Estaba pensando en que no quiero escribir
al menos que las cosas que diga
sean mejores que el silencio.
Algunas cosas no puedo explicar,
otras ni siquiera las puedo entender;
otras quizá no tengan explicación
ni resolución alguna.
CJ juega a las chapas. Defiende los colores blanquiazules del Real Club Deportivo Español de Barcelona y se enfrenta contra el dictador y despótico CG que defiende los colores blancos del Ral Zaragoza Club de Fútbol y a sus adláteres CB (defensor de los colores rojos del Real Mallorca Club de Fútbol) y CM (que defiende los colors rojiblancos del Atlético de Madrid). Se están jugando la Copa Fiocchi (fabricada en Italia por la Ficchi Munizione), que es como la Copa de Europa pero en chapas. !Esta vez juro que jugaremos en serio! ha proclamado CJ dando un golpe “revolucionario” a las caprichosas decisiones de CG. Esta vez va en serio. Esta es la única vez que los cuatro van a retarse en serio. Ya se sabe que todas las demás han sido sólo trampas.
Si ser mandarina es estar en la cama con Ornella Muti perfiero ser mandarina antes que estar atiborrándome de cervezas con los “larrys” del barrio. Un mandarina completo, amigo Fausto. Que ya te lo dije por las ondas de la radio: “A veces no es cuestión de mandarinas sino cuestión de limones pues si se enfadan las gallinas de qué nos sirven los espolones”. No, Antonio, no… que si “tener pantalones” es quitar la libertad de expresión a tu esposa y a tu suegra prefiero quedarme desnudo con un par de huevos para dormir caliente.
Estamos muy cerca de la fecha del 22 de diciembre, día en que tradicionalmente se celebra en España el sorteo de la “Lotería de Navidad”.
Ricos, muy ricos, pobres, y muy pobres; casi todos los españoles, y no pocos extranjeros, nos jugamos algunos euros en este sorteo, con la esperanza de que el famoso “gordo” se acuerde de nosotros “de una puñetera vez”.
Jugamos en familia, en grupos de amigos, con los compañeros de trabajo, y en los establecimientos que visitamos habitualmente a lo largo del año.
Thomas Alba Edison, rodó en su laboratorio un cortometraje que fue uno de los primeros en las listas del cine, se titulaba “El beso” (a pesar de los intransigentes censores de entonces y eso que corría ya el año de 1896 después de Jesucristo). Besar, lo que se dice besar, lo vienen haciendo, a escondidas de los censores, los hombres y mujeres desde que Dios los creó.
La película provocó (!y eso que estábamos ya en 1896 después de Jesucristo repito!) un gran escándalo en las mentes enfermizas e hipócritas de los religiosos de toda especie; a pesar de que era sólo unos pocos segundos de un beso sencillo entre una pareja compuesta por un hombre maduro y una madura mujer tal como Dios los creó.
Que dicen las malas lenguas, pues lenguas hay de todos los colores (por ejemplo yo las he visto hasta de color bermejo tirando a ladrillo mezclado con quina que es mucho tirar) que un zapatero gay se ha introducido (por un canal prohibido) en la IV Conferencia de Presidentes cuando ésta estaba intentando desflorar el asunto de los ceutíes y los melillenses. El zapatero gay (y recuerdo a la zapatera prodigiosa de Federico García Lorca encandilada con Dalí) ha propuesto una solución tan drástica como que se deben eliminar a todas las chavalas de Ceuta y Melilla y ser sustituídas por chorbos atléticos (como si en tiempos del Imperio Romano nos encontrásemos) para solaz de él y de todos sus congéneres (!y otra vez con la cuestión de los genes en este asunto!). Lo que yo he escuchado decir a mi tío Esteban, antes de que muriese, es que “en los momentos de crisis no luchamos contra un enemigo exterior; sino contra nosotros mismos” (recitando una frase de George Orwell). Pero mi tío Esteban, que en paz descanse, se equivocaba de Norte a Sur y de Este a Oeste como si de la veleta del Ministerio de Hacienda se tratase (!que ya vendrá Hacienda para cobrar lo que deben ciertos señores, señoras, señoritos y señoritas!) porque resulta que el zapatero gay es un iraní bahai (también bajito) llamado Alí. !Que Alá nos pille confesados si el ejemplo del zapatero gay de Teherán sirve de modelo para todos nuestros hijos varones!. !Adiós entonces tendríamos que decir a chicas como Shakira!. !Paciencia, Señor, paciencia!…
Gal Costa define por sí misma la dulce voz de la mayoría de las cantantes brasileñas, que encantan y emocionan al mismo tiempo. Dentro de su LP “Luna de miel” una de las canciones más destacadas es la de “Sorte”, que en un momento de su letra nos explica algo muy interesante: “El futuro pertenece a quien no lo espera. Normalmente, la suerte está con quien no se da ni cuenta”.
La suerte ha sido siempre una de nuestras más felices amigas. O por lo menos, nos hemos referido a ella en multitud de ocasiones. Nos ha venido muy bien para tener a quien culpar cuando se trata de nuestros errores, o si estamos pasando por situaciones que no podemos controlar. En ese momento, abrimos nuestras manos, ponemos cara de “no se puede hacer nada”, y decimos “!Qué se le va a hacer, es la mala suerte!”.
El mundo cambia a velocidad de vértigo. Alguien pronosticó, hace ya un porrón de años, que Bartolí llegaría a jugar con la Selección Nacional de España, pero el defensa central del Real Club Deportivo Español de Barcelona, que tenía por compañeros de defensa a Argilés y Dauder, no lo consiguió jamás. Se quedó en la puerta B en vez de entrar por la puerta A como si fuera participante de un concurso televisivo tan famoso como El Gran Hermano. Hay quienes dicen que se la ha visto recreándose, con su hermoso bastón de madera de avellano (no sólo Distéfano puede presumir de bastón) por la sala barroca (y es que los años siempre hacen estragos hasta en los “más pintaos”) del Museo del Prado. Todos le miran como si fuese un visionario o, algo peor, un artista salido de su particular “soirée rosssiniana”…
Bien mas o menos se trata de mi… aunque no estoy segura si aún soy yo.
Claro, claro, todos crecemos y cambiamos… la verdad esperaba ser una excepción, lo sé, fui algo ilusa y mmm de hecho aún lo soy, almenos no cambie del todo.
Ya se termina el 2009 hoy he decido darle un vistazo a mi vida desde que llegue a este país hace dos años, 6 meses, 16 días…
Tengo un pensamiento en el fondo de mi interior. Dice así y se lo dedico a mis amigos Mariano G.G.T., Luis Alfonso M.L. y Andrés C.S.: “Más vale un amigo que te dice una verdad que mil amigos que te cuentan mil mentiras”… y un problema personal que reduzco y deduzco de la siguiente manera y que se lo dedico a mi chica Lina D.C.R.: “Del triángulo Madrid-Murcia-Segovia, por transformación a la enésima potencia, obtengo un 16-18 que es la base fundamental de toda mi Aritmética”. Y yo, que solo soy poeta, escritor y periodista, tecleo en la computadora y sueño con el romance de Abenámar. Pensamiento. Problema. Todo consiste en encontrar ese punto llamado Luz…
11 de diciembre del año 2009. Esta noche hace un frío invernal en la ciudad de Madrid. “Carlangas” es un joven muchacho de 18 años de edad que vive en la popular bariada de La Elipa. Son las 10. Abre la puerta de su portal, en la Calle San Maximiliano, junto al dragón de piedra que ahora está solitario y sin tragarse niños por la boca, se enfunda su bufanda del Real Madrid y se dirige hacia la parada del autobús. Enseguida llega el autobús y “Carlangas” sube a él y se sienta, como siempre, en el último asiento de la fila izquierda. Junto a la ventana para poder soñar con las estrellas de cine. Acaba de fichar por el Deportivo Olímpico abandonando al Estrella Olímpica. !
Se derraman las lágrimas en mis ojos cerrados,
la garganta se seca pronunciando tu nombre,
la cabeza se mece con dolor y tristeza
y mirando la puerta no se ve tu figura…
Se derraman mis sueños esperando tu vuelta,
esperando tus letras, esperando tus besos,
tus abrazos tan largos como días sin noches
y en la espera me pierdo entre cuatro paredes…
José escuchaba un ligero y sinuoso silbido. ¿Habría alguien allí dentro?. El silbido era como un pequeño susurro que le penetraba insistentemente en el cerebro. Sí. Debía haber alguien o algo allí que producía aquel tenue silbido. ¿O sería solamente una imaginación de su mente?. Recordó la segunda parte del bíblico Salmo 143-8::“Hazme saber el camino por donde ande, porque a ti he elevado mi alma”.
La Voz del Silencio impregnaba, ahora, las ondas de la pequeña emisora de Madrid a través de una música experimental. Una música que llegaba hasta el más profundo rincón del alma de quienes la escuchaban.
La humareda era abrumadoramente densa. José se levantó mientras algunos pedazos de rocas empezaban a desprenderse y caer cerca de él. Pero no tenía tiempo ni de preocuparse de la humareda ni de morir aplastado por alguno de aquellos pedazos de roca. !Él sólo tenia una misión: encontrar con vida a su linda chavala!. La niña-mujer que se había apoderado de su corazón desde el primer día en que la vio. Recordó un hospital con un patio pequeño… recordó una playa de arena fina… recordó un autocar de turismo… !allí estaba, en esos recuerdos, la belleza entera, tanto en lo físico como en lo espiritual de su amada Lina!. Nunca jamás había amado hasta entonces. Aquel triángulo de referencia (hospital-playa-autocar) era fundamental para ambos. Era verdaderamente fundamental.
José reptaba por el largo túnel alumbrándose con la superlinterna. Era fuerte el esfuerzo pero merecía la pena intentarlo. Una frase de Antonio Machado rondaba por su cerebro: “La muerte es algo que no debemos temer porque, mientras somos, la muerte no lo es y cuando la muerte es, nosotros no somos”… pero él no estaba muerto (como podrían estar pensando Arthur Andersen y Don Armando Álvarez). !Él estaba vivo y lo que buscaba con total esperanza es que Lina también lo estuviera!. Razonó para sus adentros un breve pensamiento propio. “La esperanza de vencer a la muerte es lo que hace al ser humano verdaderamente libre”.
El humilde locutor radiofónico, que emitía su voz a través de su sencillo micrófono de una pequeña emisora situada entre las calles Eldorado y Paraíso de la pequeña villa de Madrid, en el Estado de Alabama, seguía con su discurso: “Si queremos una Nueva Humanidad tenemos que reconocer que el corazón que late al unísono de dos personas sólo puede ser de un hombre y una mujer amándose tiernamente. No existe el espacio vacío. Existe la aventura y el misterio. La aventura del vivir y el misterio de sentir la vida”.
Para José Uribe Del Real la aventura había terminado al encontrar la alcantarilla que le invitaba a entrar en el subterráneo y el misterio comenzaba en aquel mismo lugar.
José Uribe Del Real comenzó a bajar a los oscuros pasadizos de las celdas. A mitad del trayecto se paró en uno de los peldaños y su memoria comenzó a funcionar recordando frases célebres sobre la valentía: “Todo los triunfos nacen cuando nos atrevemos a comenzar”, de Eugene Ware; “Para crecer hay que renunciar temporalmente a la seguridad”, de Gail Sheehy; “El mundo siempre determinará tu valía por lo que realizas”, de un Anónimo; “Haz que las contrariedades te alienten y los obstáculos te engrandecerán”, de otro Anónimo; “El valor perfecto consiste en hacer, sin testigos, lo que seríamos capaces de hacer delante de todo el mundo”, de Francis de la Rochefoucauld; “No nos atrevemos a muchas cosas porque son difíciles, pero son difíciles porque no nos atrevemos a hacerlas”, de Lucio Anneo Séneca;
– !Voy a buscar a Lina!.
– !Voy contigo!.
– !No!. !Usted deber hacer algo importante!.
– !!Pero es mi hija y tengo derecho a buscarla!!.
– !Déjese ahora de gaitas, Doctor!. !Haga lo que le digo!.
– ¿A dónde vas a buscarla?.
– Al subterráneo…
– ¿Pero estás seguro de que hay un subterráneo aquí?.
– Totalmente seguro.
– Nunca he oído hablar de dicho subterráneo y eso que he estado siempre atento a escuchar todo lo que se ha hablado aquí durante estos cinco largos meses.
Rápidamente el caballero desconocido se levantó de su silla y fue a comprobar el estado en que se encontraba el agonizante Manésh.
– Este hombre está agonizando, Paúl. Ya no tiene prácticamente pulso.
Paúl se acercó al moribundo “Gadaffi”.
– !Escucha “Gadaffi”!. !Tienes, al parecer, muy pocos minutos de vida!. ¿Díme dónde está Bianca?. !A ti ya no te vale de nada intentar poseerla porque estás prácticamente muerto!.
El Doctor Don Armando Álvarez se acercó al cadáver de “Gadaffi” y empezó a buscar por el interior del cinturón con que éste se sujetaba la túnica de color anaranjado. En breves segundos consiguió encontrar lo que buscaba. En un bolsillo camuflado por dentro del cinturón, Manésh guardaba una pequeña tarjeta electrónica. Era lo que sacó El Doctor.
– ¿Qué es eso? -preguntó José.
– Ahora mismo lo vamos a comprobar. !Ven conmigo!.
– !Espere un momento Don Armando!.
– ¿Qué quieres hacer?.
– Sólo es un momento.
De todos es sabido que la vida es una carrera sin vuelta atrás. No hay desvíos que te hagan volver a desandar el camino recorrido. Empiezas la marcha con tu vehículo recién estrenado. Poco a poco le vas añadiendo extras. Unas ruedas más potentes un motor renovado, las luces te indican el camino más nítidamente y así vas recargando el depósito, maqueando tu vehículo. Lo cuidas, embelleces y te sientes orgulloso de el.
Con el tiempo entras en una autopista de muchos carriles y te das cuenta de que otro vehículo se acerca a ti y decide hacer el camino a tu lado. Es mucho más grande y potente que el tuyo, lo ves hermoso y seguro. Te alegras de poder recorrer el camino junto a él
Huellas. Pasos lentos del reloj de la existencia sobre esta Vida llamada Tierra, llamada Mar y llamada Aire. Desde las distancias siderales entre planeta y planeta dejamos huellas humanas a través del Cosmos. Huellas. Sueños plasmados de caminos por las galaxias de nuestro pensamiento. Miles de ideas encadenadas haciendo hundir en la bruma del pasado la injusticia y el dolor humano. Huellas presentes en nuestras conciencas blancas, negras, rojas, amarillas y verdes. Los cinco círculos de la Tierra labrados por las manos artísticas de la Poesía. Poesía con mayúscula para demostrar que hoy, desde este hoy mismo, el sueño de la Libertad es posible.
Siempre hay un corazón
latiendo en las esperas de la noche.
Una forma de latir soñando
con la luz del alba amanecida:
sonámbulo recuerdo de las horas
colgadas en el reloj de la existencia.
Y crece la fe de los segundos
que eternizan la memoria en cada isntante…
y enciendes un cigarro en la noche
para darle luz a tu conciencia:
una forma de estar siempre presente
en la vida de las cosas olvidadas.
Paúl se encontró, en el segundo piso del viejo caserón del Salón Tesauro, una amplia galería adornada con bellas flores en las paredes. Flores y escenas de la mitología egipcia. Allí estaba multitudinariamente representado un dios egipcio. No había ningún despacho por alli. Rememoró al dios representado. Era Baal. Su memoria comenzó a funcionar y pensó para sí mismo: “dios semítico cananeo; una divinidad
(probablemente el Sol) de varios pueblos situados en la Antigua Asia Menor y su origen era fenicio, cartaginés, caldeo, babilónico, sidonio, filisteo y, sobre todo, egipcio”. La proverbial memoria e intuición de Paúl se puso en movimiento. Si había alguien en Tesauro que adoraba a Baal tenía que ser el famoso Gran Señor del Mal.