Como leo en los pensamientos diarios del Vorem, para Francois Mauriac escribir y leer (ambas cosas a la vez) es recordar. Yo estoy plenamente de acuerdo con ello. Porque al escribir recordamos lo que fuimos, lo somos y lo que algún día llegaremos a ser. Y al leer recordamos lo que fueron otros, lo que son otros y lo que llegarán a ser otros. Y en esa multiforme pluralidad de recuerdos pasados, presentes y futuros (propios y ajenos) construímos mundos de percepciones vitalistas que abren nuestros caminos a nuevas propuestas.
Escribimos lo que recordamos que fuimos algún día en que pronunciábamos deseos de ser. Escribimos lo que recordamos de nuestra historia personal y presente mientras nos vamos formando un ser viviente. Escribimos lo que recordamos que algún día del pasado y del presente hemos soñado para nuestro futuro. Leemos, igualmente, los recuerdos vivientes de hombres y mujeres que fueron, son y serán, perpetuos recuerdos. Sigue Leyendo...
Con dirección al mundo de los sueños
la avenida de las plantas en flor
buscan dueños…
jardineros del amanecer
que rieguen ese vergel
para el sol.
Hay allí un farol
que alumbra a las estrellas
y son sus flores tan bellas
que hasta el girasol
se transforma en jacinto.
Abrió por fin la puerta después de haber estado intentando mil veces hacerlo sin apenas haber conseguido más que un leve sonido de gozne gimiente. Pero ahora sí. Ahora había conseguido abrir la puerta de aquella habitación oscura y llena de sombras y fantasmas chirriantes. Ahora la luz penetró como un rayo explosivo y le explotó en sus ojos de mujer vencida. Recobró el aliento después de sentirse mareada por la potente energía que se instaló en sus pechos y se irguió como mujer valiente.
Esta vez no se encaminó hacia el oscuro callejón de los mercaderes putrefactos sino que buscó la amplia avenida de los niños y los palmerales llenos de fiesta. Sus venas dejaron de pedir sustancias ajenas a la misma sangre y sintió que sus pechos se llenaban de sinfonía. Notó que todo su cuerpo vibraba de luz y pensó que no le importaría nada que en aquel momento una mano invisible la desnudase toda entera para mostrar al mundo su belleza reconquistada. Sigue Leyendo...
Hubo un tiempo, amigo Only, en que me entretenía con mi guitarra sembrando gorriones grises en los cafés. Cantaba por las noches allá en las Américas. Había un lugar muy especial en Quito (Ecuador) llamado Café Libro. Allí nos reuníamos los humildes poetas del pueblo llano y sencillo a cantar por las madrugadas nuestros sueños de bohemia. Yo empezaba entonces a escribir en Vorem. Fue una época en que las canciones me brotaban del alma y sentía la verdad de la poesía en cada estrofa, en cada ritmo, en cada cuerda de mi guitarra. Después tuve que seguir caminando…Sigue Leyendo...
Anoche celebramos una fiesta en casa con una gran cantidad de amigos y amigas. Estábamos celebrando la nueva casa en dónde vivimos. En el campo. En la Urbanización de Los Valientes. Muy cerca de Molina de Segura. El ambiente era de una gran felicidad y todos cantábamos al son de las guitarras. Llovía ligeramente en el jardín. Pero dentro de la casa estaba encendida la chimenea y crepitaba la leña. Todos estábamos calientes y nuestras células corporales ardían en medio de la pasión ambiental. Entonces hubo un momento en que necesité salir afuera…Sigue Leyendo...
Hoy mi barca se niega a obedecer mi rumbo. Remo. Remo hacia las islas que tengo perfectamente localizadas en mi hoja de ruta marinera y que sé que voy a ellas con el deseo libre y voluntario de llegar. Pero ¿qué es lo que está ocurriendo hoy?. Todos mis sentidos están atentos y despiertos. Toda mi fe está situada en su punto exacto. Todas mis fuerzas están aplicadas únicamente al camino correcto y… sin embargo… !qué impotencia da ver que no puedo dirigir mi barca hacia allí!. Decidme vosotros, amigos poetas y poetisas del Vorem, si sabéis exactamente cómo poder dominar el rumbo de la barca para llegar seguro allí donde vislumbro y veo las amapolas brillar solemnemente en su humildad profunda bajo la luz de la vida. Decidme, si lo habéis visto, dónde se juntan todos los rayos marítimos del sol en ese punto concéntrico donde se besan con las olas y las almas de todas las cosas. Sigue Leyendo...
Necesitamos aprender una nueva comprensión del cuerpo humano como forma sustancial de la vida en una sociedad que no se base ya jamás en la artificiosa competitividad que nos lleva a callejones sin salida. Todo lo que existe siente por sí mismo. La ecología holística de lo humano es la ciencia y el arte de las relaciones interpersonales y los seres relacionados entre sí con nuevos paradigmas culturales, educativos y científicos. Necesitamos volver a nuestras raíces biológicas amorosas que dieron lugar a nuestro linaje humano.
Elegir el propósito de vivir en medio de una convivencia amorosa con los otros y la naturaleza de los otros es dar lugar a un lenguaje sin violencia alguna, a un lenguaje que haga posible el sueño de desarrollarnos con amplitud sin límites. Por eso necesitamos también desarrollar una nueva inteligencia. Sigue Leyendo...
En un solo sinfín de misterios
me introduces toda tu materia
y me conviertes en círculo abierto,
en parábola del viento,
en síncope prolongado de existencia
con sólo un ligero movimiento
de tus labios encardinados en mi alma.
!Qué extraña paradoja es ésta
en la que un humano que muere de libertades
está totalmente esclavizado a tu manera
de sentir,
de vivir,
de permanecer etérea en el espacio!.
Por la puerta escondida de los sentimientos has entrado como un vendaval y hasta los geranios de mi ventana oculta se han encendido de luces divinas. ¿Qué has hecho con mi alma que ya no vive en mí?. Miro a los transeuntes que caminan por la vida, abstraídos en sus pensamientos y en sus múltiples ideas y sólo te veo a ti repetida en mil y un pedazos de miradas.
Lloras y yo me desespero buscando inútilmente en los bolsillos un poco de consuelo para ti. Lloras. Y no sé que tristeza me embarga cuando no encuentro ni tan siquiera un pedazo de cielo para hacerte sonreir. Lloras. Y solo tengo unos dedos cálidos para acariciarte suavemente hasta dejar tu lindo rostro limpio de lágrimas.
Esta noche tu amor se hace insomne
entre las espumas nutrientes de tus muslos
y una liturgia centrífuga y solemne
me sumerge en el ritmo de tu rostro.
¿Qué dios pescador de las auroras
ha nacido bajo las sombras de tus ojos?.
Tu beso resuena en el latido de las cosas
como presencia de ámbito sin nombres
y el ave de los tiempos amorosos
cobija sus vuelos en tu mirada detenida.
Enhiesto sueño vertical de las columnas azules, fúlgida grandeza entre la tierra y el cielo, sobre la escarpada roca de tu historia el dulce fluido verde, bañado por el sol, regresa al sonoro pecho y un ocio cerrado, como de siesta crecida bajo el claro silencio, me hace extensas las pupilas. En torno mío una piel que es caricia, tacto, signatura de lo amante, se amansa bajo el álamo y los sauces.
Como ruiseñor nocturno, como fértil olor avivado por el néctar de las flores, reposo entre el enjambre de la tierra y su espesura. Al fondo de esta naturaleza viva, un soplo de armonía transmuta mis arterias íntimas en una corriente que primero se agita y luego calla para mecer al alma. Sigue Leyendo...
La casa está en silencio
hay un jarrón sobre la mesa
y en el ambiente se pesa
el aire de un regresar.
Al azar
queda ahora la sorpresa
de ver cuándo ella regresa
al recinto del hogar.
Se nos ha ido José Gomáriz, más conocido por todos nosotros como El Relojero de Manila. José había nacido en 1912 y contaba, a la hora de irse de este mundo, con 96 años de edad. !96 años!. !Ahí es nada!. !Todo un siglo!. Se fue con 96 años de edad a sus espaldas y un cúmulo enorme de sabiduría que le daba su lúcida ancianidad. Porque José Gomáriz murió en completa lucidez. Sólo el corazón (tictac tictac) ya no aguantó más las manecillas del reloj del tiempo.
Él conoció los últimos años del reinado de Alfonso XIII, la dictadura de Primo de Rivera y la llegada de la II República a España. Conoció la Guerra Civil española de 1936 a 1939 y después la dura dictadura de Francisco Franco que duró casi 40 largos años. Conoció también la época de transición a la Democracia (con los gobiernos de Arias Navarro y la UCD de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo). Conoció, asimismo, el poder del PSOE (con Felipe González) la época del PP (con José María Aznar) y el segundo PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero. Sigue Leyendo...
Se marcharon los vencejos
a otros campos a emigrar
se secaron los olivos
quedó triste el encinar
y tú te fuiste con ellos
a otro hombre enamorar
con tus miradas azules
y tus labios por besar.
El género literario que mejor representa a los cambios producidos en la nación irlandesa durante el siglo XX es la novela. Dentro de la panorámica novelística de la Irlanda actual hay grandes escritores y escritoras. Una de estas últimas es Eilis Dillon de cuya producción novelística destaco la titulada “The Bitter Glass” (traducida al español como “El vaso amargo”). He tenido ocasión de leerla.
The Bitter Glass (El vaso amargo) de Eilis Dillon está situada en el occidente de Irlanda, en la temperatura calurosa del verano de 1922, cuando se inicia la guerra civil irlandesa (1922-1923) que opuso a los “estatalistas libres” contra los republicanos que aceptaban la partición de Irlanda salida del Tratado de 1921. Los que defendían la Irlanda Unida se enfrentaron a ellos. Lo que sucedió fue tan amargo (de ahí el título de la novela) como lo han sido todas las guerras civiles habidas en el mundo. Durante ella el gobierno del Estado Libre de Irlanda autorizó la ejecución de republicanos comprometidos con su causa. Sigue Leyendo...
Me refiero al renacer diario. A esa esperanza intuitiva de que nos quedan 24 horas por delante para vencer a la muerte. Desde este punto de vista, desde esa esperanza diaria, desde la fiel certeza de nuestro cuerpo hecho vida, la pregunta es si hemos vencido a la muerte temporalmente por haber llegado a la antesala diaria. ¿Dónde está la línea concebida entre las vivencias que nos esperan en el futuro de esas 24 horas y nuestro nombre plasmado en la existencia?. Todo puede ser sólo un sueño. Un sueño deslindado de la muerte en donde buscamos ser un ser con espejos donde mirarnos a través de nuestra vital permanencia en este mundo al que llegamos como flor sencilla cada día y luego nos enredamos en el diálogo con las cosas que nos rodean. Sigue Leyendo...
Lizzy (diminutivo cariñoso de Isabelita) es una gatita negra, con el pecho blanco, que es símbolo viviente del Centro Cultural Infanta Elena a donde voy todos los días a cultivar un poco el espíritu: una obra teatral, la proyección de una película, una conferencia dictada por alguna autoridad intelectual, danza, la presentación de algún libro, concierto musical, etcétera. Y también es aquí donde acudo muchas veces a escribir mis textos para el Vorem.
Pues bien, la gatita Lizzy, siempre está aquí, tomando el sol a la puerta del Centro, esperando a quienes la queremos y la llamamos cariñosamente (Lizzy… Lizzy… ven aquí Lizzy…). Ella acude solícita a que la acariciemos el lobo y la cabecita y se deja mimar. Es muy mimosa Lizzy. Siempre está ronroneando de placer y haciendo pasar unos momentos gratos y agradables a quienes la queremos con total desinterés. Y le damos algo de comer que ella agradece restregando su lomo por nuestras piernas. Sigue Leyendo...
La poesía contenida en el alma de un ser humano es, por aproximación metalingüïstica, una cercanía a la realidad de los días que se viven suvesivamente por etapas de emoción; algunas veces es una realidad de calma y meditación… otras veces se desgrana en una pasión desbordante… pero siempre es una representación casi metafísica de la existencia, del destino o de la confusión de nuestro propio mundo interior con el que gravita el mundo exterior que los poetas contemplan y asumen como materiales de reflexión. De ahí (de su exiswtencia, destino o confusión) surge el compromiso personal de quien expresa la propia trayectoria de su yo vital gravitando en la concepción de su universo poético. Sigue Leyendo...
Somos árboles nacidos entre los brazos de un sueño con voz de estrellas; las fugitivas pieles del agua que reverbera sus canciones entre los nombres adoptados del misterioso diálogo con las tardes inmensas. Somos pájaros antiguos que tiemblan entre los pinos y lentamente se van hacia donde el bosque lanza sus murmullos de flauta; el silencioso crepúsculo de las noches mansas.
La verdad existe, sí, porque existen las palabras que nos hacen libres peregrinos del va y del viene; somos vientos sonando sobre los tejados donde anidan las viejas gotas del agua. Somos marchas separadas que al final se juntan entre el río y el cementerio pero que, mientras caminan, controversiamos con las materias y los espíritus. Sigue Leyendo...
Hoy me permito dejar de ser quien soy y olvidarme de los segundos prolongados como compañía de los seres humanos. De pronto la ternura me entra por la piel y me personaliza en el intento de volver a vivir. Y como quien no recuerda los olvidos ni los lamentos me es fácil estar presente dentro de mí mismo. Así es cómo quiero a la vida. Como una huella imborrable que el destino repasa una y otra vez y que me deja una sola pasión llamada Palabra. Abro la puerta y entran los verbos: querer… amar… soñar… vivir…
Los plumajes de este sueño sumergido
en tanta luz buscándome la vida
son tesoros que gravitan vacantes
para despertarme enhebrándome en la historia.
En medio de este insomnio luminoso
yo me vivo de gozos en el camino.
Y en el rojizo violeta incorpóreo
de las aguas interiores e inquietas
mis intensas esperanzas rojas
alumbran este enorme espacio verde
de los signos profundamente humanos.
Algunas veces nos da la vida la oportunidad de pensar pausadamente. Todo se muere y empieza cada día y el triunfo se consume tan rápido como el fracaso. Justo antes de Año Nuevo, un día antes para ser exactos, me pongo a reflexionar para no desperdiciar la oportunidad de pensar. En la otra orilla de la vida, en la de los que viven más allá de mí, quizás ocurra lo mismo.
Lo más eficaz es aprender que lo más urgente es hacer funcionar nuestras vidas con la mente puesta en procurar ser felices. Trabajar para que el futuro que se adivina sea el mejor que preveamos aunque todavía no exista. Lo mejor es que todos entremos en la nueva vida con las experiencias asumidas del año pasado y aprovechar el último día para pensar en no volver a equivocarnos donde lo hicimos en 2007. Sigue Leyendo...
Brotan las aguas y las lluvias
cantando libertades indomables,
las miradas de las manchas infinitas
en la inevitable lucha por la vida.
Brotan las aguas y las lluvias
en nuestras células de cualquier lugar
y el murmullo crece y se eleva
hacia todas las búsquedas posibles.
Brotan las aguas y las lluvias
de nuestros seres en el centro de la esfera
que acumula siglos de existencia
en medio del paisaje y del crepúsculo.
Palabras de adentro…
de muy adentro…
palabras de aliento
para todos los que sueñan
que los mañanas llegan
después del tormento.
Aliento…
palabras de mil y un aliento.
Escribo, ahora, hoy, en este instante donde se ubican directrizmente la nostalgia y el cercano tiempo de las sensaciones intangibles. Escribo nada más que por el deseo irrefrenable de acercarme a las palabras para medir la distancia que existe entre lo real y lo imaginado. Imagino que es real ese campo lleno de amapolas como las que había en mi infancia; pero la realidad es que estoy inmerso en la virtual urbanidad de los arbustos rodeados por un arce campestre transportado a la ciudad.
Y es que nos transportamos, a través del tiempo de lo vivido y lo imaginado, a ese espacio donde el crecimiento de las cosas nos hace verlas más creíbles pero menos fantásticas. ¿Será que la fantasía tiene cada vez menos espacios en estas grandes urbes donde las gentes pasan (en lugar de pasear) por las arboledas de antaños?. En el paseo de los robledales caducifolios hay una gran resistencia a vivir. ¿Será que ahora no sabemos interpretar lo que es la muerte?. Sigue Leyendo...
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