Súa

Súa es un pequeñísimo pueblo marinero. Aquí hemos almorzado todos juntos antes de salir con el automóvil camino de Quito. Como pueblo marinero que es la especialidad suprema son los pescados que se recogen frescos todos los días, del mar. Yo he pedido de comer una corvina frita acompañada de fréjoles, arroz blanco y un bolón de verde. Con un poco de ají fuerte como a mí me gusta. Fue en México donde me aficioné a los platos picantes. Y este ají es lo suficientemente picante como para recordarme a Tabasco.

Súa. Pequeño pueblecito costeño y marinero. Una calle principal recorriendo la trayectoria del malecón portuario y cuatro o cinco calles transversales, Nada más. Esto es Súa. Diminuto pueblo del Pacífico ecuatoriano. Pero, aún así, hay aquí un pequeño comercio de Internet con dos compùtadoras. A 25 centavos los 15 minutos y 1 dólar la hora. Sigue Leyendo...

Donde suceden mis sueños.

Mis sueños suceden allí donde crecen las flores,
donde nace el rio, entre montañas,
valles y bellos parajes,
donde danzan los animales en libertad compartida,
allí donde la noche se ilumina
y la luz de la Luna baña los cuerpos de los amantes.
Donde el tiempo se detiene cuando se escucha un “Te Quiero”,
y se susurra un “Te Amo”.
Allí donde estás Tú…allí suceden mis sueños.

Te quiero

– “Tuuuuuuu. Que llevo aquí desde las 9 de la mañana. Cagén Dios. ¡Vamos hombre! Aquí, aquí. Aparca aquí guapa…Eso, dale, dale ahííííííí”

– “Luego te doy algo cuando salga a tomar café vale”

– “Ennnga ya, to los dias igual”

– “Aquí, aquí, aquí señor. Me dá algo. Es pá un bocata…Iraaaa ni me mira el cabrón. Se cree algo. Que soy una persona ¡¡¡ Cago en mi sombra, ni dos euros desde la ocho y media que llevo aquí ¡ Jodeeeeeerrrr ¡”

Cuarto menguante

Cae la noche del 6 de julio de 2008. Estoy sentado en un tronco de madera que reposa su ancianidad en la playa de Castelnuovo. El cielo y el mar son de color azul turquesa profundo. Hay ya algunas estrellas que titilan y el ruido de las olas, al romperse, me sirven de telòn de fondo mientras que me abstraigo leyendo “Quinteto de Buenos Aires”, de Manuel Vázquez Montalbán, bajo la luz de una farola playera.

El tiempo psa. Cierro la novela. Ya es noche cerrada y ahora el cielo y el mar son de un negro profundo. Contemplo la belleza de esas moles grises que se acercan y de pronto estallan en una hilera de brotes espumosos blanquísimos. Son fiestas luminosas. Son las olas explotando continuamente bajo el ambiente negro y nocturnal. Sigue Leyendo...

Desde el màs allà…

Mediodía del 6 de julio de 2008. Me estoy bañando en el mar. Biern adentro. Donde el oleaje sube y baja mi cuerpo al ritmo de los sístoles y diástoles del corazón del agua. Contemplo el horizonte marino. Miles y miles de kilómetros hacia el oeste están las tierras de China y Japón. Y en estos pensamientos estoy cuando, repentinamente, una ola enorme estalla junto a mi cuerpo. Me levanta y me hunde en un solo segundo. El agua del mar sabe a sal. Caigo al fondo… y me ahogo…

Existe el más allá… lo he conocido… y estoy ahora escribiendo desde el más allá… de la playa de Castelnuovo… Sigue Leyendo...

Aprender

No se puede cambiar a las personas, no se puede hacer nada, cuando alguien es como es, es dificil enseñarles, enseñarles lo que es el amor, el cariño y la comprension. Tiene que salir de uno mismo, tiene que salir del corazon, por que es lo mas bonito del amor, el amar, el querer y el comprender.
Aunque siempre, se debe de estar dispuesto a aprender y mas, si es una persona que te da todo su amor, querer y comprension.

La brisa y yo

Noche pacífica y fresca. En el firmamento, no terciopelo sino tafetán lustroso de azul profundo, reluce como un solitario diamante Venus en el horizonte Sur. Destaca sobre los edificios de enfrente y con su parpadeo me asegura que vela por nosotros.

Cuando se levanta la brisa, una oleada de ramas mecidas por ella va recorriendo los árboles. Su rumor se une al canto de los grillos, al agua que riega los jardines a esta hora avanzada de la noche, al sonido del lejano tráfico.

Respira

La luz clara del sol que se escapa de entre las nubes oscuras nos embriaga. El sonido de la lluvia y el son de tu respiración me despiertan dulcemente del placido sueño en el que vivía. El suave viento de la mañana entra por una parte de nuestra habitación, y afuera escucho los coches, la gente, la mañana. Veo tu abdomen desnudo subir y bajar, y creo escuchar el latido de tu corazón. La calma de ésta mañana me embriaga, me inmoviliza. ¿Es posible vivir siempre en éste estupor, a salvo del mundo de afuera, que la lluvia borre el pasado y el futuro y todo sea así? Respirar, escuchar, oler, a solas contigo y mis cinco sentidos, sin palabras ni pensamientos, en completa tranquilidad… Sigue Leyendo...

Cachitos de una vida ( 3 )

El primer mes de su “nueva vida “ lo pasaron en una especie de barraca que les había dejado el dueño de las tierras para el que su padre trabajaba , mientras tanto le preparaban una habitación en casa de sus abuelos
maternos ,allí iban a compartir techo con más familiares , había sitio para todos , la niña iba a tener una cama para ella solita . Cuando ya estaba todo listo , subieron todos en tropel a admirar su nueva estancia , una habitación alcoba de unos 15 metros cuadrados para los 5 , en ella había una cama para sus padres , otra ( si es que se le podía llamar cama a una tabla con 4 palos clavados a modo de patas ) para sus hermanos mayores y un armario pequeño con dos puertas correderas que les había dado un vecino . Pero ……… ¿ y su cama ¿ no la veía por ningún lado ………..¿ donde dormiría ¿………. Sigue Leyendo...

MI ABUELO

En el banco el abuelo está sentado esperando que pasen sus horas sin más entretenimiento que los dedos de sus manos que gira incansable, de vez en cuando, se quita la gorra marrón y se rasca su pelo de nieve y tose y tose maldiciendo el puto tabaco mientras saca su petaca y se lia otro cigarro.Las arrugas de su rostro inexpresivos surcos de expresiones pasadas y los semicerrados ojos parecen seguir mirando un pasado siempre mejor. A las 2 en punto se levanta del banco y se dirige a casa donde la abuela ya tiene listo el cocido entonces el abuelo saca su navaja y corta el tocino apoyado en el pan mientras se lamenta de lo poco que comen ya,
“Come tú hija ” – me dice con su dulcísima voz -“que tu estás haciendo la casa y nosotros solo tenemos que recorrer las goteras” Yo lo miro y veo a un hombre guapo y bueno detrás de una cara marchita que endulza aún más su rostro. Después de comer le acaricio la mano mientras mira el parte como dice él(el telediario)me gustan las manos del abuelo tiene las venas blanditas y las uñas fuertes tiene manos de abuelo, de mi abuelo.Se queda dormido, parece como si estuviera muerto, no me gusta ver dormir al abuelo pues pienso que no despertará y me aterra… pero por fín los abre, se levanta y se vuelve al banco hasta la hora de cenar a seguir girando sus dedos y pensando en el ayer o en el mañana nunca sabré en que piensa realmente el abuelo pero siempre me ha llenado de serenidad mirarlo es como si ya todo lo tuviera hecho o como si contara con muchisimo tiempo para hacer lo que le queda pendiente todo es paz y tranquilidad en mi abuelo y me encanta estar a su lado… Sigue Leyendo...

Alcohol

El otro día estaba leyendo la parte trasera de un cuaderno en el que solía escribir mis mañas adolescentes, y entre las hojas sentí el fácilmente identificable olor a cerveza emanar de él, por esos años más de alguna ocasión tuve para beber y luego ver “qué cosas podían salir” del lápiz al papel, obviamente en estados que solían ayudar el despilfarro de licor sobre la mesa y el cuaderno. Tenía un amigo el que compartió algunos de esos momentos, que no eran siempre de soledad. Recuerdo sus líricas reflexiones entorno al trago, decía que el alcohol es un buen aliado y que es muy comprensivo cuando se tiene pena… pero que tiene los oídos sordos y que cuando se lo ve, da la espalda y se va a dar unas vueltas por ahí. Hoy, tengo un primo que dice que el alcohol es malo y que es mejor no acercase a él, que es peligroso, un “arma de doble filo” por llamarle de algún modo. Una tía dice que es un excelente acompañante y que por eso aún no se ha casado. Mi padre le teme, ya que le agrada tanto, que le asusta no poder decidir cuando compartir con él y cuando no. Las ciencias médicas, afirman que el alcohol es dañino y que causa daños neurológicos graves y permanentes. Mi futura profesión, lejos de esos días tardíos de mi infancia, ayuda a revertir esas cosas, ayudar a mejorar esa “adicción” (si es que le podemos llamar así) y que retomen su vida normal. Sigue Leyendo...

La hembra y el mar

A las cinco y media de la madrugada llegó el bus al complejo privado de Castelnuovo.Playa de Castelnuovo, en el Océano Pacífico. Ecuador. Entre las playas de Esmeraldas y Atacames. Entre Tonsupa y Súa. Bajo del bus y camino por una pequeña carretera a medio asfaltar hasta llegar a la puerta del complejo donde presento mis credenciales y me entregan las llaves de la cabaña número 145. Entro en la cocina, me preparo un buen café con agua hervida y salgo a la brisa cálida de las seis de la mañana de este 5 de julio de 2008. !Qué paz!. !Qué fantasía!. !Qué linda playa!. Sigue Leyendo...

Música

Todo lo que escoge la música lo transforma en amorosa eternidad: un imposible de presencias arraigándose en el entorno de las locuras. Y la música lo riega todo, lo toca todo, lo arrasa todo. En medio del pasado desmadejado por el tiempo, la música lo libera todo hacia el futuro y lo vuelve a enmudecer todo transformándolo en presencia de sueños. La música cobija tentaciones en una conjugación de aspas de jazmín cruzadas en el portal del tiempo para hundirse en el corazón del caminante. La música lo libera todo. Es un amor de eternidad para llenar de posesiones lúdicas los infinitos de todos los tiempos. Sigue Leyendo...

Las Palabras

Las palabras
¡Malditas! se niegan a salir
Viven encerradas
En mi torpe y huraño corazón
Y al arrancarlas
Se llevan trozo a trozo
Cada parte de mi ser
¿Y para qué me resisto?
Al final todas las palabras
Serán liberadas
Y terminaré flotando enhiesta
He incorpórea
En cada hoja de papel
En que escribo

Dinora, 1997

LA CARTA

Te escribo esta carta con manos sedientas
complaciendo a mi alma que desgrana
uno a uno los pétalos del olvido
de la flor de ese amor divino
que era nuestro y que tu ausencia profana

en las noches solitarias me pregunto
donde esta el ardor que salpicaba nuestra cama
que embrujo se clavo como una diáspora
en medio de tu corazón desprevenido
alzando el vuelo con ese amor que de mí escapa