles y canciones.
Y del infierno del alma el dolor se pone blanco.
Porque lo pintan con luces las sombras de tus encantos.
He prendido tu nombre
en una cascada de sueños,
en el agua, el barro,
el aire y las palabras.
He prendido tu nombre
en la esquina del deseo,
en un mar fiero
de marejadas y espumas.
He prendido tu nombre
en los reflejos de lágrimas derramadas,
calma salina, serena y clara.
Llevaba prendido tu nombre y,
la ausencia me lo arrebató.
El tiempo es tan efímero como el viento, el silencio, la sonrisa y la calma… tan pasajero y fugaz…pero tan codiciado y a la vez tan desperdiciado; siempre tiene un límite y un fin pero da la sensación de ser infinito…
Si me lees recuerda,
recuerda alto, que jamás dejaré de recordarte,
que el recuerdo nunca fue una meta,
pero si hoy la meta es olvidarte
jamás recordaré como hacerlo,
jamás olvidaré como recordarlo.
Y fue ahí que me encontré,
en medio del cementerio de las almas perdidas,
y fue ahí cuando desperté,
en medio de las miradas cohibidas,
en medio del pasar de los días,
fue en medio del caos en que desperté,
y comencé a caer por aquel abismo,
pero no sentía miedo,
no había caída en realidad,
en realidad, yo estaba recorriendo el vacio,
Nunca la vida se mostró tan sencilla,
tan primorosa, como inacabada.
La almohada de azules recuerda el descanso:
¡Duerme la vida de un modo mágico!
Y allá, tu mirada aprendida de la nubes,
de los altos, del mismo sufrimiento,
culmina el momento de mirar su rostro.
¿Qué ves?
Todo el mundo al revés.
Quizá, esos dedos plegados a un tiempo
alcancen los rostros en cálido afecto.
– Ven niña te invito
– ¿Qué me ofreces?
– Poesía,
– Hoy no quiero poesía,
Ni reflexiones ni nada
Solo quiero silencio,
Silencio a borbotones
Reposo por montones
– ¿Amigos?
– Amigos si pero verdaderos,
Mentirosos hay muchos
Pero sinceros muy pocos
Yo vivo de las esencias
No de las apariencias
Eres tan precioso
pequeño bebé cariñoso
que Jesucristo sonríe.
!Que el Niño Jesús te guíe
por el Camino frondoso!…
porque Él será la brisa
de tu Tiempo valeroso
en este Mundo gozoso
de tu soñar y tu risa.
Mundos de nombres del mañana.
Vientos surcando el cuerpo en cada alba.
Un misterio que se asoma al universo
y en mi verso
vive el sueño que acompaña.
La araña
del tiempo en el cristal que empaña.
Te escribo esta carta para que llegue directamente a tu alma,
la parte de ti que quiero acunar,
te echo de menos,desde que te percibí en mis entrañas,
las entrañas de esta tierra,que dicen que hueca está.
Huecos son los ecos que anuncia tempestad,
tus besos calmaran con hechos,
los silencios en los que aun sin estar,estas.
Dedicado a mi futuro.Pequeño ser de luz que vendrá
Carne quebrada ante los ojos del pueblo,
cuerpo herniado o mutilado
cuando no gris disuelto,
evaporado en la atmósfera
que debiera ser igual para todos
y no es así.
Nada en común tengo contigo,
salvo el oxígeno que respiramos y
ni aún así se siente el mismo.
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